sábado, 30 de enero de 2016

Una plataforma quiere declarar festivo el 30 de enero, aniversario de Felipe VI

MADRID.- El Rey Felipe VI celebra hoy su 48º cumpleaños en la más estrica intimidad, como en ocasiones anteriores, salvo que se lo haya impedido la agenda oficial. De hecho, el monarca no tiene previsto para hoy ningún acto y todo apunta a que las celebraciones tendrán lugar en el ámbito familiar. El año pasado, Felipe VI se vio obligado a soplar las velas a más de 5.000 kilómetros de casa, ya que un viaje oficial le llevó hasta Adis Abeba, capital de Etiopía.

Sin embargo, esta fiesta familiar podría cambiar si se cumplen los deseos de la Plataforma Monárquica de España, un colectivo que se plantea conseguir que el 30 de enero sea declarado Día Nacional del Rey y que esta fecha sea festivo para todos los españoles. Esta plataforma, surgida en Cataluña, tiene previsto constituirse próximamente en asociación y poner en marcha una campaña para dar a conocer su propósito entre los ciudadanos.
De seguir adelante est iniciativa, España no sería el primer país en celebrar el cumpleaños de su monarca Holanda celebra desde hace décadas el Koningsdag, es decir, 'el Día del Rey', que desde que Guillermo Alejandro ocupa el trono se celebra cada 27 de abril. Esta tradición holandesa comenzó en 1885, aunque se celebraba cada 31 de agosto por coincidir con el cumpleaños de la reina Guillermina, pero con el inicio del reinado de su hija Juliana en 1948 la fiesta pasó a celebrarse en la fecha de su nacimiento, el 30 de abril.
Igualmente, en Reino Unido, Isabel II celebra su cumpleaños con un espectacular desfile en junio. Aunque su cumpleaños 'real' es el 21 de abril, el 'oficial'» con todos los británicos se celebra dos meses más tarde, cuando el tiempo es más benévolo en Reino Unido. Esta tradición se remonta a los tiempos de Eduardo VII, quien cumplía años en noviembre. Cansado de que las lluvias aguaran el desfile en su honor, decidió trasladar la celebración de su cumpleaños al mes de junio.

El Rey celebra en privado su 48º aniversario

MADRID.- El Rey celebra hoy en privado su 48º cumpleaños, que coincide con el XXX aniversario de su jura de la Constitución como Príncipe y que tiene lugar en un momento clave de su papel como jefe del Estado, volcado en una inédita segunda ronda de consultas para designar candidato a la Presidencia del Gobierno.

Cuando se cumplen 30 años desde que el entonces Príncipe de Asturias jurase la Carta Magna ante las Cortes, Felipe VI desempeña estos días un papel decisivo en el proceso abierto tras las últimas elecciones generales, ya que le corresponde proponer un candidato a la jefatura del Ejecutivo que se someta al pleno de investidura del Congreso en un escenario sin mayorías claras para formar gobierno.
Además, se da la circunstancia de que la mayor parte de los portavoces de 14 formaciones políticas a los que ha recibido en su despacho desde que comenzó la primera serie de consultas parlamentarias son partidarios de aplicar reformas en aquel texto constitucional de 1978 al que él prestó juramento el día que alcanzó la mayoría de edad.
La compleja aritmética parlamentaria derivada de los resultados electorales del 20 de diciembre y las dificultades para conformar mayorías de gobierno ha hecho coincidir este doble aniversario -personal y político- con el eje de una decisiva segunda ronda de contactos, que culminará entre el lunes y el martes con los líderes de los cuatro principales partidos.
Hoy mismo se reúne un Comité Federal del PSOE clave para las aspiraciones de Pedro Sánchez, cuyo resultado influirá en la capacidad de recabar apoyos ante una eventual investidura que pueda presentar el líder socialista al Rey, tras la decisión de Mariano Rajoy de rehusar hace una semana el ofrecimiento del Monarca para ser candidato a la Presidencia del Gobierno.
Así, la importancia del papel de Felipe VI vuelve a quedar de relieve por segunda vez el día de su aniversario en el contexto de un proceso político particularmente complejo, después de que el 30 de enero de 2015, fecha de su primer cumpleaños como jefe de Estado, representara a España en la cumbre de la Unión Africana celebrada en Etiopía.
Muy lejos queda ya aquel día de 1986 en que alcanzó la mayoría de edad y prestó juramento ante las Cortes, a partir del cual combinó los estudios universitarios en España, complementados con un máster en Washington, y una formación militar exhaustiva en las tres armas del Ejército, a la que pronto se sumó un conocimiento directo de las más diversas instituciones públicas españolas y europeas.
Un segundo periodo en esa trayectoria comenzó en 1996 con la progresiva asunción de funciones propias del Heredero de la Corona, entre ellas la representación de España en la toma de posesión de presidentes iberoamericanos y visitas oficiales a las Comunidades Autónomas.
El enlace matrimonial con doña Letizia en 2004 dio paso a su última etapa como Príncipe, un intenso periodo de diez años centrado en sus funciones de Heredero, con familia propia y una continuidad institucional asegurada, durante el que asumió actividades oficiales a un ritmo creciente hasta alcanzar la "velocidad de crucero" con la que tomó el relevo de don Juan Carlos en la jefatura del Estado.

Puigdemont critica la falta de "neutralidad" del Rey

BARCELONA.- El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha afirmado que a Felipe VI le falta "exquisita neutralidad" ante el proceso soberanista porque le ve condicionado por lo que define como agenda política.

"En el momento en que se convierte en Rey, no sé si él mismo o alguien le altera la agenda política", ha dicho en una entrevista de El PuntAvui Televisió junto a su antecesor Artur Mas y que se emite este sábado a las 22.15.
Carles Puigdemont asegura que no pretende ver al Rey posicionándose a favor de nada, pero sí esperaba una neutralidad exquisita, que no tiene, porque está "un punto atrapado en su rol", según el presidente.
Cree que una posible causa es que lo que Felipe VI querría hacer o lo que podría hacer como Rey "no se corresponde con una agenda política que condiciona excesivamente la figura y le hace perder neutralidad".
Puigdemont le conoció siendo alcalde de Gerona y le considera una persona informada, que no se precipita y "entiende la complejidad" de la situación, aunque admite que no le conoce bien porque la relación no ha sido profunda, aunque sí cordial.
Ha constatado que el monarca sí mostró neutralidad como príncipe de Gerona mientras estaba en la ciudad, y ha destacado que sus discursos en el Foro Impulsa de la ciudad podían suscribirlos mucha gente, además de que en ellos demostraba saber cuál era su rol.
Artur Mas también se refiere al Rey, para reconocer que escucha, se informa y "no le asusta el diálogo"; y considera lógico que Felipe VI sea contrario al proceso soberanista.
"Dicho esto, nunca me fié de los que me dijeron que él tendría un papel clave para resolver esto en sentido favorable al derecho democrático que tiene cualquier pueblo y nación a decidir su futuro", ha explicado. Como prueba, ha dicho intuir que "en privado, detrás de las cortinas, ha intentado ablandar alguna posición".
"Pero a la hora de la verdad no le veo jugándosela de manera muy clara a favor del respeto a ese derecho o de un pacto o un acuerdo que lo respetase", ha añadido.
Para Mas, el Estado ve Cataluña como una propiedad, que puede pedir, gritar y salir a la calle, pero sigue siendo suya, y cree que el Rey no actuará de forma distinta: "Sí puedo decir que es una persona que de verdad quisiera que el asunto catalán se resolviese, pero quieren que se resuelva de una manera que para la mayoría del pueblo catalán, hoy por hoy, no es aceptable".
Ambos presidentes han hablado también del futuro de ambos: Puigdemont reitera que no pretende volver a optar a la Presidencia acabada la legislatura excepcional de 18 meses, y Mas reitera que no descarta volver a presentarse.
Mas se considera en la reserva: "Cuando estás en la reserva no tienes por qué volver; de hecho, he estado tantos años en primera línea que yo, objetivamente, no tendría que volver".
Con todo, ha advertido de que, como está en la reserva, serán otros "los que tengan que decidir si a la gente le conviene o no" que él tenga otro papel en el futuro.
Pero Puigdemont rechaza repetir en unas eventuales elecciones constituyentes dentro de 18 meses: "He venido para hacer el trabajo".
El presidente considera que el suyo es un trabajo irrepetible, que no tiene continuidad porque "la próxima legislatura, felizmente, no debe tener nada que ver con esta".
Cree que la nueva legislatura requerirá "nuevos perfiles" y, además, confía en la renovación de CDC y en sus métodos de elección de candidatos, para abordar el debate interno de cómo encarar la nueva etapa de Cataluña.
"Y no se puede encarar con las mismas herramientas con que hemos encarado esta etapa excepcional. Por tanto tengo clarísimo cuál es mi rol ahora y cuál no lo es a partir de ese momento", ha dicho.

viernes, 15 de enero de 2016

ERC planta al Rey en su ronda de citas con los partidos

MADRID.- Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha decidido no asistir a la ronda de consultas que el Rey iniciará el próximo lunes al menos hasta que Felipe VI reciba al recién elegido presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, y a la presidenta del Parlament autonómico, Carme Forcadell.

