lunes, 11 de marzo de 2013

ERC pide el cambio de denominación del paseo Juan de Borbón, de Barcelona

BARCELONA.- El partido ERC ha presentado un ruego al pleno del distrito de Barcelona, que se celebrará este jueves, para cambiar el nombre al actual paseo Joan de Borbó, de la Barceloneta.

El ruego republicano tiene como finalidad que recupere su vieja denominación de paseo Nacional -un nombre que, por su polivalencia, fue utilizado tanto antes del franquismo como durante la dictadura del general-. 
CiU aceptará el ruego de los independentistas, de modo que se iniciarán los trámites para el cambio de denominación de esta vía urbana de la ciudad de Barcelona.

Las actas de Nóos revelan que la Infanta no participó en las reuniones de la Junta Directiva

PALMA DE MALLORCA.- Las actas del Instituto Nóos revelan que la Infanta Cristina no asistió a las reuniones de la Junta Directiva celebradas por la entidad entre el 23 de septiembre de 2003, fecha en la que fue designada la nueva Junta con el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, a la cabeza, y el 20 de marzo de 2006, cuando tanto éste como su mujer y el secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, se desvincularon de la asociación investigada en el caso Nóos. 

   Así consta en los documentos que están pendientes de ser entregados al juez instructor de la causa por parte del exsecretario general de Nóos Miguel Tejeiro, después de que el magistrado así se lo haya requerido con el objetivo de averiguar si a los encuentros celebrados asistieron todos sus miembros y, entre ellos, la Infanta en calidad de vocal de la entidad.
   Se da la circunstancia de que ninguna de las actas hace referencia a la toma de decisiones con respecto a los eventos investigados en relación con Valencia ni con Baleares. De hecho, el propio Tejeiro, en la declaración que prestó ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Palma, José Castro, señaló que como secretario general de Nóos firmó los acuerdos adoptados puesto que no había entre ellos ninguno "sorpresivo o arriesgado".  
   Más en concreto, el primero de ellos, del 23 de septiembre de 2003, alude a la constitución de la Junta Directiva, integrada por Urdangarin, Torres, Tejeiro, García Revenga como tesorero de la asociación, y la Infanta en calidad de vocal. Mientras tanto, la siguiente reunión, del 3 de marzo de 2004, contó con la presencia de Urdangarin, Torres y Tejeiro, y en ella se acordó por unanimidad autorizar al Duque y a su exsocio a operar con firma indistinta en la cuenta corriente del Instituto Nóos.
   Ya el 26 de noviembre de 2005 concurrieron a la reunión de la Junta de ese día Urdangarin, Torres y Tejeiro, quienes aprobaron, también de forma unánime, conferir poderes generales de administración y disposición en favor de Urdangarin y Torres para que, en nombre de la asociación, pueda cada uno de ellos indistinta y solidariamente ejercer todas las facultades que se relacionaban en un anexo que acompañaba al acuerdo.
   Más en concreto, se les habilitaba para comprar, disponer, enajenar y gravar todo tipo de bienes muebles e inmuebles; otorgar toda clase de actos, contratos o negocios jurídicos; asministrar bienes; girar, aceptar y protestar letras de cambio; tomar dinero a préstamo o a crédito; disponer, abrir y cancelar cuentas y depósitos de cualquier tipo; otorgar contratos de trabajo; comparecer ante toda clase de juzgados; intervenir en suspensiones de pago o quiebras; dirigir la organización comercial de la asociación, y otorgar y firmar toda clase de documentos públicos y privados.
   Finalmente, en la asamblea celebrada el 20 de marzo de 2006, se aprobó el nombramiento de una nueva junta directiva, que quedaría constituida por Torres como presidente -en sustitución de Urdangarin-, Tejeiro como secretario general y Pedro Parada como tesorero.
   Entre las actas también se encuentra la correspondiente a la Asamblea General Extraordinaria celebrada el 19 de octubre de 2004 en la que, también por unanimidad, se acordó solicitar a La Caixa una póliza de crédito por un importe máximo de 300.000 euros a un plazo de hasta 12 meses, ofreciendo como garantía las facturas que se girarían a la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) de Valencia. También se facultaba a Torres para efectuar las gestiones necesarias y contratar la anterior póliza.
   Cabe recordar que, según justificó el Duque en su declaración como imputado del pasado 23 de febrero en torno al papel desempeñado por su mujer en Nóos, la Infanta era vocal en el Instituto que presidía porque hacían falta cinco personas para formalizar la Junta Directiva y "tuvimos, cómo decir, que cubrir esos asientos". No obstante, señaló que su esposa no hacía "absolutamente nada" sino que fue nombrada como persona "de máxima confianza y transparencia" para el cargo que iba a ostentar.
   "Era una persona de confianza mía en la Junta Directiva, simplemente eso, con la voluntad máxima de dar una transparencia y una normalidad a las cosas", recalcó el imputado acerca del nombramiento de la Infanta en la entidad a través de la cual presuntamente fueron desviados unos 5,8 millones de euros.
   En una de sus preguntas en torno al papel de la hija del Rey Don Juan Carlos, Castro observó que según los estatutos de Nóos, con tres miembros en la Junta -presidente, tesorero y secretario- "bastaba", a lo que el Duque respondió que sus asesores le dijeron que "había esto, conformamos que iban a ser cinco y yo siempre he pensado que el formalismo eran cinco, no tres".
   Al interpelarle sobre qué hacía entonces su esposa como vocal, Urdangarin se limitó a contestar: "absolutamente nada", tras lo cual el juez le preguntó "y si no hacía nada, ¿para qué estaba allí?".
 "Le repito Señoría, yo siempre he pensado que hacían falta cinco personas para formalizar esa Junta y nombramos a las personas de máxima confianza y máxima transparencia para ello. Nada más. Es la primera noticia que tengo que con tres ya hubiésemos conformado la Junta", espetó el encausado.

