sábado, 6 de abril de 2013

Torres dice que la infanta y Urdangarin presidieron un acto ligado a Nóos en 2007

PALMA DE MALLORCA.- El exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, ha entregado al juez del caso Nóos varios documentos en los que le informa de que los duques de Palma presidieron en enero de 2007 la presentación de un proyecto social del Foro de Reputación Corporativa, fruto de un trabajo de consultoría del Instituto Nóos.

En el escrito que acompaña a la séptima tanda de correos electrónicos entregados al juez durante la instrucción, el abogado de Torres afirma que Nóos colaboró con Telefónica en la comunicación y diseño del proyecto "2015, un mundo mejor para Joana" y el acto al que asistieron la infanta y Urdangarin fue la culminación del mismo.
Torres, que trata de mostrar la implicación de la infanta Cristina en el Instituto Nóos, investigado por el presunto desvío de fondos públicos, señala que la repercusión del proyecto no habría sido la misma sin la presencia de la esposa de Urdangarin y del propio duque de Palma en el acto del 11 de enero de 2007.
Según la defensa de Torres, Telefónica era cliente del Instituto Nóos. La institución investigada colaboró con la empresa en asuntos de comunicación y responsabilidad corporativa y en 2007 le facturó 178.000 euros.
Además de varios correos electrónicos entre tres trabajadores del Instituto Nóos, dos consultores externos involucrados en ese proyecto, Torres ha entregado al juez un artículo con una fotografía sobre la presencia de los duques de Palma en la presentación del proyecto, extraídos de la página web de la Casa Real.
Torres entregó esta nueva tanda de documentos al juez ayer, el mismo día que el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, registró un recurso de apelación que resolverá la Audiencia de Palma pidiendo la revocación a la citación como imputada de la infanta Cristina, para que prestara declaración el 27 de abril.
El juez acordó la suspensión de dicha citación, hasta que sea resuelto el recurso.
Por otra parte, Torres ha entregado también al juez un escrito en relación al testimonio prestado en esta causa por parte del expresidente del Valencia, Juan Bautista Soler, que negó por dos veces su intervención en un Valencia Summit, evento organizado por el Instituto Nóos.
El abogado de Torres afirma que Soler "faltó a la verdad" y aporta para demostrarlo dos fotografías que ilustran la participación del expresidente del Valencia en el evento, así como un resumen de la ponencia en la que tomó parte junto a otros empresarios y profesores, que está incluida en el libro oficial del congreso.
En esta causa se investiga el cobro de 3.512.000 euros por parte del Instituto Nóos mediante contratos firmados con la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau y la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunidad Valenciana, para organizar los congresos Valencia Summit.

¿Puede ser imputado el Rey?

MADRID.- La imputación de la infanta Cristina por parte del juez Castro abre un sinfín de preguntas sobre la inviolabilidad o no de los miembros de la Casa Real. Respondemos algunas de ellas con la ayuda de José María Porras Ramírez, Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada y doctor 'cum laude' en Derecho.

¿Puede ser imputado el Rey?
Para conocer esta respuesta es necesario acudir a la Constitución que, en sus artículos referentes a la Corona, no deja lugar a la duda. El Rey no puede ser imputado de ninguna forma.

El artículo 56.3 es bastante claro: “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”, reza.
Al respecto, Porras Ramírez confirma este punto: "El Rey es inviolable de acuerdo a la Constitución, por lo que nunca podría ser imputado". Solo si dejara la Corona mediante una abdicación podría presentarse ante un juez, ya que ya no sería el Rey.


¿Y si cometiera un delito y hubiera pruebas suficientes como para imputarle?
En este caso sí habría un pequeño resquicio que permitiría llevar al Rey ante los tribunales: "Tendría que ser inhabilitado por las Cortes Generales y, una vez que dejase de ser Rey, podría ser procesado", desvela Porras Ramírez.
 
¿Quién responde ante los actos del Rey?
Sabiendo que la figura de Su Majestad no está sujeta a responsabilidad, la siguiente pregunta que nos tenemos que hacer es quién tendría que responder por los actos del Rey.

En esta ocasión, la Constitución también tiene una respuesta incontestable. El artículo 64 de la Carta Magna es el que se ocupa de estos supuestos.
En el 64.1 dice: “Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes".
El 64.2 resuelve todas las dudas que pudiera dejar sin resolver la primera parte: “De los actos del Rey serán responsableslas personas que los refrenden”.

Según Porras Ramírez, "de los actos políticos del monarca asume su responsabilidad el presidente del Gobierno".

Familia Real española (Getty)¿Pueden ser imputados otros miembros de la Familia Real?

La única excepción que la Constitución contempla es la referente al monarca. Del resto de los miembros de la Familia Real no se hace distinción, por lo que podrían ser encausados si un juez lo determinase.

"Se podría imputar a los demás miembros de la Familia Real, incluyendo a la Reina y al Príncipe, futuro heredero de la Corona", desvela Porras Ramírez, que añade: "la justicia es igual para todos menos para el Rey mientras que siga siendo Rey".
¿Qué consecuencias puede tener la imputación para la infanta Cristina?
Una vez que ha resultado imputada, se abre un abanico de hipótesis sobre el futuro de la hija de los Reyes. Cristina lleva año y medio sin acudir a ningún acto institucional (12 de octubre de 2011), por lo que se puede pensar que está apartada de hecho, pero no de derecho. Y es que la hija pequeña de los Reyes no puede perder su cargo de infanta:
"Ni el Rey la nombró infanta ni la puede destituir, es un derecho que tiene por ser la hija del Rey de España", asegura Porras Ramírez.
Los duques de Palma, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. EFE/ArchivoLo que sí podría perder son los derechos de sucesión, pero es un proceso complicado y ni siquiera podría ser aprobado por el Rey. "Se la puede apartar del orden sucesorio mediante renuncia, pero va regulado a través de Ley Orgánica y debe ser aprobada en las Cortes Generales".

¿Podría ir la infanta Cristina a la cárcel?

La respuesta es sí. Al permitir la Constitución que cualquier persona que no sea el Rey pueda ser imputada, la infanta podría ir a la cárcel si así lo decidiese un juez. "Puede ser declarada inocente o culpable en un juicio y puede ser condenada como cualquier persona normal", concluye Porras Ramírez.

¿Ha pasado algo similar en otros países?
En otros países sí han ocurrido hechos parecidos con el jefe del Estado implicado, aunque hay que aclarar que no eran monarquías parlamentarias como en el caso de España. Los dos principales ejemplos son Jacques Chirac y Richard Nixon en Francia y Estados Unidos respectivamente.

El expresidente galo fue condenado a dos años de prisión en el año 2011 por malversación de fondos públicos, abuso de confianza y apropiación indebida, aunque estaba exento de cumplirlos.
En el caso de Nixon, se le obligó a dimitir tras el ‘caso Watergate’, pero se le perdonó y no se le llegó a juzgar.
También sonado ha sido el ejemplo de Berlusconi en Italia. El expresidente del gobierno italiano fue condenado hace apenas un mes a un año de cárcel por el ‘escándalo de las escuchas’, sin embargo la sentencia es de momento en primera instancia.

