domingo, 15 de junio de 2014

Monarquía de 'trampantojo' / Alejandro Vara *

No es una entronización, ni una coronación, ya lo sabemos. Es una proclamación, cual reza nuestra Carta Magna, algo que suena más a ceremonia republicana que a liturgia monárquica. He aquí uno de los puntos de la confusión. El heredero será proclamado Rey de España mediante solemne juramento en sesión parlamentaria. No será coronado, ni entronizado por lo que no es menester colocarle tan atávicos artefactos bien en la testa o bajo sus augustas posaderas. Durante la ceremonia de proclamación, la corona reposará en una almohadilla bemeja, sobre la que el nuevo Rey jurará su compromiso de guardar y hacer guardar la Constitución. En esta ocasión, no habrá crucifijo en el cojín, pero nada se ha dicho por ahora de retirar el cetro.

En la adusta ceremonia no estará presente el Rey don Juan Carlos, que se habrá quedado en la Zarzuela viéndolo por Cuatro o la Sexta, si no hay tertulia de Pablo Iglesias a esa hora. Tampoco habrá jefes de Estado extranjeros o representantes de Casas Reales europeas, pese a que el Príncipe Felipe se ha pasado media vida en un avión averiado haciendo kilómetros o reuniendo puntos de Iberia para asistir a las tomas de posesión de miles de presidentes iberoamericanos melosos y bajitos que odian a España pero que dicen adorar al Rey. 

Ni caballos ni carruajes

Tras la sesión de las Cortes, unos cuantos soldados como de atrezzo simularán una parada militar pero cortita. Luego, algún desalmado ha dispuesto finalmente que Sus Recién Proclamadas Majestades recorran las principales arterias de la ciudad en un vehículo modesto, nada ostentoso, como un utilitario holgadito. Con cinco millones de parados se pueden pagar los sueldos a tres millones de asesores y cuñados, pero no un paseo de los Reyes por la ciudad donde se celebra su coronación (con perdón). Ni hablar de recurrir al carruaje con tiro de caballo, que ni habría que comprarlo pues los hay a cientos, muy bien conservados, en un espectacular Museo casi único en Europa. Habría, eso sí, que pagar la alfalfa de los nobles equinos. Otro despilfarro.

No habrá Misa de Coronación, ni si quiera un recatado tedéum, por no irritar a Rosa Díez y a algún otro diputado sensible. La Constitución señala que somos un país aconfesional pero algunos delirantes aún piensan que nuestra Monarquía es tirando a católica desde hace más de cinco siglos. Los presidentes de los EE.UU., incluído Obama, juran sobre la Biblia de Licoln y concluyen sus palabras con el "que Dios os bendiga, que Dios bendiga a América". Unos meapilas. En la proclamación de Felipe VI, ni rastro de Dios. No hay que provocar. Ni Rey saliente ni Dios mediante.

La austeridad y la tradición

Se ha concedido finalmente un guiño al populacho cortesano cual es que el recien proclamado Rey y su esposa, ya entonces reina Letizia, aparezcan en el balcón del Palacio Real junto a sus padres, que seguirán siendo Reyes, y sus hijas, que una ya será Princesa, para recibir el calor de los allí congregados. Pero un calor 'ciudadano y republicano' como dijo un representante del ala más intelectual del partido de Cayo Lara.

La histórica jornada concluirá con una escueta recepción en el Salón del Trono de Palacio (si para entonces no han retirado el trono, a saber) para las autoridades provinciales, comarcales y municipales asistentes, en la que se servirá algún sangüiche modestito y todos para casa. Y así que pasen otros cuarenta años, a lo mejor ya no hay ni sangüiches. O ni Corona. Es lo que tiene confundir la Monarquía con las fiestas de tu pueblo o tener miedo de respirar por si alguien se ofende.

España es una Monarquía constitucional y parlamentaria, como aprobó una abrumadora mayoría del censo electoral hace casi cuatro décadas. Pero ahora se trata de que no se note mucho. La quieren una monarquía 'trampantojo', que lo sea pero que no lo parezca. O al revés. Muy español. Un adornito y que no resulte caro. En quinientos años de historia, España ha sido republicana apenas un quinquenio, en dos entregas. La primera, un exotismo delirante. La segunda, una sangrienta tragedia. Echen cuentas. "Aun en un palacio, un hombre puede llevar una vida recta", sentenciaba Marco Aurelio. Y de eso se trata. Este jueves, asistiremos a la proclamación del nuevo Monarca. De gritar '¡Viva el Rey!', ni hablamos.

(*) Periodista

La Delegación del Gobierno en Madrid prohíbe la manifestación republicana que coincidía con la proclamación de Felipe

MADRID.- La Delegación del Gobierno de Madrid ha prohibido la manifestación convocada por la Coordinadora Republicana de Madrid que coincidía en lugar y hora con los actos de proclamación de Felipe VI, al entender que "resulta incompatible con las medidas que se han de establecer para dar cobertura de seguridad de los actos que tendrán lugar con motivo de la proclamación del Príncipe de Asturias como Rey de España".

