sábado, 30 de enero de 2016

Una plataforma quiere declarar festivo el 30 de enero, aniversario de Felipe VI

MADRID.- El Rey Felipe VI celebra hoy su 48º cumpleaños en la más estrica intimidad, como en ocasiones anteriores, salvo que se lo haya impedido la agenda oficial. De hecho, el monarca no tiene previsto para hoy ningún acto y todo apunta a que las celebraciones tendrán lugar en el ámbito familiar. El año pasado, Felipe VI se vio obligado a soplar las velas a más de 5.000 kilómetros de casa, ya que un viaje oficial le llevó hasta Adis Abeba, capital de Etiopía.

Sin embargo, esta fiesta familiar podría cambiar si se cumplen los deseos de la Plataforma Monárquica de España, un colectivo que se plantea conseguir que el 30 de enero sea declarado Día Nacional del Rey y que esta fecha sea festivo para todos los españoles. Esta plataforma, surgida en Cataluña, tiene previsto constituirse próximamente en asociación y poner en marcha una campaña para dar a conocer su propósito entre los ciudadanos.
De seguir adelante est iniciativa, España no sería el primer país en celebrar el cumpleaños de su monarca Holanda celebra desde hace décadas el Koningsdag, es decir, 'el Día del Rey', que desde que Guillermo Alejandro ocupa el trono se celebra cada 27 de abril. Esta tradición holandesa comenzó en 1885, aunque se celebraba cada 31 de agosto por coincidir con el cumpleaños de la reina Guillermina, pero con el inicio del reinado de su hija Juliana en 1948 la fiesta pasó a celebrarse en la fecha de su nacimiento, el 30 de abril.
Igualmente, en Reino Unido, Isabel II celebra su cumpleaños con un espectacular desfile en junio. Aunque su cumpleaños 'real' es el 21 de abril, el 'oficial'» con todos los británicos se celebra dos meses más tarde, cuando el tiempo es más benévolo en Reino Unido. Esta tradición se remonta a los tiempos de Eduardo VII, quien cumplía años en noviembre. Cansado de que las lluvias aguaran el desfile en su honor, decidió trasladar la celebración de su cumpleaños al mes de junio.

El Rey celebra en privado su 48º aniversario

MADRID.- El Rey celebra hoy en privado su 48º cumpleaños, que coincide con el XXX aniversario de su jura de la Constitución como Príncipe y que tiene lugar en un momento clave de su papel como jefe del Estado, volcado en una inédita segunda ronda de consultas para designar candidato a la Presidencia del Gobierno.

Cuando se cumplen 30 años desde que el entonces Príncipe de Asturias jurase la Carta Magna ante las Cortes, Felipe VI desempeña estos días un papel decisivo en el proceso abierto tras las últimas elecciones generales, ya que le corresponde proponer un candidato a la jefatura del Ejecutivo que se someta al pleno de investidura del Congreso en un escenario sin mayorías claras para formar gobierno.
Además, se da la circunstancia de que la mayor parte de los portavoces de 14 formaciones políticas a los que ha recibido en su despacho desde que comenzó la primera serie de consultas parlamentarias son partidarios de aplicar reformas en aquel texto constitucional de 1978 al que él prestó juramento el día que alcanzó la mayoría de edad.
La compleja aritmética parlamentaria derivada de los resultados electorales del 20 de diciembre y las dificultades para conformar mayorías de gobierno ha hecho coincidir este doble aniversario -personal y político- con el eje de una decisiva segunda ronda de contactos, que culminará entre el lunes y el martes con los líderes de los cuatro principales partidos.
Hoy mismo se reúne un Comité Federal del PSOE clave para las aspiraciones de Pedro Sánchez, cuyo resultado influirá en la capacidad de recabar apoyos ante una eventual investidura que pueda presentar el líder socialista al Rey, tras la decisión de Mariano Rajoy de rehusar hace una semana el ofrecimiento del Monarca para ser candidato a la Presidencia del Gobierno.
Así, la importancia del papel de Felipe VI vuelve a quedar de relieve por segunda vez el día de su aniversario en el contexto de un proceso político particularmente complejo, después de que el 30 de enero de 2015, fecha de su primer cumpleaños como jefe de Estado, representara a España en la cumbre de la Unión Africana celebrada en Etiopía.
Muy lejos queda ya aquel día de 1986 en que alcanzó la mayoría de edad y prestó juramento ante las Cortes, a partir del cual combinó los estudios universitarios en España, complementados con un máster en Washington, y una formación militar exhaustiva en las tres armas del Ejército, a la que pronto se sumó un conocimiento directo de las más diversas instituciones públicas españolas y europeas.
Un segundo periodo en esa trayectoria comenzó en 1996 con la progresiva asunción de funciones propias del Heredero de la Corona, entre ellas la representación de España en la toma de posesión de presidentes iberoamericanos y visitas oficiales a las Comunidades Autónomas.
El enlace matrimonial con doña Letizia en 2004 dio paso a su última etapa como Príncipe, un intenso periodo de diez años centrado en sus funciones de Heredero, con familia propia y una continuidad institucional asegurada, durante el que asumió actividades oficiales a un ritmo creciente hasta alcanzar la "velocidad de crucero" con la que tomó el relevo de don Juan Carlos en la jefatura del Estado.