Además, está siendo juzgado por otros dos escándalos: el ‘caso Ruby’ y ‘el caso Mediaset’. Hasta el momento, 'Il Cavaliere' ha conseguido esquivar la prisión gracias a varias leyes que aprobó durante su mandato y que le han permitido blindarse ante la justicia.

Urdangarín recibe una oferta para irse a trabajar a Qatar

MADRID.- El periodista Paco González ha adelantado en Tiempo de Juego, en la Cope, que el seleccionador nacional de balonmano, Valero Rivera y próximo entrenador de la selección de Qatar, ha realizado una oferta a Urdangarín, ex jugador del deporte, para marcharse con él.

   El seleccionador nacional, que mañana juega su último partido con España, está a punto de aceptar la oferta que le han hecho para ser el entrenador de la selección catarí, por el que cobrará 800.000 euros al año.
   Iñaki Urdangarín que ahora está implicado en el caso Nóos, si aceptara la petición, coincidiría de nuevo con el que fue su entrenador con la selección española y en el Barcelona, para preparar el Mundial de balonmano de 2015 que será en Qatar.

Las otras "primas" de Letizia rompen su silencio sobre la Infanta

MADRID.- Los familiares de la Familia Real de momento no han querido pronunciarse sobre la imputación de la Infanta Cristina. De todos los que hemos podido ver en estos días, ni la Infanta Pilar, ni la hermana pequeña del Rey Doña Margarita y su marido han querido pronunciarse sobre tan dura noticia. De hecho Carlos Zurita salió despavorido evitando cualquier encuentro con la prensa. Y su prima Simoneta Gómez Acebo tampoco.

Pero la semana va de "primos". Si este viernes El Semanal Digital se hacía eco del "disgusto" que le ha dado un primo de Letizia a la Princesa con un polémico libro, ahora le ha tocado el turno de hablar a otras "primas", las exprimas políticas de los Príncipes y de las Infantas.

Y es que las primeras en romper su silencio han sido las exnueras de Doña Pilar. Tanto Laura Ponte como Mónica Martín Luque han comentado la pena que les daba la noticia. Laura Ponte de hecho tenía muy buena relación con ellos.

La modelo ha hablado en la presentación de las nuevas tendencias de peluquería de su amigo Xavi García, y ha querido dar su opinión de un tema del que todo el mundo está pendiente: "Hay dos partes. Como persona que conozco, me da pena que pasen estas cosas y por otro lado soy una persona que confío en la justicia, creo en la justicia y las cosas son como son. ¿Qué vas a hacer? Me parece que las cosas son como son". La que fuera mujer de Beltrán Gómez Acebo asegura que no hay igualdad para todos: "Me gustaría, no solo en este caso, sino que en todos, que todo fuese al mismo ritmo. Creo que hay privilegiados de cara a la justicia, a veces". Pero precisaba apoyando a la que ha sido su familia: "No estoy hablando de ellos, hablo de otros y como está el país. Pero confío en la justicia".

La exnuera de Doña Pilar no tuvo reparo en dar su opinión sobre el juez Castro: "Este juez me parece un tío con cabeza, respetable, listo, y las cosas las habrá hecho con cabeza". La modelo quiso precisar algo importante: "Luego ya lo que pase... es una imputación, no es veredicto". Y en cuanto al recurso parece confiar: "Da igual, al fin y al cabo es lo de todos los días. A mi me pueden culpar de una movida, yo defenderme y salir inocente".

No muy lejos de allí donde se presentaba un modelo de Jaguar, el F-Type, la otra exnuera de la hermana del Rey, Mónica Martín Luque se mostraba igual de triste que su excuñada y sorprendida: "Lo vi anoche de pasada, estaba haciendo zapping viendo una serie, y cambié de canal porque me quedé un poco en shock y no quise ver más". Sobre si es un gran varapalo para la Casa Real confesaba: "A mi me da mucha pena".

La exmujer de Fernando Gómez Acebo se mantuvo muy discreta sobre el tema, aunque considera que puede que la imagen de los Duques de Palma se deteriore con todo esto, pero opina que no tiene por que suceder igual con las personas de alrededor si no tienen nada que ver con lo que ha sucedido: "De ellos supongo, pero tampoco pueden estropear las de otras personas alrededor si no tienen nada que ver digo yo". Mónica enseguida dejó claro que: "A ninguno nos haría ninguna gracia que te llamen a declarar en un juicio y te imputen".

Y es que su cuñado, Bruno Gómez Acebo también se tuvo que sentar en el banquillo el pasado mes de noviembre junto a Marcos Gómez Acebo acusados por un presunto pelotazo inmobiliario en la venta, por 2,7 millones de euros, de un chalé propiedad de Don Juan Carlos y sus dos hermanas, las infantas Pilar y Margarita de Borbón donde si eran condenados deberían devolver la comisión millonaria que se embolsaron por intermediar en la operación.

Nuevos mails de Torres apuntalan el divorcio interruptus de Cristina

MADRID.- Mientras el debate sobre la "postergada" imputación de la Infanta Cristina sigue en su punto álgido, el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, sigue echando leña sobre la implicación de la hija de los Reyes en la trama Nóos, que tantos quebraderos de cabeza está acarreando a la Familia Real.

Torres ha entregado al juez del Caso varios documentos en los que le informa de que los duques de Palma presidieron en enero de 2007 la presentación de un proyecto social del Foro de Reputación Corporativa, fruto de un trabajo de consultoría del Instituto Nóos.

En el escrito que acompaña a la séptima tanda de correos electrónicos entregados al juez durante la instrucción, el abogado de Torres afirma que Nóos elaboró la comunicación y diseño del proyecto "2015, un mundo mejor para Joana" y el acto al que asistieron la Infanta y Urdangarin fue la culminación del mismo.

Torres, que sigue tratando de mostrar la implicación de la Doña Cristina en el Instituto Nóos, investigado por el presunto desvío de fondos públicos, señala que la repercusión del proyecto no habría sido la misma sin la presencia de la esposa de Urdangarin y del propio duque de Palma en el acto del 11 de enero de 2007.

Además de varios correos electrónicos entre tres trabajadores del Instituto Nóos, dos consultores externos involucrados en ese proyecto, Torres ha entregado al juez un artículo con una fotografía sobre la presencia de los duques de Palma en la presentación del proyecto, extraídos de la página web de la Casa Real.

Torres entregó esta nueva tanda de documentos al juez este viernes, el mismo día que el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, registró un recurso de apelación que resolverá la Audiencia de Palma pidiendo la revocación a la citación como imputada de la Infanta, para que prestara declaración el 27 de abril. Cabe recordar que el juez Castro acordó la suspensión de dicha citación, hasta que sea resuelto el recurso.

Mientras tanto, la vida sentimental de la Infanta Cristina sigue sobre la mesa y pasto de todo tipo de rumores. Según informa este sábado La Otra Crónica de El Mundo, la imputación de la hija menor de los Reyes aleja el divorcio con Iñaki Urdangarin del que tanto se habla estos días, pero la separación sigue latente y parece inminente. 

Desengañada de su marido, los amigos de la Duquesa de Palma aseguran que se ha "caído del guindo" con su marido y que se separará. En este doloroso proceso cuenta con el respaldo de su hermana, la Infanta Elena, cuyo divorcio de Jaime de Marichalar despertó una gran polémica en su día. Doña Elena se ha convertido en el gran apoyo de Cristina en estos delicados momentos.

