miércoles, 14 de enero de 2015

La belga Ingrid Sartiau niega ser hermana del español que asegura ser el primogénito de Juan Carlos

MADRID.- La ciudadana belga Ingrid Sartiau envió una carta a la Casa Real en abril de 2013 en la que aseguraba tener "serias pruebas" de que el Rey Juan Carlos es su padre y negaba ser hermana del español Alberto Solá que dice ser el primogénito.


Así lo expone la Fiscalía en el recurso, en el que solicitaba la inadmisión de ambas demandas de paternidad porque las pruebas de ADN "demuestran que no tienen el mismo padre biológico, por lo que son incompatibiles entre sí".
Un criterio que no ha compartido la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, que ha admitido únicamente a trámite la demanda de Sartiau al entender que cumple con los requisitos legales para admitirla a trámite. El artículo 767.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil obliga a presentar un "principio de prueba" que corrobore la seriedad de la demanda.
En la misiva, enviada por el despacho de abogados de Jaume Parerols en nombre de Sartiau, pone en conocimiento de la Casa Real su desvinculación "completa" con Solá y niega cualquier relación de parentesco con él ya que la prueba genética efectuada refleja que no son hermanos.
"Sartiau lamenta haber acudido a la vía judicial para solventar su filiación paterna y se vio presionada por Solá y por los medios", expone la ciudadana belga, que explica que un primer análisis arrojó un 91% de posibilidades de que fueran hermanos pero un segundo estudio concluyó que los marcadores genéticos "no eran coincidentes".
Con todo, concluye que Ingrid Sartiau sigue contando con asistencia letrada al existir "serias pruebas -que no concreta- que indican que su padre es S.M. Don JuanCarlos".
 "Esperemos que de la recepción a la presente, contesten lo antes posible sobre la filiación paterna solicitada", finaliza.
El ex jefe de Estado tiene un plazo de 20 días hábiles tras la recepción del auto de admisión para contestar a la demanda de paternidad que ha sido admitida por el Pleno de la Sala de lo Civil del Supremo. La negativa a someterse a la prueba de ADN solicitada podrá ser valorada junto al resto de indicios conforme a la doctrina jurisprudencial.
En caso de que don Juan Carlos no alcance un acuerdo con Sartiau, la ley prevé la celebración de una vista en la que el Rey podrá ausentarse y que esté presente solo su representación legal, salvo que la ciudadana belga solicite su interrogatorio y sea admitido por la Sala de lo Civil.
Esta materia viene regulada en el artículo 752 de la Ley de Enjuiciamiento Civil y su artículo 138.2, que permite que la vista sea a puerta cerrada para proteger la vida privada de las partes. En la práctica habitual, los juzgados de familia deciden que las vistas no sean públicas.
La existencia de hijos bastardos no alterara la línea  sucesoria. Pero, en caso de confirmarse,  sí introduciría alteraciones  llamativas en el árbol genealógico, no oficial, de la familia del Rey  Don Juan Carlos. De confirmarse el parentesco de los dos demandantes,  Albert Solá, que nació en 1956, sería el primer hijo de don Juan Carlos,  nacido cuando todavía era soltero. Él mismo asegura que su causa contra  el monarca es “un problema de Estado” y no tiene dudas en afirmar que  si en España no se atiende su demanda de paternidad, acudirá al Tribunal  de Estrasburgo con todas las pruebas aportadas para que la Justicia  europea decida qué hacer.

El Supremo admite una demanda de paternidad contra el Rey Juan Carlos de una ciudadana belga

MADRID.- La Sala de lo Civil del Supremo ha decidido hoy admitir a trámite una demanda de paternidad presentada contra el Rey Juan Carlos de Borbón ante este tribunal por una mujer de nacionalidad belga, Ingrid Sartieau. Tras la decisión, la Casa del Rey ha expresado su respeto a la "independencia" del Poder Judicial.

Los doce magistrados de la Sala Civil del alto tribunal se han reunido esta mañana en pleno para decidir sobre dos demandas de paternidad relativas al Rey Juan Carlos y han decidido admitir una de ellas.
Se trata de la presentada por la ciudadana belga Ingrid Sartiau, quien reclama ser hija de don Juan Carlos. Los magistrados que integran la Sala de lo Civil entienden que concurren los requisitos legales para admitir a trámite su reclamación, aunque esta decisión no supone adelantar resolución alguna sobre el fondo del asunto.
La decisión de hoy implica, eso sí, que se celebrará una vista pública en los próximos meses con toda probabilidad, la cual podrá ser o no a puerta cerrada, e incluir o no el interrogatorio al afectado.
Además, en la propia demanda se incluye una petición de prueba de ADN, prueba que la Sala deberá decidir ahora si acepta o no. El propio afectado, don Juan Carlos, podría a su vez negarse a que se le practique esa prueba de ADN.
La negativa al test ADN, de producirse, podría tener consecuencias que valoraría la sala junto a otras pruebas en función de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
De momento la primera diligencia que se va a producir es dar traslado a las partes, incluido el propio Rey, a quien se emplazará para que conteste a la demanda en un plazo de veinte días hábiles.
En caso de que se oponga a la demanda, el siguiente paso será la celebración o no de pruebas (en especial la de ADN) y, luego, un juicio ante el pleno de la Sala de lo Civil.
Don Juan Carlos podría o no estar obligado a estar presente en la vista, porque la demandante podría pedir que acudiera y fuera interrogado.
Es práctica común en los juzgados, según el artículo 138 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que por respeto a la vida privada de las partes este tipo de vistas sea a puerta cerrada.
En suma: la sala dará ahora traslado a las partes, incluido don Juan Carlos, quien aceptará o no la demanda; luego decidirá si se practican pruebas (ADN) y las llevará a cabo en su caso; y finalmente celebrará vista pública, en la que podría estar obligado a comparecer el propio Rey y de la que saldrá una resolución.
Además de la ciudadana belga Ingrid Sartiau también reclamó ser hijo del Rey el ciudadano español Alert Solá, pero en el caso de este hombre la Sala Civil del Supremo no ha admitido a trámite el asunto.
El Rey Juan Carlos es aforado ante el Supremo desde el pasado mes de julio, cuando el Parlamento aprobó la reforma legal para incluirle -solo pueden ser juzgados por este tribunal- junto a la Reina Sofía, la Reina Letizia y la Princesa de Asturias.
Las demandas fueron rechazadas por juezas de primera instancia ante la inviolabilidad de la figura del monarca establecida por la Constitución y ante el vacío legal que pretendió subsanar la reforma citada.
El presidente de la Sala de lo Civil del tribunal, Francisco Marín Castán, decidió llevar el asunto a pleno y la Sala consultó a las partes, es decir, al fiscal y a los demandantes.
El fiscal ante el Supremo se pronunció el pasado mes de noviembre en contra de que el alto tribunal admitiera a trámite las demandas, pues consideraba que no son acordes al principio de prueba que exige la Ley de Enjuiciamiento Civil para estos casos.
El artículo 767.1 de la citada norma prevé que "en ningún caso se admita la demanda sobre determinación o impugnación de la filiación si con ella no se presenta un principio de prueba de los hechos en los que se funde".
La Casa del Rey ha expresado su respeto a la "independencia" del Poder Judicial después de que el Tribunal Supremo haya admitido a trámite una de las dos demandas de paternidad presentadas contra el Rey Juan Carlos.
Un portavoz del Palacio de la Zarzuela se ha limitado a trasladar este "respeto" de la institución como único comentario tras la decisión adoptada por la Sala de lo Civil del Supremo.