miércoles, 18 de junio de 2014

Comenzó el reinado de Felipe VI a las cero horas de hoy


MADRID.- El Rey Felipe VI ha iniciado su reinado a las 00.00 horas de este jueves, Día del Corpus, que es cuando se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la ley de abdicación de Don Juan Carlos, que ha entrado inmediatamente en vigor.

   Su proclamación como monarca --en España no se corona ni entroniza al Rey, sino que se le toma juramento y se le proclama-- tendrá lugar a partir de las 10.30 horas en una sesión solemne de las Cortes Generales en el Congreso de los Diputados. El Rey Don Juan Carlos seguirá el acto por televisión desde el Palacio de la Zarzuela.
   La primera jornada de Felipe VI como jefe del Estado español arrancará un poco antes en el Palacio de la Zarzuela. A las 9.30 horas, el Rey Don Juan Carlos impondrá a su hijo en el Salón de Audiencias el fajín de Capitán General, pues desde esa medianoche el nuevo monarca será también jefe supremo de las Fuerzas Armadas.
   Desde Zarzuela, los nuevos Reyes, Don Felipe y Doña Letizia, saldrán hacia el Congreso de los Diputados junto con sus hijas, la Princesa de Asturias, Doña Leonor, y la Infanta Doña Sofía. Eso sí, en coches separados, pues el Rey y la Heredera de la Corona deberán evitar, por motivos de seguridad, viajar en el mismo medio de transporte.
   Don Juan Carlos no presenciará en el Congreso la proclamación de su hijo. Ha tomado la decisión personal de ausentarse para no robar protagonismo ni a Felipe VI ni al Parlamento, ha explicado un portavoz de la Casa del Rey.
   No obstante, Don Juan Carlos, que seguirá teniendo el tratamiento de Rey y formará parte de la nueva Familia Real, se reunirá de nuevo con su hijo tras la proclamación para saludar a los ciudadanos desde el balcón central del Palacio Real, antes de que los nuevos monarcas ofrezcan su primera recepción a unos 2.000 representantes de todos los sectores de la sociedad española.
   Todos los presidentes autonómicos han confirmado su asistencia a la sesión de proclamación, incluido el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que ha adelantado su regreso de un viaje oficial a California, y el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu. Quienes se ausentarán del Hemiciclo serán los parlamentarios de la Izquierda Plural, Amaiur, ERC, Compromís, GeroaBai y el BNG.
Felipe VI llegará al Congreso vestido con el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra. Será recibido por vez primera con los honores militares que le corresponden como jefe del Estado y, tras jurar lealtad a la Constitución española, ofrecerá un discurso de fondo en el que esbozará las ideas con las que estrenará su reinado.
   Finalizado el acto de proclamación, los nuevos Reyes recorrerán en coche el centro de Madrid en dirección al Palacio Real. Pasarán por el Paseo del Prado, la calle Alcalá, Gran Vía y Plaza de España antes de llegar a la Plaza de Oriente.
   La nueva Familia Real, compuesta por los Reyes Don Juan Carlos, Doña Sofía, Don Felipe y Doña Letizia, junto a la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía, saldrán a saludar a los ciudadanos que se hayan acercado a la Plaza de Oriente.
   Luego, Don Felipe y Doña Letizia saludarán uno a uno a sus 2.000 invitados en la recepción, donde se darán cita políticos, empresarios, representantes de los sindicatos, personajes del mundo del deporte y de la cultura y periodistas, entre otros.
   Felipe VI va a utilizar "con intensidad" los meses de julio y agosto para hacer viajes de presentación por la geografía española y el extranjero. La Casa del Rey tan solo ha adelantado que entre sus primeros desplazamientos al extranjero estarán previsiblemente los países vecinos (Marruecos, Francia y Portugal) y los actos de conmemoración del centenario de la Primera Guerra Mundial en agosto en Lieja (Bélgica).
   También se da por hecho que relevará al actual jefe de la Casa del Rey, el veterano diplomático Rafael Spottorno, para situar en su lugar al abogado del Estado Jaime Alfonsín, quien ha sido su mano derecha en Zarzuela estos últimos 20 años.
   En manos de Felipe VI estará también decidir qué papel asigna a sus padres, los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, y que retribución económica tendrán, pues, según la Constitución española, el jefe del Estado distribuye libremente la partida que los Presupuestos Generales del Estado reservan al Rey para el sostenimiento de su familia y Casa.
   En Zarzuela se apunta que tanto al nuevo Rey como al Gobierno quizás les interese aprovechar la amplia agenda de contactos internacionales de Don Juan Carlos para encargarle alguna gestión en este ámbito. En toda caso, las funciones de Don Juan Carlos y Doña Sofía se irán viendo en el día a día y se descarta regularlas en ningún tipo de norma.

Jefe del Ejército

El Rey don Juan Carlos impondrá esta mañana a su hijo, el nuevo monarca Felipe VI, el fajín de capitán general de las Fuerzas Armadas, pasándole así el testigo de jefe supremo de los Ejércitos, condición inherente al cargo de Rey, tal y como establece el artículo 62 de la Constitución.
Este acto está programado a las 9.30 horas en el Palacio de la Zarzuela y será el primero del día de la proclamación de Felipe VI como Rey de España. Con él, el nuevo monarca completará el uniforme militar que llevará durante todo el día.
El uniforme, de gran etiqueta del Ejército de Tierra, consta de una guerrera azul con tirilla y puños blancos, pantalón azul, zapatos y calcetines negros, guantes blancos, gorra de plato azul y condecoraciones, además del fajín de capitán general.
El fajín es una prenda que sólo llevan los generales en sus uniformes y se imponen en las ceremonias de ascenso. Este tipo de actos suelen ser muy sencillos y en ellos se invita normalmente a compañeros y familiares del militar ascendido a general.
Estas ceremonias comienzan con la lectura de la orden de ascenso y, después, el padrino del nuevo general, en este caso el Rey don Juan Carlos, puede tomar la palabra si lo desea. Una vez impuesto el fajín el homenajeado pronuncia un pequeño discurso, en el que habitualmente hace un repaso de su vida como militar y agradece el apoyo de compañeros y amigos.
Los fajines que llevan en sus uniformes los generales de las Fuerzas Armadas son todos iguales y lo que les distingue son los entorchados. El capitán general es el único que lleva cinco entorchados.
De este modo, sólo Juan Carlos I y Felipe VI han llevado en sus uniformes un fajín con cinco entorchados, a excepción del exministro de Defensa Manuel Gutiérrez Mellado, a quien a principios de los noventa se le concedió el título honorífico de capitán general y, por tanto, también pudo tener un fajín de estas características.
Las primeras noticias que existen del uso de las bandas y fajas utilizadas por el Ejército español se remontan a la época de las guerras de Italia, en el siglo XVI, si bien su representación iconográfica que llega hasta nuestros días se recoge de grabados, cuadros y documentos pertenecientes al reinado de Felipe IV.
Con la llegada del siglo XIX, concretamente en 1815, se reguló el uso de las fajas de generales, determinando la forma de las borlas, que casi sin variaciones ha llegado hasta hoy en día. Unos años después, en 1844, se suprimió el uso de las fajas de cualquier tipo que no fueran las de general o de Estado Mayor.
La legislación más reciente sobre este aspecto de la uniformidad militar es una orden ministerial del 14 de marzo de 1985, cuando se suprimió la faja para media gala, y otra del 12 de diciembre de 1989, que disponía que la faja fuese única para gala y diario, de punto de seda encarnada, con borlas de hilo de oro, flecos de seda roja y entorchados de empleo.

El rey Juan Carlos I cede la corona al inminente Felipe VI y pone fín así a su reinado de 39 años


MADRID.- El Rey don Juan Carlos ha firmado esta tarde la ley orgánica que hará efectiva a medianoche su abdicación, en una solemne ceremonia celebrada en el Salón de Columnas del Palacio Real, de Madrid, ante su hijo, el futuro Rey Felipe VI, y unos 150 representantes de las instituciones del Estado.

El Rey ha dado un efusivo abrazo y ha cedido a su hijo, el Príncipe de Asturias, su sitio en la presidencia de la ceremonia de sanción de su abdicación, como símbolo del traspaso en la Corona de España.
La ley de abdicación entrará en vigor esta misma medianoche, por lo que Felipe VI llegará siendo Rey al Congreso de los Diputados en la mañana del día 19, cuando tendrá lugar la ceremonia de proclamación del nuevo monarca en una sesión solemne de las Cortes Generales.
Unos 170 representantes institucionales ha presenciado en primera línea el acto de firma de la ley de abdicación por Juan Carlos I.
El escenario elegido para este hecho histórico ha sido el Salón de Columnas del palacio. Se trata de la misma estancia donde se instaló la capilla ardiente del general Franco y, ya en democracia, donde se firmó el acta de adhesión de España a las Comunidades Europeas en 1985 o se celebró la conferencia de paz entre israelíes y palestinos en 1991.
A la llegada de don Juan Carlos, una compañía de la Guardia Real le ha rendido honores con escuadra de gastadores, unidad de música, bandera y tres secciones. Asimismo, se le han rendido honores con salvas de ordenanzas (21 cañonazos) e himno nacional.
De la Familia Real, han estado presentes los Príncipes de Asturias y futuros monarcas, sus hijas las Infantas Leonor y Sofía, la Reina Doña Sofía, la Infanta Doña Elena y sus tías por parte de padre, las Infantas Doña Pilar y Doña Margarita.
También ha acudido el Gobierno en pleno, los miembros de las Mesas del Congreso y el Senado, los máximos representantes del poder judicial, y los presidentes autonómicos, con la excepción del presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, y el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, quienes sí han confirmado en cambio su presencia al acto de proclamación de Felipe VI mañana día 19.

Don Juan Carlos cedió su puesto al nuevo Rey y doña Sofía besó a su marido


MADRID.- El reloj marcaba las 18.13 horas cuando don Juan Carlos firmó su abdicación. Rajoy, acto seguido, estampó su rúbrica al lado de quien ha reinado en España los últimos 39 años. Antes, en la lectura de la norma, don Juan Carlos parecía un tanto ausente. 

A saber qué pasaba por la cabeza del Rey en el momento de confirmar su adiós. Mientras, la reina Sofía mantenía una tímida sonrisa. Don Felipe golpeaba sus dedos pulgares y doña Letizia giraba casi todo el rato la cabeza, buscando con su mirada las de las pequeñas Leonor y Sofía.
Y el llegó el momento. Se firmó el real decreto que da paso al reinado de Felipe VI. Y entonces la pose forzada, de tensa espera, dio paso a una estampa de familia. El rey Juan Carlos, que lo seguirá siendo pese a ceder la jefatura del Estado a su hijo, fue a tomar de nuevo asiento. La reina Sofía, que lo seguirá siendo pese a que cederá paso y joyas reales a la esposa de su hijo, tomó a su marido del brazo izquierdo y le dio un beso en la mejilla. No es habitual una imagen así entre ellos. La última ocasión de algo así fue el día en que don Juan Carlos supo que tenía que pasar de nuevo por quirófano, en septiembre de 2013. Entonces, en la escalinata de Zarzuela, doña Sofía besó a su marido sin saber muy bien por qué. Estaba aguardando la llegada de Guillermo-Alejandro y Máxima de Holanda. Luego se supo que minutos antes la Reina había sido informada de que la cadera de don Juan Carlos estaba infectada. Que el quirófano le aguardaba.
De ese beso, al abrazo con el hijo. Y el aplauso cerrado de doña Letizia, que lució para la ocasión los pendientes que los Reyes le regalaron con motivo de la boda real de hace una década. Y hubo gesto real, el que ofreció don Juan Carlos cediendo su puesto, su silla, al nuevo Rey de España. Y seguía la ovación, a la que se sumaron doña Sofía y también don Felipe. Y doña Letizia seguía sin quitarles el ojo a sus hijas. La infanta Sofía se giró, miró a su tía Elena, quien la animó a seguir aplaudiendo. Y la princesa de Asturias que hoy se convertirá en Reina consorte les hizo un gesto para que se acercaran al abuelo. Otro gesto más. No reaccionaban. Doña Sofía agitó su mano. Y entonces sí. Primero Leonor y luego Sofía. Desde ya se acostumbrarán a esta posición. La primogénita, la heredera, siempre en lugar protagonista. Beso al abuelo, con empujón incluido que acabó con don Juan Carlos sentado en la silla. La infanta Leonor, ruborizada, miró a su madre, quizás buscando su complicidad. Y la encontró. Asintió doña Letizia como diciendo “está bien, no pasa nada”. Beso de la infanta Sofía a su abuelo. Y todos a su sitio. Y siguieron los aplausos. Y a don Juan Carlos se le vio emocionado. Pendía de su pecho el toisón de oro (sin collar). Y a punto estuvo de pender de su rostro un lágrima.

Hay que recordar lo mejor del reinado de Juan Carlos / Francisco Poveda *

Por mucho que se empeñen algunos, Juan Carlos I no ha sido un rey franquista porque pronto desarmó la estructura de aquel régimen dictatorial y autoritario para dar paso a una monarquía parlamentaria que trajese de inmediato la democracia a nuestro país. Quienes no viviesen aquello de cerca no pueden pontificar ahora en la Universidad española que lo que luego han conocido era una continuación de lo anterior, que tampoco vivieron. 

No, definitivamente no, porque medió un referéndum que legitimó la reforma política y aprobó una Constitución en 1978 por abrumadora mayoría, que lleva vigente casi 40 años. Como no hubo ruptura puede parecer que a Juan Carlos lo puso Franco y aquí sigue hasta hoy. La Monarquía actual es una consecuencia directa de la reforma pactada por todas las fuerzas políticas y los autonomistas catalanes, vascos y gallegos con la bendición de los poderes fácticos de la época. No hay otra verdad.

En varias ocasiones se le ha oido decir al monarca que su objetivo prioritario conseguido era ése y la restauración monárquica. Y por eso su padre renunció a la Corona y trasmitió al hijo su legitimidad dinástica, recibida en su día, a su vez, por el conde de Barcelona, un patriota de verdad, de quien fué el rey Alfonso XIII. De lo contrario, de no haber sido refrendada implícitamente la monarquía al aprobar la Constitución los españoles de entónces, el no reinante rey Juan no hubiese dado nunca ese paso con su renuncia pública al trono de España en favor de Juan Carlos.

El nuevo rey hizo pronto sus deberes de libertad, convivencia y diálogo dentro del pluralismo tras liquidar el franquismo por consejo de su padre y el grupo de monárquicos del interior ajenos al círculo de Estoril, lleno de personajes recalcitrantes con la vuelta a Madrid de don Juan para reinar después de Franco. El deseo de fondo no confeso del joven monarca era, mediante una amnistía, acabar con las dos Españas y ser el rey de todos los españoles pese a las resistencias de los generales provenientes de la Guerra Civil, a cual más cerril e inculto, cuando todavía la democracia era incipiente pero no vacilante. El Rey reconoce que, en todos estos años, nunca se ha olvidado de ni una sola de las víctimas del terrorismo.