El PNV: el Rey ha "echado por tierra" la "marca España"

BILBAO.- El responsable del Área Institucional del EBB del PNV, Koldo Mediavilla, ha señalado que la "marca España" está "por los suelos porque su propio jefe de Estado la echó por tierra cazando elefantes en la sabana africana". Asimismo, ha defendido que la "opacidad" en que ha vivido la Monarquía debe acabar.

   En un artículo publicado en Deia, el representante jeltzale subraya además que la afección a la Corona española de un "caso de corrupción" ha terminado por "poner contra las cuerdas a la propia jefatura del Estado".
    Tras destacar que la imputación de la infanta Cristina de Borbón ha revolucionado el panorama político y mediático, advierte de que las reacciones del Gobierno y la Fiscalía sólo admiten una interpretación, que "la estabilidad de la Corona parece estar en juego".
   A su juicio, es una "soberbia memez" afirmar que la imputación de la infanta perjudica la "marca España", ya que ésta se encuentra por los suelos debido a que "su propio jefe de Estado la echó por tierra cazando elefantes en la sabana africana con una misteriosa señorita mientras su país se hundía en la miseria y el paro".
   "¿Descrédito? el de la propia familia real, cuyos miembros están envueltos en estafas millonarias. Cambalaches que, al parecer, eran conocidos por el cabeza de familia quien en lugar de denunciar y poner fin a estas tropelías, envió a sus autores a Washington con un salario millonario", denuncia.
   En este contexto, afirma que la "opacidad" en la que ha vivido la Monarquía, "que le ha permitido hacer y deshacer a su capricho desde siempre", se debe acabar, puesto que "o desaparece el oscurantismo o la propia Monarquía".
   "Por eso, cuando se ha encendido un foco sobre la Casa real, lo que hasta ahora era normal se ha convertido en paranormal y la visión azucarada de reyes, príncipes y princesas a la que nos habían acostumbrado ha devenido en una pesadilla de horrores, desmanes y contubernios. Y todo ello sin que intervenga 'pajarito' alguno ni visión sobrenatural que obre el milagro. Simple y llanamente parece haber bastado con encender la luz en La Zarzuela", defiende.
   Mediavilla, que recuerda también la dimisión del presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, o las situaciones vividas en las Cajas de Ahorro, se pregunta si la imagen de la "marca España" que se está perjudicando es la de aeropuertos sin aviones, autopistas sin vehículos o estaciones del AVE sin viajeros. "Esa imagen no la ha dañado ni una imputación judicial ni los enemigos de España, los soberanistas vascos o catalanes", remarca.

La Monarquía dañada, la transición acabada / Pablo Sebastián

Lo que parecía un solo caso de corrupción de Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres por el tráfico de influencias, estafa y otros presuntos delitos llevados a cabo en el Instituto Nóos, se puede convertir en una crisis de Estado que ponga en entredicho o en grave peligro a la Monarquía y al vigente Régimen político español de la transición. Y no solo por lo ocurrido en torno a este escándalo de corrupción política (donde pudo haber intervenido el Rey llamando a políticos y empresarios para obtener dinero en favor de Nóos, como se desprende de alguno de los correos llegados al sumario), sino y sobre todo por los graves errores políticos y las presiones que desde la Casa del Rey y desde el Gobierno se han perpetrado contra el juez Castro (a quien la extrema derecha monárquica pretende linchar) que instruye el caso y sobre todo desde que decidió, como era su obligación inevitable, imputar a la Infanta Cristina para que preste declaración.

El inusual recurso presentado por el fiscal Horrach contra el auto del juez, con el que se imputaba a la Infanta y la citaba a declarar, constituye a simple vista un disparate infundado y una decisión al parecer forzada por la fiscalía del Estado que depende del Gobierno y luego aplaudida por la Casa del Rey, que se ha decantado a favor del fiscal y en contra del juez con un comunicado impresentable donde declaró su “sorpresa” por la imputación de la Infanta, como si la Casa del Rey formara parte interesada de Nóos. Esa esa la impresión que ha dado con semejante comunicado, y lo que se desprende de las actuaciones del asesor del Rey, conde de Fontao, en el Instituto, y sobre todo del secretario de Noos y de las Infantas, García Revenga. De lo que se puede deducir que si la Casa del Rey critica al juez y aplaude al fiscal es porque ella misma está implicada en el caso Nóos e interpreta que la imputación a la Infanta-ahora pendiente de un recurso a la Audiencia Provincial de Mallorca- y no digamos su eventual procesamiento les afectaría de lleno.

Desde luego la imputación de una Infanta de España en un caso de corrupción es una noticia de envergadura y trascendencia tanto política como social, e incluso internacional. Y de todo ello solo son responsables Urdangarin, la Infanta Cristina, la Casa del Rey y el Gobierno de turno (de Zapatero y Rajoy) que sabiendo lo que ocurría, como debían saberlo, lo consintieron. Y todos ellos se están equivocando tanto en su estrategia de defensa jurídica, atacando la independencia de la Justicia, como en su acción política hasta el punto que estamos pasando de la imputación de la Infanta al creciente deterioro de la Corona, y la pérdida de “autoritas” del Rey, lo que podría conducir a la posible abdicación del monarca y, si no abdica, incluso a una crisis terminal de la Monarquia.

Entre otras cosas por todo lo ocurrido en Noos y la catastrófica gestión política del caso tanto por la Casa del Rey como por el Gobierno, y por el desafío que todo esto supone al conjunto de la sociedad española que está harta de escándalos de corrupción y de la impunidad de los políticos, gobernantes y altos cargos del Estado. De ahí que si finalmente la Infanta no fuera a declarar -si prosperara el absurdo recurso del fiscal- la revuelta social que ello originaría podría alcanzar cotas sorprendentes, como las que ya ven y se anuncian contra los desahucios frente a las sedes de los partidos y de los líderes y representantes políticos. Una movilización creciente que no se va a cortar con facilidad y por las malas y menos aún llamando terroristas o nazis a los que se manifiestan, o con medidas represivas de alta intensidad.

Ahora un cierto estupor y temor impera en los primeros palacios del Estado. Ahí están, por ejemplo, la Casa del Rey y el Gobierno con una rectificación relativa a su intransigencia inicial contraria a que la ley de transparencia fiscalizara los Presupuestos de la Corona. Pues bien, ambas partes ya han dado un paso atrás, pero no todos los que tienen que dar en este sentido y que acabarán dando. Como sería bueno que se dieran en Zarzuela otros pasos hacia atrás mas significativos y que Rajoy y su Gobierno tuvieran preparado un plan ‘B’ relativo a la posible abdicación del Rey -lo de la renuncia de la Infanta a sus derechos sucesorios es una ‘broma’ de mal gusto de los monárquicos de ABC-, porque ya no hay tiempo para un cortafuegos de baja intensidad dado que el bosque del Palacio Real ya ha sido pasto de las llamas. Y solo les queda como posible escudo una decisión importante como sería la abdicación del monarca quien, a todas luces, ha estado cerca del caso Nóos al igual que de las sorprendentes y reprobables andanzas en España de su “entrañable amiga” la princesa Corinna, lo que está a punto de estallar con asombrosos detalles en los medios de comunicación y ya veremos si también en los juzgados, lo que no sería nada de extrañar.

