martes, 12 de enero de 2016

Puigdemont toma posesión como presidente de la Generalitat de Catalunya sin citar a la Constitución y al Rey

BARCELONA/MADRID.- El nuevo presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, ha tomado hoy posesión del cargo prometiendo "fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament", sin citar a la Constitución y al Rey, en contra de lo que hasta ahora era habitual.

En la toma de posesión en el Palau de la Generalitat, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha evitado mencionar al Rey y la Constitución y ha preguntado a Puigdemont: "¿Promete cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat con fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament?", a lo que Puigdemont ha respondido afirmativamente: "Sí, prometo".
La fórmula habitual en la toma de posesión es que el presidente del Parlament pregunte al presidente electo si jura fidelidad al Rey, a la Constitución, al Estatut y a las instituciones catalanas, pero Forcadell ha modificado hoy el enunciado.
El acto, con la presencia de autoridades como el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, se ha celebrado en el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat, con un telón negro de fondo y sin ninguna imagen del Rey. Ni el ministro ni la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, han aplaudido a Puigdemont.
En su discurso como nuevo president, Puigdemont ha incidido que ha prometido el cargo "explicitando esta lealtad al Parlament y al pueblo de Cataluña", entendiendo, ha dicho, que "el Parlament escoge al presidente y el pueblo al Parlament, en un circulo virtuoso de legitimidad democrática indiscutible".
El president se ha comprometido con que haya un debate desde el "respeto y la serenidad", con "trabajo y diálogo", aunque ha querido dejar claro que perseverará en el objetivo independentista con dos citas.
La primera, "imposible es solo una opinión", frase que usa también el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y la segunda, de Gaziel: "Soy falible pero insobornable".
El exalcalde de Girona ha aseverado que no están "cansados" del proceso soberanista sino "más esperanzados que nunca", al tiempo que ha garantizado que pondrá "las instituciones a trabajar en esta dirección" sin "perder de vista las esperanzas de la gente".
Así, ha defendido que Cataluña necesita "herramientas" propias de un Estado en un momento en el que "estamos -ha dicho- asfixiados y humillados".

La Abogacía del Estado revisa el gesto de Puigdemont

La Abogacía del Estado estudiará la fórmula utilizada por el nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en su toma de posesión, por si el no haber acatado la Constitución fuera merecedor de alguna acción por parte de los servicios jurídicos.
Fuentes del Ejecutivo han indicado esta noche que la Abogacía empezará mañana a estudiar las palabras de Puigdemont, que ha prometido hoy el cargo con "fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representada por el Parlament", pero ha obviado la Constitución y al Rey, tal como había costumbre de hacer hasta ahora.
Los servicios jurídicos del Estado analizarán ahora la legislación y la jurisprudencia existente para determinar si el haber ignorado la promesa o juramento de acatar la Constitución merece algún reproche jurídico.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asumido este martes el cargo sin mencionar al Rey ni la Constitución, y ha prometido ser fiel a la voluntad de los catalanes, con un "Lo prometo". En la toma de posesión celebrada en el Palau de la Generalitat, así ha respondido a la pregunta de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell: "¿Promete cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat con fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament?".
La promesa de Puigdemont ha estado precedida por una breve intervención del presidente saliente, Artur Mas, que le ha agradecido "haber aceptado el reto de ser el 130 presidente de la Generalitat en estos momentos apasionantes, decisivos y trascendentes" para Cataluña.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha advertido antes de la celebración de ese acto de que Puigdemont "en ningún caso" podría introducir en sus palabras elementos que desvirtúen el juramento de cumplimiento de sus obligaciones y de la Constitución.
Catalá ha recordado que las fórmulas utilizadas a lo largo de los años han sido muy variadas, y el Tribunal Constitucional y la Junta Electoral Central se han pronunciado sobre los elementos que se pueden introducir en ese acto.
Ahora corresponde a la Abogacía del Estado analizar si la fórmula utilizada es respetuosa con la Constitución o si genera algún tipo de infracción.

El Estado se moviliza para salvar a la Infanta Cristina del juicio

PALMA DE MALLORCA.- Inmóvil, abrumadoramente inexpresiva, hierática como una efigie de la institución que representa, Cristina Federica de Borbón y Grecia, hija y hermana de Reyes de España, se sentó el lunes durante 11 horas en un banquillo junto a otras 17 personas acusadas de corrupción, según la crónica de 'El Mundo'. 

