jueves, 9 de octubre de 2014

Doña Leonor se une a sus padres en el museo de cera de Madrid

MADRID.- La princesa de Asturias, Leonor de Borbón, cuenta desde ya con su escultura en el denominado Salón Real del Museo de cera de Madrid, lugar que comparte con sus padres, el rey Felipe VI y la reina Letizia, cuya representación existente ha sido actualizada. 

El Rey viste ahora uniforme de gran etiqueta de capitán general del Ejército de Tierra con faja, banda y gran placa de Carlos III, miniatura del Toisón de Oro y las cruces de los tres ejércitos, según han indicado fuentes del museo en un comunicado.
Por su parte, las esculturas de la Reina y la princesa de Asturias están vestidas con una reproducción del vestido que Felipe Varela realizó a doña Letizia para la proclamación del príncipe Felipe como Rey, y Leonor de Borbón, con el diseño de Nieves García y Teresa Fernández, para el mismo acto oficial.
De este modo, las tres esculturas reflejan el momento de la proclamación del príncipe Felipe como rey de España el pasado 19 de junio, tras la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos.
Las esculturas del rey Juan Carlos, apoyado sobre un bastón, y la reina Sofía siguen estando presentes en el Salón Real del Museo de cera , aunque ya no lo presiden.

La Casa Real no abdica de la reverencia / Jaime Peñafiel

Hace tiempo que vengo criticando las reverencias a la Familia Real, tanto en las audiencias como en las recepciones. No entiendo que una fórmula de protocolo tan humillante para quien la hace e, incluso, para quien la recibe, se siga manteniendo.

Pensaba que con la abdicación de don Juan Carlos y el advenimiento del sucesor en la Jefatura del Estado, esta fórmula, que no se contempla en el protocolo, se suprimiría, como gesto de modernidad. Va a ser que no.

Como escribía en El Mundo mi estimada compañera Carmen Remírez de Ganuza “desde la Casa del Rey se cuidan mucho los símbolos dinásticos y no se abdica en absoluto de la reverencia”.

Nunca entenderé que la nieta de un taxista permitiera que una duquesa de Alba se le arrodillara. Quien dice Cayetana dice cualquier dama de la alta o baja sociedad de la que ella procede, o de antiguas compañeras de profesión, afortunadamente no todas.

Sé que a  muchas o a algunas señoras les agrada hacer el “plongeon”. Como prueba y demostración de que han saludado a una reina aunque sea consorte. Pienso que antes de acudir a Palacio, lo han ensayado una y mil veces ante el espejo.

Lo peor, es que Letizia parece disfrutar tanto como ellas viéndolas arrodilladas. Nunca se le ha visto un gesto que lo impidiera.

Siempre habrá quien diga que ella también se lo hacía a sus suegros. La primera vez que la vi, casi arrodillada ante el rey, fue a la salida del tanatorio, el día de la muerte de su hermana Erica. Sería bueno que los lectores supieran que durante la ceremonia fúnebre, el rey había sido insultado. “Quizá pidiendo disculpas por la escena, protagonizada minutos antes por Antonio Vigo, el excompañero de la fallecida, Letizia se arrodilló ante don Juan Carlos, en presencia de decenas de fotógrafos”, según cuenta el primo David Rocasolano en su polémico libro. Fue la primera y única vez que la he visto realizar tan acusada reverencia.

Resulta curioso que sean las señoras del PP, hay honrosas excepciones, las que gustan de las reverencias mientras las de la izquierda se limitan a un respetuoso saludo. Que es lo correcto. Lo otro, un ridículo y humillante servilismo, más propio de monarquías absolutistas. Como la de Tailandia, en la que hay que dirigirse al rey de rodillas. Incluso los generales. O besándole la mano al sátrapa de Marruecos.

¡Desterremos de una puñetera vez esta cortesana costumbre! , tan humillante , sobre todo, para quien la realiza.