lunes, 14 de julio de 2014

Mohamed VI recibe en compañía de su familia a los Reyes de España en Rabat

RABAT.- Los Reyes de España han sido recibidos con honores militares a su llegada este lunes a Rabat, donde iniciaron una visita oficial de 48 horas en la que fueron agasajados con un iftar en su honor, la única comida del día con la que los musulmanes rompen el ayuno durante el mes de Ramadán.

   Las visitas de jefes de Estado y de Gobierno no son habituales en Ramadán, cuando se paraliza la actividad del país. Los marroquíes consideran por tanto una muestra de cercanía y amistad recibir a los Reyes justamente en estas fechas.
   Aunque el recibimiento oficial ha sido en los exteriores del Palacio Real, Mohamed VI se ha desplazado junto a su esposa, Lalla Salma, su hermano, Mulay Rachid, y sus hermanas Lalla Asma, Lalla Hasna y Lalla Meriem al aeropuerto de Rabat para recibir a Don Felipe y Doña Letizia, que han bajado cogidos del brazo las escalerillas del avión de la Fuerza Aérea Española que les ha trasladado al reino alauí.
   En la misma pista del aeropuerto, los dos monarcas se han saludado dándose dos besos en las mejillas y han ido conversando según caminaban por la alfombra roja hasta el Pabellón de Autoridades del aeródromo.
   Desde allí, Felipe VI y el monarca alauí han viajado en el mismo coche hasta el Palacio Real, seguidos por un segundo vehículo en el que iban la Reina Doña Letizia y la Princesa Lalla Salma, escoltados ambos por una unidad de la Guardia Real a caballo.
   En la Plaza Mechouar, en los exteriores del palacio y engalanada con banderas de los dos países, la banda de música de la Guardia Real ha interpretado los himnos nacionales de España y Marruecos, mientras se disparaban salvas de honor. A la tarima desde la que han escuchado los himnos se han subido los dos monarcas, la Reina Letizia y el Príncipe Mulay Rachid. La esposa de Mohamed VI ha permanecido fuera de la tarima, junto a los hermanos del Rey.
   A continuación, Don Felipe y Mohamed VI han pasado revista a la formación de la Guardia Real antes de que el monarca alauí fuera presentando al Rey a casi un centenar de autoridades colocadas en línea, empezando por los miembros del Gobierno, parlamentarios de las dos Cámaras, representantes del cuerpo diplomático acreditados en Marruecos y de la cúpula militar, todos ellos invitados al iftar.
   El objetivo principal de este viaje de presentación de los Reyes de España a Marruecos es mostrar la voluntad que existe por ambas partes de mantener una relación tan estrecha como la que se tuvo bajo el reinado del Rey Juan Carlos. En palabras del embajador español en Rabat, José de Carvajal, Felipe VI está "deseoso" de mantener las relaciones "excelentes" que tuvo su padre, Juan Carlos I, primero con Hassan II y después con Mohamed VI.
En el Palacio Real, Felipe VI mantuvo con el monarca alauí su primera entrevista formal, después de la conversación que ambos mantuvieron el sábado pasado con motivo del derrumbe de unos edificios en Casablanca, que ha dejado un balance de al menos 15 muertos. Sin llegar a la complicidad que tienen Juan Carlos I y Mohamed VI, Felipe VI conoce al monarca alauí, con el que tiene una buena interlocución. La última vez que tuvieron ocasión de reunirse fue con motivo de los actos de celebración de la nueva Constitución tunecina, en febrero pasado.
   En su reunión de hoy no abordaron en detalle ningún tema de la relación bilateral, aunque se da por hecho que Felipe VI agradeció a su interlocutor la colaboración que el país vecino presta en la lucha contra la inmigración irregular, el tráfico de drogas, el crimen organizado y el terrorismo yihadista, aspectos en los que la cooperación entre ambos países es muy intensa, según fuentes diplomáticas españolas.
   La visita de los Reyes coincide con el aumento al máximo de la alerta por riesgo de atentado terrorista en el reino alauí, como consecuencia de la amenaza que representan combatientes que han ido a luchar a Siria e Irak. No obstante, no se observa en las calles una presencia policial mayor que en otras ocasiones en las que se han producido visitas de altas autoridades extranjeras,
   El Ejecutivo español espera que, coincidiendo con la presencia de Felipe VI en Rabat, Marruecos anuncie de forma inminente la ratificación del acuerdo de pesca renegociado entre el reino alauí y la UE. Según las informaciones de las que dispone el Gobierno de Rajoy, Mohamed VI tenía intención de firmar el convenio el sábado pasado, cumpliendo así con el último trámite que quedada pendiente para que el acuerdo entre en vigor.
   Los buques europeos obtienen con el acuerdo 126 licencias, de las que un centenar serán para españoles, sobre todo andaluces y canarios, y beneficiará a cerca de 1.500 tripulantes, de los que 500 serían marroquíes. Supone además un aumento del 33 por ciento de las posibilidades de pesca para la flota comunitaria con respecto al régimen anterior, a cambio de una contrapartida financiera para Marruecos de 40 millones anuales durante los próximos cuatro años.
   Para el Gobierno español esta visita de Felipe VI tiene más de "continuidad" en lo que a las relaciones entre las dos monarquías se refiere que de comienzo de una nueva etapa, subrayan las mismas fuentes. No obstante, aunque en Marruecos se valora a Felipe VI, él no es tan conocido aquí como su padre.
   Desde la llegada del Ejecutivo de Mariano Rajoy, la relación entre España y Marruecos pasa por una especie de luna de miel. Lejos quedaron las manifestaciones contra el PP que promovió el anterior Gobierno marroquí liderado por el nacionalista Istiqlal, motivadas por la postura crítica que mantuvieron los 'populares' tras el desalojo del campamento de protesta saharaui a finales de 2010, meses antes de que estallaran las revoluciones de la primavera árabe en Túnez, Libia y Egipto.
   En la primera cumbre bilateral con Marruecos presidida por Rajoy, ya en 2012, se escenificó la voluntad que existe por ambas partes de aparcar los contenciosos tradicionales (Ceuta y Melilla, de un lado, y el Sáhara Occidental, del otro)  en aras de la cooperación en materia de seguridad pero también en lo económico.
   En este último aspecto los lazos se han profundizado y desde 2012 España es el primer proveedor de Marruecos, desbancando por vez primera a Francia. En el reino alauí hay unas 800 empresas españolas implantadas, aunque ascienden a 20.000 las que exportan al país vecino.
   En los próximos meses, y de cara a la celebración de la cumbre bilateral entre los dos Gobiernos, para la que aún no hay fecha, ambas partes quieren poner en valor la cooperación en materia de educación y cultura. 
En este sentido, se está trabajando en un acuerdo para la puesta en marcha en Marruecos de un bachillerato internacional impartido en español. Marruecos es el país del mundo donde más colegios españoles hay, en los que estudian unos 5.000 alumnos, sin contar los que aprenden castellano en los seis Institutos Cervantes que hay por todo el país.