Se quiera o no estamos asistiendo al fracaso del sistema político (y del modelo económico de los últimos años) por causa de: la crisis, el mal gobierno, la corrupción y abusos de poder, la baja calidad de los representantes del pueblo, el desastre del modelo autonómico y la notable ausencia de la separación de los poderes del Estado. Lo que, sumado a una pésima ley electoral que no es representativa de la ciudadanía ni proporcional, está llevando este fin del Régimen de la transición a un gigantesco caos con alto riesgo de revueltas sociales. Lo que debería obligar al Gobierno y a la Oposición a reaccionar proponiendo una importante y profunda reforma política (nada de retoques a título de ‘regeneración’), si es que los actores de este crucial momento no quieren acabar sobrepasados por una “revolución” que por pacífica que sea siempre será una solución mas drástica que llevará a un cambio ‘global’ de la situación.

Lo ocurrido con la Infanta Cristina es toda una señal y buena prueba de ello es que el PSOE, desbordado por las minorías de su izquierda y del centro político (IU y UPyD), se empieza a desmarcar y a distanciar sigilosamente de la Casa Real. Y pronto veremos a ciertos colectivos, líderes sociales e incluso a importantes medios de comunicación iniciar ese mismo sendero en pos de una novedosa “ruptura democrática” como la que no se hizo (por el enorme poder que aún le quedaba al franquismo) al inicio de la transición. Y que puede dejar al Partido Popular (como en su día le ocurrió a Alianza Popular) fuera del juego de la nueva e imparable reforma y modernidad, mirando al pasado y en esa posición inmovilista y de ciego ante la realidad que tanto le gusta a Rajoy. De manera que atentos a los próximos acontecimientos porque lo que ahora está ocurriendo en España tendrá importantes consecuencias como muy pronto o a medio plazo se verá.

Carta al Rey de un monárquico que quiere seguir siéndolo / José Antonio Zarzalejos

Señor:

Muchos cientos de miles -quizás millones- de españoles que han alcanzado
ya la cincuentena y frisan la sexta década de su vida están -estamos- viviendo la situación por la que atraviesa la Corona con una progresiva preocupación y pesimismo. Educados muchos de nosotros en los grandes autores de la generación de 1914, gracias a la lucidez de los esforzados padres de la posguerra española, no podemos olvidar por qué razones se constituyó en febrero de 1931 la Agrupación al Servicio de la República ni se nos borra de la conciencia el Manifiesto dirigido a los intelectuales que suscribieron en el diario El Sol Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala y José Ortega y Gasset. En aquel texto fundacional, recordará usted un párrafo que su abuelo, Alfonso XIII, acaso no leyó y que, de hacerlo, seguramente no entendió. Me voy a permitir reproducirlo porque podría haberse escrito cualquiera de estos días y con un desgarro parecido.

Decían aquellos tres intelectuales lo siguiente: “Nosotros creemos que ese viejo Estado tiene que ser sustituido por otro auténticamente nacional. Esta palabra ‘nacional’ no es vana; antes bien, designa una manera de entender la vida pública, que lo acontecido en el mundo durante los últimos años de nuevo corrobora. Ensayos como el fascismo y el bolchevismo marcan la vía por donde los pueblos van a parar en callejones sin salida: por eso apenas nacidos padecen ya la falta de claras perspectivas. Se quiso en ambos olvidar que, hoy más que nunca, un pueblo es una gigantesca empresa histórica, la cual sólo puede llevarse a cabo o sostenerse mediante la entusiasta y libre colaboración de todos los ciudadanos unidos bajo una disciplina, más de espontáneo fervor que de rigor impuesto. La tarea enorme e inaplazable de remozamiento técnico, económico, social e intelectual que España tiene ante sí no se puede acometer si no se logra que cada español dé su máximo rendimiento vital. Pero esto no es posible si no se instaura un Estado que, por la amplitud de su base jurídica y administrativa, permita a todos los ciudadanos solidarizarse con él y participar en su alta gestión. Por eso creemos que la monarquía de Sagunto ha de ser sustituida por una República que despierte en todos los españoles, a un tiempo, dinamismo y disciplina, llamándolos a la soberana empresa de resucitar la historia de España, renovando la vida peninsular en todas sus dimensiones, atrayendo todas las capacidades, imponiendo un orden de limpia y enérgica ley, dando a la justicia plena transparencia, exigiendo mucho a cada ciudadano, trabajo, destreza, eficacia, formalidad y la resolución de levantar nuestro país hasta la plena altitud de los tiempos.”


Los españoles con edad para valorar todos y cada uno de sus méritos, Señor, se lo hemos reconocido sin cicatería y nuestro agradecimiento ha sido tan hondo que no hemos reclamado a los sucesivos gobiernos democráticos la regulación de la Corona, ni hemos solicitado su subordinación a las políticas del Ejecutivo como ocurre en otras monarquías parlamentarias, ni recabado medidas de transparencia de su Casa, a las que renuentemente parece haber accedido. Hemos asumido la transformación prosaica de la Monarquía española y su aburguesamiento aún a sabiendas de que con ello perdía simbolismo y carácter referencial. Y, en fin, Señor, hemos soportado hasta hace un año con plena discreción, comportamientos incompatibles con la connotación ejemplarizante de la magistratura que ostenta. Hemos fiado a su carisma y libre albedrío la marcha de la jefatura del Estado y la gestión prudente de la Familia Real. Después de no regatearle, Señor, ni uno sólo de los méritos, constatamos ahora que el crédito se ha amortizado, tanto en su principal como en sus intereses, y necesitamos una refinanciación ética y política para seguir siendo monárquicos.

Existen hoy tentaciones muy serias, Señor, para reescribir un nuevo Manifiesto dirigido a los intelectuales como el que publicaron en febrero de 1931 Marañón, Pérez de Ayala y Ortega. Ninguno de los tres era un radical, ni un izquierdista, ni un resentido. Eran -ellos y otros que se unieron en la Agrupación al Servicio de la República- ciudadanos profundamente decepcionados con la Monarquía de la Restauración. Como hoy hay muchos en España con la que usted encarna. Depende de usted, Señor, de su intuición, de su patriotismo, tomar las decisiones que le afecten a usted y a su familia y a su Casa, para que no se reescriba la historia que se contiene en la larga cita que he reproducido.


La inmensa mayoría de españoles que han sido juancarlistas y ya no lo son, desean vivamente percibir de nuevo una Monarquía parlamentaria funcional para España en la que el titular de la Corona forme parte de las soluciones y no de los problemas. Usted, Señor, nos ha librado de muchos, pero nos ha metido en otros que tampoco son pocos. Un buen monárquico del siglo XXI no es, Señor, quien cabecea en su presencia, le adula o le edulcora la realidad, sino quien le recuerda y exige -porque no es súbdito sino ciudadano- que España necesita la auténtica Monarquía de 1978 para evitarnos el riesgo de regresar a donde la mayoría no queremos ir. Disponemos, Señor, de una alternativa que usted mismo señaló las pasadas navidades: el Príncipe de Asturias, el “mejor preparado de la historia” según sus palabras y que, como demostró el jueves en un soberbio discurso ante el Poder Judicial en Barcelona, está en plena sintonía con los tiempos, aunque haya canallas que, por dinero y mediante la agresión a la intimidad de su esposa, quieran también erosionar la esperanza que representa. Adelántese, Señor, a los dinamiteros e impulse la institución monárquica como el Conde Barcelona lo hizo cuando ante usted renunció en la Zarzuela a sus derechos dinásticos apelando a “España, todo por España”.