Desde allí, sin apenas pestañear, con la mirada ausente y el gesto inmóvil, la Infanta y esposa de Iñaki Urdangarin, acusado de liderar una trama para desviar 6,2 millones de euros públicos con una falsa ONG, asistió a un nuevo intento del Estado y de sus dos abogados defensores particulares, Miquel Roca y Jesús María Silva, por rescatarla y librarla de la acusación de dos delitos fiscales por la que Manos Limpiassolicita que se le castigue con ocho años de prisión.

Calzada con dos botines marrones, la hermana de Felipe VI quemó de la mano de su defensa su último cartucho para librarse del juicio por el caso Nóos apelando a la llamada doctrina Botín y a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, manteniendo que no se le puede juzgar por un delito contra la Hacienda Pública basándose únicamente en la acusación popular que encarna Manos Limpias. La Fiscalía Anticorrupción y, muy especialmente, la Abogacía del Estado, que sí mantienen su denuncia contra su esposo por ese delito y no contra ella, volvieron a secundar su tesis con vehemencia, defendiendo que, por contra de lo que sostiene el juez instructor José Castro, el lema de Hacienda somos todos que usó el magistrado que investigó el caso Nóos para justificar que sus actos perjudican al bien común «no puede pasar del ámbito publicitario».

Fue un debate profundo, de largo alcance jurídico y que sentará un hito en la historia y la literatura judicial españolas. Tres jueces de la Audiencia Provincial de Palma, encargadas de juzgar la causa, deberán ahora decidir si la Infanta puede ser exonerada refugiándose en esa doctrina o si, por el contrario, debe seguir siendo juzgada en un proceso que congregó a más de 500 periodistas.

La Fiscalía y la Abogacía del Estado, como la defensa de Cristina de Borbón, consideran que la Infanta debe beneficiarse de la doctrina Botín porque la Agencia Tributaria entiende que ella no ha cometido ningún delito. Esa jurisprudencia, inaugurada en 2007 para el banquero, impone el sobreseimiento de la causa cuando así lo reclaman la Fiscalía y el perjudicado por el posible delito (y Hacienda insiste que sólo ella lo es en este caso), aunque la acción popular sostenga la acusación. Únicamente Manos Limpias pretende la condena de la ex duquesa de Palma a ocho años de cárcel como cooperadora necesaria en dos delitos fiscales que su marido habría cometido a través de la sociedad familiar Aizoon.

El fiscal Pedro Horrach tomó la palabra al borde de las 12.00 horas. Su primera frase, una cita textual del republicano Manuel Azaña: «Lo que importa es tener razón, y después de tener razón, importa casi tanto saber defenderla; porque sería triste cosa que, teniendo razón, pareciese como si la hubiésemos perdido». Tras ello, señaló que su función «es defender la legalidad». Por ello, sostuvo que la acusación popular de Manos Limpias no puede llevar por sí sola a juicio a la Infanta.

El fiscal, que aportó de forma sorpresiva un nuevo informe de Hacienda favorable a la Infanta, invocó en el juicio dos sentencias que desarrollaron la doctrina Botín. Una de ellas proviene de la Audiencia de Vizcaya. «No es normal que un ciudadano de Bilbao no se siente en el banquillo y otra aquí sí», señaló, en referencia a la misma. El fiscal aseguró que en la misma situación «ninguna persona se ha sentado en el banquillo».

Así, insistió Horrach en que juzgar a la Infanta «es quebrantar la igualdad y discriminar de forma injustificada a dos ciudadanas», dijo, aludiendo de manera muy expresiva en condiciones de igualdad a la Infanta y a la esposa de Diego Torres, Ana Tejeiro, para quien también pide el archivo respecto de los delitos fiscales, aunque no de los de blanqueo.

Si fue enérgico Horrach en su defensa de la Infanta, la gran sorpresa de la jornada la protagonizó la jefa de la Abogacía del Estado en Baleares. No por el posicionamiento ya conocido, sino por el tono empleado por Dolores Ripoll, quien llegó a afirmar que la frase Hacienda somos todos es sólo «publicidad».

Ese lema, afirmó, debe circunscribirse «al ámbito para el que fue creado: el de la publicidad, exclusivamente como forma de concienciación al país». La representante de la Hacienda Pública en la causa se alineaba así en una intervención cargada de intensidad con la defensa de la hermana de Felipe VI, aludiendo al auto con el que el juez Castro decidió definitivamente sentarla en el banquillo.