Em la ronda, don Felipe recibirá separadamente a las cuatro candidaturas vinculadas a Podemos.
En el calendario de audiencias difundido por la Casa del Rey figuran todos los partidos representados en la Cámara Baja salvo ERC, ausencia que se explica porque los republicanos catalanes supeditan su participación en las conversaciones a que Felipe VI reciba antes a los representantes de las instituciones catalanas.
La Casa del Rey ha señalado que la relación de convocados se corresponde con la lista que la Presidencia del Congreso remitió este jueves a última hora a la Zarzuela, que no incluía a ningún representante de Esquerra Republicana de Catalunya.
Por su parte, fuentes parlamentarias han indicado que cuando los servicios de la Cámara Baja se pusieron en contacto con ERC para que comunicara cuál de sus diputados acudiría a Zarzuela, esta formación no dio respuesta alguna.
Después, la secretaria general del partido, Marta Rovira, ha dicho que aún no había decidido quién sería su representante ante el jefe del Estado, pero otras fuentes de ERC han precisado que para acudir a Zarzuela es preciso que "primero el Rey atienda a los representantes de las instituciones catalanas".
Felipe VI iniciará el lunes las consultas con los partidos políticos previas a la designación de un candidato al que encargará la formación de Gobierno.
Fiel a la tradición que estableció su padre, Juan Carlos I, Felipe VI iniciará esta ronda por los partidos más minoritarios en el nuevo Congreso de los Diputados. Así, ha convocado en primer lugar en el Palacio de la Zarzuela al portavoz de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, el lunes 18 a las 10 horas.
La ronda se prolongará toda la semana y terminará el viernes con Pablo Iglesias (Podemos) a las 10.00 horas; Pedro Sánchez (PSOE) a las 12.00 horas y Mariano Rajoy  (PP) a las 17.00 horas. Destaca la ausencia de ERC en esta lista, elaborada por el Congreso de los Diputados, encargado de contactar con los partidos para cerrar estos encuentros. La Casa del Rey se ha limitado a fijar las horas para cada audiencia, ya que son los propios partidos los encargados de elegir a su representante en Zarzuela.
En el primer día de estas consultas, el monarca se entrevistará asimismo con el representante de Foro Asturias, Isidro Manuel Martínez, a las 12.00, y la portavoz de Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario, Ana Oramas, a las 17.00 horas.
El martes será el turno de UPN (10.00) que ha decidido desplazar a Zarzuela al presidente del partido, Javier Esparza, en lugar de a uno de sus dos representantes en el Congreso, como han hecho en ocasiones anteriores. Pretenden así subrayar su lealtad a la Corona en un momento en que el Gobierno foral ha vetado a los Reyes en las próximas entregas de los Premios Príncipe de Viana.
Felipe VI recibirá a continuación a la representante de Bildu Marian Beitialarrangoitia (12.00) y por la tarde (17 horas) al diputado de Izquierda Unida Alberto Garzón.
El miércoles pasarán por Zarzuela el representante del PNV Aitor Esteban (10.00 horas). A las 12 horas el Rey recibirá a los diputados de la coalición gallega En Marea Antón Gómez-Reino Varela y Alexandra Fernández Gómez, y a las 17.00 recibirá al portavoz de Democracia i Llibertat Francesc Homs.
El jueves será el turno de Joan Baldoví (Podemos-Compromís), a las 10 horas; Xavier Domènech (En Comú-Podem), y de Albert Rivera (Ciudadanos) a las 17 horas.
La ronda concluirá el viernes con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, al que el Rey recibirá a las 10.00 horas. Le seguirá el líder del PSOE, Pedro Sánchez, a las 12.00 horas, y finalmente Mariano Rajoy (PP), a las 17 horas.

jueves, 14 de enero de 2016

Sigue viva la tensión entre Borbones y nacionalistas catalanes / Antonio Sánchez-Gijón *

Las recientes tensiones en la relación de los actuales gobernantes de Cataluña con respecto del titular del Reino de España, Felipe VI, son una muestra más de las ambivalentes o a veces hostiles vinculaciones entre la Casa de Borbón y las instituciones y partidos nacionalistas, lo que nos invita a echar la mirada a siglos atrás, al comienzo del XVIII.

En el pa­recer del nuevo pre­si­dente de la Generalidad, Carles Puigdemont, ex­pre­sado hace dos o tres años, unos in­va­sores tienen ocu­pada Cataluña, y él y sus com­pa­triotas se iban a en­cargar de ex­pul­sar­los. Si el co­mienzo de la in­va­sión fue la ocu­pa­ción de Barcelona por las fuerzas de Felipe V al final de la Guerra de Sucesión (y la his­toria no su­giere otra co­sa), Puigdemont ya ha em­pe­zado a cum­plir su pro­mesa, ne­gán­dose a prestar ju­ra­mento de lealtad a Felipe VI de Borbón, cuando asumió hace dos días el cargo de ‘president’ que le otorga la Constitución Española.

Pero…, ‘plus ça change, plus c’est la méme cho­se’. Todo el epi­sodio de su se­lec­ción como can­di­dato, acor­dada hace pocos días entre las fuerzas so­ciales del na­cio­na­lismo con­ser­vador y el re­vo­lu­cio­na­rio, no es algo no­ve­doso en la his­toria de Cataluña. Se dio tam­bién en 1714, en los días fi­nales del dra­má­tico sitio de Barcelona por el ejér­cito de Felipe V, que acabó to­mán­dola al asalto po­niendo fin a la Guerra de Sucesión. En las dos oca­sio­nes, los que de­ten­taban la he­ge­monía so­cial dentro de Cataluña (Convergencia, Mas, etc. en el úl­timo epi­so­dio) se ple­garon a la vo­luntad in­fle­xible de los sec­tores po­pu­lares (CUP). Algo pa­re­cido ocu­rrió tam­bién en la Cataluña re­pu­bli­cana, du­rante la guerra ci­vil.

En torno a esas in­ci­den­cias del se­gundo de­cenio del XVIII, pongo la mi­rada en el his­to­riador Salvador Sanpere i Miquel (finales del s. XIX), y sigo el re­sumen ‘crítico’ que de su obra hace el ca­te­drá­tico de Historia de la uni­ver­sidad de Lérida, Roberto Fernández, en su libro “Cataluña y el ab­so­lu­tismo bor­bó­ni­co”, que he ve­nido re­señando en esta co­lumna.

Sanpere se ocupa de la pugna entre los de­fen­sores de Barcelona en 1714, cuando todas las evi­den­cias mos­traban que la úl­tima re­sis­tencia al ejér­cito de Felipe V era inútil y no cau­saría sino más des­truc­ción. Sucedió en­tonces que los “brazos pri­vi­le­gia­dos” se rin­dieron “a las exi­gen­cias del Brazo po­pu­lar”, y pro­lon­garon la re­sis­tencia contra la opi­nión de los ex­pertos mi­li­ta­res, una vez que éstos com­pro­baron que no que­daban ya re­cursos ni lle­garía au­xilio ex­te­rior. Hubo “sobra de men­te­ca­te­ría” en re­sis­tir, dice Sanpere, y como prueba cuenta cómo los si­tiados hi­cieron Generala a la Virgen de la Merced para que les ayu­dase a pro­longar la re­sis­tencia hasta que los aus­triacos y sus aliados vol­vieran a hacer la guerra a Francia y España.

La crí­tica de la his­to­rio­grafía ro­mán­tica a Sanpere fue uná­nime, dice Roberto Fernández. Es com­pren­si­ble, piensa uno: tratar la épica con sar­casmo no es fácil de per­do­nar. Pero hay di­vi­sión de opi­nio­nes. En aquella trá­gica si­tua­ción se im­puso lo que el his­to­riador del s. XX Ferrán Soldevila llamó “el ‘seny’ más au­tén­ti­co”, que “había de acon­se­jar, pa­ra­dó­ji­ca­mente, la te­me­ri­dad, ya que sólo ella podía salvar las ins­ti­tu­ciones ca­ta­lanas de una muerte se­gu­ra”.

Los Borbones tra­jeron pro­greso 
(al menos los tres pri­me­ros)
 Aunque el tema de la di­fe­ren­cia­ció­n-u­nidad entre Cataluña y España do­mina la his­to­rio­grafía de la se­gunda mitad del XIX y la pri­mera del XX, que tu­vieron un sen­tido ge­neral de ‘tensión más con­vi­ven­cia’, la ac­tual está do­mi­nada por los que no ven más que ‘extraneidad’ entre las dos en­ti­da­des.

La ma­yoría de los au­tores de la Renaixença coin­ciden en dos te­sis: que la lle­gada de los Borbones su­puso un re­corte de las li­ber­tades de Cataluña y que sus po­lí­ticas tra­jeron un ele­vado grado de mo­der­ni­za­ción y pro­greso. Así, Antoni Aulèstia: con Carlos III, dice, Cataluña “emprendió de­ci­di­da­mente el ca­mino hacia la vida mo­derna, dando im­pulso a todas sus ac­ti­vi­da­des”. Frederic Rahola ar­gu­menta lo mismo res­pecto de la eco­nomía ca­ta­lana. Los dos si­guen la es­tela de Antoni de Capmany, de fi­nales del XVIII.

Joaquim Rubio i Ors, aunque fue quien en­tregó a Alfonso XII el fa­moso “Memorial de Agravios”, atri­buye grandes be­ne­fi­cios a la di­nastía Borbón. Lo hecho por Felipe V logró “asombrar a Europa” con su for­ta­leza mi­li­tar, su con­quista de Sicilia y la toma de Orán, y por le­vantar las “abatidas in­dus­tria y agri­cul­tura” de Cataluña, crear las Reales Academias, etc. 

Enric Prat de la Riba, autor de “La na­cio­na­lidad ca­ta­lana” (1906) y re­dactor de las Bases de Manresa para el au­to­go­bierno, aunque afirma que los enemigos se­cu­lares de Cataluña ha­bían sido Castilla y Francia, ca­li­fica la Junta de Comercio de Barcelona, creada por Fernando VI, de “institución me­mo­ra­ble, primer por­taes­tan­darte de nuestro re­na­ci­mien­to”, pero no cede en su ar­gu­mento de que la na­cio­na­lidad ca­ta­lana había sido me­dia­ti­zada por la cas­te­llana desde el tiempo de los Trastamara (s. XV). Muchos de los se­gui­dores de Prat com­parten una misma di­co­tomía analí­tica: España es un es­tado, Cataluña es una na­ción. Otros, sin em­bargo, ad­miten una doble na­cio­na­lidad y un doble pa­trio­tismo, muy en la línea de los ‘románticos’ Bofarull y Balaguer. Salvador Sanpere rea­liza esta sín­tesis desde una po­si­ción his­to­rio­grá­fica más cien­tí­fica que lo que se es­ti­laba en la época.

