MADRID.- Los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta
Elena participaron este martes, décimo aniversario de los atentados del 11 de marzo de 2004,
en el funeral de Estado celebrado en la Catedral de la Almudena en
recuerdo a las víctimas, oficiado por el cardenal arzobispo de
Madrid, Antonio María Rouco Varela.
"El recuerdo de los que murieron y el dolor de los heridos, que
llevan todavía en su cuerpo y en su alma las huellas de sufrimiento
indecibles, continua invitándonos a todos, singularmente a los
cristianos de Madrid, a renovar nuestras plegarias por ellos, al examen
de conciencia: ¿Cómo nos hemos comportado con ellos en éstos durísimos
años?", se ha preguntado Rouco Varela durante su homilía.
Asimismo, ha denunciado a los que "con una premeditación
escalofriante estaban dispuestos a matar inocentes, a fin de conseguir
oscuros objetivos de poder".
"Porque hay individuos y grupos, sin escrúpulo alguno, que desprecian el valor de la vida humana y
su carácter inviolable, subordinándolo a la obtención de sus intereses
económicos, sociales y políticos. ¡Siempre tan mezquinos!", ha
lamentado.
"No sabemos exactamente cuáles fueron los propósitos e intenciones últimos
de los que pensaron, programaron y ejecutaron los atentados de Atocha;
lo que sí resulta claro, es que no podrán neutralizar y menos anular los
frutos de nueva y redimida humanidad", ha apostillado.
Tampoco podrán, según ha aseverado Rouco, "adueñarse del futuro de
una ciudad, de un pueblo, de una comunidad política, y mucho menos,
podrán definir y determinar el destino último de las propias víctimas y
de sus familias". "Sin un previo arrepentimiento, profundo y
radical, no podrán ser nunca instrumentos o autores de caminos de
verdadera justicia y paz y por mucho que lo pretendan", ha añadido.
Además, ha destacado que, ante los atentados, "el corazón de los madrileños y de España entera se conmovió" y triunfó "el amor sobre el odio, la vida sobre la muerte y
la confianza en el poder de la gracia de Cristo Crucificado y
Resucitado sobre el sentimiento de impotencia y derrotismo humanos". En
este sentido, ha asegurado que entonces se demostró que "el terrorismo podía ser vencido".
No obstante, ha advertido de que "el sacrificio" de las víctimas
"arrancadas del seno de sus familias" por la "violencia criminal de los
terroristas pudiera quedar infecundo por nuestra culpa, por no haber
sabido convertirnos y reformarnos de verdad y en la verdad".
Asimismo, ha señalado que "hay que estar abierto al perdón siempre, aunque
sólo se pueda hacer efectivo cuando se muestra arrepentimiento sincero
por los crímenes cometidos y se reparan los daños causados".
"El perdón
de Dios llega al hombre solamente cuando este se hace verdaderamente
penitente", ha agregado.
Se trata de la primera vez desde 2007 que un aniversario del 11-M une
en un mismo acto a todas las asociaciones de víctimas -- Fundación de
Víctimas del Terrorismo (FVT), Asociación de Víctimas del Terrorismo
(AVT), Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo y Asociación de Ayuda
a las Víctimas del 11-M--, en esta ocasión coordinadas por la Fundación
presidida por Mari Mar Blanco.
A su llegada a La Almudena, el Rey y el resto de miembros de la
Familia Real asistentes al acto han saludado a las presidentas de las
asociaciones de víctimas Mari Mar Blanco de la FVT; Ángeles
Pedraza, de la AVT; Pilar Manjón, de la Asociación 11-M; y Ángeles
Domínguez, de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M.
Asimismo, el presidente del Gobierno ha tenido la oportunidad de
mantener con ellas una breve conversación minutos antes de que diera
comienzo la misa funeral.
Al acto han asistido alrededor de 900 personas, de
las cuales 350 eran representantes de las víctimas, unos 500 ciudadanos y
150 autoridades, entre las que además de Rajoy, se encontraban la
vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, los ministros
de Justicia e Interior, Alberto Ruiz-Gallardón y Jorge Fernández Díaz,
los presidentes de Madrid y de Castilla-La Mancha, Ignacio González y
María Dolores de Cospedal, o el secretario general del PSOE, Alfredo
Pérez Rubalcaba.
También han estado presentes los presidentes del Congreso y del Senado, Jesús
Posada y Pío García-Escudiero; diputados y representantes de distintas
fuerzas políticas como PP, PSOE, CiU o PNV, y numerosos cargos del
Ayuntamiento de Madrid, empezando por su alcaldesa, Ana Botella. También
han acudido representantes de los servicios de emergencias de la
Comunidad de Madrid, como el Samur, los Bomberos o el 112.