Castro decía que ese eslogan «fuerza a plantearse la naturaleza del delito contra la Hacienda Pública como atentado a un bien jurídico colectivo de interés general y que, por tanto, no vulnera un bien jurídico individual, que pudiera ser propio y exclusivo de la Agencia Tributaria». Se refería el juez a que la doctrina Atutxa, según su interpretación, anula la doctrina Botín en el sentido de que, cuando lo que se protege con el delito es un bien colectivo, la acción popular sí está legitimada para sostener la acusación por sí sola, aunque no lo hagan el Ministerio Fiscal ni el perjudicado.

La abogada del Estado argumentó, en la línea planteada por los defensores de la Infanta, que lo que dice la doctrina Atutxa no es eso, sino que, en realidad, se refería a delitos que, por su «peculiar naturaleza», no cuentan con un perjudicado concreto que pueda personarse en el procedimiento. Ripoll aseguró que «no existe base legal para afirmar que el delito contra la Hacienda Pública es un delito de los que, por definición, carece de perjudicado». «Es el erario público, y la Hacienda Pública estatal puede ejercer las acciones que considere pertinentes en el ejercicio de sus derechos».

Uno y otra siguieron la línea que había marcado previamente el abogado de la Infanta Cristina, Jesús María Silva, que argumentó que «la pesadilla de los grandes juristas es llegar a juicio bajo la acusación sólo de la acción popular» para defender el sobreseimiento del caso respecto de la hermana de Felipe VI. «Está en juego el significado mismo del proceso penal», razonó. En que la ciudadana Cristina de Borbón debe librarse de esa «pesadilla» coincidieron la Fiscalía y la Abogacía del Estado.

El ex jefe de prensa de Casa Real Javier Ayuso y la montañera Edurne Pasabán están entre la veintena de nuevos testigos admitidos por el tribunal que juzga el caso Nóos, a propuesta de la defensa de Diego Torres, que se suman a los 351 que ya estaban previstos.

La directora general de Air Europa, María José Hidalgo, y el que fuera vicepresidente de Melià, Sebastián Escarrer, también están entre las nuevas testificales aceptadas por el tribunal para que declaren durante el juicio, han informado fuentes jurídicas.

El rector de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Llorenç Huguet, también declarará en esa condición, al igual que el hácker argentino Matías Bevilacqua que dijo trabajar para el CNI y tenía copias de archivos informáticos relacionados con el Instituto Nóos.

Con los nuevos testigos admitidos, la lista de los que comparecerán en el juicio de Nóos a partir del 8 de marzo superará los 370.

Rajoy ordena al PP que proteja a Felipe VI ante un posible desgaste de la Corona

MADRID.- Hace ahora dos años, en enero de 2014, Mariano Rajoy no dudó en poner la mano en el fuego por la infanta Cristina. "Estoy convencido de que las cosas le irán bien" porque "estoy absolutamente convencido de su inocencia", contestó en una entrevista en Antena3. Este lunes, la hija de don Juan Carlos, que sigue sin renunciar a la sucesión, se sentó en el banquillo de los acusados, y tanto el Ministerio Público como la Abogada del Estado y Hacienda salieron a su rescate. Mientras, Rajoy dio orden al PP de proteger a la Corona ante el posible desgaste, según 'Libertad Digital'.

El presidente en funciones reunió este lunes al Comité de Dirección. Por supuesto, el despacho estuvo centrado en el desafío separatista y en las negociaciones tanto para conformar la Mesa de las Cortes como para la investidura. Si bien, el PP también quiso dejar bien claro que la Casa Real cuenta con "todo" su apoyo y reclamó que no se intente "generalizar" el caso Nóos con la monarquía.

"Felipe VI ha actuado de forma impecable. Tenemos un gran rey", destacó Pablo Casado en una preparada respuesta al término de la reunión con Rajoy. El vicesecretario de comunicación no se refirió en ningún momento a la infanta Cristina, y puso el acento en la ejemplaridad del monarca con respecto al caso que afecta a su hermana. "La Casa cuenta con todo nuestro apoyo porque creemos que tanto el rey como la reina están actuando de una forma escrupulosa", puso en valor Casado. En privado, altos cargos de la formación reconocieron su temor de que Zarzuela se pueda ver perjudicada por la imagen de la infanta en el juzgado, y de ahí la directriz de ensalzar las bondades de don Felipe.