Sanpere pos­tula “una España de las Españas”, es de­cir, una Cataluña y una Castilla, etc. ‘españolas’, y atri­buye la pér­dida de in­fluencia de Cataluña en España “a una de las cua­li­dades más ca­rac­te­rís­ticas del pueblo ca­ta­lán, su an­ti­patía por las no­ve­dades po­lí­ti­cas” (cursiva de Sanpere). En con­se­cuen­cia, man­tener la fi­de­lidad a las viejas leyes “ha sido la causa de la ruina de nuestra na­cio­na­li­dad”. Esas viejas le­yes, cuando Felipe V las abo­lió, es­taban ya ‘débiles’ y ‘enfermas’. Sanpere no es el fa­vo­rito de los his­to­ria­dores na­cio­na­listas ac­tua­les.

Auge y crí­tica del na­cio­na­lismo
 
Después de dos de­ce­nios de re­la­tiva inac­ti­vidad his­to­rio­grá­fica entre el XIX y el XX, Fernández señala su reac­ti­va­ción en el tercer de­cenio de esta úl­tima cen­tu­ria, hasta la II República. Destaca en este pe­riodo Antoni Rovira y Virgili, para quien el Setecientos cul­mina el pro­ceso de “desnacionalización de Cataluña”. La guerra civil es­pañola agu­diza su des­con­fianza hacia lo cas­te­llano y es­pañol, que vienen a ser lo mismo: “Felipe V y Franco bus­caban las mismas me­tas: des­na­cio­na­lizar Cataluña”, según la sín­tesis que Fernández hace del pen­sa­miento de Rovira. Este creía que a fi­nales del s. XVIII, “Cataluña había ol­vi­dado la causa ca­ta­la­na”, y por eso la mi­sión de los his­to­ria­dores fu­turos de­berá ser la ‘renacionalización’ de Cataluña.

Es la mi­sión que asume Ferrán Soldevila, que tam­bién per­te­neció a las filas de los ‘derrotados’ en la guerra ci­vil, pero lo hace apo­yán­dose en una in­gente labor de in­ves­ti­ga­ción que pu­blica du­rante el fran­quismo. En su obra, Soldevila busca “un equi­li­brio entre su vi­sión ca­ta­la­nista con su vi­sión de Estado es­pañol”, en el decir de Fernández. Suya es una “Historia de España” en ocho vo­lú­me­nes, edi­tada bajo el fran­quismo, lo que pa­rece co­rregir la vi­sión de la vida aca­dé­mica de ese pe­riodo como un erial, según tra­ta­rían luego de hacer ver los his­to­ria­dores neo-­na­cio­na­lis­tas. Soldevila ce­le­bra, como “uno de los he­chos más tras­cen­den­tales de nuestra his­to­ria”, “la ar­ti­cu­la­ción de la eco­nomía ca­ta­lana con las de otros te­rri­to­rios pe­nin­su­la­res”.

Con todo, como tengo es­crito en otro ar­tículo an­te­rior (“Hacen falta he­rra­mientas geo­po­lí­ticas para en­tender lo de Cataluña”, 28 de di­ciembre 2015), el na­cio­na­lismo his­to­rio­grá­fico ca­talán debió so­bre­po­nerse, des­pués de Soldevila, al im­pacto cien­tí­fico de dos au­to­res, uno ca­talán (Jaume Vicens Vives) y otro francés (Pierre Vilar), que se apro­xi­maron al es­tudio de la his­toria con nuevas téc­nicas y apor­taron cri­te­rios his­to­rio­grá­ficos que co­rre­gían se­ria­mente o re­cha­zaban la vi­sión na­cio­na­lista de la his­toria de Cataluña. Queden las re­señas sobre los his­to­ria­dores pos­t-­Vives y pos­t-­Vilar para otro día.

(*) Periodista

miércoles, 13 de enero de 2016

¿A quién está juzgándose en Mallorca? / Ramón Cotarelo *

Este país tiene una deuda inmensa con el juez Castro, ese hombre que, en cumplimiento de su deber, ha instruido la causa cuya vista oral se inició el lunes y en la que, entre otros acusados, se sientan en el banquillo una infanta de España y su marido. Es fácil intuir las inmensas presiones que ha debido resistir ese  representante del Poder Judicial, viendo el papelón que en la primera sesión de la causa estuvieron haciendo el fiscal y la abogada del Estado, empeñados en apoyar a la defensa de la infanta para exonerarla contra viento y marea.

Sí, el país entero debe un homenaje al juez Castro. La base de la civilización es la justicia y la base de la justicia, la independencia y la honradez de los jueces. De cada juez.

Porque no solamente el fiscal y la abogada del Estado defendían a la acusada. Todo el establecimiento mediático, todos los publicistas del régimen, que son muchos y muy bien pagados, todas las fuerzas vivas del orden y la tradición, apoyan que se otorgue a la infanta un trato de privilegio porque, en el fondo, no creen que la justicia deba ser igual para todos.

Sin embargo, el problema no es si esta señora es acusada, juzgada y condenada o no. Aunque parezca mentira, es lo de menos. Su importancia personal es cero. De hecho la Casa Real ya la ha despojado de su título nobiliario y la ha arrojado de su seno, que es como desnaturalizarla.  
 
No, el problema no es ella personalmente, sino lo que representa. Ella no es más que un cortafuegos. De lo que se trata es de eliminar la posibilidad de que la incriminación llegue más arriba, a su hermano, a su padre, a la Corona, a la institución monárquica. Porque, aunque las magistradas ya hayan rechazado dos veces la petición de que Juan Carlos I y Felipe VI comparezcan como testigos, sus nombres seguirán apareciendo, las peticiones seguirán produciéndose y de ellas se harán eco los medios extranjeros.

Por mucho que pretendan evitarlo, en el banquillo de la Audiencia de Mallorca no se sienta sola la infanta de España. Se sienta, se quiera o no, la sombra de su padre (presente en la sala como el espíritu del padre de Hamlet) y el actual Rey en efigie. 

Se sienta la monarquía.
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

martes, 12 de enero de 2016

Puigdemont toma posesión como presidente de la Generalitat de Catalunya sin citar a la Constitución y al Rey

BARCELONA/MADRID.- El nuevo presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, ha tomado hoy posesión del cargo prometiendo "fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament", sin citar a la Constitución y al Rey, en contra de lo que hasta ahora era habitual.

En la toma de posesión en el Palau de la Generalitat, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha evitado mencionar al Rey y la Constitución y ha preguntado a Puigdemont: "¿Promete cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat con fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament?", a lo que Puigdemont ha respondido afirmativamente: "Sí, prometo".
La fórmula habitual en la toma de posesión es que el presidente del Parlament pregunte al presidente electo si jura fidelidad al Rey, a la Constitución, al Estatut y a las instituciones catalanas, pero Forcadell ha modificado hoy el enunciado.
El acto, con la presencia de autoridades como el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, se ha celebrado en el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat, con un telón negro de fondo y sin ninguna imagen del Rey. Ni el ministro ni la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, han aplaudido a Puigdemont.
En su discurso como nuevo president, Puigdemont ha incidido que ha prometido el cargo "explicitando esta lealtad al Parlament y al pueblo de Cataluña", entendiendo, ha dicho, que "el Parlament escoge al presidente y el pueblo al Parlament, en un circulo virtuoso de legitimidad democrática indiscutible".
El president se ha comprometido con que haya un debate desde el "respeto y la serenidad", con "trabajo y diálogo", aunque ha querido dejar claro que perseverará en el objetivo independentista con dos citas.
La primera, "imposible es solo una opinión", frase que usa también el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y la segunda, de Gaziel: "Soy falible pero insobornable".
El exalcalde de Girona ha aseverado que no están "cansados" del proceso soberanista sino "más esperanzados que nunca", al tiempo que ha garantizado que pondrá "las instituciones a trabajar en esta dirección" sin "perder de vista las esperanzas de la gente".
Así, ha defendido que Cataluña necesita "herramientas" propias de un Estado en un momento en el que "estamos -ha dicho- asfixiados y humillados".

La Abogacía del Estado revisa el gesto de Puigdemont

La Abogacía del Estado estudiará la fórmula utilizada por el nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en su toma de posesión, por si el no haber acatado la Constitución fuera merecedor de alguna acción por parte de los servicios jurídicos.
Fuentes del Ejecutivo han indicado esta noche que la Abogacía empezará mañana a estudiar las palabras de Puigdemont, que ha prometido hoy el cargo con "fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representada por el Parlament", pero ha obviado la Constitución y al Rey, tal como había costumbre de hacer hasta ahora.
Los servicios jurídicos del Estado analizarán ahora la legislación y la jurisprudencia existente para determinar si el haber ignorado la promesa o juramento de acatar la Constitución merece algún reproche jurídico.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asumido este martes el cargo sin mencionar al Rey ni la Constitución, y ha prometido ser fiel a la voluntad de los catalanes, con un "Lo prometo". En la toma de posesión celebrada en el Palau de la Generalitat, así ha respondido a la pregunta de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell: "¿Promete cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat con fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament?".
La promesa de Puigdemont ha estado precedida por una breve intervención del presidente saliente, Artur Mas, que le ha agradecido "haber aceptado el reto de ser el 130 presidente de la Generalitat en estos momentos apasionantes, decisivos y trascendentes" para Cataluña.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha advertido antes de la celebración de ese acto de que Puigdemont "en ningún caso" podría introducir en sus palabras elementos que desvirtúen el juramento de cumplimiento de sus obligaciones y de la Constitución.
Catalá ha recordado que las fórmulas utilizadas a lo largo de los años han sido muy variadas, y el Tribunal Constitucional y la Junta Electoral Central se han pronunciado sobre los elementos que se pueden introducir en ese acto.
Ahora corresponde a la Abogacía del Estado analizar si la fórmula utilizada es respetuosa con la Constitución o si genera algún tipo de infracción.