La Casa Real y el Conde de Fontao son asesorados por Jiménez de Parga

PALMA DE MALLORCA.- El asesor jurídico de la Casa Real y Conde de Fontao, José Manuel Romero, está recibiendo el asesoramiento del abogado barcelonés Andrés Jiménez de Parga con el objetivo de seguir de cerca la evolución procesal del caso Nóos, principalmente con motivo de la citación como testigo de Romero de cara al próximo día 19.

Un asesoramiento que, según indican, se extiende en el tiempo y ha recibido impulso después de que el juez instructor de la causa, José Castro, solicitase la pasada semana las actas de las reuniones celebradas en el Instituto Nóos durante el periodo en el que el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, la Infanta Cristina, el secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, formaron parte de la junta directiva de la entidad, junto a su exvicepresidente Diego Torres y su exsecretario Miguel Tejeiro.
El objetivo del magistrado pasa por saber si en las asambleas y juntas que celebró el Instituto Nóos entre septiembre de 2003 y marzo de 2006, se reunieron todos sus miembros y, entre ellos, la Infanta en su calidad de vocal de la entidad.
En el caso de Romero, la hipótesis de que éste fuera llamado a declarar en el caso Noos venía siendo barajada desde hacía tiempo por parte de los investigadores, por las referencias que tanto Torres como Urdangarin habían efectuado con respecto a cómo se produjo la intervención del Conde de Fontao en los hechos que provocaron la salida del marido de la Infanta del Instituto Nóos. Desechada por el juez Castro la vía de la imputación, el Conde de Fontao no deberá acudir a su declaración asistido de abogado al haber sido citado en calidad de testigo.
Cabe recordar que el letrado barcelonés estuvo personado en otra causa de presunta corrupción instruida en Palma, más en concreto en el marco de la operación Relámpago, que investiga a nivel global la presunta evasión de impuestos a través de paraísos fiscales, operaciones de blanqueo de capitales y dobles ventas de solares urbanizables en el término municipal de Andratx.
Un procedimiento en el que Jiménez de Parga defendió a Martha Mónica Hore y a su esposo, el financiero de la City de Londres y multimillonario Christian Hore. El fiscal anticorrupción Juan Carrau acusó al matrimonio Hore de haber cometido hasta 15 delitos contra la Hacienda Pública con una petición de penas de prisión de más de 80 años y una responsabilidad civil que la fiscalía cifró en 200 millones de euros.
Sin embargo, el proceso, que finalizó hace aproximadamente un año, concluyó con una sentencia de conformidad en la que el representante del Ministerio Público aceptó retirar la acusación que pesaba contra Christian Hore, la absolución de su esposa y el pago por parte de éstos de unos cinco millones de euros.

El director del CNI, Sanz Roldán, sobre la amiga del Rey: “Es una bomba de relojería”

MADRID.- En una inusual comparecencia en director del CNI, Félix Sanz Roldán, explicará ante los miembros de la comisión parlamentaria de Secretos Oficiales el próximo día 19 si Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha prestado algún servicio “delicado y discreto” al Gobierno español tal y como ella misma afirmó en una entrevista concedida al diario “El Mundo” y han negado tanto socialistas como populares. 

Éste se trata, sin duda de un asunto también “delicado” porque Sanz Roldán no ha dudado en afirmar en conversaciones privadas que “Corinna es una bomba de relojería”, según ha podido saber Vozpópuli.
 
El responsable de los servicios secretos españoles ha expresado en esos círculos privados su preocupación por las consecuencias que está teniendo el “asunto Corinna” tanto en el Rey como en su entorno en un momento de grave deterioro de todas las instituciones. En este sentido ha comentado que se está “afectando” a la imagen del Monarca y de la Casa Real y que él, en su comparecencia tendrá que admitir que la llamada “princesa” “ha ido en algunos desplazamientos de Don Juan Carlos y compartido viajes con ministros”, cosa de la que, por otro lado, hay bastantes testimonios gráficos. 

Además, Sanz Roldán comparte con el Gobierno, la oposición y los responsables de las principales empresas del IBEX la preocupación sobre la soledad familiar del Rey, tal y como informó este medio. Una soledad familiar que se intentó contrarrestar hace ocho días tras la operación de hernia discal del Rey, al acudir a la madrileña clínica de La Milagrosa Doña Sofía, los Príncipes de Asturias y las Infantas Elena y Cristina. Eso sí, la necesidad de dar una imagen de unidad familiar en torno a Don Juan Carlos no llegó a incorporar a ese grupo a Iñaki Urdangarín, como ocurrió en su anterior intervención quirúrgica, el 25 de noviembre del pasado año, cuando se le operó de la cadera.

Pero es que además Sanz Roldán deberá explicar a preguntas de los portavoces de los Grupos Parlamentarios que se integran en la comisión de Gastos Reservados --que es la nomenclatura real de la que atiende los secretos oficiales-- qué papel jugó el propio CNI respecto a Corinna, esto es, si como ha denunciado el sindicato policial SUP, los servicios de inteligencia le daban protección el tiempo que vivió en España además de contar con escolta oficial de agentes de la Guardia Civil adscritos a Defensa, que incluso le pusieron el nombre clave de “Ingrid”.  José María Benito, portavoz del SUP, asegura que “Corinna ha tenido protección con cargo al erario público”.

Las preguntas sobre Corinna correrán a cargo fundamentalmente de Izquierda Unida.

Javier Castro-Villacañas: “El juancarlismo es tan franquista en su origen que será franquista en su final”


MADRID.- En El fracaso de la monarquía (Planeta, 2013), su autor, el abogado y periodista Javier Castro-Villacañas analiza no sólo las costuras del reinado de Juan Carlos de Borbón y Borbón, sino los errores de la sociedad y el país que apoyó una estructura de poder que hoy se debilita cada vez con más velocidad.