David Rocasolano: “Yo fui el encargado de destruir el rastro de los documentos del aborto de Letizia”


El primo de la Princesa de Asturias publica Adiós, Princesa (FOCA, 2013), un volumen en el que revela  desde la existencia del informe médico del aborto al que se sometió Letizia Ortiz antes de su compromiso hasta los cambios en el agrio humor de la princesa, cada vez más déspota y controladora. Vozpópuli ha tenido acceso exclusivo al contenido del libro, que se publicará este lunes 8 de abril.

MADRID.-  David Rocasolano, primo y amigo cercano de la princesa Letizia, publica el próximo lunes 8 de abril Adiós, Princesa (Foca, 2013), volumen en el que ventila las intimidades y miserias de su prima, de la que alguna vez fuera fiel aliado y confidente. El contenido del libro ha sido adelantado en exclusiva a Vozpópuli y en él pueden leerse algunas de las revelaciones que sobre doña Letizia hace su pariente: el aborto al que se sometió antes de conocer a Felipe de Borbón; las capitulaciones matrimoniales que debió firmar para casarse; su carácter cada vez más colérico, irascible y paranoico, así como el excesivo vasallaje que demostraron los Ortiz Rocasolano ante la familia Real.

En el retrato de familia, David Rocasolano no era un cualquiera. El día del compromiso real aparece en la segunda fila, junto a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Sin embargo, Rocasolano salta hoy a la primera línea de fuego, esta vez para tirar piedras. ¿Por qué alguien tan cercano a la Princesa de Asturias decide, de pronto, arrojarla a los perros para que se la coman viva? Si hasta la ayudó en su divorcio del periodista Alonso Guerrero, ¿por qué ahora la llena de lodo? En el libro, Rocasolano da algo parecido a una explicación: “Adiós, princesa es la historia del choque de un gran tren expreso, los Borbones, contra una modesta caravana de gitanos, los Ortiz-Rocasolano. Nos han arrollado y ni siquiera se han preocupado de mirar hacia atrás. Érika está muerta y los demás nos hemos quedado solos y mutilados. Por eso escribo esto. Sé que la historia no tiene vuelta atrás. Pero esa historia, hasta ahora, solo ha sido contada de arriba a abajo, con todo su glamour y su mentira”.
Para quien sepa leer entre líneas, salta a la vista que este libro es un ajuste de cuentas, trapos sucios lavados en la imprenta. Doña Letizia no intervino en favor de su primo, ni siquiera se interesó por él cuando éste más necesitaba apoyo. El abogado Rocasolano, especializado en las transacciones inmobiliarias, fue involucrado en 2010 en la causa que se instruyó contra el equipo de gobierno del municipio de Ciempozuelos por corrupción urbanística, sin que ninguna mano, real o plebeya, levantara el teléfono para interesarse por él.
De ahí viene el distanciamiento y el duro tono de las páginas escritas por el primo de la actual Princesa de Asturias, quien no tiene ningún problema en afirmar cómo la propia Letizia y los Ortiz-Rocasolano le abandonaron en aquellos días: "Recibí alguna llamada de palacio preguntándome no por mi situación anímica, sino hasta qué punto mis escándalos periodísticos podrían afectarles a ellos. En cuanto al resto de mi familia, tampoco pusieron demasiado énfasis en que les aclarase si era culpable o inocente, si podía terminar en la cárcel o qué tal me encontraba. Finalmente, cambié todos mis teléfonos y corté mi comunicación con cualquiera de los Ortiz-Rocasolano. Página cerrada". No le falta a Rocasolano sentido de la oportunidad para dar por terminados sus afectos familiares. En un momento en el que la casa Real no se da abasto con los escándalos, el primo ha llegado para liarla un poco más.
El informe médico del aborto
David Rocasolano ha decidido ir con todo contra su prima, sin anestesia ni cuentagotas. Desde las primeras páginas ya revela, así, sin hacer esperar al lector, los temas más calentitos de la intimidad de la princesa, entre ellos, el aborto al que se sometió. En el capítulo uno de Adiós, Princesa se hace referencia a cuatro folios y un informe médico entregados por la propia Letizia a su primo en 2003 para su destrucción. Esos papeles, que Rocasolano dice haber incendiado en el fregadero de su cocina,  aparecen cinco años después, en 2008, en manos de un periodista que se dirige al joven abogado para pedirle detalles: "Yo había sido el encargado de destruir el rastro de esos documentos (...) Ya en 2003, seis años antes, cuando veía arder aquellos papeles en el fregadero de mi cocina, sabía que era imposible garantizar la eliminación de todos los rastros”.
Aquel documento era, en toda regla, una bomba. Y Rocasolano el encargado de mantenerla en secreto. Su divulgación supondría un escándalo para su prima, y por partida doble. Como plebeya aspirante a esposa de Felipe de Borbón, ese aborto significaba un enorme peñasco en su ya empinado camino a Zarzuela, y como Princesa de Asturias representaba un tropiezo de hipocresía para la familia Real.  Sin embargo, un bastante quemado David Rocasolano cuenta de qué forma el hartazgo real le hizo ignorar el asunto y no intervenir: “Cuando se marchó el periodista no levanté el teléfono. Me sorprendí a mí mismo dándome cuenta de que me importaba un carajo lo que sucediera con aquellos papeles, con mi prima, con Felipe. En otro tiempo, hubiera corrido a Palacio a informar de la crisis que se nos echaba encima. Pero en aquel momento me daba igual. Supongo que ya me había hartado de tanto vasallaje, de tantos desprecios familiares, de reconvertir nuestras vidas en altares solo dedicados a la adoración de una princesa caprichosa”.
A ti deben tratarte mejor que a Lady Di
Letizia acudía a David Rocasolano para todo. Él la había divorciado. En él confiaba lo suficiente incluso como para consultarle sobre las capitulaciones matrimoniales que le fueron entregadas antes de casarse. Y así lo describe Rocasolano, en una novelesca narración. La reunión de ambos primos ocurrió en la casa construida para don Felipe junto a Zarzuela, lugar en el que la pareja ya vivía junta antes de la boda. “Yo era un abogado joven pero ya había leído centenares de capitulaciones matrimoniales. Suelen tener dos o tres folios. El legajo que me entregó Letizia tendría cuarenta o cincuenta (…) En caso de separación, mi prima no iba a tener problemas. Le quedaba una asignación. Algo más que una asignación, debería decir. Una residencia de verano y otra de invierno. O sea, también algo más que una residencia. Con su servicio y sus cosas”. Sin embargo, en lo que a la custodia de los hijos se refería, una separación implicaba la pérdida total de la misma, una disposición que puso en guardia al abogado. La Princesa Letizia, que había llamado a su primo muy nerviosa y ansiosa, montó en cólera cuando Rocasolano le sugirió que no firmara esos papeles.
"No te hagas la tonta, prima. Tú has entendido esto tan bien como yo. Aquí se dice, por ejemplo, que en caso de separación renuncias por completo a la custodia de tus hijos.
– ¿Qué quieres decir?
– Pues que puedes firmar lo que creas oportuno, pero que respecto de la custodia de menores lo que aquí se expresa no tiene validez. Eso tiene que dictaminarlo un juez, Letizia. Yo que tú, no lo firmaba".
La versión que da David Rocasolano indica que Letizia se alteró, y muchísimo. “Pero ¿cómo te atreves a decirme eso? –perdió el control–. ¿Tú qué te crees? ¿Que yo soy tonta? ¡David, mira!¡Aquí estamos a lo que estamos!”.
La escena no termina ahí, se extiende en un largo consejo familiar en el que termina involucrado hasta Felipe de Borbón, a quien Letizia llama por teléfono para contarle lo que su buen primo y asesor le ha dicho. El propio autor explica su conversación con el Príncipe:
"Atravesé el salón y cogí el teléfono de manos de mi prima, que me escuchó rígida y sin pestañear. Estaba tan cerca de mí que notaba su aliento.
– Hola David, ¿qué pasa? –La voz de Felipe era tranquila; Felipe es un tío que nunca pierde su papel de tío majo, de buena persona, así nunca manifiesta lo que realmente piensa.
– No pasa nada, Felipe. Lo que le he comentado a Letizia. Que este no es un trato comestible –le dije–. Lo de la custodia de los niños es incluso ilegal.
– ¿Cómo que ilegal? –preguntó con su inalterable educación y su actitud siempre atenta a las opiniones de los demás.
– Bueno, Felipe. Que está fuera del ordenamiento jurídico. Que quien decide la custodia de los niños es un juez.
– Bueno, David. Lo que tú digas. Pero las capitulaciones son innegociables. Hay que firmarlas tal como están. No se puede cambiar ni una coma.
– No te preocupes, Felipe. Letizia va a firmar. Me ha pedido mi opinión y yo se la he dado.
Nos despedimos cordialmente. Como siempre. Aunque quizá un poco más serios que de costumbre".
No contenta con la opinión de su primo, Letizia llamó por teléfono al empresario y abogado Jaime del Burgo, hijo de Jaime Ignacio del Burgo Tajadura y  actual marido de Telma. Tras una conversación entre los tres, del Burgo echa por tierra las precisiones legales sobre la custodia y le hace saber a la aspirante la princesa: “A ti te tienen que tratar mejor que a Lady Di". Insistió en este punto, varias veces.
David Rocasolano escribe que nunca llegó a entender la comparación de Letizia con la ex mujer de Carlos de Inglaterra. Se trataba, en realidad, de una advertencia: tenía que asegurarse de que su cobertura económica fuera suficiente como para que no acabar como la malograda Princesa de Gales. Es de imaginar que su propia familia no imaginaba para ella un final entre chatarras tras estrellarse en un túnel. Sin embargo, y por si las moscas, no estaba de más explicarle a la futura alteza, aunque fuera de aquella manera surrealista, cómo se cubre las espaldas una princesa.