Así, el PP quiso construir un muro entre el caso Nóos y el monarca. "Pedimos que no se intente generalizar con toda una institución que ha sido pieza fundamental en el periodo más próspero de la historia de España", remató Casado en rueda de prensa.

En un primer momento, con don Juan Carlos todavía como jefe del Estado, el Gobierno buscó la protección de la infanta. De ahí las palabras de Rajoy en enero de 2014. Pasados los meses, ya con Felipe VI, se puso de perfil públicamente, aunque la Fiscalía siempre haya utilizado argumentos a favor de doña Cristina. Este lunes, el PP sólo se encargó de dar la cara por Felipe VI y doña Letizia. En cuanto al caso en sí, la respuesta habitual: "Respeto a las decisiones judiciales".politica/2016-01-11/rajoy-ordena-al-pp-que-proteja-a-felipe-vi-ante-un-posible-desgaste-de-la-corona-1276565331/

Forcadell dice ahora que el encuentro con el Rey hubiera sido una ‘excelente oportunidad’ para el diálogo

BARCELONA.- La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha señalado que el encuentro con el Rey Felipe VI hubiera sido una "excelente oportunidad" para explicarle el proceso soberanista. La secretaría General de la Casa del Rey remitió el lunes a los servicios del Parlament una comunicación en la que se señalaba que “con la finalidad de cumplir los trámites establecidos en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía de Catalunya” agradecería “que la comunicación oficial de la Presidenta del Parlament de Catalunya a Su Majestad el Rey se realice por escrito, a través del Jefe de la Casa”.

De hecho, el Rey firmó ayer mismo dos decretos que recogen el cese de Artur Mas como presidente de la Generalitat y el nombramiento de Carles Puigdemont como su sucesor, los cuales aparecen publicados este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Fuentes de la Casa del Rey informaron de que el jefe del Estado había procedido a rubricar sendos decretos nada más recibir la comunicación oficial desde el Parlament de Cataluña.
En una entrevista este martes en Rac1, Carme Forcadell ha indicado que le hubiera gustado explicar al Rey la pluralidad del Parlament, con una “mayoría soberanista que tiene la voluntad de sacar adelante el proceso” de forma democrática. Ha explicado que los servicios de Protocolo del Parlament contactaron con la Casa Real para preguntar cómo debían comunicar al Rey la investidura del nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y ha apuntado: “Nos pidieron que mandáramos la comunicación por escrito, no nos dieron ningún motivo”.
Preguntada si es un error que Felipe VI no la haya recibido, Forcadell ha dicho que “estaba en su derecho” de recibirles o no, y ha recordado que este tipo de audiencias son una tradición pero no una obligación. Ha apuntado que si se cumple la hoja de ruta hacia la independencia, es “la última vez” que el Parlament comunica al Rey la investidura de un presidente catalán.

Se equivocó la Reina, se equivocó / Jaime Peñafiel *

Como la paloma de Alberti, se equivocó por creer que el trigo era limpio y resultó que ni su yerno Iñaki ni su nuera Letizia lo eran. Se equivocó.

Pilar Urbano, que mantuvo conversaciones con doña Sofía para su libro “La Reina muy de cerca”, habló también sobre su yerno: “Es bueno, bueno, buenísimo y tiene un fondo espiritual y moral enorme”. Además le calificaba como “un hombre muy sensible, muy bien educado, atento, espontáneo, alegre y animado”.

Tanto le admiraba que, en una ceremonia de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, la reina Sofía no estaba sola en el palco real del Teatro Campoamor de Oviedo. Quien aparecía junto a ella, como un chevalier servant de la soberana, sentado a su izquierda, ni un paso atrás ni un paso adelante, era… Iñaki que horas antes y contra todo protocolo fue el encargado de recibirla al pié de la escalerilla del avión, a su llegada al aeropuerto de Asturias en vez de hacerlo la primera autoridad del Principado.

¿Se trataba de una promoción del esposo de la infanta Cristina, más serio, más frío, ambicioso y calculador que su concuñado Jaime Marichalar, más artista, más frívolo, más fashion y más snob a quien procuraba no parecerse?

Según la periodista opusdiana “la Reina no tiene un pelo de tonta pero es lenta, es germana”. Yo pienso que es ingenua. Pero, sobre todo, torpe, muy torpe.

