lunes, 12 de octubre de 2015

Los Reyes presiden en Madrid los actos del Día de la Fiesta Nacional Española con algunas ausencias


MADRID.- Los Reyes de España, acompañados por sus hijas, la Princesa Leonor y la infanta Sofía, han presidido este lunes el desfile del Día de la Fiesta Nacional, el último de esta legislatura, que ha durado una hora y diez minutos y en el que han participado 3.400 militares y guardias civiles.


El acto central del Día de la Fiesta Nacional consistió en un acto de homenaje a la Bandera Nacional, que se celebró en la madrileña Plaza de Cánovas del  Castillo, junto con una parada militar, que se desarrolló entre la Plaza del Emperador Carlos V y la Plaza de Colón. Posteriormente, tuvo lugar en el Palacio Real de Madrid la tradicional recepción que ofrecieron Sus Majestades los Reyes a una representación de la sociedad española.
La plaza ha sido el escenario pues del acto de homenaje a los que dieron su vida por España y de un desfile aéreo y terrestre con 48 vehículos y 53 aeronaves, y en el que no ha faltado el vuelo de la patrulla Águila, dibujando en el aire los colores de la enseña nacional.
Más de 3.400 militares y guardias civiles, 48 vehículos y 53 aeronaves participan en el desfile de la Fiesta Nacional, que ha costado 800.000 euros.
Tras el traslado de la Enseña Nacional por tres guardias reales, representantes de cada uno de los Ejércitos, y un guardia civil, se procedió a su izado a los acordes del Himno Nacional, que dio paso al acto de homenaje a los que dieron su vida por España. La Unidad de Música de la Guardia Real fue la encargada de interpretar "La muerte no es el final", a cuyos compases se realizaron los movimientos de guiones y portacoronas. Al finalizar, Su Majestad el Rey se dirigió a la plataforma para realizar la ofrenda de una corona de laurel.
Concluido el toque de Oración, el sobrevuelo de la Patrulla Acrobática "Águila" y una descarga de fusilería por la Escuadrilla "Plus Ultra" de la Guardia  Real, dio comienzo el desfile militar, compuesto de unidades aéreas y terrestres.
En la parada militar participaron 3.400 militares y guardias civiles y 48 vehículos, además de 53 aeronaves, así como representación de Brasil y la OTAN. El desfile terrestre contó con unidades del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire, la Guardia Civil y la Guardia Real. Del desfile aéreo destacan los Hércules que participan en misiones internacionales en el continente africano, el P-3 Orión en misiones Eunavformed (contra la inmigración ilegal en el Mediterráneo) y Atalanta (contra la piratería en el Índico), los Eurofighter y F-18 encargados de la Defensa y Control del Espacio Aéreo de Soberanía Nacional, el Boeing 707 y los Falcon 900 que participaron en el traslado de los afectados por el virus del ébola y por el terremoto del Nepal, entre otros.
Un batallón de la Guardia Real se encargó de rendir honores. Seguidamente, Don Felipe, pasó revista a las tropas. A su término, Sus Majestades los Reyes fueron saludados al pie de la Tribuna Real por las Altas Autoridades del Estado, miembros del Gobierno, presidentes de Comunidades Autónomas presentes en el acto y autoridades de Defensa.
Han asistido al solemne acto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con su gabinete casi al completo, salvo los ministros de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y de Economía, Luis de Guindos, así como las más altas autoridades civiles y militares del Estado.
Entre ellas el presidente del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García-Escudero, y de otras instituciones como el Tribunal Constitucional, así como líderes de los partidos como el socialista, Pedro Sánchez, y la dirigente de UPyD, Rosa Díez.
También han acudido todos los presidentes autonómicos, excepto los de Cataluña, Artur Mas; del País Vasco, Iñigo Urkullu; y de Navarra, Uxue Barkos.
Nueve presidentes autonómicos se han estrenado en este acto: Cristina Cifuentes (Madrid); Emiliano García Page (Castilla-La Mancha); Ximo Puig (Valencia); Guillermo Fernández Vara (Extremadura); Pedro Antonio Sánchez (Murcia); Fernando Clavijo (Canarias); Javier Lambán (Aragón); José Ignacio Ceniceros (La Rioja); y Francina Armengol (Baleares).
También ha asistido por primera vez la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
La Familia Real llegó al acto a bordo de un Rolls y Don Felipe se ha presentado vestido de capitán general de la Armada y Doña Letizia con un vestido azul marino. Las infantas Leonor y Sofía han estado dirigidas en todo momento por su madre, que, sin disimulo, no ha querido dejar nada al azar.
Tras el acto, los asistentes se han dirigido a la recepción oficial que ofrecen los Reyes en el Palacio Real, a la que estaba prevista la asistencia de dos millares de invitados.
En el Salón del Trono, Don Felipe y Doña Letizia recibieron el saludo de los cerca de 2.000 asistentes, pertenecientes a los poderes del Estado, Secretaría General Iberoamericana, Gobierno de la Nación, altos cargos extranjeros, presidentes de Comunidades Autónomas, expresidentes del Gobierno, Cuerpo Diplomático, Congreso de los Diputados, Senado, Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Supremo, Consejo de Estado, Tribunal de Cuentas, Fiscalía General del Estado, y Defensora del Pueblo, así como del resto de los asistentes, procedentes de todas las esferas sociales de la vida pública nacional. Una vez finalizados los saludos, Sus Majestades los Reyes se dirigieron al Comedor de Gala, donde tuvo lugar la recepción.
La conmemoración de la Fiesta Nacional tiene como finalidad recordar solemnemente momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común, asumido como tal por la gran mayoría de los ciudadanos. Según recoge la Ley 18/1987, de 7 de octubre, que establece el día de la Fiesta Nacional de España en el 12 de octubre, simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos.