martes, 16 de diciembre de 2014

El Rey ya tiene las fotos oficiales con sus uniformes militares


MADRID.- Los retratos oficiales del Rey Felipe con uniforme de capitán general de los Ejércitos de Tierra y del Aire y de la Armada ya están disponibles en la página web de Patrimonio Nacional para que puedan ser descargados y exhibidos en despachos y dependencias militares.


Se trata de cuatro fotografías realizadas por el fotoperiodista Gorka Lejarcegi, en las cuales el jefe del Estado aparece con atuendos diferentes.

El primero es el uniforme de diario para actos de especial relevancia de capitán general del Ejército de Tierra; el segundo, el de capitán general de la Armada, y el tercero, el de diario, también para actos de especial relevancia, de capitán general del Ejército del Aire.

Hay una cuarta imagen en la que se puede ver a don Felipe con el uniforme de gran etiqueta de capitán general del Ejército de Tierra.

El Monarca posa con barba en estos retratos, de frente, de medio cuerpo y en posturas diferentes, pero siempre sobre un mismo fondo gris.

Así en la imagen con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, de color caqui y con un fajín rojo a la cintura, presenta los brazos extendidos hacia abajo y pegados al cuerpo.

Sin embargo, el Rey los cruza en la que lleva uniforme del Ejército del Aire, de color azul, igualmente con fajín rojo.

En los otros dos retratos oficiales, con uniforme de gran etiqueta y del Ejército del Aire, ambos azul oscuro, se ve al jefe supremo de las Fuerzas Armadas también con los brazos extendidos, pero con las manos cogidas a la altura de la cintura.

Porta en todos los casos los pasadores de las condecoraciones que le corresponden, además de varios distintivos específicos.

En el uniforme de gran etiqueta, con fajín rojo y banda azul, el Rey exhibe la Gran Cruz del Collar de Carlos II, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con Distintivo Blanco, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Naval con Distintivo Blanco y la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico con Distintivo Blanco.

En todos los casos, lleva además la venera del Toisón de Oro en la corbata, de color negro.

Estos retratos se distribuyen cuando se van a cumplir seis meses desde su proclamación, el pasado 19 de junio, tras la abdicación de su padre, el Rey Juan Carlos I.

Sustituyen a los que hasta ahora había disponibles, del fotógrafo Daniel Virgili, datados en 2010, en los que el entonces Príncipe de Asturias posaba con uniformes de teniente coronel de los Ejércitos y la Armada, siempre con la gorra bajo el brazo y los guantes en su mano izquierda.

El responsable de las nuevas fotografías castrenses de Felipe VI, Gorka Lejarcegi, es un prestigioso fotoperiodista, con larga trayectoria en el diario El País, donde trabaja desde 1990.

Nacido en Mendata (Vizcaya) en 1967, licenciado en Publicidad y Periodismo por la Universidad del País Vasco, obtuvo el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en el año 2001, y el Premio Larios de Fotografía Deportiva en 1997.

Son muchos los retratos que le han llevado a ocupar un lugar destacado entre los fotógrafos españoles.

Así destacan sus series en blanco y negro y color sobre escritores, dramaturgos, directores de cine, actores, pintores, músicos y artistas, así como una dedicada a José María Aznar durante sus ocho años al frente del Gobierno, entre 1996 y 2004.

Ha publicado varios libros, ha participado en varias exposiciones colectivas, una de ellas titulada "Felipe, 30 años creciendo en Mallorca", y tiene en su haber cuatro muestras individuales.

Lejarcegi cubrió en 2004 para El País la boda de los entonces Príncipes de Asturias, a los que dos años más tarde retrató en su residencia de La Zarzuela para un reportaje con motivo del 25 aniversario de los Premios Príncipe de Asturias.

Las imágenes castrenses del Rey se distribuyen a través de la web de Patrimonio Nacional -www.patrimonionacional.es-, de forma gratuita y en alta resolución, con indicaciones para su óptima impresión.

Se suman estas cuatro fotografías a las otras tres oficiales realizadas por Virgili, del año 2010, del Rey y la Reina en solitario y de ambos juntos.

Imperdonables olvidos de ... ABC / Jaime Peñafiel

“El rey Felipe VI restituyó en apenas medio año el prestigio y la autoridad moral de la Corona”. Pablo Sebastián, presidente de este periódico digital, escribía ayer que, según este titular en portada del periódico ABC, se deduce que el rey Juan Carlos ha sido el causante del “desprestigio y falta de autoridad moral de la Corona” y que por ello se vio obligado a abdicar en favor de su hijo quien “en solo seis meses ha salvado a la Institución”.

¡Ay! que mala memoria tiene el periódico monárquico y qué injusto es con esa actitud tan cortesana. Hoy por hoy, quien ha salvado a la Monarquía, no una sino varias veces a lo largo de su reinado, ha sido el buen rey Juan Carlos I.

Sin contar el 23F que mejor es no tocarlo, lo ha hecho evitando dos grandes frivolidades, dos grandes irresponsabilidades y dos grandes errores del entonces Príncipe, que, gracias a la actuación de su padre, es hoy el Jefe del Estado español de una Monarquía, digamos que estable aunque sin grandes adhesiones ni entusiasmos.

¿Es necesario recordar aquí la mayor polémica mediática desatada a causa de los amores del príncipe Felipe con la modelo noruega de ropa interior Eva Sannum? Nunca se habían producido en España debates tan enconados sobre la idoneidad de la joven como futura esposa. La presión sobre la Casa Real se redobló, generando, incluso, una división entre políticos, constitucionalistas, historiadores y prensa. Y todo dios sobre los obstáculos legales, éticos y morales en el capricho amoroso del heredero.

El ilustre abogado Jorge Trías Sagnier llegó a escribir en El Mundo que “el posible matrimonio del príncipe de Asturias es un hecho que afecta a la estabilidad política de la nación”.

Mientras tanto, el Rey que conocía todo lo que estaba pasando, no se atrevía a decirle nada al Príncipe. Posiblemente reconocía que no tenía fuerza moral. A lo peor, como padre no podía pero sí como Rey. Prefirió acudir a una persona de gran prestigio para que intentara convencer a Felipe de la locura que iba a hacer: Gregorio Peces Barba, presidente que fue del Congreso, desde 1982 a 1986, y uno de los siete padres de la Constitución. “¿Podrías darle algún que otro consejo para que deje a esa novia noruega? A lo mejor, contigo funciona”, le dijo Su Majestad.

No sirvió para nada. El Príncipe estaba tan enganchado, que incluso, tuvo la insolencia de tutearle. Lo que al señor Peces Barba le molestó y mucho.

Lo de Felipe y Eva era tan serio que, incluso, exigió se aceleraran las obras del pabellón en el que hoy vive e involucró mucho a la noruega en la decoración.

Hasta que el Rey dijo ¡basta!, obligando a Felipe, a través del Jefe de su Casa, Fernando Almansa, a renunciar a la mujer que amaba. ¿Por razones de Estado? Y por salvar la Monarquía. Felipe nunca se lo perdonó. Tampoco al vizconde del Castillo de Almansa.

Peor que lo de Eva Sannum fue lo de Letizia. Había sucesos en su biografía tan graves y delicados que Felipe le advirtió mejor no lo supieran sus padres, los reyes, porque la boda sería imposible. A pesar de ello, don Juan Carlos se vio obligado a actuar de bombero cortafuegos no solo en España sino en Méjico.

“Mi hijo, con esta boda, se va a cargar la Monarquía”, le contestó entristecido a un amigo horas antes de hacerse público el comunicado oficial del compromiso. Sin pasar ni por el Parlamento ni por el Senado. Como hecho consumado. Para evitar otra polémica como la desatada con Eva Sannum. En este caso, hubiera sido peor. Porque su vida nada que ver con la de la noruega, que nunca estuvo casada y, por tanto, divorciada. Amén de ser nieta de un taxista.

Gracias a las gestiones del buen Rey a todos los niveles, Felipe y Letizia se pudieron casar, evitando una crisis institucional. “Esto es lo que hay. O lo aceptáis o lo dejo todo. “Fue el ultimátum irresponsable de Felipe. ¿Qué hace un padre cuando un hijo o hija se empecinan con casarse no con quien deben sino con quien quieren? Por lo tanto, el titular de ABC me parece gratuito e injusto para don Juan Carlos y muy cortesano para Felipe.

Que esta actitud no impida la objetividad informativa, seña de identidad del periódico monárquico.

Don Juan Carlos defiende la colaboración entre España e Italia

MADRID.- El Rey Juan Carlos ha defendido hoy la colaboración entre España e Italia para conquistar juntos "un futuro esperanzador" ante los "grandes retos" de la recuperación económica, la creación de empleo y la mayor integración del continente europeo.

Así se ha pronunciado don Juan Carlos tras recibir en la embajada de Italia en Madrid el Premio Tiepolo, en una edición especial por el centenario de la Cámara de Comercio e Industria italiana para España (CCIS), en la que esta institución ha querido reconocer su "importante papel en la Transición española" y "su compromiso en el fomento de las relaciones bilaterales en sus 39 años de reinado".

Ante más de un centenar de representantes políticos, empresariales, diplomáticos y de medios de comunicación de ambos países, el Rey Juan Carlos ha subrayado: "Sobre todo, lo que nos une hoy a italianos y españoles son principios e intereses compartidos, así como un futuro esperanzador que juntos queremos conquistar en beneficio de nuestras sociedades".

"Italia y España trabajan solidariamente ante los grandes retos que, con nuestros socios europeos, afrontamos con determinación", ha añadido, en alusión al empleo, la recuperación económica y la integración europea, antes de recalcar que a su hijo, el Rey Felipe, le corresponde ahora la "honrosa misión" de fortalecer la relación bilateral, "con la mira puesta en el interés de las dos sociedades".

Un prolongado aplauso de los asistentes, puestos en pie, ha precedido y seguido a las palabras de don Juan Carlos, visiblemente emocionado por este homenaje, en el que han intervenido el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, el embajador italiano en España, Pietro Sebastiani, y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, así como el presidente de la CCIS, Marco Pizzi.

El homenajeado ha leído casi la mitad de su discurso en italiano, idioma en el que ha recordado susvínculos personales con Italia desde su nacimiento en Roma, ha destacado los lazos políticos, culturales, económicos y humanos que unen a las dos naciones y ha expresado "admiración y respeto" por la figura del presidente de Italia, Giorgio Napolitano, a quien ha definido como un gran amigo.

El jefe de Estado italiano colabora con él y con el presidente portugués en Cotec Europa, una institución dedicada al fomento de la innovación y la tecnología en el mundo empresarial de los tres países mediante la colaboración con las Administraciones y las instituciones académicas, que surgió a partir de una iniciativa del Rey.

Don Juan Carlos también ha tenido un recuerdo para Giovanni Battista Tiepolo, el pintor veneciano que llegó a España llamado por el Rey Carlos III y cuya obra "Apoteosis de la Monarquía Española", que preside el Salón del Trono del Palacio Real, "ha sido testigo de los grandes acontecimientos de la Historia de España en los últimos 250 años" y simboliza la "profunda relación" entre los dos países.

El ministro García-Margallo ha elogiado a don Juan Carlos por haber permitido a los españoles "disfrutar de cuarenta años de paz, libertad y prosperidad", en los que, "a pesar de todas las dificultades", el esfuerzo "ha merecido la pena", y ha proclamado: "Hablar de este reinado es hablar de los mejores años de nuestra vida".

Tras reflexionar sobre los desacuerdos entre españoles vividos en esta etapa, que, según ha argumentado, sólo son rechazables si no rompen la convivencia, el titular de Exteriores ha obsequiado al homenajeado con un libro sobre la Marca España mientras ensalzaba su contribución a la difusión de los valores que representa.

También la alcaldesa ha alabado la "magna obra política" de don Juan Carlos, a quien ha reafirmado su "afecto y lealtad" y de quien ha valorado cómo llevó a cabo una "impecable sucesión en la Corona", mientras que el embajador Sebastiani le ha descrito como "una figura extraordinaria de la Historia Contemporánea de Europa" y le ha trasladado "afectuosos saludos" de Napolitano.

Del mismo modo, Pizzi ha destacado su "cercanía y cariño por Italia, siempre correspondidos por los italianos", y su continuo esfuerzo por estrechar los lazos bilaterales, antes de recordar la importancia de los intercambios comerciales entre ambas naciones -más de 33.000 millones de euros al año- y del volumen global de inversiones mutuas: 35.000 millones en los últimos diez años.

El máximo responsable de CEOE, Juan Rosell, y los presidentes de Telefónica, César Alierta, y Endesa, Borja Prado, figuraban entre los empresarios presentes en esta ceremonia, a la que ha asistido asimismo el nuncio del Vaticano, Renzo Fratini, decano del cuerpo diplomático acreditado en España.