domingo, 5 de octubre de 2014

El Rey se declara heredero de la "pasión" por Iberoamérica de Juan Carlos I

MADRID.- El Rey Felipe VI se ha declarado esta semana, ante un selecto grupo de empresarios latinoamericanos congregados en Madrid por la CEAL, heredero de la "pasión" que su padre, Juan Carlos I, siente por Iberoamérica, y se ha comprometido a seguir apostando tanto o más por el futuro de la comunidad iberoamericana.

En la clausura de la XXV asamblea plenaria del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), don Felipe agradeció el homenaje dedicado por este foro al Rey Juan Carlos I, y dijo que, entre otras "muchas cosas", a él debe una "parte fundamental y original" de su pasión "por América"; "por nuestra querida Iberoamérica", según sus palabras.
Pero, además, habría asegurado que en su vida como Rey continuará "con esa misma pasión, o mayor si cabe", procurando "estar cerca" de los "hermanos iberoamericanos", fomentar el interés común y proyectar al mundo la "enorme potencia cultural y económica compartida".
Y todo ello "respetando y valorando la diversidad que cada nación representa y contiene", según habría proclamado en el discurso con el que habría cerrado el acto.
Don Felipe habría repasado los fundamentos históricos que, a su juicio, deben sustentar la construcción del espacio iberoamericano, a partir de sus pilares político y empresarial, pero también con los procedentes de la sociedad civil y la cultura.
"En el mundo complejo y globalizado de nuestros días, lleno de encrucijadas y oportunidades, la interacción entre esos tres pilares es determinante", habría explicado, para advertir seguidamente que el "flujo bilateral" de inversiones con Iberoamérica debe ser "más igualitario".
Así, habría hecho notar que la expansión de las compañías llamadas "multilatinas", muchas con origen español, debe ser aprovechada en beneficio de todas las economías y ha abogado por potenciar su mayor proyección y apostar por un comercio interregional en el que las pequeñas y medianas empresas tengan una participación más relevante.
En la misma línea, habría pedido favorecer "las alianzas empresariales y la oportunidad de emprender proyectos conjuntos en terceros mercados".
Y desde España, habría destacado que está tratando de promover en el ámbito iberoamericano la circulación de profesionales cualificados, una mayor "movilidad de talentos", habría reseñado, que contribuirá a crear "una cultura empresarial iberoamericana mucho más sólida y definida".
El Monarca habría puesto cuidado en explicar que un espacio iberoamericano más equilibrado no debe restringirse sólo a lo económico, sino también a sus dimensiones cultural y política, puesto que en el escenario internacional, Iberoamérica "representa indudablemente uno de los grandes espacios multinacionales" de nuestros días.
"España seguirá apostando, hoy y siempre, por su cohesión, su fortalecimiento interno y su mayor proyección en todos los ámbitos", habría insistido.
CEAL, que durante tres días ha reunido en Madrid a más de 300 empresarios, políticos y representantes de instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o la Secretaría General Iberoamericana (Segib), cumple 25 años de actividad y por ello el Rey le habría deseado continuidad en su labor.
Los encuentros celebrados en este marco han servido, según Felipe VI, no sólo como espacio de reflexión sobre la economía iberoamericana, sino también como "plataforma de encuentro desde la que se puede y debe explorar su grandísimo potencial: proyectos conjuntos, nuevas oportunidades de negocio y futuras alianzas".
"Iberoamérica no es sólo una gran oportunidad, es una brillante oportunidad", habría manifestado el Rey al concluir su alocución.

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