El Estado se moviliza para salvar a la Infanta Cristina del juicio

PALMA DE MALLORCA.- Inmóvil, abrumadoramente inexpresiva, hierática como una efigie de la institución que representa, Cristina Federica de Borbón y Grecia, hija y hermana de Reyes de España, se sentó el lunes durante 11 horas en un banquillo junto a otras 17 personas acusadas de corrupción, según la crónica de 'El Mundo'. 

Desde allí, sin apenas pestañear, con la mirada ausente y el gesto inmóvil, la Infanta y esposa de Iñaki Urdangarin, acusado de liderar una trama para desviar 6,2 millones de euros públicos con una falsa ONG, asistió a un nuevo intento del Estado y de sus dos abogados defensores particulares, Miquel Roca y Jesús María Silva, por rescatarla y librarla de la acusación de dos delitos fiscales por la que Manos Limpiassolicita que se le castigue con ocho años de prisión.

Calzada con dos botines marrones, la hermana de Felipe VI quemó de la mano de su defensa su último cartucho para librarse del juicio por el caso Nóos apelando a la llamada doctrina Botín y a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, manteniendo que no se le puede juzgar por un delito contra la Hacienda Pública basándose únicamente en la acusación popular que encarna Manos Limpias. La Fiscalía Anticorrupción y, muy especialmente, la Abogacía del Estado, que sí mantienen su denuncia contra su esposo por ese delito y no contra ella, volvieron a secundar su tesis con vehemencia, defendiendo que, por contra de lo que sostiene el juez instructor José Castro, el lema de Hacienda somos todos que usó el magistrado que investigó el caso Nóos para justificar que sus actos perjudican al bien común «no puede pasar del ámbito publicitario».

Fue un debate profundo, de largo alcance jurídico y que sentará un hito en la historia y la literatura judicial españolas. Tres jueces de la Audiencia Provincial de Palma, encargadas de juzgar la causa, deberán ahora decidir si la Infanta puede ser exonerada refugiándose en esa doctrina o si, por el contrario, debe seguir siendo juzgada en un proceso que congregó a más de 500 periodistas.

La Fiscalía y la Abogacía del Estado, como la defensa de Cristina de Borbón, consideran que la Infanta debe beneficiarse de la doctrina Botín porque la Agencia Tributaria entiende que ella no ha cometido ningún delito. Esa jurisprudencia, inaugurada en 2007 para el banquero, impone el sobreseimiento de la causa cuando así lo reclaman la Fiscalía y el perjudicado por el posible delito (y Hacienda insiste que sólo ella lo es en este caso), aunque la acción popular sostenga la acusación. Únicamente Manos Limpias pretende la condena de la ex duquesa de Palma a ocho años de cárcel como cooperadora necesaria en dos delitos fiscales que su marido habría cometido a través de la sociedad familiar Aizoon.

El fiscal Pedro Horrach tomó la palabra al borde de las 12.00 horas. Su primera frase, una cita textual del republicano Manuel Azaña: «Lo que importa es tener razón, y después de tener razón, importa casi tanto saber defenderla; porque sería triste cosa que, teniendo razón, pareciese como si la hubiésemos perdido». Tras ello, señaló que su función «es defender la legalidad». Por ello, sostuvo que la acusación popular de Manos Limpias no puede llevar por sí sola a juicio a la Infanta.

El fiscal, que aportó de forma sorpresiva un nuevo informe de Hacienda favorable a la Infanta, invocó en el juicio dos sentencias que desarrollaron la doctrina Botín. Una de ellas proviene de la Audiencia de Vizcaya. «No es normal que un ciudadano de Bilbao no se siente en el banquillo y otra aquí sí», señaló, en referencia a la misma. El fiscal aseguró que en la misma situación «ninguna persona se ha sentado en el banquillo».

Así, insistió Horrach en que juzgar a la Infanta «es quebrantar la igualdad y discriminar de forma injustificada a dos ciudadanas», dijo, aludiendo de manera muy expresiva en condiciones de igualdad a la Infanta y a la esposa de Diego Torres, Ana Tejeiro, para quien también pide el archivo respecto de los delitos fiscales, aunque no de los de blanqueo.

Si fue enérgico Horrach en su defensa de la Infanta, la gran sorpresa de la jornada la protagonizó la jefa de la Abogacía del Estado en Baleares. No por el posicionamiento ya conocido, sino por el tono empleado por Dolores Ripoll, quien llegó a afirmar que la frase Hacienda somos todos es sólo «publicidad».

Ese lema, afirmó, debe circunscribirse «al ámbito para el que fue creado: el de la publicidad, exclusivamente como forma de concienciación al país». La representante de la Hacienda Pública en la causa se alineaba así en una intervención cargada de intensidad con la defensa de la hermana de Felipe VI, aludiendo al auto con el que el juez Castro decidió definitivamente sentarla en el banquillo.

Castro decía que ese eslogan «fuerza a plantearse la naturaleza del delito contra la Hacienda Pública como atentado a un bien jurídico colectivo de interés general y que, por tanto, no vulnera un bien jurídico individual, que pudiera ser propio y exclusivo de la Agencia Tributaria». Se refería el juez a que la doctrina Atutxa, según su interpretación, anula la doctrina Botín en el sentido de que, cuando lo que se protege con el delito es un bien colectivo, la acción popular sí está legitimada para sostener la acusación por sí sola, aunque no lo hagan el Ministerio Fiscal ni el perjudicado.

La abogada del Estado argumentó, en la línea planteada por los defensores de la Infanta, que lo que dice la doctrina Atutxa no es eso, sino que, en realidad, se refería a delitos que, por su «peculiar naturaleza», no cuentan con un perjudicado concreto que pueda personarse en el procedimiento. Ripoll aseguró que «no existe base legal para afirmar que el delito contra la Hacienda Pública es un delito de los que, por definición, carece de perjudicado». «Es el erario público, y la Hacienda Pública estatal puede ejercer las acciones que considere pertinentes en el ejercicio de sus derechos».

Uno y otra siguieron la línea que había marcado previamente el abogado de la Infanta Cristina, Jesús María Silva, que argumentó que «la pesadilla de los grandes juristas es llegar a juicio bajo la acusación sólo de la acción popular» para defender el sobreseimiento del caso respecto de la hermana de Felipe VI. «Está en juego el significado mismo del proceso penal», razonó. En que la ciudadana Cristina de Borbón debe librarse de esa «pesadilla» coincidieron la Fiscalía y la Abogacía del Estado.

El ex jefe de prensa de Casa Real Javier Ayuso y la montañera Edurne Pasabán están entre la veintena de nuevos testigos admitidos por el tribunal que juzga el caso Nóos, a propuesta de la defensa de Diego Torres, que se suman a los 351 que ya estaban previstos.

La directora general de Air Europa, María José Hidalgo, y el que fuera vicepresidente de Melià, Sebastián Escarrer, también están entre las nuevas testificales aceptadas por el tribunal para que declaren durante el juicio, han informado fuentes jurídicas.

El rector de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Llorenç Huguet, también declarará en esa condición, al igual que el hácker argentino Matías Bevilacqua que dijo trabajar para el CNI y tenía copias de archivos informáticos relacionados con el Instituto Nóos.

Con los nuevos testigos admitidos, la lista de los que comparecerán en el juicio de Nóos a partir del 8 de marzo superará los 370.

Rajoy ordena al PP que proteja a Felipe VI ante un posible desgaste de la Corona

MADRID.- Hace ahora dos años, en enero de 2014, Mariano Rajoy no dudó en poner la mano en el fuego por la infanta Cristina. "Estoy convencido de que las cosas le irán bien" porque "estoy absolutamente convencido de su inocencia", contestó en una entrevista en Antena3. Este lunes, la hija de don Juan Carlos, que sigue sin renunciar a la sucesión, se sentó en el banquillo de los acusados, y tanto el Ministerio Público como la Abogada del Estado y Hacienda salieron a su rescate. Mientras, Rajoy dio orden al PP de proteger a la Corona ante el posible desgaste, según 'Libertad Digital'.

El presidente en funciones reunió este lunes al Comité de Dirección. Por supuesto, el despacho estuvo centrado en el desafío separatista y en las negociaciones tanto para conformar la Mesa de las Cortes como para la investidura. Si bien, el PP también quiso dejar bien claro que la Casa Real cuenta con "todo" su apoyo y reclamó que no se intente "generalizar" el caso Nóos con la monarquía.

"Felipe VI ha actuado de forma impecable. Tenemos un gran rey", destacó Pablo Casado en una preparada respuesta al término de la reunión con Rajoy. El vicesecretario de comunicación no se refirió en ningún momento a la infanta Cristina, y puso el acento en la ejemplaridad del monarca con respecto al caso que afecta a su hermana. "La Casa cuenta con todo nuestro apoyo porque creemos que tanto el rey como la reina están actuando de una forma escrupulosa", puso en valor Casado. En privado, altos cargos de la formación reconocieron su temor de que Zarzuela se pueda ver perjudicada por la imagen de la infanta en el juzgado, y de ahí la directriz de ensalzar las bondades de don Felipe.

Así, el PP quiso construir un muro entre el caso Nóos y el monarca. "Pedimos que no se intente generalizar con toda una institución que ha sido pieza fundamental en el periodo más próspero de la historia de España", remató Casado en rueda de prensa.