Castro-Villacañas propone así una reflexión que coloca en perspectiva la querencia de la corona borbónica hacia la izquierda en España desde la restauración hasta la transición, pero también  los desaciertos de los actores políticos en la consolidación de un consenso que ha derivado en la partidización de la monarquía, principal obstáculo, a su juicio, para la consolidación de una democracia que necesita, con urgencia, nuevos actores.

-Vistos lo errores políticos de Alfonso XIII y de los propios monárquicos durante la segunda república, en el que quedan completamente de lado. ¿Cómo se plantea la figura de Don Juan?
-Don Juan quería ser rey a toda costa. Él pensaba que al acabar la segunda Guerra Mundial, Franco se hundiría con Italia y Alemania. Ese es el momento en que publica el manifiesto de Lausana. Una vez que Franco se mantiene en el poder tras la contienda, Don Juan intenta camelárselo. Franco, siendo gallego, no enseña todas sus cartas. Mantiene la instauración de la monarquía como una incógnita sin fecha de resolución. En este juego entra posteriormente el Príncipe Juan Carlos.  La única carta que tenía don Juan era ser rey. Don Juan es un fracaso absoluto. Le traiciona todo el mundo, hasta su propio hijo.

-Vuelvo a la relación entre la izquierda y la monarquía, pero ahora en el escenario de la transición. Afirma usted que para la monarquía ésta fue una herramienta, quizás incluso para lavar el pecado original franquista.
-El juancarlismo es un pacto de poder entre los herederos del franquismo, con Juan Carlos a la cabeza. Pero con él está todo el aparato de poder del franquismo (Torcuato, Suárez, Fraga), está el ejército, está la iglesia. Por otro lado están los nacionalismos y luego la izquierda,  en aquel entonces representada casi exclusivamente por el Partido Comunista. Se busca y se encuentra ese acuerdo con el PCE, mientras que el PSOE (después de la muerte de Franco) mantuvo una mínima tensión, aunque finalmente se decanta a favor de la Monarquía. Sin embargo, la verdad es que quienes dirigen y organizan la transición son estos herederos del franquismo, la izquierda se sumó al proyecto elaborado por Torcuato, Suárez y fundamentalmente el Rey.

-Habla usted también de un papel político pobre de la derecha con respecto a la monarquía.
-La derecha juega un papel legitimador del juancarlismo como régimen democrático, pero no es una pieza fundamental. Porque el régimen de Juan Carlos se define por esa querencia hacia la izquierda.

-Para usted,  el carácter personalista del Juancarlismo impide cualquier sucesión.
-El juancarlismo es tan franquista en su origen, que será franquista en su final. Pienso que se morirá en la cama, que no habrá abdicación. Hay un factor humano que tiene mucha importancia. Hay gente que me pregunta, ¿cómo se puede hablar del fracaso de la monarquía si lleva 37 años en el poder? Y claro, es ahí cuando respondo: es una paradoja. Es un éxito personal del juancarlismo. Pero no ha conseguido que ese pacto originario con la persona se convierta en una aceptación de la institución de la monarquía.

-A su juicio, ¿es inviable la monarquía sin Juan Carlos?
- Durante los gobiernos de Felipe González, el rey tuvo una influencia muy importante. También  durante el Gobierno de José María Aznar: nombró ministros, nombró a Eduardo Serra ministro de Defensa. Es un rey que interviene en política. Es un árbitro que arbitra a favor de sus intereses, que tiene una querencia política y personal. Este régimen del juancarlismo será muy difícil que lo pueda heredar su hijo en todos sus parámetros. Está la posibilidad de que se reformule: que los juancarlistas pasen a ser felipistas, pero lo veo complicado. Un príncipe que traiciona a su padre, como lo hizo Juan Carlos con Don Juan, demuestra una querencia muy grande hacia el poder y aquí está el factor humano de Juan Carlos de Borbón.

-Sin embargo, el pacto de apoyo hacia la figura del rey se ha resquebrajado, quizás desde antes del caso Urdangarín.
-Yo le doy más importancia a la cacería de Botsuana que al tema de Urdangarín como suceso que ha debilitado a la Monarquía de cara a la opinión pública. Desde la transición se creó un pacto: había que preservar al rey porque él garantizaba el mantenimiento de la democracia. La pregunta es cuántos Botsuana ha habido en los últimos 37 años. Lo digo como un actuación del rey fuera de la transparencia del parlamento, de la sociedad y del propio Gobierno. ¿Cuántas actividades del rey de tipo político y económico desconocemos los españoles?

-Todo apunta, y hay una tendencia de opinión al respecto, a que la estructura  de la transición se está desvencijando y que ha llegado la hora de reformarla.
-El régimen del 78 está acabado y éste va unido a la monarquía. Y señalo como responsables de este fracaso al partido socialista, también a la derecha y a la propia institución monárquica. No es presentable que los responsables vengan a proponer una reforma y a colocarse en la cabeza de la manifestación del cambio político. Esta es una crisis muy profunda, muy radical, muy tremenda.   Tendrían que surgir nuevos actores y no ocurre porque la sociedad española está sedada, pero España es un país de aguas subterráneas. El mañana en la vida y en la política es imprevisible y todo puede suceder.  ¿Por qué no hay ningún partido republicano en España?