El 23-F no fue otra cosa que una calculada vacuna contra esos generales tras casi obligar al rey-militar a prescindir como presidente del Gobierno de un ya muy gastado Adolfo Suárez. Le sucedió un monárquico acreditado como era Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo, a mitad de camino entre tecnócrata y político, como mejor salida para poder continuar la Transición aunque más pausadamente y de forma más hábil, hasta conseguir el consolidador turno político, una vez lograda en su día la legalización de todos los partidos políticos. Juan Carlos fue siempre el verdadero motor del cambio y todos los demás elementos en presencia, ejecutores de las órdenes del rey como buen militar de carrera que era, hasta sacrificar en el trance a los generales monárquicos Milans del Bosch y Alfonso Armada, que nunca se hubiesen levantado contra él.

Visto en perspectiva y sin los condicionamiento de los efectos de la actual crisis económica, el resultado final no ha sido malo porque España es ahora el país más moderno de Europa y la gran esperanza de este continente porque será en los próximos años el de más y mejores oportunidades de inversión y creación de empleo, según coinciden todos los laboratorios de la City y Wall Street. El último gran servicio de Juan Carlos al país que tanto quiere, España, ha sido su abdicación de hoy para que pueda afrontar esa nueva etapa con su hijo Felipe VI al frente.

Las elección de Suárez, Calvo-Sotelo y Torcuato Fernández-Miranda primero y Felipe González después, para correr los riesgos inherentes al desarrollo del proceso político democrático, reconoce el monarca que fue un acierto cuando tanta Cancillería occidental no creía que pudiese darse el turno político y acceder al Gobierno un partido republicano como el PSOE. A partir de ese momento y, tras un largo período de gobiernos socialdemócratras, la democracia en España quedó plenamente asentada con el Estado de las Autonomías para dar oportunidades a otras sociedades de fuera de Madrid y de territorios periféricos, peninsulares e insulares.

Atendiendo a los consejos de su padre, Juan Carlos I ha sido, según sus propias palabras, un nómada en su país al jactarse de conocer las ciudades y todos los pueblos más importantes de España y haber saludado personalmente a miles de españoles. El rey ha tratado siempre de estar cerca de la gente para conocerla y tener la experiencia de escucharla para aprender de ella con sus expresadas ideas ante él. Y todo por su interés de servir al pueblo y hacer útil la monarquía.  

La primera utilidad fué conseguir en 1986 la entrada de la siempre europea España en el núcleo de decisiones de la Comunidad Económica continental tras hablar con muchos gobiernos y periodistas internacionales sobre lo que se había hecho en nuestro país durante los diez años anteriores y lo que quedaba por hacer pese a las dudas de algunos de esos interlocutores. 

Y dentro de ese esfuerzo de abrir puertas a España y destilar credibilidad democrática, Juan Carlos fue el primer rey español en viajar a Iberoamérica; lo hizo todos los años y el resultado ha sido lograr una comunidad de intereses con los países que fueron, excepto Brasil, nuestras antiguas colonias. Por eso se vanagloria de haber acercado aquellas jóvenes repúblicas a la hoy Unión Europea. También ha logrado una sincera relación fraterna con Portugal, donde residió de joven, y con Italia, donde nació por el exilio de su abuelo y de sus padres.

Insiste siempre, y no hay por qué dudarlo, en su amor y lealtad a España inculcados por su padre porque un exiliado lleva a España mucho más en su corazón, como ahora ha expresado su intención Juan Carlos al abdicar la corona, y se precia además de haber unido a todos los españoles para recuperar la democracia por la acción de la monarquía refrendada en el referéndum del 6 de diciembre de 1978. Por eso habla siempre de haber sentido en todo momento el apoyo general del pueblo en sus esfuerzos de normalización y modernidad, reconociendo que queda aún pendiente lograr una España más igualitaria y más justa.

Juan Carlos tuvo como rey la humildad de pedir perdón recientemente a los españoles por sus errores. Y consecuente con esa actitud ha terminado abdicando cuando lo ha creído oportuno tras escuchar a quienes ahora tienen más conocimientos, percepción y elementos de juicio para ver lo más conveniente para España y la Monarquía en un contexto europeo y occidental.

Por todo lo anterior le deben estar agradecidos hasta quienes en libertad siguen pidiendo que venga una república y exigiendo que se celebre un referéndum para ver si una mayoría de españoles abomina de esta Corona que ahora desea continuar y que, por edad, bastantes no refrendaron en su día dentro de una Constitución, que eso sí, pocos dudan que se ha quedado obsoleta y sólo sirve, al final, a los intereses de unos cuantos.


(*) Periodista y profesor

Ceremonia de Sanción y Promulgación de la Ley Orgánica por la que se hace efectiva la abdicación de S.M. el Rey Don Juan Carlos I

MADRID.- La Ceremonia de Sanción y Promulgación de la Ley Orgánica por la que se hace efectiva la abdicación de S.M. el Rey Don Juan Carlos I tendrá lugar esta tarde en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid y estará refrendada por el presidente del Gobierno. A esta ceremonia asistirán en torno a 150 invitados institucionales.