'Adiós, Princesa': el regalo envenenado de David Rocasolano a su prima Letizia

MADRID.- Desde que se hiciese público su compromiso con el príncipe Felipe, Casa Real y la propia Letizia Ortiz han puesto todo de su parte para evitar que se filtraran los asuntos más espinosos del pasado de una mujer llamada a ser reina. Sin embargo, la historia de Letizia como princesa de Asturias está plagada de traiciones. Muchas de ellas protagonizadas por miembros de su propia familia. Ahora es un primo suyo el que escribe y firma Adiós, Princesa (Ed. Foca), un nuevo libro que verá la luz el próximo lunes y que desvelará datos hasta ahora desconocidos de la otrora periodista de TVE. 

David Rocasolano ha decidido tirar de la manta y contar parte de su historia. Además de ser primo hermano de la princesa, por parte de madre, ha sido su abogado durante años. De hecho, fue él quien llevó todo el proceso de divorcio entre su prima y su primer marido, Alonso Guerrero, y además participó, posteriormente, en la redacción de las capitulaciones que se firmaron antes de la boda de los Príncipes en 2004.
Las razones que han motivado esta decisión de David Rocasolano son una incógnita, pero fuentes cercanas al primo de Letizia aseguran a Vanitatis que la relación que les unía se rompió repentinamente y que él no está especialmente contento con el trato que ha recibido su familia por parte de la Casa Real en relación al que han recibido los Ortiz, la otra rama del árbol genealógico de la Princesa.
"Durante muchos años se ha culpado a los Rocasolano de los males de Letizia. Se ha dicho que esa rama de la familia estaba formada por aprovechados que, en ocasiones, han querido beneficiare de su vínculo familiar. Esto es algo que a David le molesta mucho", relatan las mismas fuentes, que añaden: "No han sido David ni los suyos los que han utilizado el surtidor de gasolina que hay en Zarzuela para llenar el tanque de su coche. Hay una guerra entre los Ortiz y los Rocasolano y David ya ha aguantado tantos desplantes por parte de los Borbones y de la propia Letizia que ha decidido contar su historia".

La Casa Real no lo ha leído

David Rocasolano ha tenido diversas charlas con periodistas durante los últimos años, a quienes les ha expresado sus quejas sin tapujos; quejas que seguramente veremos reflejadas en este libro. En otros tiempos era impensable que un ejemplar así viera la luz, pero la veda se ha abierto definitivamente. De hecho, confirman desde Foca, editorial que lo publica, que ni la Casa Real ni la propia Princesa han tenido acceso a las galeradas. Para ellos el contenido será una sorpresa. 
Poco se sabe de lo que David Rocasolano va a narrar en ese libro, pero lo que está claro es que no va a ser del agrado de Letizia. Entre otras cosas, porque su primo conoce gran parte de sus secretos, entre ellos los detalles de su primer divorcio, cuyos papeles descansan, según la leyenda, en una caja fuerte que Alfredo Prada, vicepresidente segundo y consejero de justicia e interior de la Comunidad de Madrid por entonces, les regaló a los Príncipes por su boda. No obstante, hay más copias. Y ya ha habido algún intento finalmente abortado de sacarlos a la luz.
Adiós, Princesa, un libro cuyo título no deja lugar a la duda sobre las intenciones de su autor, tenía que haber visto la luz este viernes, según confirman en varias librerías y centros comerciales de Madrid, pero finalmente será el próximo lunes día 8 cuando pueda ser adquirido por unos 15 euros. Consta de 304 páginas y, lo más importante, cuenta con un archivo de fotos familiares y algunos documentos que prometen sembrar la polémica.

David Rocasolano: "No es un libro contra Letizia ni le guardo ningún rencor"


MADRID.- David Rocasolano (Madrid, 1972) es abogado y primo de la princesa Letizia Ortiz. Y, desde el lunes próximo, también es escritor. Este día 8 de abril saldrá a la calle su primer libro, Adiós, Princesa (Ed. Foca), un retrato de familia en la que se narra el choque de los borbones con los plebeyos Ortiz-Rocasolano, una familia que acaba destruida, según el autor, bajo la maquinaria del poder real.