-Finalmente, ¿dónde está y en qué consiste el fracaso de la monarquía?
-El régimen que nace después de la muerte de Franco prometió a los españoles varias cosas. Prometió democracia; la reconciliación nacional entre los españoles y la integración de los nacionalismos dentro del Estado. Esas fueron las tres ideas fuerza que movieron la transición. Pero ni hemos conseguido una democracia auténtica, se instauró un régimen parlamentario que ha derivado en un régimen de partidos con la corrupción como regla de oro del funcionamiento interno de estos. Fracasa la reconciliación entre los españoles: está muy agudizado el debate entre izquierdas y derechas,  y ahí Zapatero tiene mucha responsabilidad con su politización de la memoria histórica. Y el fracaso más evidente:  la integración de los nacionalismos. El gobierno de Cataluña  tiene en su programa la realización de un referéndum de independencia. En mi opinión los nacionalistas no han engañado a nadie. El engaño fue de los que pensaron que pactando con ellos los iban a introducir dentro del sistema. El juancarlismo hizo que el Estado español dejase de existir en Cataluña y el País Vasco, y ellos tienen razón cuando afirman que su reconocimiento es pre-constitucional. Hubo un decreto ley en 1977 de Adolfo Suárez donde el Rey, que tenía todos los poderes, reconoce la Generalitat provisional y el Consejo General Vasco  a cambio de que se le reconociera como Rey y director de la operación de la transición. Además la constitución tiene un régimen territorial abierto, donde la concesión de competencias para las autonomías no se ha cerrado. Esto unido al carácter parlamentario de nuestro régimen deja en manos de los nacionalistas, la formación de las mayorías para designar un gobierno, lo que es suicidio político.

Doctrina del postoperatorio: el Príncipe no sustituye al Rey / Antonio Casado

La frase es un aviso para navegantes coincidente con el alta hospitalaria del sábado. Un breve editorial de obligada lectura entre quienes veían en el postoperatorio de don Juan Carlos un ensayo general con todo. Su hijo, don Felipe de Borbón y Grecia, se seguirá curtiendo en el oficio de Rey. Una nueva oportunidad de familiarizarse con la herencia. Pero no debe quedar ningún resquicio por el que puedan colarse las hipótesis sobre la eventual abdicación del Rey. Tomen nota: “El Príncipe de Asturias lo representa, pero no lo sustituye”. 
 
Es doctrina oficial de la Casa del Rey. De inmediata aplicación a los tres, cuatro o cinco meses (el doctor, Manuel de la Torre, no ha sido más preciso) que empiezan a correr desde la salida de don Juan Carlos de Borbón de la clínica La Milagrosa, donde hace una semana fue operado de una doble hernia discal. Una eficaz forma de atajar preventivamente las especulaciones sobre un eventual paso atrás del Rey so pretexto de un periodo más o menos largo de rehabilitación. Los impedimentos físicos le apartan de los actos públicos, no de la agenda oficial entre las cuatro paredes de su despacho, según información de Zarzuela. Antes y después de pasar por el quirófano, el Rey mantiene y mantendrá “integras” sus funciones constitucionales.

Por si hubiera dudas, nos queda la estampa inducida y bien calculada del paso por la clínica de los tres poderes del Estado en las personas de sus respectivos titulares. Creo que este pleno no tiene precedente: el presidente del legislativo, Jesús Posada; el del ejecutivo, Mariano Rajoy, y el del judicial, Gonzalo Moliner. Completaron el cuadro, el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, y la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril. Algo más que una ronda de visitas oficiales al enfermo, amén de las consabidas de la familia. Queda visualizado el reconocimiento institucional a la potestas del vigente jefe del Estado. Incluso el reconocimiento político, perfectamente expresado en las visitas de Rajoy y Rubalcaba, en nombre de los dos partidos-pilares sobre los que se asienta nuestro sistema de representación electoral, PP y PSOE.

Como se ve, tanto en el plano político como en el institucional ha calado la apelación al mutuo arropamiento mientras tiende a crecer la distancia entre la ciudadanía y su clase dirigente. El mal se llama desafección. La Corona se ha convertido tal vez en el síntoma visible, pero alguien ha debido pensar que eso no es justo y está dispuesto a evitarlo por razones de equidad. Ningún momento más adecuado que este, cuando la persona que corona el edificio constitucional sufre serios desperfectos en su imagen física, como inoportuna metáfora de los desperfectos que sufre en su imagen institucional.
De entrada, los portavoces de la Casa del Rey ya han advertido de que la imagen de don Juan Carlos en silla de ruedas va a ser un bien escaso, por no decir inaccesible a los medios de comunicación. 

García-Margallo no tiene "ni la menor idea" de si Corinna tuvo escolta y medió ante Repsol

BRUSELAS.-  El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha dicho este lunes que no tiene "ni la menor idea" de si la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein tuvo escolta de la Guardia Civil ni de si ejerció de intermediaria internacional para intereses de empresas españolas como Repsol durante el periodo anterior a que el Partido Popular llegara al Gobierno.

   "Es que no tengo ni la menor. Eso, como usted sabe, corresponde a un periodo anterior al Gobierno del PP", ha dicho el ministro en declaraciones a la prensa en Bruselas, en donde asiste a una reunión de ministros de Exteriores de la UE.
   García-Margallo ha justificado no tener información al respecto porque, según ha recalcado, en esa época él estaba ejerciendo sus funciones de eurodiputado en Bruselas, "muy lejos de la escena de los acontecimientos a los que se refiere", ha zanjado a la pregunta de la prensa.

Una "bomba de relojería" en La Zarzuela y sospechas sobre el Rey

MADRID.- Atención a lo que escribe Cristina de la Hoz en Vozpopuli sobre el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI): "Sanz Roldán no ha dudado en afirmar en conversaciones privadas que Corinna es una bomba de relojería. Esa bomba de relojería tiene varias espoletas, a juicio de 'El Semanal Digital'.

Por un lado, Jesús Cacho, en el mismo medio, destaca que "el Gobierno, de común acuerdo con la oposición, ha decidido cubrir con un manto de silencio los tejemanejes reales, las novias reales y, lo que es peor, los dineros reales, aunque esas obras se hayan sufragado con dinero público".

Y en El Diario Ignacio Escolar se hace una pregunta con sospechas: "¿Cobra el jefe del Estado dinero de empresas privadas por sus gestiones a favor o en contra de una u otra operación? La pregunta es pertinente porque los indicios empiezan a ser palmarios y porque, de confirmarse, sería un escándalo difícil de justificar. El rey ya cobra por defender los intereses españoles: ése es precisamente su trabajo. Y si se llevase comisiones añadidas, sería tan impresentable como si lo hiciese Mariano Rajoy".