Lo demostró el 3 de diciembre de 2011, cuando se presentó en Washington, en pleno “caso Urdangarin”. Era la primera persona de la Familia Real en dejarse ver en público con su hija Cristina y su yerno cuando el escándalo ya había estallado.

La fotografía de la Reina sonriente junto a un no menos yerno relajado y, al parecer, feliz en la portada del “Hola”, indignó a la opinión pública.

No hay que olvidar que el 22 de julio, el juez Castro, que instruía el caso Palma Arena, había abierto una pieza separada para investigar las supuestas actividades delictivas del Instituto Nóos que presidía Iñaki Urdangarin.

Un año y medio más tarde, el entonces duque de Palma es apartado de la agenda oficial de la Casa Real por su “comportamiento no ejemplar”.

Fue el comienzo de la cuesta abajo en la rodada del tango, hasta que el rey Juan Carlos decide que, para alejar a su yerno y a su hija Cristina del ojo del huracán de los escándalos, abandonen España y se vayan a vivir a los Estados Unidos, concretamente a Washington, como ejecutivo de Telefónica, algo así como la tripa de Jorge en la que caben todos aquellos recomendados reales y no tan reales.

Otro gran error de doña Sofía, intentando lo imposible -lo de la familia unida- se produjo en el mes de abril del 2012 cuando la soberana decidió que toda la Familia Real, incluido Iñaki, acudiera al hospital Quirón San José de Madrid para visitar al Rey, tras la operación de cadera, a consecuencia de una caída en Botsuana, donde se encontraba con su “amiga entrañable” Corinna.

La llegada la hicieron en un mono volumen que conducía el propio Urdangarin, a quien el Rey se negó a recibir, permaneciendo en una salita contigua al dormitorio.

Unos minutos más tarde, llegaba Felipe con su esposa e hijas. La visita duró 45 minutos, hasta que a Letizia, que se encontraba apoyada en una pared, como si estuviese harta, se le oyó decir, con voz alterada: “¡Vámonos ya!

Otra equivocación de doña Sofía: para mantener a la familia unida en la conmemoración del cincuenta aniversario de la muerte del rey Pablo, puso en aprieto al Rey y, sobre todo, a los entonces Príncipes de Asturias, al convencer a su hija Cristina que le acompañara. Felipe y Letizia hicieron lo imposible para evitar la foto juntos.

También con la nuera se equivocó, se equivocó la paloma. Doña Sofía pensaba era la esposa ideal para su hijo, que había aportado modernidad en la Familia Real. La consideraba inteligente y enamorada de su marido. Y le ayudó en todo lo que pudo y mucho más. Hasta que se enteró, por el libro del primo de Letizia, David Rocasolano, que había abortado en su día, implicando al entonces Príncipe para borrar el rastro de aquel triste suceso.

Desde entonces, ella, tan defensora de la vida, se ha alejado de la nuera en lo que a afecto se refiere.

Y es que, como titulamos esta crónica, se equivocó la Reina, se equivocó, una vez más. Pero, sobre todo, con Urdangarin.

(*) Periodista

El primer revés de Su Majestad y el Estado en la defensa de la Infanta / Melchor Miralles *

No es un juicio a la Corona, pero los planos y las fotografías de la infanta Cristina de Borbón y Grecia en el fondo del banquillo de los acusados en el ‘Caso Nóos’, aún sin haber renunciado a sus derechos a la sucesión a la Jefatura del Estado, suponen el primer revés serio para el Rey Felipe VI, que ha fracasado en sus intentos para conseguir esa renuncia, lo cual está teniendo derivadas tóxicas y negativas para la institución monárquica.

No sirve el argumento de que al figurar en sexto lugar en el orden sucesorio es de todo punto improbable que jamás pueda la infanta acceder a la Jefatura del Estado. Los derechos de que dispone la infanta son absolutamente incompatibles con el hecho de sentarse en un banquillo, disponen de una carga emblemática y representativa que no se compadece con la conducta observada por Doña Cristina en la empresa familiar y durante la instrucción del proceso y suponen un daño a la Corona inmenso, más lo que queda por ver en el juicio.

Pero se ha iniciado la vista oral y ahí está la infanta, acusada de ser cooperadora necesaria de dos delitos fiscales, protagonista de un juicio y unas imágenes que quedan para la historia, que perjudican seriamente a la Corona y que indignan a buena parte de los ciudadanos, que no soportan el escarnio y la nula consideración de la hermana del Rey, incluso un punto altiva.

