MADRID.- La ciudadana belga Ingrid Sartiau envió una carta a la Casa Real en
abril de 2013 en la que aseguraba tener "serias pruebas" de que el Rey
Juan Carlos es su padre y negaba ser hermana del español Alberto Solá que
dice ser el primogénito.
Así lo expone la Fiscalía en el recurso, en el que solicitaba la
inadmisión de ambas demandas de paternidad porque las pruebas de ADN
"demuestran que no tienen el mismo padre biológico, por lo que son
incompatibiles entre sí".
Un criterio que no ha compartido la Sala de lo Civil del Tribunal
Supremo, que ha admitido únicamente a trámite la demanda de Sartiau al
entender que cumple con los requisitos legales para admitirla a trámite.
El artículo 767.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil obliga a presentar
un "principio de prueba" que corrobore la seriedad de la demanda.
En la misiva, enviada por el despacho de abogados de Jaume Parerols
en nombre de Sartiau, pone en conocimiento de la Casa Real su
desvinculación "completa" con Solá y niega cualquier relación de
parentesco con él ya que la prueba genética efectuada refleja que no son
hermanos.
"Sartiau lamenta haber acudido a la vía judicial para solventar su
filiación paterna y se vio presionada por Solá y por los medios", expone
la ciudadana belga, que explica que un primer análisis arrojó un 91% de
posibilidades de que fueran hermanos pero un segundo estudio concluyó
que los marcadores genéticos "no eran coincidentes".
Con todo, concluye que Ingrid Sartiau sigue contando con asistencia
letrada al existir "serias pruebas -que no concreta- que indican que su
padre es S.M. Don JuanCarlos".
"Esperemos que de la recepción a la
presente, contesten lo antes posible sobre la filiación paterna
solicitada", finaliza.
El ex jefe de Estado tiene un plazo de 20 días hábiles tras la
recepción del auto de admisión para contestar a la demanda de paternidad
que ha sido admitida por el Pleno de la Sala de lo Civil del Supremo.
La negativa a someterse a la prueba de ADN solicitada podrá ser valorada
junto al resto de indicios conforme a la doctrina jurisprudencial.
En caso de que don Juan Carlos no alcance un acuerdo con Sartiau, la
ley prevé la celebración de una vista en la que el Rey podrá ausentarse y
que esté presente solo su representación legal, salvo que la ciudadana
belga solicite su interrogatorio y sea admitido por la Sala de lo Civil.
Esta materia viene regulada en el artículo 752 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil y su artículo 138.2, que permite que la vista sea a
puerta cerrada para proteger la vida privada de las partes. En la
práctica habitual, los juzgados de familia deciden que las vistas no
sean públicas.
La existencia de hijos bastardos no alterara la línea sucesoria. Pero, en caso de confirmarse, sí introduciría alteraciones llamativas en el árbol genealógico, no oficial, de la familia del Rey Don Juan Carlos. De confirmarse el parentesco de los dos demandantes, Albert Solá, que nació en 1956, sería el primer hijo de don Juan Carlos, nacido cuando todavía era soltero. Él mismo asegura que su causa contra el monarca es “un problema de Estado” y no tiene dudas en afirmar que si en España no se atiende su demanda de paternidad, acudirá al Tribunal de Estrasburgo con todas las pruebas aportadas para que la Justicia europea decida qué hacer.
La existencia de hijos bastardos no alterara la línea sucesoria. Pero, en caso de confirmarse, sí introduciría alteraciones llamativas en el árbol genealógico, no oficial, de la familia del Rey Don Juan Carlos. De confirmarse el parentesco de los dos demandantes, Albert Solá, que nació en 1956, sería el primer hijo de don Juan Carlos, nacido cuando todavía era soltero. Él mismo asegura que su causa contra el monarca es “un problema de Estado” y no tiene dudas en afirmar que si en España no se atiende su demanda de paternidad, acudirá al Tribunal de Estrasburgo con todas las pruebas aportadas para que la Justicia europea decida qué hacer.
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