   En la resolución, la Delegación prohíbe que la marcha se celebre entre las 12 y las 14 horas del jueves, partiendo de la Puerta del Sol, pasando por la Plaza de Cibeles y llegando a la Plaza de Cánovas del Castillo, como habían solicitado los convocantes.
   La Coordinadora Republicana de Madrid ha lamentado en un comunicado que, aunque en la resolución indica que la prohibición se realiza "sin perjuicio de que se realice una nueva comunicación con otra fecha u otro recorrido", no se indican otras opciones, por lo que aseguran encontrarse en "una situación de indefensión que de facto niega el derecho de manifestación".
   Como consecuencia, los convocantes han modificado la actividad, pasando a ser una concentración en la Puerta del Sol el mismo jueves al mediodía.

El Gobierno escuchará las propuestas de la oposición sobre el aforamiento del Rey

MADRID.- El Gobierno escuchará las propuestas de la oposición para regular el aforamiento del Rey Juan Carlos con la misma voluntad de "diálogo, lealtad y comunicación" que en la ley orgánica que hará efectiva su abdicación al trono.
 
Así lo ha asegurado esta semana la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha recordado que la inviolabilidad de don Juan Carlos se mantiene para sus actos como Rey.
Sáenz de Santamaría ha reconocido que se trata de un asunto en el que será importante contar con el consenso de los grupos parlamentarios y, en ese sentido, ha agradecido a los grupos de la oposición la colaboración en la tramitación de la ley de abdicación, especialmente a los que, como el PSOE, la apoyaron con su voto.
Ha explicado que cuando el Gobierno decidió el pasado mes de marzo modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial para que la Reina y los Príncipes de Asturias tengan la condición de aforados, no incluyó al Rey porque estaba obligado "por la discreción del proceso", ya que don Juan Carlos aún no había hecho pública su decisión de abdicar.
Ha hecho hincapié en que, excepto la inviolabilidad del Rey regulada en la Constitución, ni la Reina consorte, ni el Heredero, ni el consorte del Príncipe de Asturias "ni ningún miembro" de la Casa Real tiene el aforamiento que, en España, disfrutan distintas instituciones "hasta escalones bastante medianos de sus titulares", algo que "no tiene mucho sentido".
"No está regulado porque no lo ha estado en 35 años, curiosamente", ha añadido Sáenz de Santamaría quien, ante una pregunta de por qué no se ha hecho, ha planteado que es un análisis que deberían hacer los distintos Gobiernos que ha habido desde entonces.
Respecto a si el aforamiento será civil y penal, la vicepresidenta ha recordado que en el ordenamiento jurídico español "el aforamiento ante el Tribunal Supremo se centra en esos dos órdenes jurisdiccionales".
El anteproyecto de ley para la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial se encuentra ahora en fase de informes, previo a su nuevo paso por el Consejo de Ministros para que lo remita a las Cortes y el proyecto de ley inicie su tramitación parlamentaria, que puede durar meses.
La vicepresidenta ha recalcado que el Ejecutivo "valora y está analizando" las aportaciones del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, porque se trata de "una institución muy cualificada par aportar y señalar cómo debe hacerse y cómo debemos llevar a cabo esa modificación".
Lesmes sugirió incluir por vía de urgencia al Rey que deja el trono entre los aforados mediante una reforma parcial de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).
La vicepresidenta no ha aclarado cuándo ni cómo se regulará el aforamiento de Don Juan Carlos una vez que se haga efectiva su abdicación, aunque ha adelantado que el Ejecutivo quiere que reúna en las Cortes Generales un consenso similar al que logró la ley de abdicación.
El Consejo de Ministros ha dado este viernes el visto bueno al real decreto que regula el tratamiento y títulos que corresponderán a Don Juan Carlos y Doña Sofía a partir del próximo jueves, pero no ha abordado el asunto del aforamiento pese a que es un tema "estudiado y analizado" por parte del Gobierno, según ha explicado Sáenz de Santamaría.
La vicepresidenta ha insistido en la oportunidad de esta regulación porque "no parece que tenga mucho sentido" que Don Juan Carlos quede sin protección cuando sí tienen diversas formas de aforamiento "diversas instituciones hasta escalones bastante medianos de sus titulares".
Sin embargo, ha justificado no haber tratado el tema hasta ahora dado el secreto que había en torno a la decisión de Don Juan Carlos de renunciar al trono. "En marzo me hubieran preguntado por qué se regulaba el aforamiento de un rey abdicado si el rey no había abdicado", ha sostenido aludiendo a la "discreción" que ha presidido este proceso.
Según ha recordado, el Gobierno sí que incluyó hace meses en la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial el aforamiento ante el Tribunal Supremo de la Reina y los Príncipes de Asturias, pero no se incluyó la figura de un rey abdicado porque "en aquel momento no existía ninguna persona en esa situación".
"Hubiera sido tanto como contar que se iba a producir, y había que hacerlo de una manera ordenada como estamos haciendo", ha defendido.
Sáenz de Santamaría tampoco ha adelantado qué tipo de aforamiento recibirá en este caso Don Juan Carlos ni qué fórmula utilizará el Gobierno para aprobarlo, a través de una ley orgánica propia o utilizando una ya en tramitación. Y aunque el Gobierno no prevé que este proceso se dilate en el tiempo, ha insistido en que la inviolabilidad del rey que contempla la Constitución le protege mientras es monarca y después de serlo "por los hechos que hubieran tenido lugar durante su reinado".
Antes de abordar este asunto, el Ejecutivo quiere que finalice su trámite parlamentario la ley de abdicación, que aún debe recibir el visto bueno del Senado el próximo día 17, publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y ser ratificada por Don Juan Carlos.
Después, la vicepresidenta ha explicado que se abordará el aforamiento con todos los grupos parlamentarios para conocer su postura al respecto, además de tener en cuenta las aportaciones del presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, que el Gobierno "valora y está analizado".
Santamaría ha aludido al "intenso" trabajo que se ha llevado a cabo durante los últimos días sobre la ley de abdicación, ha aprovechado para agradecer la "colaboración" de los grupos parlamentarios, y ha manifestado su voluntad de mantener esa postura de "diálogo, lealtad y comunicación".