Adiós, Princesa es un relato novelado, ágil, a veces hilarante, otras veces triste, de la llegada de una familia corriente a la cúpula de la jefatura del Estado. Rocasolano se limita a describir, y que juzguen los hechos, la intimidad de la Familia Real, con poderosos retratos del Rey y la Reina, de los Príncipes de Asturias, de los duques de Palma y de Lugo, de los “oligarquitas” (así los bautiza él) que brincan alrededor de Felipe y “El Jefe”, que es como le llaman a Juan Carlos.
Es un retrato duro, con aristas, como su autor. Que desvela que Felipe y Letizia, pocas semanas antes del anuncio del compromiso, le encargaron destruir los papeles que acreditan que la princesa de Asturias abortó voluntariamente el 27 de octubre de 2002 en la clínica Dator de Madrid. Una misión en la que fracasó, ya que el libro contiene copia de esos documentos, que llegaron a poder del editor Ramón Akal. La historia de este libro es tan fascinante, por momentos, como lo que este libro narra.
-Su libro es un mazazo a la institución monárquica tan grave como otro escándalo financiero.
Yo me limito a contar los hechos que viví.
-¿Crees que se van a tambalear las relaciones Iglesia/Monarquía por las revelaciones del aborto?
No creo que un libro pueda cambiar nunca nada. De hecho, nada va a cambiar. 
-Publicar los papeles del aborto convierte el libro, además, en un libro/noticia.
Eso es cosa de Ramón [Akal]. Yo no tenía esos papeles. Se cuenta en el libro. Un año antes o así, un periodista ya me había enseñado que había copias por ahí de las facturas de Dator. Quería que yo escribiera un libro con él. Me negué.
-Pero ahora lo has escrito…
Un día me llamó Akal y me pidió una cita. También había conseguido esos papeles. Me propuso escribir un libro. Él se hacía responsable de la divulgación de los documentos. Así consta en mi contrato. Yo solo tenía que escribir mis memorias, lo que yo he vivido. Le dije que no, pero un tiempo después, casi como una inercia, empecé a escribir.
-¿Por qué?
No seas tan sutil. Odio la hipocresía. Pregúntame si he escrito este libro por dinero, que es de lo que tienes ganas.
-¿Has escrito este libro por dinero?
¿Tú me haces esta entrevista por amor al arte?
-No.
-Quizá este libro solo me va a traer problemas. Yo qué sé por qué lo he escrito... Cada día pienso en un motivo diferente. ¿Por Érika? Puede ser. ¿Por rencor? Piensa lo que te dé la gana. Lo que yo creo que está claro es que Adiós, Princesa no es un libro escrito contra una persona. No es un libro contra Letizia ni le guardo ningún rencor, simplemente no la quiero a mi lado. Es un libro contra una institución, si quieres. O quizá contra las instituciones de este país. Aquello se acabó. Porque el damnificado comencé a ser yo.
-¿En qué sentido?
Yo ya no soy David Rocasolano. Y he tenido que soportar una presión mediática increíble. También Érika fue otra víctima y no pudo soportar esa presión mediática.
-Lo dices en alguna parte... La historia del juancarlismo y su entorno, “hasta ahora, solo ha sido contada de arriba abajo, con todo su glamour y su mentira. Ahora yo voy a contarla de abajo arriba”. Toda una declaración de intenciones...
Creo que más personas podrían contar más cosas. Incluso más interesantes. Pero, de alguna manera, todos tienen miedo. Yo tengo miedo. No me gustan los periodistas, pero son necesarios. En todos estos años he leído y escuchado en silencio cosas sobre mi prima y su entorno. Cuando empecé a visitar La Zarzuela y la Casa del Príncipe, me gustaba leer lo que se escribía en los periódicos sobre la vida allí. Un 80% de invenciones estúpidas, un 15% de manipulaciones amables y un 5% de rumores.
-¿Por ejemplo?
Que los papeles del divorcio de Letizia con Alonso Guerrero estaban custodiados por el Centro Nacional de Inteligencia “bajo siete llaves”. Akal tenía copia de esos documentos cuando me citó por primera vez. Incluso tenía más papeles que yo, algunos que destruí hace muchos años por innecesarios. Y yo tenía copia original en un trastero cerrado con un candado de esos que se abren con un mechero. ¡Bajo siete llaves! 
-Del CNI también hablas cuando Felipe y Letizia, pocas semanas antes del anuncio de pedida de mano, te encargan ir a la Clínica Dator y hacer desaparecer todos los papeles del aborto. Lo calificas como un golpe de Estado íntimo, o algo así.
Yo procuro no calificar nada, pero en el libro cuento cuáles fueron mis impresiones. No soy ningún especialista de derecho eclesiástico, pero el canon de excomunión de 1398 lo dice: “Quien procura el aborto, si este se produce, incurre en excomunión latae sententiae”. Felipe tenía que traicionar a sus padres para que lo del aborto no se llegara a saber. Si Juan Carlos y Sofía se hubieran enterado de que Letizia fue abortista, habrían impedido la boda.

Érika Ortiz a su primo: "Me han dejado sola, David. Me siento sola"

MADRID.- Adiós, Princesa es la historia del choque de un gran expreso, los borbones, contra una modesta caravana de gitanos, los Ortiz-Rocasolano. Nos han arrollado y ni siquiera se han preocupado de mirar hacia atrás. Érika está muerta y los demás nos hemos quedado solos y mutilados. Por eso escribo esto. Sé que la historia no tiene vuelta atrás. Pero esa historia, hasta ahora, solo ha sido contada de arriba abajo, con todo su glamour y su mentira. Ahora yo voy a contarla de abajo arriba. Desde lo que queda de aquella caravana destruida de gitanos. Advierto desde ya: no es una historia alegre”.