Puigdemont critica la falta de "neutralidad" del Rey

BARCELONA.- El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha afirmado que a Felipe VI le falta "exquisita neutralidad" ante el proceso soberanista porque le ve condicionado por lo que define como agenda política.

"En el momento en que se convierte en Rey, no sé si él mismo o alguien le altera la agenda política", ha dicho en una entrevista de El PuntAvui Televisió junto a su antecesor Artur Mas y que se emite este sábado a las 22.15.
Carles Puigdemont asegura que no pretende ver al Rey posicionándose a favor de nada, pero sí esperaba una neutralidad exquisita, que no tiene, porque está "un punto atrapado en su rol", según el presidente.
Cree que una posible causa es que lo que Felipe VI querría hacer o lo que podría hacer como Rey "no se corresponde con una agenda política que condiciona excesivamente la figura y le hace perder neutralidad".
Puigdemont le conoció siendo alcalde de Gerona y le considera una persona informada, que no se precipita y "entiende la complejidad" de la situación, aunque admite que no le conoce bien porque la relación no ha sido profunda, aunque sí cordial.
Ha constatado que el monarca sí mostró neutralidad como príncipe de Gerona mientras estaba en la ciudad, y ha destacado que sus discursos en el Foro Impulsa de la ciudad podían suscribirlos mucha gente, además de que en ellos demostraba saber cuál era su rol.
Artur Mas también se refiere al Rey, para reconocer que escucha, se informa y "no le asusta el diálogo"; y considera lógico que Felipe VI sea contrario al proceso soberanista.
"Dicho esto, nunca me fié de los que me dijeron que él tendría un papel clave para resolver esto en sentido favorable al derecho democrático que tiene cualquier pueblo y nación a decidir su futuro", ha explicado. Como prueba, ha dicho intuir que "en privado, detrás de las cortinas, ha intentado ablandar alguna posición".
"Pero a la hora de la verdad no le veo jugándosela de manera muy clara a favor del respeto a ese derecho o de un pacto o un acuerdo que lo respetase", ha añadido.
Para Mas, el Estado ve Cataluña como una propiedad, que puede pedir, gritar y salir a la calle, pero sigue siendo suya, y cree que el Rey no actuará de forma distinta: "Sí puedo decir que es una persona que de verdad quisiera que el asunto catalán se resolviese, pero quieren que se resuelva de una manera que para la mayoría del pueblo catalán, hoy por hoy, no es aceptable".
Ambos presidentes han hablado también del futuro de ambos: Puigdemont reitera que no pretende volver a optar a la Presidencia acabada la legislatura excepcional de 18 meses, y Mas reitera que no descarta volver a presentarse.
Mas se considera en la reserva: "Cuando estás en la reserva no tienes por qué volver; de hecho, he estado tantos años en primera línea que yo, objetivamente, no tendría que volver".
Con todo, ha advertido de que, como está en la reserva, serán otros "los que tengan que decidir si a la gente le conviene o no" que él tenga otro papel en el futuro.
Pero Puigdemont rechaza repetir en unas eventuales elecciones constituyentes dentro de 18 meses: "He venido para hacer el trabajo".
El presidente considera que el suyo es un trabajo irrepetible, que no tiene continuidad porque "la próxima legislatura, felizmente, no debe tener nada que ver con esta".
Cree que la nueva legislatura requerirá "nuevos perfiles" y, además, confía en la renovación de CDC y en sus métodos de elección de candidatos, para abordar el debate interno de cómo encarar la nueva etapa de Cataluña.
"Y no se puede encarar con las mismas herramientas con que hemos encarado esta etapa excepcional. Por tanto tengo clarísimo cuál es mi rol ahora y cuál no lo es a partir de ese momento", ha dicho.