El socialista Pedro Sánchez, convencido de que "el Rey Felipe VI va a liderar la regeneración de la Casa Real"

MADRID.- El diputado socialista Pedro Sánchez, que ha presentado su candidatura a la secretaría general del PSOE, ha asegurado que "el Rey Felipe VI va a liderar la regeneración de la Casa Real" y opina que "será tan o más autoexigente que el propio legislador".

En una entrevista concedida a El Mundo, Sánchez ha dicho que confía en que el Príncipe Felipe "adecuará la Casa Real a los parámetros de la sociedad española del siglo XXI", aunque ha precisado que "no hay ningún debate tabú" en el PSOE, ni siquiera el de Monarquía o República.
Dicho esto, ha indicado que espera que los políticos también regeneren la vida política, para lo que considera necesario "recortar algunos derechos", como el aforamiento, que limitaría "a la mínima expresión" y vincularía "únicamente a la actividad política".
No obstante, ha destacado que el Rey Don Juan Carlos debe ser aforado, "al igual que están aforados los presidentes de gobiernos y diputados. Además, ha agregado que en la reforma constitucional en la que se trabaja "se exigirá más ejemplaridad, transparencia y apertura" a la Corona.
Para Sánchez, los indultos también "deben ser reducidos". 
"Debe solicitarlos el tribunal que ejecutó la sentencia y que sean por causas humanitarias o por un exceso de condena en determinadas circunstancias", ha precisado.

Los empresarios quieren "inundar" Madrid de fotos de Felipe VI y banderas

MADRID.- La Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) y la Cámara de Comercio inician mañana el reparto de 50.000 fotografías de Don Felipe y Doña Letizia para que sean expuestas en comercios y asociaciones como muestra de "lealtad y apoyo" de los empresarios de la región a los futuros Reyes.

El presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, ha explicado hoy que la distribución abarcará 50.000 carteles con la imagen de los Príncipes de Asturias, banderas españolas de diferentes tamaños y pegatinas para vehículos.
"Queremos inundar Madrid con este material y mostrar así públicamente el respaldo de los empresarios a nuestro nuevo Rey", ha dicho Fernández.
La cartelería y las enseñas nacionales estarán a disposición de los interesados en la sede de la patronal madrileña, situada en la calle de Diego de León, y en los diferentes edificios de la institución cameral madrileña.
Este reparto de material se complementa con la declaración institucional que CEIM y la Cámara de Comercio han insertado conjuntamente en periódicos de tirada nacional para expresar su apoyo a la Corona.
En dicha declaración, sendas instituciones reconocen la labor desarrollada por Don Juan Carlos durante los 39 años de su reinado y le agradecen haber sido su "mejor embajador" y haber estado "en todo momento" al lado de las empresas "defendiendo sus intereses y promocionando sus proyectos".
Por todo ello, suscriben, "siempre estaremos en deuda con S.M. el Rey, quien de nuevo ha puesto por delante los intereses de España, dando un paso atrás y facilitando su relevo en la Jefatura del Estado".
La declaración institucional también muestra la adhesión de CEIM y la Cámara a Felipe VI, "conocedor al detalle" de la realidad social y económica de España y quien "va a demostrar su capacidad y su valía al frente de la más alta Magistratura del Estado".
CEIM y la Cámara de Comercio subrayan que el nuevo Rey garantizará la estabilidad institucional "que España requiere para continuar por la senda de progreso y desarrollo económico y social que ha caracterizado el Reinado de Don Juan Carlos".