Unos 300 invitados acuden al desayuno de Ramadán ofrecido por Mohamed VI a los Reyes de España

RABAT.- Unos 300 invitados han acudido esta tarde noche al 'iftar' --única comida con la que los musulmanes rompen el ayuno en el mes del Ramadán-- que ha ofrecido el monarca alauí, Mohamed VI, en honor de los Reyes de España en el Palacio Real de Rabat.

   Consejeros reales, miembros del Gobierno, parlamentarios de las dos Cámaras, la cúpula militar y representantes del cuerpo diplomático acreditado en Marruecos figuraban entre los invitados, repartidos en mesas de unas ocho personas colocadas rodeando el estanque del patio del palacio.
Mohamed VI se ha vestido para la cena con la indumentaria tradicional marroquí, esto es la chilaba blanca, casquete rojo en la cabeza (tarbush) y babuchas en los pies, mientras que su mujer, la Princesa Lalla Salma, llevaba un vestido largo blanco con pedrería. La pareja ha salido a recibir a los Reyes a la entrada del patio del palacio, donde les ha dejado un Mercedes de época.
   Doña Letizia ha elegido para la ocasión una camisa blanca y una falda larga brocada en tonos blanco y plata, mientras que Felipe VI llevaba un traje oscuro con corbata verde. Los dos monarcas han estado sentados uno al lado del otro en la mesa presidencial. Doña Letizia, entre Mohamed VI y su hermano, Mulay Rachid. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, también estaba sentado en la mesa presidencial, entre dos hermanas del monarca alauí.
   Han degustado un menú típico del 'iftar', que arranca con la sopa harira, que lleva carne, tomates y garbanzos y se sirve acompañada de dátiles y continúa con diversos platos dulces y salados donde no pueden faltar las tradicionales empanadillas (briouat). 
Salvo la mesa presidencial, el resto de los invitados ha degustado una cena tipo buffet en la que había gran cantidad de zumos y leben, suero de leche con un sabor agrio muy apreciado por las tribus bereberes.
   Entre los invitados también se ha visto al explorador Antonio José "Kitín" Muñoz y Valcárcel, acompañado de su mujer, Kalina de Bulgaria, hija de Simeón de Bulgaria, y con la que reside en Marruecos.

El Rey de Marruecos anuncia a Felipe VI que ha ratificado el acuerdo de pesca con la Unión Europea

RABAT/MADRID.- El Rey de Marruecos Mohamed VI ha comunicado al Rey Felipe VI que ha ratificado el acuerdo de pesca con la Unión Europea, un anuncio que ha sido acogido satisfactoriamente por el monarca español y que permite la vuelta de los pescadores españoles a aguas marroquíes.

Mahomed VI ha querido transmitir personalmente este anuncio al Rey español y ha aprovechado para ello la primera entrevista formal que han mantenido ambos desde la coronación de Felipe VI el pasado 19 de junio.
Un primer encuentro que ha tenido lugar en el Palacio Real de Rabat en el marco de una visita oficial de dos días que los Reyes españoles realizan a Marruecos y que se ha prolongado durante unos treinta minutos, según ha informado en Madrid un portavoz del Palacio de La Zarzuela.
El Rey Felipe VI ha agradecido al monarca alauí la deferencia que ha tenido con él al anunciarle personalmente la ratificación del acuerdo de pesca con la UE y se ha felicitado de esta noticia de gran importancia para los intereses de los pescadores españoles.
El acuerdo de pesca con la UE, que fue aprobado por la Eurocámara el pasado diciembre, estaba únicamente pendiente de la firma del Rey Mohamed VI para su entrada en vigor.
El último acuerdo pesquero con Marruecos concluyó en diciembre de 2011 tras el veto de la Eurocámara. Tras un largo y complejo proceso de negociaciones, un nuevo protocolo fue aprobado por el Parlamento y los Veintiocho y firmado en 2013. Pero su entrada en vigor se ha visto retrasada hasta ahora por la falta de ratificación por parte de Rabat.
Los buques europeos obtienen con el acuerdo 126 licencias, de las que un centenar serán para españoles, sobre todo andaluces y canarios, y beneficiará a cerca de 1.500 tripulantes, de los que 500 serían marroquíes.
Además supone un incremento del 33 % de las posibilidades de pesca para la flota comunitaria --once Estados miembros pescan en la zona-- con respecto al régimen anterior, a cambio de una contrapartida financiera de 40 millones anuales durante los próximos cuatro años.
El encuentro entre ambos monarcas también ha servido para constatar las excelentes relaciones bilaterales entre ambos países y, en este sentido, han coincidido en subrayar el compromiso por ambas partes para continuar por esta senda.
Así, tras repasar aspectos que afectan a las relaciones bitaterales, Mohamed VI y Felipe VI han manifestado la voluntad que existe por ambas partes para impulsar todos los proyectos de cooperación que hay en marcha en ambos países.
Felipe VI ha estado acompañado en este encuentro por el resto de la delegación española encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, el jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín, y el embajador de España en Marruecos, José de Carvajal.
Previamente al inicio de la reunión entre ambos monarcas, el Rey marroquí ha impuesto a Felipe VI el Wissam Al Mohammadi, la más alta condecoración del reino alauí. Un acto homaneje que ha tenido lugar en presidencia de la familia real del reino alauí --la esposa de Mohamed VI, Lalla Salma, su hermano, Mulay Rachid, y sus hermanas Lalla Asma, Lalla Hasna y Lalla Meriem-- y de la delegación española.
Los Reyes de España han sido recibidos con honores militares a su llegada este lunes a Rabat y serán agasajados esta tarde noche con un iftar en su honor, la única comida del día con la que los musulmanes rompen el ayuno durante el mes de Ramadán.
Las visitas de jefes de Estado y de Gobierno no son habituales en Ramadán, cuando se paraliza la actividad del país. Los marroquíes consideran por tanto una muestra de cercanía y amistad recibir a los Reyes justamente en estas fechas.
El objetivo principal de este viaje de presentación de los Reyes de España a Marruecos es mostrar la voluntad que existe por ambas partes de mantener una relación tan estrecha como la que se tuvo bajo el reinado del Rey Juan Carlos.