Desde luego, sería un escándalo... Emilio Campmany, en Libertad Digital, llega a la siguiente conclusión: "Quizá nuestro rey sea un saco de vicios inconfesables, pero a lo mejor lo es porque es el rey que sus súbditos merecemos".

Solo el 28 % de gallegos cree que la Casa Real conseguirá limpiar su imagen tras el caso Urdangarin

LA CORUÑA.- El deterioro que la imputación de Iñaki Urdangarin está provocando en la imagen de la Corona es irreparable para la mayoría de los gallegos. El 61,7 % de los entrevistados para el barómetro de La Voz de Galicia entienden que la Casa Real ya no podrá limpiar su imagen tras el daño causado por el escándalo de la implicación del yerno del rey en el caso Nóos. Apenas tres de cada diez consultados (28,8 %) sostienen por contra que la Corona todavía está a tiempo de lavar su imagen, aunque el caso Urdangarin no ha tocado fondo y aún se desconoce hasta dónde llegará la investigación y qué consecuencias tendrá. De momento, el duque insiste en que la infanta no tenía ninguna responsabilidad en Nóos.

El mayor porcentaje de opiniones contrarias a la posibilidad de que la Casa Real logre reparar los daños y salir indemne se encuentra en Lugo. El 68,9 % de los interrogados en esa provincia creen que la Corona no podrá limpiar su imagen, frente a solo el 21,6 % que manifiestan que sí lo conseguirá. En el otro extremo se sitúan los consultados que residen en la provincia de Ourense. Aunque la mayoría de ellos comparten la impresión de que el daño causado es irreparable (52,8 %), la diferencia con los entrevistados que defienden que el lavado de imagen es posible (34,8 %) es de solo 18 puntos, cuando en Lugo supera los 47. Las proporciones en las provincias más pobladas se ajustan más a la media gallega. El 62,3 % de los pontevedreses y el 61,6 % de los coruñeses se alinean con la tesis de que la Casa Real quedará mal parada.

Si se toma como referencia la población del municipio en el que residen los encuestados, la mayor brecha entre los que aseguran que la Corona no volverá a ser lo que fue después del caso Urdangarin se da entre los que viven en concellos de 10.000 a 20.000 vecinos. El 74,4 % señalan que la Casa Real no podrá lavar su imagen pública, frente al 17,2 % que piensan que sí lo hará. Pero el dato más significativo se localiza en los ayuntamientos que tienen entre 20.000 y 50.000 habitantes. Entre los interrogados por Sondaxe en esos municipios se invierte la tendencia general, y son más los persuadidos por la capacidad de la Corona para recuperarse del impacto (44,8 %) que los que la ponen en duda (42,4 %).

Los jóvenes se muestran más escépticos ante la posibilidad de que la Casa Real supere con éxito la crisis relacionada con la imputación de Urdangarin. El 80,8 % de los consultados con edades entre 18 y 34 años creen que la Corona no podrá limpiar su imagen, una proporción que baja al 44,5 % en los mayores de 54. A pesar del amplio eco mediático del caso, el 9,5 % de los gallegos alegan que no saben de qué se trata o no se pronuncian.

'Audiencia abierta': ¿Interesa la información sobre Casa Real en TVE?

MADRID.- El pasado mes de octubre, aprovechando el desfile de las Fuerzas Armadas, TVE estrenaba en La 1 el programa Audiencia Abierta, un espacio en el que informar sobre Casa Real, su agencia oficial y los acontecimientos más importantes que rodeasen a la Familia Real. Presentado por Ángeles Bravo, el programa ya lleva cinco meses en antena y no ha dado síntomas de mejora en la parrilla de la pública, manteniendo una media de un 6,7% de cuota en la mañana de los sábados. Lo más relevante de su contenido es que está permitido hablar de Urdangarin y su vinculación con el caso Nóos, pero nunca se ha pronunciado el nombre de Corinna en sus guiones, según 'Vanitatis'.

No parece que los hechos más polémicos de la Familia Real afecten a su audiencia ya que los hechos más morbosos nunca han sido sacados del cajón. El pasado 21 de noviembre, el Rey era intervenido de la cadera y el programa hacía un intenso seguimiento del caso. Su ingreso no movilizó a los espectadores, 422.000 vieron el programa, marcando una cuota de un 6,3%. Lo mismo ocurría el fin de semana del 2 de marzo: El Rey volvía a ser ingresado y el programa marcaba su mínimo histórico, un 4,8%.
Dejando a un lado la edición del 22 de diciembre, a continuación del Sorteo Extraordinario de Lotería (arrastró un 17,1% de cuota y 1.464.000 espectadores) su programa más visto fue el del 17 de noviembre (7,8% y 596.000 espectadores), cuando se celebró la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, un hecho no tan relevante como para hacer subir la audiencia. Otra de sus ediciones más vistas fue el 29 de diciembre, cuando se analizó su mensaje navideño.
Audiencia Abierta se ha atrevido a hablar del “desgaste institucional de la Corona”, de la imputación del Secretario de las Infantas, Carlos García Revenga, o de la visita de Urdangarin al Rey al hospital, que causó “expectación, sorpresa y algunas críticas”, según el programa. Sin embargo, otros temas han pasado por su escaleta sin pena ni gloria. La desaparición de Urdangarin de la web de Casa Real, la retirada de la calle de los Duques de Lugo de Palma, los correos electrónicos de Diego Torres o las apariciones en la prensa nacional e internacional de Corinna zu Sayn-Wittgenstein no han ocupado ni unos segundos en el programa. Sí lo hicieron la declaración de Urdangarin a favor de la infanta Cristina o la posible abdicación del Rey tras la decisión de la Reina de Holanda.
Las apariciones de Casa Real en televisión cada vez interesan menos. El discurso del Rey en Nochebuena fue uno de los menos seguidos de la historia. Marcó un 18,1% en La 1, con 1.946.000 espectadores. En total, 5.511.000 personas vieron las palabras del monarca, el peor dato de los últimos 15 años de reinado. Unos días más tarde, Don Juan Carlos sorprendía a la audiencia con su primer ‘encuentro’ en una cadena de televisión para conmemorar su 75 aniversario. El encargado de hacer las preguntas era Jesús Hermida. El programa se quedó como tercera opción de la noche, con un 11,5% de cuota de pantalla y 1.889.000 espectadores. Su repetición en Audiencia Abierta, que aumentaba su duración con una edición especial, llevó al programa a mínimo histórico de espectadores. Sólo 277.000 personas (4,9%) siguieron esta emisión. La media de la pública se mueve en marzo en torno a un 10,9%. El pasado sábado cerró con un 9%.