En la primera jornada de la vista, dedicada a cuestiones preliminares, pero importantes, el Estado, con instrucciones del Gobierno, desplegó toda su fuerza no en la defensa de los intereses de los ciudadanos, sino en la defensa de la infanta. El fiscal sacó un nuevo informe de Hacienda favorable a la hermana del Rey, la Abogacía del Estado se empleó a fondo en la exculpación y llegó a decir que eso de que Hacienda somos todos es publicidad engañosa. Ahora terminamos de entender lo que intuíamos cuando Rajoy dijo aquello de que a la infanta le iba a ir bien.

Si al final se libra por la aplicación de la doctrina Botín y con el fiscal Horrach como principal defensor, será peor para su imagen y para la del Rey, porque quedará como un fraude monumental que acredita que la Justicia no es igual para todos, y ya se sabe que en política las cosas son como parecen.

Por más que lo ha intentado desde antes incluso ser acceder al trono, por más que ha roto relaciones muy en serio con ella, Felipe VI, que tantas cosas está haciendo mejor que bien, ha patinado estruendosamente al fracasar, junto a los miembros de la Casa, en sus reiterados intentos para conseguir la renuncia de la infanta. Sorprende el fracaso en el objetivo, más aún después de la abdicación de su padre y del clima de severa crisis institucional que atraviesa España. No cabe mayor desprecio a los ciudadanos, a su hermano, a las instituciones y a su propia dignidad, ni mayor desvarío, ni superior irresponsabilidad que enrocarse como lo ha hecho doña Cristina. Algún día conoceremos con detalle el contenido de las conversaciones entre el Rey y su hermana, escasas, cortas, pero intensas y de alto voltaje familiar y político.

Si finalmente el fiscal Horrach sube a la infanta al carrito mangado en Mercadona y la saca del proceso, el error será mayúsculo, y el escándalo de alta magnitud. La Fiscalía, en el caso de la infanta, ha ejercido una labor de defensa incompatible con el Estatuto del Ministerio Público y con la defensa de los intereses de los españoles y el cumplimiento de la ley. Si se consuma la aplicación de la doctrina Botín a la infanta, el tono del cabreo y la crítica se elevará hasta los cielos, y es lo que nos faltaba.

El juicio acaba de empezar, pero la primera decisión a adoptar es, desde un punto de vista político, quizá la de más calado. Las magistradas sabrán, y ojalá acierten en su decisión, y sean capaces de argumentarla a modo.

Y en España, un Gobierno en funciones y sin visos de que vaya a ser posible evitar otras elecciones. Y en Cataluña, la desconexión en marcha. Y Rajoy, acojonado con las nuevas revelaciones de Bárcenas, y las grabaciones a punto de salir. Y el personal, atónito ante tanta estulticia y tanta mediocridad.

(*) Periodista

Día negro para la Corona y para Rajoy / José Oneto *

Un periodista y filólogo que el lunes fue investido 130º Presidente de la Generalitat catalana, una Infanta de España, hermana del rey Felipe VI e hija del rey emérito, Juan Carlos de Borbón, casada con un jugador de balonmano, medalla de bronce de unos Juegos Olímpicos, ocupan este lunes el interés de la prensa internacional, que pone el acento en la inestabilidad política de España, una inestabilidad en la que mucho tienen que ver el periodista y filólogo Carles Puigdemont, la infanta Cristina de Borbón y su esposo, el jugador de balonmano Iñaki Urdangarin.

Ha dado la casualidad de que después de seis años de investigaciones judiciales, Cristina de Borbón, de 50 años, esté siendo juzgada por delito fiscal, y su esposo, Iñaki Urdangarin por malversación de fondos públicos, prevaricación, fraude a la Administración, blanqueo de capitales, falsedad en documento público, falsedad en documento mercantil y dos delitos fiscales (19 años de cárcel), en medio de una desconocida crisis política en la que Cataluña quiere separarse de España, según ha reiterado el nuevo Presidente de la Generalitat catalana, y con un Gobierno en funciones que es incapaz de encontrar una mayoría para la estabilidad parlamentaria. La presencia de la pareja en el banquillo de los acusados, que ha hecho sus negocios utilizando a la propia Monarquía y al rey Juan Carlos, “ha supuesto – dice Le Parisien - un terremoto en España porque nunca en la historia de la Monarquía un miembro de la familia real había tenido que enfrentarse a una deshonra así. Este juicio fuera de lo común, que debe durar seis meses, apasiona a todo el país, aunque numerosos españoles ya están inquietos porque la justicia pueda ser demasiado suave con la hija de Juan Carlos”.