En un primer momento, con don Juan Carlos todavía como jefe del Estado, el Gobierno buscó la protección de la infanta. De ahí las palabras de Rajoy en enero de 2014. Pasados los meses, ya con Felipe VI, se puso de perfil públicamente, aunque la Fiscalía siempre haya utilizado argumentos a favor de doña Cristina. Este lunes, el PP sólo se encargó de dar la cara por Felipe VI y doña Letizia. En cuanto al caso en sí, la respuesta habitual: "Respeto a las decisiones judiciales".politica/2016-01-11/rajoy-ordena-al-pp-que-proteja-a-felipe-vi-ante-un-posible-desgaste-de-la-corona-1276565331/

Forcadell dice ahora que el encuentro con el Rey hubiera sido una ‘excelente oportunidad’ para el diálogo

BARCELONA.- La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha señalado que el encuentro con el Rey Felipe VI hubiera sido una "excelente oportunidad" para explicarle el proceso soberanista. La secretaría General de la Casa del Rey remitió el lunes a los servicios del Parlament una comunicación en la que se señalaba que “con la finalidad de cumplir los trámites establecidos en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía de Catalunya” agradecería “que la comunicación oficial de la Presidenta del Parlament de Catalunya a Su Majestad el Rey se realice por escrito, a través del Jefe de la Casa”.

De hecho, el Rey firmó ayer mismo dos decretos que recogen el cese de Artur Mas como presidente de la Generalitat y el nombramiento de Carles Puigdemont como su sucesor, los cuales aparecen publicados este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Fuentes de la Casa del Rey informaron de que el jefe del Estado había procedido a rubricar sendos decretos nada más recibir la comunicación oficial desde el Parlament de Cataluña.
En una entrevista este martes en Rac1, Carme Forcadell ha indicado que le hubiera gustado explicar al Rey la pluralidad del Parlament, con una “mayoría soberanista que tiene la voluntad de sacar adelante el proceso” de forma democrática. Ha explicado que los servicios de Protocolo del Parlament contactaron con la Casa Real para preguntar cómo debían comunicar al Rey la investidura del nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y ha apuntado: “Nos pidieron que mandáramos la comunicación por escrito, no nos dieron ningún motivo”.
Preguntada si es un error que Felipe VI no la haya recibido, Forcadell ha dicho que “estaba en su derecho” de recibirles o no, y ha recordado que este tipo de audiencias son una tradición pero no una obligación. Ha apuntado que si se cumple la hoja de ruta hacia la independencia, es “la última vez” que el Parlament comunica al Rey la investidura de un presidente catalán.

Se equivocó la Reina, se equivocó / Jaime Peñafiel *

Como la paloma de Alberti, se equivocó por creer que el trigo era limpio y resultó que ni su yerno Iñaki ni su nuera Letizia lo eran. Se equivocó.

Pilar Urbano, que mantuvo conversaciones con doña Sofía para su libro “La Reina muy de cerca”, habló también sobre su yerno: “Es bueno, bueno, buenísimo y tiene un fondo espiritual y moral enorme”. Además le calificaba como “un hombre muy sensible, muy bien educado, atento, espontáneo, alegre y animado”.

Tanto le admiraba que, en una ceremonia de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, la reina Sofía no estaba sola en el palco real del Teatro Campoamor de Oviedo. Quien aparecía junto a ella, como un chevalier servant de la soberana, sentado a su izquierda, ni un paso atrás ni un paso adelante, era… Iñaki que horas antes y contra todo protocolo fue el encargado de recibirla al pié de la escalerilla del avión, a su llegada al aeropuerto de Asturias en vez de hacerlo la primera autoridad del Principado.

¿Se trataba de una promoción del esposo de la infanta Cristina, más serio, más frío, ambicioso y calculador que su concuñado Jaime Marichalar, más artista, más frívolo, más fashion y más snob a quien procuraba no parecerse?

Según la periodista opusdiana “la Reina no tiene un pelo de tonta pero es lenta, es germana”. Yo pienso que es ingenua. Pero, sobre todo, torpe, muy torpe.

Lo demostró el 3 de diciembre de 2011, cuando se presentó en Washington, en pleno “caso Urdangarin”. Era la primera persona de la Familia Real en dejarse ver en público con su hija Cristina y su yerno cuando el escándalo ya había estallado.

La fotografía de la Reina sonriente junto a un no menos yerno relajado y, al parecer, feliz en la portada del “Hola”, indignó a la opinión pública.

No hay que olvidar que el 22 de julio, el juez Castro, que instruía el caso Palma Arena, había abierto una pieza separada para investigar las supuestas actividades delictivas del Instituto Nóos que presidía Iñaki Urdangarin.

Un año y medio más tarde, el entonces duque de Palma es apartado de la agenda oficial de la Casa Real por su “comportamiento no ejemplar”.

Fue el comienzo de la cuesta abajo en la rodada del tango, hasta que el rey Juan Carlos decide que, para alejar a su yerno y a su hija Cristina del ojo del huracán de los escándalos, abandonen España y se vayan a vivir a los Estados Unidos, concretamente a Washington, como ejecutivo de Telefónica, algo así como la tripa de Jorge en la que caben todos aquellos recomendados reales y no tan reales.

Otro gran error de doña Sofía, intentando lo imposible -lo de la familia unida- se produjo en el mes de abril del 2012 cuando la soberana decidió que toda la Familia Real, incluido Iñaki, acudiera al hospital Quirón San José de Madrid para visitar al Rey, tras la operación de cadera, a consecuencia de una caída en Botsuana, donde se encontraba con su “amiga entrañable” Corinna.

La llegada la hicieron en un mono volumen que conducía el propio Urdangarin, a quien el Rey se negó a recibir, permaneciendo en una salita contigua al dormitorio.

Unos minutos más tarde, llegaba Felipe con su esposa e hijas. La visita duró 45 minutos, hasta que a Letizia, que se encontraba apoyada en una pared, como si estuviese harta, se le oyó decir, con voz alterada: “¡Vámonos ya!

Otra equivocación de doña Sofía: para mantener a la familia unida en la conmemoración del cincuenta aniversario de la muerte del rey Pablo, puso en aprieto al Rey y, sobre todo, a los entonces Príncipes de Asturias, al convencer a su hija Cristina que le acompañara. Felipe y Letizia hicieron lo imposible para evitar la foto juntos.

También con la nuera se equivocó, se equivocó la paloma. Doña Sofía pensaba era la esposa ideal para su hijo, que había aportado modernidad en la Familia Real. La consideraba inteligente y enamorada de su marido. Y le ayudó en todo lo que pudo y mucho más. Hasta que se enteró, por el libro del primo de Letizia, David Rocasolano, que había abortado en su día, implicando al entonces Príncipe para borrar el rastro de aquel triste suceso.

Desde entonces, ella, tan defensora de la vida, se ha alejado de la nuera en lo que a afecto se refiere.

Y es que, como titulamos esta crónica, se equivocó la Reina, se equivocó, una vez más. Pero, sobre todo, con Urdangarin.

(*) Periodista

El primer revés de Su Majestad y el Estado en la defensa de la Infanta / Melchor Miralles *

No es un juicio a la Corona, pero los planos y las fotografías de la infanta Cristina de Borbón y Grecia en el fondo del banquillo de los acusados en el ‘Caso Nóos’, aún sin haber renunciado a sus derechos a la sucesión a la Jefatura del Estado, suponen el primer revés serio para el Rey Felipe VI, que ha fracasado en sus intentos para conseguir esa renuncia, lo cual está teniendo derivadas tóxicas y negativas para la institución monárquica.

No sirve el argumento de que al figurar en sexto lugar en el orden sucesorio es de todo punto improbable que jamás pueda la infanta acceder a la Jefatura del Estado. Los derechos de que dispone la infanta son absolutamente incompatibles con el hecho de sentarse en un banquillo, disponen de una carga emblemática y representativa que no se compadece con la conducta observada por Doña Cristina en la empresa familiar y durante la instrucción del proceso y suponen un daño a la Corona inmenso, más lo que queda por ver en el juicio.

Pero se ha iniciado la vista oral y ahí está la infanta, acusada de ser cooperadora necesaria de dos delitos fiscales, protagonista de un juicio y unas imágenes que quedan para la historia, que perjudican seriamente a la Corona y que indignan a buena parte de los ciudadanos, que no soportan el escarnio y la nula consideración de la hermana del Rey, incluso un punto altiva.

En la primera jornada de la vista, dedicada a cuestiones preliminares, pero importantes, el Estado, con instrucciones del Gobierno, desplegó toda su fuerza no en la defensa de los intereses de los ciudadanos, sino en la defensa de la infanta. El fiscal sacó un nuevo informe de Hacienda favorable a la hermana del Rey, la Abogacía del Estado se empleó a fondo en la exculpación y llegó a decir que eso de que Hacienda somos todos es publicidad engañosa. Ahora terminamos de entender lo que intuíamos cuando Rajoy dijo aquello de que a la infanta le iba a ir bien.

Si al final se libra por la aplicación de la doctrina Botín y con el fiscal Horrach como principal defensor, será peor para su imagen y para la del Rey, porque quedará como un fraude monumental que acredita que la Justicia no es igual para todos, y ya se sabe que en política las cosas son como parecen.

Por más que lo ha intentado desde antes incluso ser acceder al trono, por más que ha roto relaciones muy en serio con ella, Felipe VI, que tantas cosas está haciendo mejor que bien, ha patinado estruendosamente al fracasar, junto a los miembros de la Casa, en sus reiterados intentos para conseguir la renuncia de la infanta. Sorprende el fracaso en el objetivo, más aún después de la abdicación de su padre y del clima de severa crisis institucional que atraviesa España. No cabe mayor desprecio a los ciudadanos, a su hermano, a las instituciones y a su propia dignidad, ni mayor desvarío, ni superior irresponsabilidad que enrocarse como lo ha hecho doña Cristina. Algún día conoceremos con detalle el contenido de las conversaciones entre el Rey y su hermana, escasas, cortas, pero intensas y de alto voltaje familiar y político.

Si finalmente el fiscal Horrach sube a la infanta al carrito mangado en Mercadona y la saca del proceso, el error será mayúsculo, y el escándalo de alta magnitud. La Fiscalía, en el caso de la infanta, ha ejercido una labor de defensa incompatible con el Estatuto del Ministerio Público y con la defensa de los intereses de los españoles y el cumplimiento de la ley. Si se consuma la aplicación de la doctrina Botín a la infanta, el tono del cabreo y la crítica se elevará hasta los cielos, y es lo que nos faltaba.