Las goteras de la Familia Real / José Luis Manzanares *

Señala el artículo 57.5 de la Constitución que “las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión de la Corona se resolverán por una ley orgánica”. Han pasado, sin embargo, treinta y cinco años sin que el legislador español haya cumplido el mandato o lo haya intentado siquiera. Recordando la respuesta de Sabino Fernández Campos a la pregunta de si el general Armada estaba el 23 de febrero de 1981 en la Zarzuela, diríamos que esa Ley Orgánica tampoco está ni se la espera. 

Pero los culpables de haber llegado así hasta el día de hoy nos dirán ahora que es de mal gusto recordar ese vacío precisamente cuando hay quienes, al socaire de lo ocurrido en la corte holandesa, la renuncia del Papa, las repetidas intervenciones quirúrgicas del Rey de España y los avatares del caso Urdangarin, consideran que Juan Carlos I debería abdicar en el Príncipe de Asturias.

Aparte del cinismo de tal reproche en boca de aquellas personas, es evidente que el nacimiento de un hijo varón del actual heredero de la Corona suscitaría un engorroso problema en la preferencia sobre sus hermanas de mayor edad. Seguimos con el consabido “mañana, mañana”. Una Ley Orgánica de la Corona y la Familia Real habría de precisar asimismo el alcance de la inviolabilidad e irresponsabilidad del Rey, pues una cosa es, por ejemplo, estar sometido o no a la jurisdicción penal y otra la posibilidad de ser demandante o demandado en el orden civil.

Tampoco se explica que, salvo el poder testificar por escrito, los restantes miembros de la Familia Real, empezando por la Reina y el Príncipe de Asturias, carezcan de todo privilegio o fuero, a diferencia de lo que sucede con un simple diputado autonómico. Y el desatino sería aun mayor si la abdicación del Rey le convirtiese en un simple ciudadano que incluso respondería retroactivamente por los hechos ocurridos durante su reinado. Un rey declarado incapaz, sigue siendo rey, pero el rey que abdica deja de serlo. Si tales preguntas hubieran obtenido respuesta en su día, nos habríamos evitado tener que hacérnoslas cuando es fácil salir por los cerros de Úbeda con el consejo ignaciano de no hacer mudanzas en tiempos de tribulación.

Pero hay más. Alguien debió haber reparado en que las actuaciones del Príncipe de Asturias representando al Monarca merecen alguna consideración especial en nuestro ordenamiento jurídico. Hasta podría regularse alguna forma de delegación en actos necesitados de refrendo. Y en la composición de la Familia Real nos encontramos con otro vacío. Un real decreto sobre el Registro Civil o el Protocolo, emanado del Gobierno de turno, no puede sustituir a una Ley Orgánica. La pertenencia o no de Urdangarin a la Familia Real queda actualmente a gusto del intérprete.

Ni los republicanos españoles han creado los muchos problemas con los que actualmente se enfrenta nuestra Monarquía, ni es muy democrático arrojarse a la yugular de quien pide la abdicación de Juan Carlos I en el Príncipe de Asturias o propugna el advenimiento de la República. El bien de España está por encima de todos y cualquier ciudadano tiene derecho a opinar. Dentro de un orden, naturalmente, y respetando la legislación vigente.

(*) Magistrado, profesor de Derecho, Abogado del Estado y consejero permanente de Estado

El milagro de La Milagrosa / Jaime Peñafiel

Desde que se supo que don Juan Carlos sería intervenido, en la madrileña clínica de La Milagrosa, el personal especulaba con la posibilidad de que, con lo que está cayendo, se produjera el milagro de la presencia de la sufridora esposa, la reina Doña Sofía. Motivos había para dudarlo.

Las circunstancias son hoy mucho peores que las de abril de 2012, tras la operación de la cadera.

En aquella ocasión, el accidente de Botswana había destapado la existencia pública de la princesa Corinna. Ello motivó que la reina se negara a interrumpir sus vacaciones en Grecia. Cuando lo hizo, tardó en regresar tres días. Y, al llegar a Madrid, se acercó a la clínica San José para una “visita de médico”, de menos de quince minutos. Dicen que ni siquiera le vio.

En esta ocasión, la intervención quirúrgica del Rey, ayer a las 13,15 horas, se ha desarrollado bajo los efectos del “tsunami” Corinna. No solo presente en el periódico “El Mundo” y la revista “Hola” sino en la mente de todos los españoles, dañando la dignidad de la reina más que entonces.

Después del paso de doña Sofía por el Cristo de Medinaceli (se ignora que tres gracias le habrá pedido), se esperaba el milagro de la presencia de la soberana en la clínica, como así ha sido.

Llegó a la clínica 55 minutos después que lo hiciera el Rey, en compañía de sus hijas las infantas, Elena y Cristina (ésta, lógicamente, sin Urdangarin) que, en todo momento, evitó dirigir la mirada hacia la prensa. Durante el tiempo que permaneció en la clínica no vio en ningún momento al Rey. No porque no quisiera. Simple y sencillamente porque a la entrada el soberano ya se encontraba en el quirófano, preparándose para la intervención y cuando se marchó, en la UCI recuperándose.