La “preparación” de Felipe en el viaje a Marruecos / Jaime Peñafiel

Desde mucho antes de convertirse en el Jefe del Estado, en sustitución de su padre, el buen rey Juan Carlos I, el único elogio repetido hasta la saciedad y, a veces, gratuitamente, es que el príncipe Felipe era el heredero mejor preparado de todas las monarquías europeas.

Los nuevos monárquicos aventan, indiscriminadamente, un mensaje a jornada completa: Felipe VI está muy preparado. Cualquiera de estos a quienes preguntas, se descuelgan siempre con ese estribillo. No se detienen a pensar que la preparación del nuevo Jefe del Estado es estar preparado. “Sin recaudar por ello aplauso”, escribía hace unos días el columnista de El Mundo, Antonio Lucas.

A propósito de tan cacareada cuestión, el profesor Carlos Berzosa, catedrático de Estructura Económica y, durante catorce años, rector de la Universidad Complutense de Madrid, piensa que la preparación es solo un dato adicional. De ser rey, debe haber , sobre todo, mucha intuición.

La visita oficial que está realizando al reino de Marruecos, será la piedra de toque de tan manida preparación. Para empezar, el corresponsal de El País en Rabat, ya anticipaba en una crónica que “los temas delicados se aparcarán en este viaje”. Normal.

A don Juan Carlos le bastaba con llamar a su “hermano” Hassan y hoy a su “sobrino” Mohamed para que un problema se solucionara o se distendiera. Era tal la sintonía con el actual soberano alauita que, incluso, compartió pañuelo para secarse las lágrimas cuando le visitó con motivo de la muerte de su padre, Hassan.

La visita de hoy solo tiene un fin: presentarse ante el soberano marroquí como vecino que es. Aunque no se trata del primer encuentro. Como príncipe heredero ya viajó a Rabat en 2009. En aquella ocasión, quien le recibió en el aeropuerto fue el príncipe Muley Rachid, hermano de Mohamed VI. Hoy, ha sido éste quien le ha dado la bienvenida con toda la parafernalia de la corte.

Con respecto a la consorte marroquí, que aquí no es reina sino princesa, Letizia se encontrará con una joven que, al igual que ella, “tuvo que hacerse un hueco en un entorno muy cerrado, donde las únicas figuras femeninas públicas eran las hermanas del rey”. Con su inteligencia y sentido común, ha logrado no solo ser aceptada sino admirada, en un país donde la mujer, aunque sea la esposa del rey, no está en igualdad de condiciones y tratamiento con el resto no de ciudadanos sino de súbditos.

Durante un viaje oficial de los Reyes de España a Marruecos, en el trascurso de un besamanos, doña Sofía “obligó” a los funcionarios a saludar a la princesa Lalla Salma que le acompañaba. Posiblemente, el protocolo no lo contemplaba.

Resulta curioso recordar hoy que la madre de Mohamed VI, Lalla Latifa, a la muerte de su esposo, Hassan II, abandonó Marruecos para vivir en París con el jefe de las escoltas del rey, Mohamed Madyuri, con quien parece haberse casado.

Ello me recuerda a la reina María Cristina, quien al enviudar de su esposo, el impresentable Fernando VII, contrajo matrimonio, tres meses después, con el guardia de Corp de su escolta, Agustín Fernando Muñoz, con quien tuvo, nada menos, que ocho hijos, frente a dos hijas con el rey.