Este es el duro y controvertido alegato situado en la contraportada del libro Adiós, Princesa, escrito por el que durante muchos años fuera abogado de Letizia, además de su primo hermano, David Rocasolano. El contenido de esta obra, que verá la luz el próximo lunes, está causando gran controversia, sobre todo después de que Vanitatis desvelase en primicia que el libro contiene un documento especialmente polémico: el certificado médico de un aborto de Letizia acaecido años antes de conocer al Príncipe, hecho que la pareja habría intentado esconder al propio Rey, siempre según la versión del autor.
Pero Adiós, Princesa es también, al margen de algo parecido a una venganza, un tributo de David a su otra prima, Érika Ortiz, hermana menor de la Princesa, que falleció en febrero de 2007 a los 31 años. Aunque en su círculo más íntimo, la prudencia, el respeto y, sobre todo, el silencio han sido los protagonistas que han rodeado la pérdida de Érika, David Rocasolano habla alto y claro y no deja en muy buen lugar a Letizia. Sobre todo al describir la relación que ésta mantuvo con sus hermanas una vez que empezó a formar parte de la Familia Real. La dedicatoria que abre el libro ya es una declaración de intenciones: "Para mis hijos, por si algún día este libro les ayuda a comprender cuánta hipocresía sustenta algunas historias de amor y de Estado. Para Érika". 
Henar Ortiz, tía de la princesa, ha sido la primera en hablar abiertamente sobre la muerte de su sobrina sin tapujos: “Érika decidió apearse y se apeó. Nadie puede valorar por qué tomó esa decisión”. David va más allá. Afirma que el afán protector de cualquier hermana mayor, hizo que Letizia estuviera muy unida a sus hermanas Telma y Érika. Una imagen idílica que cambió radicalmente cuando la Princesa pisó por primera vez el Palacio de La Zarzuela. Tachada de “inquisidora” por su primo y exabogado, éste narra cómo Letizia comenzó a controlar todos y cada uno de los aspectos de la vida de sus hermanas sin preocuparse por la realidad que vivían Telma y Érika.
“‘Me han dejado sola, David. Me siento sola’. Érika no se refería a Antonio Vigo [el padre su hija Carla y exmarido de la hermana menor de la Princesa, de quien se divorció una vez que su cuñada ya estaba casada con el heredero]. Se refería a Letizia. Supuse que tras su reaparición en la prensa rosa, Érika había recibido algunas de sus típicas llamadas histéricas y controladoras”, escribe.
La presión mediática fue el talón de Aquiles de Telma y Érika y el motivo principal de que la relación de las tres hermanas estuviera deteriorada desde antes de la muerte de Érika. Ajena al acoso que sufrían, David Rocasolano asegura que Letizia vigilaba desde Palacio las idas y venidas de sus hermanas, así como sus apariciones públicas. Tanto es así que en mayo de 2008 Telma Ortiz puso una demanda a cincuenta medios de comunicación, que fue finalmente desestimada, por el “insoportable y permanente acoso de la prensa” al que estaba sometida.
Este especial homenaje que David Rocasolano rinde a su prima Érika no es el episodio más espinoso del libro Adiós, Princesa, pero probablemente sí el más duro con Letizia desde el punto de vista estrictamente personal. 

David Rocasolano: "Letizia me dijo que me deshiciera de los papeles de su aborto"

MADRID.- La Princesa de Asturias ha sido traicionada
de nuevo. Y esta vez es difícil que los comentarios que surjan tras la publicación de Adiós, Princesa, escrito por su primo y exabogado David Rocasolano, que sale a le venta el próximo lunes, no rompan con la paciencia que Letizia muestra con algunos miembros de su familia.

Vanitatis ha tenido acceso, en primicia, a un adelanto del contenido de este libro. 304 páginas que son una auténtica bomba, que caerá en mitad de la continua tempestad que azota a la Monarquía española y que desvela, según documentos aportados por Rocasolano, que la Princesa de Asturias se sometió a un aborto en la Clínica Dator, en Madrid, cuando solamente era Letizia Ortiz.
David Rocasolano era más que su primo. Su estrecha amistad le unía de una manera muy especial a la Princesa, tanto es así que él fue quien se encargó de tramitar su divorcio. Años después, y antes de que se celebrara la boda real, Letizia confió en él, en presencia del Príncipe Felipe, para que se deshiciera de los papeles de su antiguo aborto -según los papeles originales que se reproducen en Adiós, princesa-.
“Si me había elegido a mí para limpiar el rastro era porque no tenían a nadie más”. Rocasolano asegura que uno de los motivos por el que él fue a quién se le encomendó la destrucción de esas huellas fue por el miedo del Príncipe a que se filtrara la información al Rey, sobre todo tras la oposición de sus padres a que Felipe se casara con una divorciada.
El primo díscolo también narra, en primera persona, los cambios de personalidad de su prima y su manía persecutoria. Asegura, además, que Letizia ha mentido y ha puesto a prueba a su familia en varias ocasiones para cerciorarse de que dentro de los Rocasolano había un topo que filtraba noticias a la prensa.
Hasta tal punto llegó su obsesión por descubrir al traidor que engañó a su familia en su primer embarazo del Príncipe informándoles de que esperaba un niño y que iba a llamarse Pelayo, información que, poco tiempo después y confirmando sus sospechas, apareció en la prensa del corazón. “Después de esto pensé que alguien debía recomendarle a Letizia unas sesiones de camilla de un psicólogo. Por mucho que el topo, en verdad, existiera, ¿qué sentido tenía ocultar el sexo del hijo?”, dice Rocasolano.
Asimismo, deja al descubierto cómo la boda de los príncipes el 22 de mayo de 2004 ha engullido a todo el entorno de los Ortiz y de los Rocasolano bajo la creciente y dura presión que la Princesa de Asturias ejerció antes del anuncio de su compromiso de noviembre de 2003 y que instaló a todos “en la cultura del miedo”.
 “El virus del secretismo y la hipocresía se había ido extendiendo por toda la familia ya incluso antes de la boda. (…) Letizia me llamaba constantemente para prevenir cualquier desmadre del clan”, escribe David Rocasolano.
Como no podía ser de otra forma, Alonso Guerrero, su exmarido, tiene cierto protagonismo en algunas de sus páginas. “Él había sido siempre más profesor que novio, pareja o marido. Alonso era para ella un Pygmalión, y Letizia escuchaba e interiorizaba los argumentos de su exmarido hasta hacerlos suyos”.
Su relación con David Tejera, compañero de la princesa en su andadura profesional en CNN, era completamente diferente. Ambos eran dos profesionales tan ambiciosos que estaban muy poco dispuestos a renunciar a su independencia por el otro. “Era patente el mutuo empeño por distanciarse sentimentalmente. Por no hacer planes. Por no ser pareja”.

"Adios, Princesa", por David Rocasolano

MADRID.- El próximo lunes saldrá a la luz el primer libro de uno de los familiares más allegados de Letizia, su primo David Rocasolano. Aunque no se conoce mucho de su contenido, sí se sabe que no será de agrado para la Princesa.

David y Letizia, de la misma edad, estaban muy unidos. Su primo, licenciado en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid, era su abogado y quien se encargó de su primer divorcio, según informa Vanitatis. Es decir, que si hay alguien que conoce los entresijos del pasado de la Princesa, que tanto ella como la Casa Real han intentado esconder, ese es David Rocasolano.

El mismo portal cita varias fuentes que indican que la relación entre la Princesa y su primo se rompió y que David estaba descontento con el trato que la Casa Real dedicaba a la familia Rocasolano. El abogado, que se vio implicado en un caso de corrupción y representó a los hermanos Morales, según informa la revista Diez Minutos, no ha tenido pues, contemplaciones, a la hora de plasmar todo lo que sabe acerca de los Borbones y el pasado de la Princesa en su primer libro.

Entre desplantes y secretos, David tiene mucho que contar y, aunque el contenido será una sopresa incluso para la Casa Real, el libro añadirá leña al fuego en un año en el que la monarquía española está viviendo sus momentos más difíciles. A los escándalos protagonizados por el Rey y su yerno, Iñaki Urdangarín, se suma la reciente imputación de la infanta Cristina y, ahora, la publicación de un volumen a cargo de Ediciones Foca, que no dejará indiferente a nadie.

La misma revista asegura que el argumento gira en torno al choque de un gran tren que representa a los Borbones, contra una humilde caravana de gitanos, que serían los Ortiz-Rocasolano, arrollándolos sin contemplaciones. El volumen, además, cuenta con un archivo de fotos familiares y varios documentos de interés.

El título del libro de 304 páginas, "Adios, Princesa", es bastante revelador, aunque habrá que esperar al próximo día 8 para conocer el contenido específico y los secretos desvelados por quien ahora amenaza con ser otra piedra en el camino de la Familia Real española.