lunes, 26 de febrero de 2018

El exmarido de Letizia publica el libro que colapsará Zarzuela


BARCELONA.- España vive un silencio ruidoso sobre la Reina y su vida anterior. Muchos rumores sobre novios, amantes e hijos nonatos pero una única certeza: Letizia estuvo casada por lo civil y se divorció antes de Felipe VI. El exmarido es Alonso Guerrero y el próximo 9 de marzo, si un juez como el de Fariña no la secuestra, pondrá en venta su novela El amor de Penny Robinson, según publica hoy www.elnacional.cat

Relata la transformación de un hombre convencional convertido en personaje mediático por haber estado casado con una mujer convertida en reina de España. En la introducción revela que "el personaje vive perseguido por la prensa del corazón a fin de que dé no sólo lo que pueda explicar sino para arrancarle lo que es". 
Pero la portada contiene una frase gancho que hará venderlo como rosquillas: "Querían saberlo todo de él porque querían saber todo de ella". Y la figura de un hombre huyendo. Parece una novela de espías y veremos si el CNI no compra todos los ejemplares, para quemarlos.
Mientras en Zarzuela tiemblan por si la novela se pasa de la ficción a la realidad, la editorial juega con los Reyes:"es una ficción que pudo convertirse en realidad, pero también una realidad que necesita la ficción para parecer creíble”. 
Un juego de palabras para no decir lo que será: la vida del marido de Letzia explicada como si fuera ficción. ¿Cómo se sedujeron? ¿Cómo era el sexo entre ellos? ¿Es cierto que esperaban un hijo? ¿Ella era republicana? ¿Era una persona ambiciosa? Fueron marido y mujer unos breves 15 meses, ¿por qué les duró tan poco el amor?
Guerrero puede acabar haciendo honor a su apellido. Ha estado más de 4 años preparando el libro y esquivando las ofertas de muchos ceros de Telecinco. El Deluxe, Paolo Vasile y toda la junta de accionistas de Mediaset ponían millones encima de la mesa para entrevistar al primer marido de Letizia. 
El lo confirma: “Rechacé una por una todas las ofertas que me hicieron desde Telecinco, que más que apetecibles eran frecuentes”. Ahora se unirá a la poca bibliografía existente sobre Letizia: ¿número de libros biográficos sobre la reina de su entorno? Dos. Este y el del primo de la reina David Rocasolano Adiós, Princesa. Se ha sabido muy poco de aquel matrimonio, nada más que Guerrero era el profesor de Leizia y se enamoraron. Ni una foto, valorada en medio millón de euros, de la boda. Ahora intentará ganar más vendiendo uno por uno el libro, que costará poco: 12,95 euros el ejemplar.
Si será o no una bomba para la monarquía lo sabremos el 9 de marzo pero hay alguien en Zarzuela muy nervioso/a y enfadado/a. Y especialmente con el PP. La editorial que se atreve a publicarlo es Almuzara y el editor es un exministro del PP. 
Manuel Pimentel, el único que le dimitió a Aznar por dignidad y que tuvo un hijo extramatrimonial con Alícia Sánchez Camacho. Ahora se enfrenta a una Letizia que se lo mira con desprecio mientras aprieta los dientes.

El Rey, a Colau: "Mi papel es defender la Constitución"

BARCELONA.- Felipe VI transmitió a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que su deber era "defender la Constitución", según ha confesado la propia regidora, durante la cena de inauguración del Mobile World Congress.

Colau, que no asistió este domingo a la recepción al Rey por el MWC, al igual que el presidente del Parlament de Cataluña, Roger Torrent, sí estuvo presente en la cena posterior.
"Es una cena que organiza la GSMA en nuestra ciudad, por lo que evidentemente teníamos que estar", ha aseverado en una entrevista de Rac1.
Colau ha explicado que pudo hablar unos minutos con el Rey antes de comer y le trasladó que su negativa a acudir al 'besamanos' no era personal sino que pretendía reflejar el malestar de parte de la sociedad catalana por la actitud del monarca tras el 1-O.
"El Rey fue muy educado y, resumidamente, me dijo que su papel era defender la Constitución", a lo que ha explicado que ella le respondió que había "muchas formas" de defenderla.
Ha relatado que también saludó a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aunque no llegó a "hablar con detalle" con ella, y que no pudo hacerlo luego porque, pese a estar sentadas en la misma mesa, estaban a varios metros de distancia, ha dicho.