El juicio acaba de empezar, pero la primera decisión a adoptar es, desde un punto de vista político, quizá la de más calado. Las magistradas sabrán, y ojalá acierten en su decisión, y sean capaces de argumentarla a modo.

Y en España, un Gobierno en funciones y sin visos de que vaya a ser posible evitar otras elecciones. Y en Cataluña, la desconexión en marcha. Y Rajoy, acojonado con las nuevas revelaciones de Bárcenas, y las grabaciones a punto de salir. Y el personal, atónito ante tanta estulticia y tanta mediocridad.

(*) Periodista

Día negro para la Corona y para Rajoy / José Oneto *

Un periodista y filólogo que el lunes fue investido 130º Presidente de la Generalitat catalana, una Infanta de España, hermana del rey Felipe VI e hija del rey emérito, Juan Carlos de Borbón, casada con un jugador de balonmano, medalla de bronce de unos Juegos Olímpicos, ocupan este lunes el interés de la prensa internacional, que pone el acento en la inestabilidad política de España, una inestabilidad en la que mucho tienen que ver el periodista y filólogo Carles Puigdemont, la infanta Cristina de Borbón y su esposo, el jugador de balonmano Iñaki Urdangarin.

Ha dado la casualidad de que después de seis años de investigaciones judiciales, Cristina de Borbón, de 50 años, esté siendo juzgada por delito fiscal, y su esposo, Iñaki Urdangarin por malversación de fondos públicos, prevaricación, fraude a la Administración, blanqueo de capitales, falsedad en documento público, falsedad en documento mercantil y dos delitos fiscales (19 años de cárcel), en medio de una desconocida crisis política en la que Cataluña quiere separarse de España, según ha reiterado el nuevo Presidente de la Generalitat catalana, y con un Gobierno en funciones que es incapaz de encontrar una mayoría para la estabilidad parlamentaria. La presencia de la pareja en el banquillo de los acusados, que ha hecho sus negocios utilizando a la propia Monarquía y al rey Juan Carlos, “ha supuesto – dice Le Parisien - un terremoto en España porque nunca en la historia de la Monarquía un miembro de la familia real había tenido que enfrentarse a una deshonra así. Este juicio fuera de lo común, que debe durar seis meses, apasiona a todo el país, aunque numerosos españoles ya están inquietos porque la justicia pueda ser demasiado suave con la hija de Juan Carlos”.

El juicio de la Infanta, según Le Parisien, resulta sintomático de una España carcomida por los escándalos de corrupción: del Partido Popular de Mariano Rajoy a los nacionalistas catalanes, pasando por los sindicatos andaluces: pocos escapan a estos problemas. Son muy escasos los que todavía apoyan a la Infanta. El mal ya parece hecho: el juicio a un miembro de la familia real desprestigia a la Monarquía. Se trata según La Stampa de Milán del “Día negro de la Corona en España” en tanto “son muchas las incógnitas del caso, y en la Zarzuela se teme que las defensas de los acusados quieran subrayar el papel de los Borbones en estas tramas. “Diego Torres, antiguo amigo íntimo de Urdangarin, amenazó con hacer una declaración explosiva sobre las conexiones de la Casa Real y del secretario de la Infanta, García Revenga, con el Instituto Nóos. Más de 6,2 millones de euros habrían pasado de las arcas publicas a las de una serie de sociedades, algunas de las cuales con sede en paraísos fiscales. Más de la mitad de estos ingresos, 4,5 millones, no estarían justificados. Cristina de Borbón está acusada de fraude fiscal precisamente por ser la titular de una de estas sociedades, la patrimonial Aizoon.

Todo eso en el peor momento político del país desde el inicio de la transición, con un nuevo Presidente en Cataluña que ha reiterado que va a seguir el plan independentista, desautorizado por el Tribunal Constitucional, con el que se quiere elaborar una legislación propia para ir desconectando progresivamente con España para conseguir la independencia en Julio de 2017, después de un referéndum, similar al celebrado en Escocia. “Cuando se trata de la independencia -dice este lunes el periódico alemán Sudeutsche Zeitung - a los separatistas catalanes les vale cualquier maniobra política. Por encima de todas las diferencias ideológicas, en Barcelona se ha formado ahora una alianza de partidos de conservador a izquierda radical, cuyo único denominador común es el objetivo que en opinión de los separatistas resuelve todos los demás problemas: la separación del Estado español. ”El conflicto en torno a Cataluña obstaculiza la formación de una coalición de Gobierno entre los socialistas y la izquierda alternativa, como ha estado pretendiendo el socialista Pedro Sánchez. Los socialistas siguen defendiendo con vehemencia la unidad de España, mientras Podemos opina que los catalanes deberían poder celebrar un referéndum sobre la independencia. El resultado de un referéndum de este tipo es incierto: los adversarios y los defensores están prácticamente igualados. Pero en el fondo da igual, porque en la Constitución española, la indivisibilidad y la unidad de la nación, está claramente anclada.

El mismo periódico mantiene la tesis de que los conservadores no tienen ninguna posibilidad de alcanzar una mayoría sólida “mientras el PP, enquistado y marcado por escándalos de corrupción, no consiga deshacerse del impopular Mariano Rajoy ”Como jefe de Gobierno y alumno modelo de la austeridad estaba bien visto en Bruselas y en Berlín, pero no entre sus propios ciudadanos, que poco perciben de los propagados efectos positivos del ahorro.

Esto demuestra que Bruselas y Berlín han fracasado a la hora de convencer a los españoles – y portugueses – de que la austeridad carece de alternativa. “En la Península Ibérica, los populistas de la derecha no tienen nada que hacer; no en última instancia debido a las experiencias históricas con dictaduras fascistas. Sea cuál sea el desenlace en España: Angela Merkel tiene que hacerse a la idea de socios más incómodos en el Sudoeste”.

(*) Periodista

Si la Infanta se libra, peor para la Corona / Pablo Sebastián *

Histórica y preocupante imagen la de la Infanta Cristina, hermana del Rey Felipe VI e hija del Rey Juan Carlos I, y su esposo Iñaki Urdangarin, sentados en el banquillo de acusados del caso Nóos que juzga varios delitos de fraude y estafa al erario público de varios millones de euros.

Una imagen pésima para la Corona que, en ámbitos del Gobierno se pretende paliar con la salida de la Infanta del juicio como consecuencia de una estrategia pactada con el fiscal Horrach y convencidos de que, a pesar del alto coste de dicha operación, ‘el tiempo lo cura todo’ menos una condena de un miembro de la familia del Rey.

Por ello quienes pretenden librar del juicio a la Infanta por causa de sus presuntos delitos fiscales -de los que hay pruebas e indicios-, con ayuda del fiscal Horrach, piensan que el coste político y social que para la Corona tendrá esta maniobra se diluirá en cuestión de meses o semanas. Máxime vista la trepidante actualidad e inestabilidad política del país donde el Rey Felipe VI tiene un destacado protagonismo tal y como se vio ayer cuando la Casa Real anunció que el monarca no va a recibir a la presidenta del Parlamento catalán.

Mientras que la presencia de la Infanta en el juicio y el riesgo de una condena producirá -según los estrategas del poder- a la Monarquía un daño mayor que el que podría desprenderse de la sensación general de un fraude jurídico y de la prueba manifiesta de que todos los españoles no son iguales ante la ley, máxime si eres hija o hermana de Rey.

Creemos, al contrario de lo que piensan algunos, que tanto el juicio como la posible condena de la Infanta Cristina son menos dañinos para la Corona que la sensación de un fraude judicial y la prueba de que todos los españoles no son iguales ante la ley, máxime si eres hija o hermana de Rey y todo ello parapetado en la llamada ‘doctrina Botín’.

Una doctrina infame en sí misma que libera de responsabilidad penal a quienes han defraudado a la Hacienda pública si el Fiscal y la Abogacía del Estado no acusan -lo que en ambos casos depende del Gobierno de turno-, y que años atrás se aplicó al ex presidente del Santander Emilio Botín y a varios de sus colaboradores. Con el añadido, en aquel caso y tras varias maniobras del Gobierno, de que la fiscalía y la abogacía del Estado no reconocían entonces la existencia de delitos.

Cosa que no concurre en el caso Nóos donde el propio fiscal Horrach reconoce la existencia de delito fiscal pero solo lo aplica a Urdangarin en contra de lo instruido por el juez José Castro -luego confirmado por la Audiencia Provincial-, y las pruebas que certifican la ‘colaboración necesaria’ de la Infanta Cristina, que además era propietaria del 50% de la sociedad Aizoon, en el delito fiscal.

El que debería ser perseguido de oficio por la fiscalía en defensa de los intereses de la ciudadanía y del erario público, lo que asombrosamente evita Horrach, olvidando de paso la otra ‘doctrina Atutxa’, donde no se aplicó la ‘doctrina Botín’ ni hubo exoneración alguna porque estaban afectados en ese proceso: ‘bienes de titularidad colectiva y naturaleza difusa o de carácter meta individual’.

En el colmo de la desfachatez el fiscal Horrach -en cuyos escritos de descalificación vejatoria del juez Castro se vio su intención procesal- llegó a decir en la apertura de juicio que si la Infanta Cristina sigue en el proceso ello supondrá ‘quebrantar la igualdad y discriminarla’ (sic). Que es precisamente lo que pretende hacer Horrach en su beneficio.

Y lo que hizo respecto a la mujer de Diego Torres -el socio de Iñaki Urdangarín- Ana Tejeiro, para utilizarla de coartada como se ha visto en el nuevo informe que Horrach se sacó de la manga de la Agencia Tributaria, para certificar que Hacienda no ha investigado a la Infanta lo que entra en la lógica de los favores del poder en los que estamos.