El juicio de la Infanta, según Le Parisien, resulta sintomático de una España carcomida por los escándalos de corrupción: del Partido Popular de Mariano Rajoy a los nacionalistas catalanes, pasando por los sindicatos andaluces: pocos escapan a estos problemas. Son muy escasos los que todavía apoyan a la Infanta. El mal ya parece hecho: el juicio a un miembro de la familia real desprestigia a la Monarquía. Se trata según La Stampa de Milán del “Día negro de la Corona en España” en tanto “son muchas las incógnitas del caso, y en la Zarzuela se teme que las defensas de los acusados quieran subrayar el papel de los Borbones en estas tramas. “Diego Torres, antiguo amigo íntimo de Urdangarin, amenazó con hacer una declaración explosiva sobre las conexiones de la Casa Real y del secretario de la Infanta, García Revenga, con el Instituto Nóos. Más de 6,2 millones de euros habrían pasado de las arcas publicas a las de una serie de sociedades, algunas de las cuales con sede en paraísos fiscales. Más de la mitad de estos ingresos, 4,5 millones, no estarían justificados. Cristina de Borbón está acusada de fraude fiscal precisamente por ser la titular de una de estas sociedades, la patrimonial Aizoon.

Todo eso en el peor momento político del país desde el inicio de la transición, con un nuevo Presidente en Cataluña que ha reiterado que va a seguir el plan independentista, desautorizado por el Tribunal Constitucional, con el que se quiere elaborar una legislación propia para ir desconectando progresivamente con España para conseguir la independencia en Julio de 2017, después de un referéndum, similar al celebrado en Escocia. “Cuando se trata de la independencia -dice este lunes el periódico alemán Sudeutsche Zeitung - a los separatistas catalanes les vale cualquier maniobra política. Por encima de todas las diferencias ideológicas, en Barcelona se ha formado ahora una alianza de partidos de conservador a izquierda radical, cuyo único denominador común es el objetivo que en opinión de los separatistas resuelve todos los demás problemas: la separación del Estado español. ”El conflicto en torno a Cataluña obstaculiza la formación de una coalición de Gobierno entre los socialistas y la izquierda alternativa, como ha estado pretendiendo el socialista Pedro Sánchez. Los socialistas siguen defendiendo con vehemencia la unidad de España, mientras Podemos opina que los catalanes deberían poder celebrar un referéndum sobre la independencia. El resultado de un referéndum de este tipo es incierto: los adversarios y los defensores están prácticamente igualados. Pero en el fondo da igual, porque en la Constitución española, la indivisibilidad y la unidad de la nación, está claramente anclada.

El mismo periódico mantiene la tesis de que los conservadores no tienen ninguna posibilidad de alcanzar una mayoría sólida “mientras el PP, enquistado y marcado por escándalos de corrupción, no consiga deshacerse del impopular Mariano Rajoy ”Como jefe de Gobierno y alumno modelo de la austeridad estaba bien visto en Bruselas y en Berlín, pero no entre sus propios ciudadanos, que poco perciben de los propagados efectos positivos del ahorro.

Esto demuestra que Bruselas y Berlín han fracasado a la hora de convencer a los españoles – y portugueses – de que la austeridad carece de alternativa. “En la Península Ibérica, los populistas de la derecha no tienen nada que hacer; no en última instancia debido a las experiencias históricas con dictaduras fascistas. Sea cuál sea el desenlace en España: Angela Merkel tiene que hacerse a la idea de socios más incómodos en el Sudoeste”.

(*) Periodista

Si la Infanta se libra, peor para la Corona / Pablo Sebastián *

Histórica y preocupante imagen la de la Infanta Cristina, hermana del Rey Felipe VI e hija del Rey Juan Carlos I, y su esposo Iñaki Urdangarin, sentados en el banquillo de acusados del caso Nóos que juzga varios delitos de fraude y estafa al erario público de varios millones de euros.

Una imagen pésima para la Corona que, en ámbitos del Gobierno se pretende paliar con la salida de la Infanta del juicio como consecuencia de una estrategia pactada con el fiscal Horrach y convencidos de que, a pesar del alto coste de dicha operación, ‘el tiempo lo cura todo’ menos una condena de un miembro de la familia del Rey.