El personal del pabellón de Catalunya recibe al Rey con lazos amarillos

El personal del pabellón de Catalunya instalado en el Mobile World Congress ha recibido hoy esta mañana al rey Felipe VI con lazos amarillos en las solapas durante la visita que el monarca ha hecho con motivo de la inauguración del congreso. También la mayor parte de los altos cargos presentes llevaban el lazo de protesta por los presos políticos.
A diferencia del domingo, en que los altos cargos del Govern boicotearon la cena inaugural presidida por el monarca, esta mañana sí había representantes de la Generalitat en el recibimiento al monarca a la inauguración oficial del Congreso. 
Encabezaba la delegación el secretario general de presidencia, Joaquim Nin. También estaba el secretario de empresa, Pau Villòria, que lucía el lazo amarillo en la solapa. Lucía también el símbolo de protesta el secretario de Telecomunicaciones, Jordi Puigneró, -que no ha estado presente durante la visita del Rey, pero sí más tarde y ha mantenido una conversación con el ministro de Energía, Álvaro Nadal- así como el consejero delegado de ACCIO, Joan Romero.
Los funcionarios presentes en el pabellón, mayoritariamente ingenieros, han explicado que llevaban el lazo porque ya lo llevan habitual.
Por su parte, el secretario de Empresa ha querido dejar claro a El Nacional que su presencia hoy en la feria, después de que el domingo el Govern hizo boicot a la cena de inauguración del congreso, se debe al hecho de que aquel fue un acto protocolario pero hoy se trata de una cita de trabajo, muy importante para su departamento.

No te quieren, Felipe / Ramón Cotarelo *

Pero, ¿a quién se le ocurre? Solo a estos, tan necios que se creen sus propias mentiras. La primera de todas, la más evidente, la más palmaria: que el independentismo, el antimonarquismo, el republicanismo catalanes son cosa de cuatro elementos resentidos y antiespañoles. Bastará con descabezar (sic) a los líderes para que baje el suflé. Además son unos cobardes que se arrugan ante la justicia y se dan prófugos o presos. Es una mentira que, como el rinoceronte de Ionesco, acabará ocupando todo su ya escaso espacio mental.

Cualquiera diría que, con el recibimiento que ayer tributó Barcelona a Felipe de Borbón, esa mentira ha estallado como una pompa de jabón. Se presenta como el soberano que visita la colonia (tierra conquistada) a la que acaba de disciplinar por la violencia y se encuentra solo, junto a sus fieles servidores españoles, la vicepresidenta y el delegado del gobierno, de quien se dice que llevaba una corbata VERDE. 
Nada de representación institucional de los indígenas. Solo el ruido de una ciudad que no lo quiere y se lo dice. La regia mano se quedó sin besar salvo por la alcaldesa de L'Hospitalet. Luego, la cena, un suplicio, frente a un presidente del Parlament con el lazo amarillo en la solapa y que no tuvo el detalle de aplaudirle el discurso. Ese en el que se entrevé la amenaza de que, si no se le besa la mano (él lo llama "lealtad institucional"), el Congreso Mundial de Móviles se irá de Barcelona
 Hasta para las amenazas es lento. El director del Congreso ya había aclarado por la mañana que ellos piensan seguir en Barcelona, sin cuidarse poco ni mucho del rey porque es gente seria de negocios y va a dónde hay negocio y no donde solo hay arrogancia e ineptitud.

Pero no importa, esta gente incomprensible seguirá a lo suyo porque se creerán sus mentiras según las repiten sus medios: que hubo algo de cacerolada y enfrentamientos entre indepes y constituionalistas y numerosas muestras de apoyo y cariño al rey. Sus televisiones hablarán del triunfal recibimiento, darán las palabras del rey en close up y, si te he visto, no me acuerdo. Buena ocasión para que las redes se rían a mansalva de unos medios cuya función no es otra que mentir.

Lo que no pueden evitar estos genios es que las imágenes estén en las redes y en las noticias internacionales: muchedumbres abarrotando calles y plazas, contenidas por la policía que volvió a apalear, aunque de modo menos bestial que el 1-O, calles vacías por la noche, a la salida de la comitiva real, with the blue lights flashing across the night, ruido atronador de cacerolas, silbatos, pitos. Los mossos, que se emplearon a fondo, despejaban las calles, esto es, el suelo, pero no el vuelo y por las ventanas abiertas sonaban las sartenes y hasta el himno de Riego a todo volumen, con vivas a la República. 
Esas imágenes son ya virales, están en el hashtag #destronemlo. De minoría de cuatro iluminados, nada. Son las imágenes de un pueblo que no quiere al Rey, que ha estallado a fuerza de apaleamientos y humillaciones a manos de gentes corruptas e ineptas pero brutales que desconocen lo fundamentos mismos de la política democrática. Un pueblo que está haciendo una revolución de nuevo tipo, algo que los españoles, según se ve, sean de derechas o de izquierdas, son incapaces de entender.