De nuevo el Príncipe, posiblemente, ha querido marcar distancias con su hermana Cristina, evitando la fotografía. Su llegada, en compañía de Letizia, se produjo casi tres horas después. Hacía ya una hora cuarenta minutos que había comenzado la intervención.
Mientras el rey era operado por el doctor De la Torre Gutiérrez, sobreponiéndose al drama de haber perdido a su esposa hacía solo quince días en un trágico accidente, por la mala combustión de la caldera, doña Sofía y sus hijas bajaron a la cafetería para almorzar: ella, unos espárragos; las infantas, el plato del día. La preocupación, que era manifiesta, la soportaba la reina a golpe de abanico.

Una vez más y, a pesar de que la intervención era muy delicada, ni la Casa Real ni el Gobierno pusieron en marcha las previsiones sucesorias por lo que pudiera pasar. (Artículo 59.2: “Si el rey se inhabilitara para el ejercicio de su autoridad y la imposibilidad fuera reconocida por las Cortes Generales, entrará a ejercer inmediatamente la regencia el príncipe heredero de la Corona”. Y Artículo 59.5: “La regencia se ejercerá, por mandato constitucional, y siempre en nombre del rey”). Afortunadamente, nada. Pero, de todas formas, en ningún momento se habla de abdicación.

Se me olvidaba. Sobraba la presencia en la clínica de García Revenga, que todavía sigue imputado.

La relación de Corinna con el Rey, la casa del Pardo y los negocios pueden provocar la abdicación del monarca / Rafael Halcón

Aparentemente muy mejorado y sin dolores, el Rey Juan Carlos I ha regresado al palacio de la Zarzuela donde permanecerá algunos meses en una silla de ruedas mientras dura la recuperación de su reciente operación de dos hernias discales a la que se sometió el monarca días atrás. Sin embargo, todos sus problemas físicos ya empiezan a ser poca cosa frente al cerco político y de escándalos y presunta corrupción que se cierne, cada vez más estrecho, sobre la Corona por causa del proceso Nóos de Urdangarin –donde la Infanta Cristina podría, o debería, ser llamada a declarar en breve como imputada-, así como por la escandalosa relación del Rey con la princesa Corinna zu Sayn-Vittgenstein, una vez que se han descubierto más casos y numerosos negocios (en Repsol, Fondo Hispanosaudí, AVE a la Meca, etc) y en los que la pretendida amante del Rey habría actuado como una mediadora comisionista, y a veces “en el nombre de España”, e incluso como representante del monarca, incluida en comitivas oficiales de nuestro país, al que ella misma asegura haber ofrecido “gratis total” ayuda en asuntos secretos y “clasificados” de Estado.

Negocios, algunos de los cuales podrían haberse perfilado u orquestado en la finca de La Angorilla, del Monte del Pardo y adscrita a la Casa Real, un misterioso lugar con entrada directa (y sin controles oficiales) al palacio de la Zarzuela donde residía la “entrañable amiga” del monarca (y a veces el propio Rey). El que a su vez era vigilado y acondicionado con el dinero público -al parecer facilitado por la Casa del Rey-, y puesto al servicio de la tal Corinna, cuyo nombre ya ha aparecido en el caso Nóos de Urdangarin y puede que pronto aparezca en el entorno del caso Gürtel, según lo confirman a este diario algunas fuentes bien informadas.

Este cúmulo de noticias y ¡las que están por salir! están llevando a la conclusión a destacadas personalidades (públicas y privadas) de este país -y así se ha discutido por algunos ministros en el seno del Gobierno y también en la cúpula del PSOE- de que la idea de la abdicación del Rey podría constituir no solo una oportunidad sino una necesidad para poner un punto y aparte (el punto final nos parece imposible) sobre todo esto y salvar la monarquía con la llegada del Príncipe Felipe al trono de España, presentándose el relevo como el inicio de una segunda transición, como ha dicho el líder del PSC, Pere Navarro, quien en público solo repitió lo que había escuchado en privado en la dirección del PSOE.

Sobre todo porque las últimas revelaciones, y ¡las que están por salir! no solo afectan a la relación del Rey con Corinna sino, y sobre todo, a la Jefatura del Estado, a los fondos públicos del país (en pleno festival de la corrupción política y del gigantesco paro) y a la Familia Real (la situación de la Reina es insostenible) que ya tiene a los Duques de Palma afectados, y a la Casa del Rey y a la Monarquía como institución del Estado. De ahí que esta crisis empiece a preocupar también en el seno de la Familia Real y de manera muy especial en el entorno de los Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, que comienzan a ver en peligro la estabilidad de la institución y el esperado orden y tiempo sucesorio.

Una crisis en torno a la Corona sobre la que el Parlamento y el Gobierno de la nación deberían abrir una investigación, en vez de limitarse a recibir unos informes del CNI -como el que hará su director, el general Sanz Roldán, el próximo día 19 y a puerta cerrada-, o a hacer comentarios inanes e irresponsables como los que hizo la vicepresidenta Sáenz de Santamaría el pasado viernes sobre la Casa de El Pardo, echando el “muerto” del gasto público a la Casa del Rey.

Sobre todo porque no estamos ante la sola información relativa a la presunta amante secreta del Rey, como parece serlo la princesa Corinna, sino que además ella se ha presentado en sociedad como protectora del yerno del Rey, Iñaki Urdangarin, al que le buscó y le ofreció un trabajo en los llamados ‘Premios Laureus’ (otra tapadera “sentimental/ONG” para un circuito de negocios), así como “asesora y consultora del Gobierno de España”, además de mediadora en asuntos secretos y “clasificados” de Estado, o como miembro de las comitivas oficiales del Rey Juan Carlos en viajes de Estado, o como embajadora o representante directa del Rey de España en viajes especiales. Sin olvidar sus indecentes alusiones de que es “admiradora del Rey y del Príncipe” y que no quiere ser utilizada para atacar a la Familia Real española, que ella misma ha contribuido a dañar más de lo que ya lo estaba.