Por ello quienes pretenden librar del juicio a la Infanta por causa de sus presuntos delitos fiscales -de los que hay pruebas e indicios-, con ayuda del fiscal Horrach, piensan que el coste político y social que para la Corona tendrá esta maniobra se diluirá en cuestión de meses o semanas. Máxime vista la trepidante actualidad e inestabilidad política del país donde el Rey Felipe VI tiene un destacado protagonismo tal y como se vio ayer cuando la Casa Real anunció que el monarca no va a recibir a la presidenta del Parlamento catalán.

Mientras que la presencia de la Infanta en el juicio y el riesgo de una condena producirá -según los estrategas del poder- a la Monarquía un daño mayor que el que podría desprenderse de la sensación general de un fraude jurídico y de la prueba manifiesta de que todos los españoles no son iguales ante la ley, máxime si eres hija o hermana de Rey.

Creemos, al contrario de lo que piensan algunos, que tanto el juicio como la posible condena de la Infanta Cristina son menos dañinos para la Corona que la sensación de un fraude judicial y la prueba de que todos los españoles no son iguales ante la ley, máxime si eres hija o hermana de Rey y todo ello parapetado en la llamada ‘doctrina Botín’.

Una doctrina infame en sí misma que libera de responsabilidad penal a quienes han defraudado a la Hacienda pública si el Fiscal y la Abogacía del Estado no acusan -lo que en ambos casos depende del Gobierno de turno-, y que años atrás se aplicó al ex presidente del Santander Emilio Botín y a varios de sus colaboradores. Con el añadido, en aquel caso y tras varias maniobras del Gobierno, de que la fiscalía y la abogacía del Estado no reconocían entonces la existencia de delitos.

Cosa que no concurre en el caso Nóos donde el propio fiscal Horrach reconoce la existencia de delito fiscal pero solo lo aplica a Urdangarin en contra de lo instruido por el juez José Castro -luego confirmado por la Audiencia Provincial-, y las pruebas que certifican la ‘colaboración necesaria’ de la Infanta Cristina, que además era propietaria del 50% de la sociedad Aizoon, en el delito fiscal.

El que debería ser perseguido de oficio por la fiscalía en defensa de los intereses de la ciudadanía y del erario público, lo que asombrosamente evita Horrach, olvidando de paso la otra ‘doctrina Atutxa’, donde no se aplicó la ‘doctrina Botín’ ni hubo exoneración alguna porque estaban afectados en ese proceso: ‘bienes de titularidad colectiva y naturaleza difusa o de carácter meta individual’.

En el colmo de la desfachatez el fiscal Horrach -en cuyos escritos de descalificación vejatoria del juez Castro se vio su intención procesal- llegó a decir en la apertura de juicio que si la Infanta Cristina sigue en el proceso ello supondrá ‘quebrantar la igualdad y discriminarla’ (sic). Que es precisamente lo que pretende hacer Horrach en su beneficio.

Y lo que hizo respecto a la mujer de Diego Torres -el socio de Iñaki Urdangarín- Ana Tejeiro, para utilizarla de coartada como se ha visto en el nuevo informe que Horrach se sacó de la manga de la Agencia Tributaria, para certificar que Hacienda no ha investigado a la Infanta lo que entra en la lógica de los favores del poder en los que estamos.

Horrach quiere convertir en realidad las palabras de Rajoy, de hace dos años, en las que dijo: ‘Estoy convencido de la inocencia de la Infanta, le irá bien’. Y puede que así ocurra, pero si le va bien a ella a lo mejor no le va también a su hermano Felipe VI en estos tiempos en los que los silencios del bipartidismo PP-PSOE ahora pueden ser desbordados por otros destacados actores del Parlamento nacional. En todo caso si la Infanta es tan inocente como dicen algunos ¿a cuento de qué debería renunciar a sus derechos de sucesión al trono como piden los mismos que la quieren exonerar? O ¿por qué se le retiró el ducado de Palma?

La flagrante intervención del Gobierno a favor de la Infanta Cristina es un daño añadido a la crisis institucional que vive este país donde está claro que la Justicia no es igual para todos los españoles. Lo que debe evitar manteniendo a la Infanta en el proceso el tribunal que la tiene que juzgar para decidir al término del juicio si tiene responsabilidad en su presunto fraude fiscal.

(*) Periodista