Al llegar al Palacio Real de Madrid, Sus Majestades los Reyes, Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias y Sus Altezas Reales las Infantas Doña Leonor y Doña Sofía serán recibidos por el presidente del Consejo de Administración del Patrimonio Nacional, José Rodríguez-Spiteri.
Posteriormente, en la Saleta de Gasparini, Sus Majestades los Reyes, Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias y Su Alteza Real la Infanta Doña Elena serán saludados por los titulares de los Poderes del Estado, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, el presidente del Senado, Pío García-Escudero, el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.
La ceremonia de la Sanción y Promulgación de la Ley Orgánica por la que se hace efectiva la Abdicación de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I se desarrollará en el Salón de Columnas. Tras la interpretación del Himno Nacional, se dará lectura a la Ley Orgánica. A continuación, Su Majestad el Rey procederá a su sanción y promulgación y el presidente del Gobierno a su refrendo. La interpretación del Himno Nacional pondrá fin a la ceremonia. 
El acto concluirá con el saludo de Sus Majestades los Reyes en la saleta de Gasparini a los cerca de 150 invitados institucionales, pertenecientes al Gobierno, Comunidades Autónomas, expresidentes del Gobierno, Congreso y Senado, ponentes de la Constitución, autoridades, caballeros de la Orden del Toisón de Oro, Reales Academias y organizaciones empresariales y sindicales, entre otros ámbitos.
La abdicación de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos será efectiva en el momento de la publicación de la ley en el Boletín Oficial del Estado, que se producirá a las 0 horas del 19 de junio, momento en el que Don Felipe se convertirá en Rey de España.

La Policía impedirá exhibir banderas republicanas en el desfile de Felipe VI

MADRID.- La Dirección General de la Policía ha recabado un informe de la Abogacía del Estado en el que se avala que los agentes puedan impedir el acceso con banderas y símbolos republicanos al recorrido que este jueves hará el futuro rey Felipe VI por las calles de Madrid tras su proclamación en el Congreso de los Diputados, han informado fuentes policiales.

Estas mismas fuentes han precisado que el citado informe jurídico se remite a la ley orgánica sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, la Ley 1/1992, que aborda la manera de evitar altercados en la calle. En este sentido, las fuentes consultadas llaman la atención sobre el hecho de que este jueves en Madrid se congregará una gran mayoría de personas favorables al Rey y a la monarquía y por tanto la presencia de personas contrarias a esa institución podría derivar en un problema de seguridad y orden público.
Estas mismas fuentes sostienen que esta política se aplica habitualmente en los casos de grandes aglomeraciones, y ponen como ejemplo los acontecimientos deportivos, en los que por cuestión de seguridad en muchas ocasiones se mantiene la separación entre aficiones rivales.
Por estos motivos, y una vez recibido el aval jurídico de la Abogacía del Estado, la Dirección General ha dado orden a los agentes que participarán en el despliegue policial para que eviten la presencia de personas que porten banderas o símbolos republicanos o mensajes antimonárquicos con el objetivo de que la jornada se desarrolle sin incidentes.
Felipe VI recorrerá tras su proclamación en el Congreso las principales calles del centro de la ciudad, como son la Carrera de San Jerónimo, el paseo del Prado, la calle Alcalá, la Gran Vía, la plaza de España, la calle Bailén y la plaza de Oriente. En todos esos puntos, la Policía prevé la asistencia de multitud de personas simpatizantes de la monarquía.
El despliegue policial diseñado por el Ministerio del Interior estará compuesto de un total de 7.000 efectivos entre Policía y Guardia Civil, si bien la seguridad durante el recorrido a pie de calle recaerá especialmente sobre los cerca de 2.000 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) desplegados para la ocasión.

Los nuevos reyes visitarán al Papa a finales de junio

MADRID.- Don Felipe y doña Letizia proyectan viajar a finales de este mismo mes a Roma para ser recibidos en audiencia por el Papa Francisco en el Vaticano, en la que puede ser su primera visita oficial al extranjero como Reyes de España, según han informado fuentes diplomáticas.

La Casa del Rey aún no ha confirmado este viaje al Vaticano, donde don Felipe y doña Letizia acudieron en marzo de 2013 para asistir a la misa solemne de inicio de pontificado del actual papa, a quien el Príncipe de Asturias invitó a visitar España.
El Papa Francisco recibió el pasado abril a los Reyes Juan Carlos y Sofía en una audiencia privada de casi una hora, en la que, entre otras cuestiones, se trató la invitación formulada el mes anterior por los obispos españoles al pontífice para que visite España con ocasión del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús.
Don Felipe y doña Letizia han sido invitados además a asistir el próximo 4 de agosto en Lieja (Bélgica) a los actos conmemorativos del centenario de la Primera Guerra Mundial y también tienen previsto dedicar algunos de sus primeros viajes al extranjero como reyes a visitar Marruecos, Francia y Portugal.
Tampoco se descarta que el nuevo rey encabece en septiembre la delegación española que acudirá a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, donde intervendrá previsiblemente el presidente de EEUU, Barack Obama.
A falta de cerrar la agenda de don Felipe y doña Letizia en sus primeros días de reinado, los nuevos reyes mantienen su intención de participar la semana próxima en las actividades anuales de la Fundación Príncipe de Girona convocadas en esta ciudad catalana.
Esta tarde, asistirán, en su último acto oficial como Príncipes, a la ceremonia de sanción de la ley de abdicación por parte de don Juan Carlos, quien celebró anoche en un restaurante de la Casa de Campo madrileña una cena de despedida con una treintena de veteranos políticos de la Transición, entre ellos los ponentes de la Constitución José Pedro Pérez-Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.