Horrach quiere convertir en realidad las palabras de Rajoy, de hace dos años, en las que dijo: ‘Estoy convencido de la inocencia de la Infanta, le irá bien’. Y puede que así ocurra, pero si le va bien a ella a lo mejor no le va también a su hermano Felipe VI en estos tiempos en los que los silencios del bipartidismo PP-PSOE ahora pueden ser desbordados por otros destacados actores del Parlamento nacional. En todo caso si la Infanta es tan inocente como dicen algunos ¿a cuento de qué debería renunciar a sus derechos de sucesión al trono como piden los mismos que la quieren exonerar? O ¿por qué se le retiró el ducado de Palma?

La flagrante intervención del Gobierno a favor de la Infanta Cristina es un daño añadido a la crisis institucional que vive este país donde está claro que la Justicia no es igual para todos los españoles. Lo que debe evitar manteniendo a la Infanta en el proceso el tribunal que la tiene que juzgar para decidir al término del juicio si tiene responsabilidad en su presunto fraude fiscal.

(*) Periodista

lunes, 11 de enero de 2016

Rechazan la petición para que declaren Felipe VI y su padre

PALMA DE MALLORCA.- El tribunal que juzga el 'caso Nóos' ha rechazado la citación como testigos en este procedimiento tanto del actual Jefe del Estado, Felipe VI como de su padre el Rey emérito, cuya presencia ya había sido planteada meses atrás por la defensa del exsocio de Iñaki Urdangarín, Diego Torres, y rechazada por la Sala.

La presidenta del tribunal, Samantha Romero, ha explicado tras un receso de hora y media durante el cual la Sala ha deliberado sobre este asunto que mantiene la decisión denegatoria que ya argumentó en un auto del pasado mes de octubre, y ha añadido que no hay circunstancia novedosa que justifique una reconsideración al respecto.
El abogado de Torres, Manuel González Peeters, ha expresado su protesta por esta decisión, que él había justificado en relación con determinadas facturas del Instituto Nóos que, según ha recordado la presidenta de la Sala, ni siquiera son objeto de acusación es este procedimiento.
En representación de todas las acusaciones, el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach mostró su oposición a las citaciones instadas por el abogado de Torres aduciendo que "ya es suficiente" el interés mediático que tiene ese proceso para que se quiera convertir en una "ceremonia para distracción del vecindario".
A juicio del fiscal, las citaciones como testigos de zu Sayn-Wittgenstein o de Irene de Grecia no tienen otra finalidad que "convertir este juicio en un reality show" más que probar los hechos de los que se acusa a los procesados.
El abogado de Torres, sin embargo, ha replicado durante su turno de palabra que no hay ningún testigo de los que ha propuesto que no guarde relación con los hechos y cuya presencia no esté fundamentada en relación con determinados documentos que, paradójicamente, sí se utilizarán como prueba en este juicio.
El pasado mes de octubre, la Audiencia Provincial de Baleares ya dictó un auto en el que negaba que se hubiera producido "vulneración de normas esenciales" del derecho por haber sido denegadas las citaciones del Rey Felipe VI, la Infanta Elena, Pilar de Borbón o la noble alemana zu Sayn-Wittgenstein.
En su comparecencia de este lunes, el abogado de Torres reincidió en la necesidad de que todas ellas fueran citadas como testigos en el juicio aunque no citó por su nombre ni al actual jefe del Estado ni a su padre, el Rey emérito, a los que se refirió como el "suegro" y el "cuñado" de Iñaki Urdangarín.
 En su resolución del pasado 6 de octubre, el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares inadmitió "por imperativo legal " la declaración de Rey Felipe VI aduciendo el artículo 411 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim), que dispone expresamente que el Rey está dispensado de la obligación de prestar declaración.
La defensa de Torres había propuesto un total de 696 testigos, entre ellos Felipe VI, con el objetivo de acreditar cómo la Casa Real estaba al corriente de las actividades desplegadas por el Instituto Nóos.
Los abogados de cuatro de los cargos públicos valencianos que están acusados han pedido al tribunal que admita como prueba un informe sobre el retorno en términos de reputación que supuso para la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA) de Valencia la organización por parte del Instituto Nóos de las cumbres Valencia Summit en 2004, 2005 y 2006.
Antonio Reyes, defensor del exdirector del Instituto Valenciano de Finanzas Jorge Vela, ha destacado que el informe establece una correspondencia exacta entre el coste y el beneficio obtenido. Vicente Grima, defensor del exsecretario de Turismo de la Comunidad Valenciana Luis Lobón, han incidido en que contabiliza la presencia en prensa que le reportaron a CACSA los eventos.
Luisa Gurillo, abogada de la que fue la responsable jurídica de CACSA, Elisa Maldonado, ha dicho que el informe indica que lo que esperaba obtener CACSA al suscribir los convenios del Valencia Summit lo obtuvo en repercusión mediática.
También la defensora del exdirector de CACSA, José Manuel Aguilar, la abogada Josefa Rosselló, ha pedido que se admita dicho informe pericial por ser "útil y pertinente" para acreditar el interés público de los convenios y que los acuerdos se suscribieron por CACSA en el marco de la normalidad y no porque dicha entidad careciera de mecanismos de control o de limitación económica como alegan las acusaciones.
La letrada ha señalado que CACSA suscribió otros convenios de colaboración para patrocinar eventos, sin que supusieran vulneración de la legalidad, que indican que aquellos acuerdos no obedecían exclusivamente a que Iñaki Urdangarin era yerno del Rey.

Carme Forcadell informa por 'mail' al Rey de la investidura de Puigdemont como president de la Generalitat catalana

BARCELONA.- La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha comunicado oficialmente al Rey este lunes la investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat de Cataluña a través de un correo electrónico.

Según un comunicado del Parlament, la Cámara solicitó audiencia a Felipe VI el mismo día de la investidura para que Forcadell pudiera informarle en persona este lunes, pero "la comunicación se ha hecho por escrito a petición de la Casa Real".
La comunicación al monarca es un paso previo antes de la toma de posesión del nuevo presidente de la Generalitat, pero este mismo lunes por la mañana Forcadell ha dicho en una entrevista que si no asistía personalmente a La Zarzuela, podría remitirse la información al Rey por carta, lo que no afectaría el calendario.

Mutismo en La Zarzuela ante el comienzo del juicio en Palma contra Urdangarín y la infanta Cristina

MADRID.- La infanta Cristina, hermana menor de Felipe VI, se sienta este lunes en el banquillo en el juicio por el caso Nóos, en el que también está acusado su marido, Iñaki Urdangarin, sin que la Casa del Rey tenga previsto pronunciarse en ningún sentido sobre el arranque de la vista oral. 

Don Felipe no tiene ningún acto oficial programado para el lunes; a la espera de que el miércoles se constituyan las Cortes y abra su ronda de consultas con las fuerzas políticas para proponer un candidato a la Presidencia, su agenda de la semana no tiene actividades públicas.
Desde el Palacio de Zarzuela el mutismo es absoluto en torno al procedimiento judicial que ha llevado a la hermana del Rey hasta el banquillo, acusada de dos delitos fiscales relacionados con la presunta trama corrupta en torno al instituto Nóos, promovido por su esposo. Una decisión del tribunal determinará si, en aplicación de la llamada doctrina Botín marcada en 2007 por el Tribunal Supremo, queda o no exonerada del juicio.
Sea como sea, la Casa del Rey seguirá guardando la distancia y prudencia que ha caracterizado a la institución desde que doña Cristina quedó fuera de la Familia Real cuando fue proclamado su hermano, en junio de 2014, al pasar de hija a hermana de Rey.
La infanta Cristina ya había quedado mucho antes alejada de la actividad oficial de la Familia Real, desde finales de 2011. Una vez que abdicó su padre, el Rey Juan Carlos, y su hermano asumió la Corona, la nueva conformación de los miembros de la Familia Real, de la que quedaron excluidas las hermanas del Monarca, ratificó su completo apartamiento de los actos institucionales.
Especialmente significativo fue el gesto de don Felipe, el 11 de junio del año pasado, cuando revocó a doña Cristina el título de duquesa de Palma de Mallorca del que disfrutaba desde 1997 por decisión del Rey Juan Carlos. Ya había pasado medio año desde que el juez instructor del caso Nóos, José Castro, decidió llevarla a juicio como presunta cooperadora necesaria en dos delitos fiscales.
Fueron meses de especulaciones sobre si ella debía renunciar al ducado o a sus derechos dinásticos; finalmente, su hermano le retiró el título, pero sigue manteniendo esos derechos, de los que no se le puede privar salvo que decida renunciar “motu propio”.
En los momentos clave del procedimiento, como la decisión del juez instructor de llevarla a juicio, adoptada ya bajo el reinado de Felipe VI, Zarzuela se limitó a expresar su respeto absoluto a la independencia del poder judicial.
Durante el reinado del actual Monarca han sido muy pocas las ocasiones en que doña Cristina ha coincidido con su hermano en actos públicos. Ni ella ni su marido, que residen en Ginebra (Suiza) estuvieron presentes en el Congreso en la ceremonia de proclamación de Felipe VI, ni tampoco en la abdicación de su padre, celebrada la víspera en el Palacio Real.
En su discurso de proclamación, el Rey subrayó que la Corona debe “velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente”. “Hoy más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública”, añadió.
La última vez que estuvieron juntos en un acto público fue en la basílica del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, en la misa corpore insepulto oficiada por el infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias, primo del Rey Juan Carlos, el pasado 8 de octubre.
Además de don Felipe y doña Letizia, los Reyes Juan Carlos y Sofía y la infanta Elena, a la ceremonia también acudió doña Cristina, en la primera ocasión en que coincidía con los Reyes en cinco meses.
También habían estado juntos el 8 de junio de 2015, en la iglesia de San Jerónimo del Real, en el funeral ortodoxo por Kardam de Bulgaria, hijo del exprimer ministro y depuesto rey Simeón de Bulgaria y de Margarita Gómez Acebo, a la que igualmente asistieron los demás miembros de la familia del jefe del Estado -sus padres y sus hermanas, así como la Reina Letizia-.
Había pasado un año desde que doña Cristina coincidió en público con don Felipe y doña Letizia en el acto religioso celebrado en Atenas el 6 de marzo de 2014, en el cementerio real del Palacio de Tatoi, para rendir homenaje al rey Pablo I de Grecia, en el 50º aniversario de su muerte.

viernes, 8 de enero de 2016

Diego Torres: «La Casa Real supervisaba todo lo que hacíamos»

PALMA DE MALLORCA.- El exsocio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos, Diego Torres, ha defendido que tanto él como el marido de la infanta Cristina no delinquieron en sus contrataciones con las administraciones públicas: "Hemos actuado de buena fe siempre".