Solo a ellos se les ocurre porque, además de creerse sus propias mentiras, tienen una idea de la realidad que no se parece en nada a la realidad. Como son oligarcas, señoritos y franquistas de toda laya, creen que se puede apalear a la gente impunemente; creen que el rey puede aplaudir el apaleamiento sin que pase nada; que se puede ir al juez a mentir, diciendo que no hubo apaleamiento, que los jueces puede llegar al delirio de sostener que los apaleados son culpables y responsables de su apaleamiento. No están bien de la cabeza. 

En todo caso, son peligrosos. Palinuro decía ayer que  "Todos, hasta el rey, saben que el rey va desnudo. Por fuera y por dentro. No entiende nada de lo que pasa. Ni por asomo. Está lleno de ira y despecho, con lo que cada vez se ciega más." Son, sí, peligrosos. Vete a saber qué darán ahora en tramar. Qué harán, ahora que el rey ha comprobado que quizá sea formalmente rey de Catalunya, pero no de los catalanes. 

Seguro, segurísimo que no se le ocurrirá pedir perdón por lo pasado, como le dice Puigdemont. Faltaría más. Su antepasado entró en Catalunya a sangre y fuego. Este ya ha derramado (y sigue derramando) la sangre; y el fuego, según se mire. Porque los catalanes harán cosas, pero los españoles son muy y mucho españoles. 

A lo mejor no son mentiras sino una incapacidad neurótica de entender la realidad.


(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

El vacío / José Antich *

El rey Felipe VI tuvo que hacerse acompañar de las autoridades del Estado durante su primera visita a Barcelona. Ese es, sin duda, el principal titular del vacío dispensado por las autoridades catalanas cuando llegó este domingo al Palau de la Música para presidir la cena de gala del congreso internacional de telefonía móvil. 

Si dentro del Palau fue el vacío, en el exterior del coliseo musical la noticia fueron las ruidosas protestas. Hasta diez calles adyacentes habían sido acordonadas por los Mossos d'Esquadra para impedir el acceso de los manifestantes al perímetro oficial. Tan solo la Via Laietana estaba despejada desde su acceso sur para que pudiera acceder sin problemas de tráfico la comitiva oficial. Vacío institucional, protestas en la calle y cassolada importante en muchísimos municipios de Catalunya para hacer evidente la protesta por la visita. Así transcurrieron las dos primeras horas de la estancia real en Barcelona.


Por si alguien tenía dudas, el clima de malestar expresado después del discurso del Rey del pasado 3 de octubre persiste de una manera importante en Catalunya. El espectacular operativo policial y las protestas así lo reflejan. Hay un antes y un después de aquel 3 de octubre, de la supresión de la autonomía en Catalunya, de la destitución del Govern y del exilio del president y cuatro consellers a Bruselas y la posterior entrada en prisión del resto del Ejecutivo catalán. 

Por no hablar de la prisión de los Jordis y las citaciones en calidad de investigados de varios cientos de alcaldes y la represión del referéndum del 1 de octubre. Ante todo ello, la Corona, lejos de cumplir un papel arbitral, ha tomado partido de una manera nada dudosa.


Las elecciones del 21 de diciembre han repetido la mayoría independentista y nadie parece haber asumido desde Madrid que las viejas recetas ya no valen. El discurso del monarca -10 párrafos en inglés, 3 en castellano y 3 en catalán- , ajeno a cualquier contingencia, pasó de largo de la situación política. Y no aparece ninguna referencia temporal en el texto, que bien pudiera ser el mismo que leyó la última vez. 

En la mesa presidencial, aunque no en el sitio que le tocaba, ya que estaba ostentosamente excluido de su posición, el president del Parlament, Roger Torrent, con lazo amarillo en la solapa, no aplaudió la intervención del jefe del Estado. Sí que lo hizo, en cambio, la alcaldesa Ada Colau, muy acostumbrada a hacer una cosa y la contraria al mismo tiempo. Desde Bruselas, el president Puigdemont había advertido por la mañana que el Rey sería bienvenido a Catalunya cuando pidiera perdón. Algo que obviamente no se produjo ni parece que se vaya a producir.



(*) Periodista y ex director de La Vanguardia