Juan Carlos I firma hoy la ley de abdicación en una ceremonia que pondrá fin a su reinado

MADRID.- Juan Carlos I firmará hoy la ley de abdicación por la que cederá la Corona a su hijo, el Príncipe de Asturias, en una ceremonia corta pero solemne en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, que constituirá su último acto oficial como jefe del Estado.

La ley de abdicación entrará en vigor esa misma medianoche, por lo que Felipe VI llegará siendo Rey al Congreso de los Diputados en la mañana del día 19, cuando tendrá lugar la ceremonia de proclamación del nuevo monarca en una sesión solemne de las Cortes Generales.
Unos 170 representantes institucionales serán testigos en primera línea del acto de firma de la ley de abdicación por Juan Carlos I. La ceremonia comenzará a las 18.00 horas y durará unos 15 o 20 minutos, pues no hay discursos previstos.
Tan solo hay que leer el contenido de la ley, que consta de un único artículo que dice que "Su Majestad el Rey Juan Carlos I de Borbón abdica la Corona de España. La abdicación será efectiva en el momento de entrada en vigor de la presente ley orgánica".
A continuación, Don Juan Carlos tiene que sancionarla con su firma y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que estará presente en el Palacio Real, refrendará este acto.
Vestidos de civil
Si bien no hay previstos discursos, se espera que el Rey Don Juan Carlos tenga algún gesto hacia su hijo, que apenas unas horas después le sucederá al frente de la Corona española. Padre e hijo irán vestidos de civil en la ceremonia del día 18 en el Palacio Real.
El escenario elegido para este hecho histórico ha sido el Salón de Columnas del palacio. Se trata de la misma estancia donde se instaló la capilla ardiente del general Franco y, ya en democracia, donde se firmó el acta de adhesión de España a las Comunidades Europeas en 1985 o se celebró la conferencia de paz entre israelíes y palestinos en 1991.
De la Familia Real, estarán presentes los Príncipes de Asturias y futuros monarcas, sus hijas las Infantas Leonor y Sofía, la Reina Doña Sofía, la Infanta Doña Elena y sus tías por parte de padre, las Infantas Doña Pilar y Doña Margarita.
También acudirá el Gobierno en pleno, los miembros de las Mesas del Congreso y el Senado, los máximos representantes del poder judicial, y los presidentes autonómicos, con la excepción del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, quienes sí han confirmado en cambio su presencia al acto de proclamación de Felipe VI el día 19.
Otra ausencia notoria será la de los portavoces parlamentarios de la Izquierda Plural, el PNV y el BNG, que han declinado la invitación que les ha cursado la Casa del Rey.
En representación del cuerpo diplomático acreditado en España estará presente el Nuncio de la Santa Sede, Renzo Fratini, que ejerce como decano. También acudirán los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero y los ponentes de la Constitución de 1978 Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez-Llorca y Miquel Roca.
También se espera a la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Alvarez de Miranda; la cúpula militar; los directores generales de la Policía y de la Guardia Civil; la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; los presidentes de las Reales Academias y de las Reales Maestranzas.
Los caballeros españoles de la Orden del Toisón de Oro -la máxima condecoración que concede la Corona española- tampoco se perderán el acto. Se trata del político Javier Solana y del filólogo y actual director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.
Completan el listado de invitados una representación de la Diputación Permanente del Consejo de la Grandeza, que agrupa a la jerarquía nobiliaria española. En la actualidad, el hijo de la duquesa de Alba Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, duque de Híjar, ejerce como decano de la Diputación Permanente, mientras que su secretario general es Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós, duque de Valtierra y Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España.

Más de 100.000 banderines en Madrid para saludar a los nuevos Reyes

MADRID.- Los nuevos Reyes de España serán saludados mañana jueves en las calles de Madrid con más de 100.000 banderines con los colores de la enseña nacional. 