En una entrevista concedida al programa El Objetivo, de la Sexta, que hoy adelanta parcialmente la cadena de televisión, Torres insiste en su argumento de que la Casa Real supervisaba toda la actividad del Instituto Nóos.
"¿Hay algo incorrecto en el comportamiento de la Casa Real, del jefe de la Casa, de Carlos García Revenga (secretario de las infantas)? No, siempre sostendré que no, que han actuado bien", explica en un fragmento de la conversación que se emitirá el domingo. "Ellos estaban revisando lo que nosotros hacíamos, decían 'pues está muy bien hecho', 'pues me parece estupendo', 'pues adelante', y nos guiaban", resalta.
Pese a afirmar que Urdangarin es "tan inocente" como él, Torres compara su actuación con la de su antiguo socio: "En mis empresas no han encontrado facturas de clases de salsa (...) no hay facturas de viajes a Roma para ver partidos de fútbol, no hay safaris a África".
Diego Torres se enfrenta a peticiones de pena que suman 16,5 años de cárcel, en el caso de la Fiscalía, y 22,5 años, por parte de Manos Limpias, por los presuntos delitos de prevaricación, fraude, tráfico de influencias, malversación, contra la Hacienda Pública, falsedad, estafa, falsificación y blanqueo.

jueves, 7 de enero de 2016

Un juzgado de Tarragona abre diligencias por un retrato del Rey de tamaño carné en Torredembarra

TARRAGONA.- El abogado del Estado ha denunciado que el retrato del Rey Felipe VI en la sala de plenos del Ayuntamiento de Torredembarra tiene la medida de una foto de carné y el juzgado nº 2 de Tarragona ha abierto diligencias.

Desde el pasado 29 de octubre, en la sala de plenos de Torredembarra las fotografías del Rey y del ahora presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, lucen a un tamaño de fotografía de carné.
El cambio del tamaño de los retratos obedece a una moción presentada por la CUP en este sentido el 1 de agosto del año pasado y que se aprobó con los votos de Alternativa Baix Gaià, ERC y CiU, la abstención del PSC y el voto en contra de PP y C's.
Los diecisiete concejales del Ayuntamiento ya han recibido la notificación del juzgado, avanza hoy BaixGaià.cat, que da un plazo de nueve días para personarse, un trámite voluntario de la interlocutoria.
El concejal de ABG, Lluís Suñé, considera que "estamos convencidos de que no hemos vulnerado ninguna ley porque el retrato del Rey y el del presidente de la Generalitat tienen exactamente la misma medida".
El concejal cree que la denuncia "es una decisión política porque no hay ningún artículo que especifique las medidas que deben de tener los retratos, más allá que el del Rey debe de ser de igual o mayor medida que el de la presidencia autonómica".
Los retratos están colgados en el dintel de la puerta de entrada del salón de plenos, un espacio "preeminente", según declaró entonces el alcalde de Torredembarra, el republicano Eduard Rovira.

La Familia Real pasó el día de Reyes en casa de Jesús Ortiz

MADRID.- Aunque ha habido muchos cambios en la vida de los Reyes, una de las tradiciones que no ha cambiado en la vida de Don Felipe y Doña Letizia ha sido la habitual merienda que Jesús Ortiz celebra cada año el día seis de enero en su casa y donde las pequeñas Leonor y Sofía recogen con la mayor de sus sonrisas los regalos que les han dejado los Reyes Magos.

Como es habitual en esta ocasión la familia al completo acudió a casa del padre de la Reina y lo hizo en su propio coche conducido por el Rey Felipe cuyo asiento del copiloto era ocupado por la Reina mientras que los asientos traseros estaban reservados para sus hijas. Con una amplia sonrisa, todos entraron en la casa donde se reunieron con el resto de la familia.
A pesar de la discreción con que el matrimonio formado por Jesús Ortiz y Ana Togores organiza la merienda del día de Reyes, el vecindario de la urbanización tiene ya marcada esta fecha en el calendario para disfrutar en vivo y en directo de la visión de Don Felipe, Doña Letizia y sus niñas.
Al paso de su vehículo, sus Majestades lucieron la mejor de sus sonrisas y saludaron a los medios allí apostados que aguardaban su llegada durante horas.
En el interior todos iban con sus chaquetas de abrigo, seguramente para resguardarse de las bajas temperaturas de la capital durante estos días. Mientras Doña Letizia eligió un abrigo de pelo en la parte superior en color negro, el Rey Felipe prefirió un abrigo de plumas de color verde oscuro que combinó con una bufanda de color gris.
Un año más, como desde que se casaron, los Príncipes de Asturias, acompañados por sus hijas Leonor y Sofía, pasaron la tarde del día de Reyes merendando roscón con Jesús Ortiz, que tenía reservados los regalos para sus nietas.
Al caer la noche, la Familia Real abandonaba la residencia bajo la lluvia tras haber disfrutado de una divertida tarde familiar donde seguramente la Princesa Leonor y la Infanta Sofía pudieron aprovechar para jugar y compartir risas con su prima Amanda.

miércoles, 6 de enero de 2016

El Rey despacha la Pascua Militar con un discurso previsible y en la línea de años anteriores

MADRID.- El Rey ha hecho hoy un llamamiento a no caer en el "desaliento" frente al terrorismo en su tradicional discurso castrense de la Pascua Militar, en el que ha subrayado que "quienes en cualquier lugar atacan nuestros derechos y libertades se deben encontrar con una reacción valiente y decidida de unidad".

Una reacción que, ha proseguido, también debe ser de "firmeza en la defensa de nuestro modelo de convivencia", y basada "en nuestra fe en los irrenunciables valores democráticos que abrazamos convencidos y con la determinación y el coraje por defenderlos".
"Garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos es una exigencia y una responsabilidad de nuestro Estado de Derecho", ha remarcado don Felipe en el Salón del Trono del Palacio Real, ante unos 150 invitados del ámbito militar, acompañado de la Reina y en presencia del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y de los ministros en funciones Pedro Morenés y Jorge Fernández Díaz.
Además de referirse a la "embestida brutal" del terrorismo en todo el mundo que, ha dicho, ha costado la vida a "ciudadanos de países amigos y compatriotas nuestros", el Monarca ha recordado a los militares en el exterior, con cuya labor "están dando un ejemplo extraordinario de patriotismo, de solidaridad y de compromiso con la paz y la seguridad de personas que les necesitan".
En un discurso sin referencias políticas, exclusivamente dedicado al estamento militar, el Rey ha ratificado el "permanente" apoyo de la Corona y los ciudadanos a las Fuerzas Armadas, y ha agradecido como "un gran honor" la bengala recibida momentos antes de manos del jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García Sánchez, al tratarse de un simbólico bastón de mando.
La sociedad, ha manifestado el jefe supremo de los Ejércitos a los mandos militares reunidos en el Palacio Real, "reconoce vuestra decidida vocación de servicio a España", y también "agradece profundamente vuestro ejemplo y entrega a los intereses generales".
Felipe VI ha destacado el gran número de operaciones en el exterior a cargo de soldados españoles y ha recordado que en su viaje al Líbano en abril del año pasado comprobó personalmente cómo su "eficacia y profesionalidad" les hacen merecedores de reconocimiento internacional.
Algo que, ha enfatizado dirigiéndose de nuevo a la milicia, "nos hace a todos sentirnos muy orgullosos de vosotros, de vuestra ejemplaridad y dedicación".
No ha olvidado aludir a la misión en Afganistán, tras 14 años de "duro y abnegado trabajo dedicado a pacificar y reconstruir ese país", y apenas cuatro semanas después del ataque que causó la muerte a dos policías españoles en Kabul, ha homenajeado a quienes "en el cumplimiento de su deber entregaron su vida por los demás".
Siguiendo la tradición que en la Pascua Militar invita a hacer repaso del último año, el Rey ha mencionado los resultados "altamente positivos" del ejercicio Trident Juncture de la OTAN desarrollado principalmente en territorio español.
Una prueba de la capacidad de colaboración internacional que confirma a España, ha proseguido, "como una nación con vocación y capacidad de liderazgo" y "un socio responsable, fiable y leal con los compromisos internacionales asumidos".
En el ámbito interno, ha aprovechado una referencia a la culminación del nuevo sistema de enseñanza militar para advertir de que los militares "somos hombres y mujeres de honor y la honradez y lealtad deben presidir todas y cada una de nuestras actuaciones".
La sociedad, ha insistido en su alocución, precedida del discurso del ministro Pedro Morenés, está "muy agradecida" también a los militares por la labor que llevan a cabo en situaciones de catástrofe, sobre todo a través de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que acaba de cumplir diez años.
También ha hecho hincapié en la "perseverancia" de la milicia para "adecuar las disponibilidades presupuestarias a las necesidades de nuestras unidades para el cumplimiento de sus misiones y para el mejor servicio a España", ha explicado.
Antes de pedir a los asistentes que gritaran con él un "¡Viva España!", Felipe VI ha emplazado a los militares a continuar cumpliendo su misión "con la ilusión y la determinación de quien sabe que, con su trabajo, está labrando un futuro mejor para nuestra patria".
Un "¡Viva el Rey!" de todos los presentes ha servido de colofón al discurso del jefe del Estado, tras el cual se ha ofrecido un vino de honor en el Salón de Columnas.