TÚNEZ.- El Príncipe de Asturias ha destacado este
viernes la "madurez" y "sabiduría" del pueblo tunecino, gracias al cual
este país ha sido "siempre" un "pionero" en la construcción de un Estado
"moderno" y "respetuoso" de los derechos sociales.
Don Felipe ha representado a España en el acto de celebración de
la nueva Constitución tunecina en el Palacio Presidencial de Cartago,
que ha contado con la presencia del presidente francés, François
Hollande, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y el
Príncipe Mulay Rachid de Marruecos, entre otras autoridades.
El Heredero de la Corona ha sido una de las veinte personalidades
que han tomado la palabra en el acto. Lo primero que ha hecho es
transmitir a los tunecinos una "felicitación calurosa" en nombre del
pueblo español y dejar claro que España comparte su "alegría" y
"esperanza" en estos momentos.
"Túnez ha sabido siempre estar en la cita con la historia y en la
vanguardia de las conquistas políticas y sociales", ha subrayado el
Príncipe, que ha recordado cómo España emprendió también hace casi
cuatro décadas un proceso de "cambios profundos" que, en un periodo de
tres años, culminó en 1978 con la aprobación por una "muy amplia
mayoría" de una nueva Constitución que estableció "un marco de
convivencia para todos los españoles".
"También hoy la comunidad internacional ha reconocido y saludado
los esfuerzos y sacrificios de todos los actores en favor de la adopción
de la nueva Constitución tunecina" que "garantiza las libertades
fundamentales, el estado de derecho, la separación de poderes y la
independencia de la justicia", ha destacado el Príncipe en un discurso
leído casi íntegramente en francés.
Ha puesto en valor el apoyo que España ha prestado a la transición
democrática "desde su inicio" y ha confiado en que la nueva etapa que
se inicia ahora permita a ambos países "reforzar" la relación bilateral
"en todos los terrenos". España, ha asegurado, tiene "la voluntad y la
determinación" de "contribuir al progreso y a la prosperidad de Túnez".
El Príncipe llegó esta mañana a Túnez, donde fue recibido en el
aeropuerto con honores de jefe de Estado por el presidente de la
República, Moncef Marzouki, con quien ha mantenido un encuentro.
Don Felipe ha viajado al país magrebí acompañado del secretario de
Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, el secretario general
de la Casa del Rey, Alfonso Sanz Portolés, el secretario del Príncipe,
Jaime Alfonsín y el director general para el Magreb, Africa,
Mediterráneo y Oriente Próximo, Manuel Gómez-Acebo Rodriguez-Spiteri.
Tras el acto de celebración de la nueva Constitución, el Príncipe
se ha quedado al almuerzo que ofrece Marzouki a las delegaciones que se
han desplazado a Túnez. En los márgenes de estos actos, Don Felipe ha
tenido oportunidad de mantener un encuentro con el presidente Hollande,
al que han asistido De Benito y el presidente de la Asamblea francesa,
Bernard Accoyer.
El Príncipe y el resto de la delegación española también se han
entrevistado con el primer ministro tunecino, Mehdi Jomaa, y su ministro
de Exteriores, Mongi Hamdi, a quienes han entregado una carta del
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, invitándoles a visitar España,
con quien Túnez ha de retomar las tradicionales cumbres bilaterales o
Reuniones de Alto Nivel.
España ha sido uno de los países que más ha apoyado la transición
tunecina, en la medida de sus posibilidades. El exjefe del Ejecutivo
José Luis Rodríguez Zapatero fue el primer líder europeo que viajó a
Túnez tras la revolución que derrocó el régimen de Zine el Abidine Ben
Ali.
Tras la llegada al poder en España del PP, el ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, visitó el país
en marzo de 2012, para conocer de primera mano cómo estaba avanzando la
transición hacia una democracia y cuáles eran las necesidades de las
empresas implantadas allí.
La presencia empresarial de España en Túnez, si bien no es muy
significativa, es relevante en el sector hotelero, de la construcción,
energías renovables y en agricultura.
En el proceso de transición ha tenido un fuerte protagonismo el
diplomático español Bernardino León, actual representante especial de la
UE para el Sur del Mediterráneo.
En el plano bilateral, España ha apoyado la transición tunecina a
través de varios programas de cooperación, entre ellos el programa Masar
que financia la AECID y que se centra en fortalecer las instituciones
públicas y contribuir a capacitar a las sociedades civiles de los países
del Mediterráneo que hayan iniciado reformas hacia una mayor
democracia.
En Túnez, en concreto, España ha financiado con 250.000 euros un
programa de formación policial y otro para el personal de prisiones, con
un coste de 300.000 euros, han informado a Europa Press fuentes
diplomáticas.
En el ámbito de la UE, España ha dado la batalla para que los
Veintiocho acompañen con fondos económicos la transición para evitar que
la revolución hacia la democracia se trunque si la ciudadanía no ve
satisfechas sus aspiraciones de mayor prosperidad. Al final la UE ha
contribuido con 400 millones de euros para Túnez en el periodo
2011-2013.
De cara al futuro, y a petición tunecina, España y el resto de la
UE trabajarán para relanzar la economía tunecina y facilitar las
reformas económicas y en la justicia, además de colaborar en rehabilitar
barrios marginales.
España será uno de los países que contribuya al desarrollo de la
nueva Asociación entre la UE y Túnez, que tocará aspectos como la
movilidad de trabajadores, la inmigración y la seguridad.