El objetivo es que las decenas de miles de personas que acudan a ver el paso de la comitiva por la ciudad y el posterior saludo de don Felipe y doña Leticia, en el Palacio Real, tenga en su mano uno de los 100.000 banderines que se repartirán desde primeras horas de la mañana.
Pero no serán las únicas banderitas de España que ondearán en las calles. Está previsto también que los 730 autobuses de Empresa Municipal de Transportes que mañana presten servicio lleven un banderín colocado en su parte delantera. También se pondrán a disposición de los taxis que lo deseen otros 10.000 banderines.
El color rojo y gualda estará presente también a lo largo de todo el recorrido de la comitiva real. Para ello, los operarios del Ayuntamiento trabajan en la ornamentación floral y la jardinería especial para la ocasión, a base de pirámides y plantas de flor.
También lucirán los colores de la bandera nacional las vallas de protección y del mobiliario urbano ubicado a lo largo de los recorridos de ida desde el Arco del Triunfo en la Moncloa hasta el Congreso de los Diputados, así como a lo largo del recorrido desde allí hasta el Palacio Real. En total se revestirán 470 farolas, 76 marquesinas de autobús, 64 soportes de publicidad y otros elementos de mobiliario urbano.

Un nuevo escrito de Urdangarin retrasa el cierre del 'caso Nóos'

MADRID.- Una maniobra procesal de última hora de la defensa de Iñaki Urdangarin podría retrasar momentáneamente el inminente cierre del ‘caso Nóos’ y la probable decisión del juez José Castro de sentar en el banquillo al duque y a su esposa, la todavía infanta Cristina, acusada de cooperadora necesaria de los delitos de su marido.

Urdangarin ha presentado un escrito al magistrado en el que pide que Hacienda aclare si ha tenido en cuenta sus alegaciones exculpatorias para la confección de su último informe del 16 de mayo en el que confirmaba certifica con todo lujo de detalles que el yerno del rey fue un supuesto defraudador a Hacienda que, al menos durante dos años, usó Aizoon, la empresa que comparte al 50% con la infanta Cristina, para engañar al fisco y tributar a un tipo impositivo menor por las importantes retribuciones que recibía por los presuntos trabajos de asesoría que realizaba para grandes empresas.
En ese escrito autoexculpatorio, la defensa de Iñaki Urdangarin pretendía demostrar que su cliente era inocente y que todas sus irregularidades fiscales eran culpa de sus pagadores.
Ahora, el magistrado, para que no quepa género de dudas, ordena a la Agencia Tributaria que, de manera urgente, aclare si ha tenido en cuenta esas alegaciones en su informe definitivo y, de no ser así, que haga un nuevo estudio “valorando” las explicaciones de Urdangarin.
El informe que pone en cuestión ahora Urdangarin no es baladí tampoco para la suerte de Cristina de Borbón en este proceso. El magistrado Castro, si no hay cambios de última hora, tiene previsto, una vez convierta estas diligencias previas en procedimiento abreviado, mantener como imputada a Cristina de Borbón precisamente como cooperadora necesaria de su marido en la comisión de esos dos ilícitos. La tesis del instructor es que la presencia de la infanta como socia de Aizoon, empresa a través de la cual se materializaron los dos supuestos delitos fiscales, fue indispensable para cometer el fraude.
Las conclusiones de la Delegación de Hacienda en Cataluña son contundentes: Iñaki Urdangarín defraudó en dos ejercicios 337.138 euros al fisco (182.000 euros en 2007 y 155.138 en 2008). La agencia, en este documento que el magistrado había reclamado el pasado 5 de mayo, confirma, como mantiene desde hace meses, que en ambos años la cantidad supera los 120.000 euros, por lo que se trata de dos delitos, no faltas, penados con hasta dos años de cárcel por cada ejercicio. A estos ilícitos fiscales habría que sumar un tercero cometido, según Hacienda, como dirigente de Nóos, pero que no ha sido objeto de este último estudio.
El abogado del duque, Mario Pascual Vives, el pasado 22 de abril se descolgó con un escrito exculpatorio de su cliente en el que, además de sostener que las cantidades defraudadas no llegaban a los 120.000 euros por año, aducía que en realidad todo se debió a una «negligencia» de sus pagadores en aquellos ejercicios, las seis compañías que le contrataron como consejero o asesor después de que el imputado abandonara el Instituto Nóos por orden de la Zarzuela tras descubrirse en 2006 los primeros concursos amañados e inflados por parte de las administraciones valencianas y balear.
La defensa de Urdangarín sostenía que las firmas Motorpress Ibérica, Aceros Bergara, Mixta África, Pernod Ricard (Francia), Havas Sports France y Seeliger y Conde «no actuaron con la diligencia debida en el momento de presentar su declaración, dejando de practicar la correspondiente retención sobre los presuntos rendimientos abonados», en contra de lo establecido en el artículo 99.5 de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Para su letrado, Urdagarín no cometió por tanto ilicitud alguna cuando no declaró esos ingresos millonarios como IRPF sino como trabajos realizados por Aizoon, como impuesto de sociedades, y por tanto a un tipo impositivo más bajo.
Para la Agencia Tributaria el escrito exculpatorio de Vives orilla un hecho básico como es que la responsabilidad de presentar el IRPF (Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas) es de la «persona física», del trabajador, y no de las empresas que lo contratan. Es más, que la decisión de facturar esos trabajos «personalísimos», como ya los definieron los inspectores, como si fueran de Aizoon (empresa que no tenía actividad real alguna) fue del duque, nunca de sus pagadores.
Según fuentes judiciales, en definitiva Hacienda entiende que nada tienen que ver las multinacionales con el hecho de que el imputado declarase sus ingresos provenientes de estas a través de la empresa que comparte con la infanta y su intención de ocultar al fisco que se trataba de trabajos personales que debían cotizar como IRPF y no como impuesto de sociedades, que es lo que hizo el imputado.

El Príncipe bromea sobre su discurso: «¿Alguna idea?»

MADRID.- Don Felipe ha presidido esta mañana su último acto como Príncipe de Asturias, una reunión del Patronato del Instituto Elcano a la que han asistido los tres expresidentes del Gobierno, José María Aznar, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, así como los ministros de Exteriores, Defensa y Cultura. 

La presencia de Aznar y Zapatero responde a su incorporación desde hoy al patronato de esta institución privada, al igual que el ex secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, quien también ha acudido por vez primera a su reuniones.
Durante la foto de rigor, el Príncipe ha bromeado con los periodistas. Preguntado sobre si ya había cerrado su intervención de mañana durante la proclamación, el todavía heredero de la Corona ha respondido con una pregunta y una sonrisa: "¿Alguna idea?".
Felipe González ya formaba parte de esta entidad, al igual que los ministros José Manuel García-Margallo (Exteriores), Pedro Morenés (Defensa), José Ignacio Wert (Educación y Cultura) y Luis de Guindos (Economía). Otros asistentes han sido el exjefe de la diplomacia europea Javier Solana y los exministros Marcelino Oreja, Eduardo Serra y Gustavo Suárez Pertierra, anterior presidente del instituto. Entre los empresarios que han participado en la sesión de trabajo de hoy figuran los presidentes del Banco Santander, Emilio Botín; Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; OHL, Juan Miguel Villar-Mir; Indra, Javier Monzón, y RENFE Operadora, Julio Gómez-Pomar.
Los presidentes de Acerinox, Rafael Miranda; IBM España, Marta Martínez Alonso; Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, y Atlantic Cooper, Javier Targhetta, completan la lista de empresarios asistentes. 
Definido como una fundación privada e independiente de la Administración y las empresas que la financian, el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos fue creado en 2001 para "realizar un estudio exhaustivo de los intereses de España y los españoles en la sociedad internacional, para ponerlo al servicio de la comunidad".
Su finalidad principal es servir de "foco de pensamiento y de generación de ideas que resulten útiles para los responsables políticos, los dirigentes de instituciones públicas y privadas interesadas y la formación de la opinión pública". 
La última ocasión en que don Felipe presidió una reunión del patronato fue el pasado 17 de diciembre, en su habitual encuentro de final de año, para aprobar un plan de actuación para 2014 con el objetivo de promover la "renovación estratégica de la política exterior" de España y la "influencia española en Bruselas". 
Además, el 29 de abril, el Príncipe participó en la reunión anual del consejo científico de este instituto, en el cual prestigiosos expertos en defensa, política exterior, economía y comunicación analizaron las perspectivas de la UE.

Así se prepara el Congreso para la proclamación de Felipe VI

MADRID.- El Congreso tiene "todo preparado" para la proclamación, mañana, de Felipe VI, ha asegurado el presidente de la Cámara, Jesús Posada, quien ha confesado sentir "el peso de la responsabilidad" en este momento histórico, que abre un nuevo reinado en España.

Posada, en declaraciones a los medios, ha insistido en que hay dos puntos clave de la proclamación en los que se deberán fijar todos los ciudadanos: en primer lugar, el juramento de la Constitución del monarca delante de las Cortes. Ese es el "punto simbólico" importante de lo que significa el régimen de monarquía parlamentaria, ha subrayado el presidente del Congreso.
Lo segundo, ha señalado, es atender al discurso del nuevo monarca, una intervención que Posada no conoce, ha dejado claro, pero que ha pronosticado que será "magnífica".
A menos de veinticuatro horas del acto solemne, Posada ha dicho que no está preocupado por ningún aspecto concreto porque las cuestiones más relacionadas con la seguridad, como la salida de los invitados, están resueltas y también ha dado a entender que no está especialmente nervioso.
"La ventaja de llevar muchos años en esto es que he pasado por momentos más difíciles, menos difíciles y más o menos placenteros, pero siento el peso de la responsabilidad y para mí es un orgullo enorme poder participar en este momento".
El discurso de Posada para situar el acto en "sus coordenadas" de monarquía parlamentaria, tal como ha explicado él mismo, será "breve" porque el protagonismo lo tiene Felipe VI y concluirá, como no podía ser de otra manera, con un "¡Viva el Rey!"
Por otro lado, Posada está de acuerdo con la Delegación del Gobierno en prohibir las manifestaciones republicanas que se han solicitado porque afectan al recorrido y lugares donde se celebrarán los actos previstos.
A Posada le parece bien que se proteja el orden público y cree que si los manifestantes hubieran previsto otros trayectos que no influyeran "para nada" en todo lo que se va a hacer mañana la Delegación podría haberlo estudiado.