Y por supuesto la tal Corinna aparece como clara comisionista (aunque le pagaran ciertas empresas y otros Estados) a la sombra de las gestiones políticas del Rey en su calidad de Jefe del Estado, y de algunos miembros del Gobierno de España, en esos negocios que se dicen de interés para España, pero que son privados y de interés y beneficio exclusivo de los propietarios, los gestores y accionistas de esas empresas que por lo general no son públicas y en cuyo capital participan importantes fondos y accionistas ajenos a España. Ahí está, por ejemplo, la operación fallida con Repsol, que si no salió no fue porque se opusiera el gobierno de Zapatero sino porque los rusos de Lukoil no querían pagar a Sacyr con dinero contante y sonante, sino con intercambio de acciones y otras habilidades.

El escándalo de la relación del Rey y Corinna, que ella misma con sus declaraciones y exhibicionistas y “glamurosas” apariciones en los medios alentó, ha alcanzado cotas mayores con la aparición de la mansión de La Angorilla, una casa y finca sita en El Monte de El Pardo y con acceso directo (directo y sin controles oficiales) al palacio de la Zarzuela. Una residencia o nido de amor y negocios de la tal Corinna y del Rey de España, según se desprende de todo lo ocurrido y como lo confirman algunos “visitantes” de la citada mansión de “amor y lujo”, acondicionada con dinero del Estado y bajo vigilancia de las fuerzas de seguridad, lo que podría acabar siendo un delito de “malversación de fondos públicos” imputable a quienes hayan autorizado esos gastos en el entorno del Rey, una vez que el monarca es inviolable. Aunque todo apunta que habría aprovechado esa inmunidad y su posición para favorecer a su “entrañable amiga”. Y al que circuito de empresarios, financieros y comisionistas en el que la tal Corinna se mueve, a la sombra de la bandera de España y de las relaciones reales, como parecen ser los famosos Eyad Kayali, la iraní Zaganeh, el mejicano Sanguinés Krause, Villar Mir, Alberto Alcocer y algunos otros más que muy pronto aparecerán -conectados al Caso Gürtel- en las nuevas y portentosas hazañas de la princesa Corinna como ya lo que iremos descubriendo en próximos días y meses.


Los negocios del rey / Ignacio Escolar *

¿Cobra el jefe del Estado dinero de empresas privadas por sus gestiones a favor o en contra de una u otra operación? La pregunta es pertinente porque los indicios empiezan a ser palmarios y porque, de confirmarse, sería un escándalo difícil de justificar. 
 
El rey ya cobra por defender los intereses españoles: ése es precisamente su trabajo. Y si se llevase comisiones añadidas, sería tan impresentable como si lo hiciese Mariano Rajoy. Por comparar, ¿alguien se imagina al presidente de la República francesa, o a su “amiga entrañable”, cobrando por gestiones empresariales mientras ocupa la jefatura del Estado?

Me hago la pregunta por una información que publica hoy El Mundo en su portada y que me resulta tremendamente familiar: Corinna asesoró a Lukoil ante Repsol y el Fondo Hispanosaudí. Según esa información, Corinna no llegó a cobrar porque aquella operación no salió, pero iba a comisión.

Hace más de cuatro años, escribí para Público una noticia que cuadra mucho con lo que El Mundo cuenta hoy: que el rey estaba intercediendo a favor de Lukoil. Juan Carlos de Borbón llegó a llamar seis veces el mismo día al entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero para apoyar la entrada de la petrolera rusa en el accionariado de Repsol.

En su momento, en noviembre de 2008, la información fue desmentida por el Gobierno. A mí, entonces director de Público, publicar aquella noticia me provocó algunos problemas que algún día contaré. Dos años después, uno de los cables de Wikileaks demostró que mi información era buena: que el rey se movió en apoyo de Lukoil, tal y como confesó al embajador de EEUU el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León.

¿Qué interés tenía el rey en que una petrolera rusa comprase parte de Repsol? ¿Iba también a comisión, como su “amiga entrañable” Corinna zu Sayn-Wittgenstein?

(*) Director de www.eldiario.es

Un cátering de altura para el Rey y Rajoy: 321.250 euros para los vuelos VIP

MADRID.- El ministerio de Defensa ha presupuestado unos 321.250 euros para el suministro de comidas del 45 Grupo de Fuerzas Aéreas de España, la unidad que transporta al Rey, al presidente del Gobierno y a los ministros, según revela 'El Mundo'.

El servicio durará en torno a un año, hasta el 30 de junio de 2014. Las empresas podrán pujar por el contrato hasta abril de este año, licitación en la que se valorarán los precios ofrecidos, el servicio y la capacidad para suministrar los alimentos a tiempo.
A pesar de los recortes, esta dotación está en línea con los 300.000 euros presupuestados por Defensa para 2011/12, cuando Mariano Rajoy fue investido presidente. Sin embargo, el gasto se elevó aquel curso a unos 340.000 euros, según publicó 'Interviu'.
El contrato exige la preparación de hasta 75 comidas en cuatro horas para los vuelos del A310 (T22) del Ejército del Aire y 18 en dos horas para los viajes en Falcon 900 (T18).
El catering prevé decenas de platos diferentes para las altas personalidades que viajan en el Grupo 45, desde ibéricos a cochinillo y varios tipos de tartas. Sin embargo, en el presupuesto no figura el coste de las bebidas, que en 2012 era de 3,5 euros para las miniaturas de Chivas de 12 años y 1,5 euros para los Beefeater.
Defensa presupuesta para este año, por ejemplo, hasta 250 euros para el kilo de jamón ibérico de denominación de origen y 100 para el kilo de jamón ibérico de cebo. No obstante, estos productos puntúan menos en la licitación que el lomo ibérico de origen, para el que prevé hasta 120 euros por kilo.
Otros platos son el cochinillo a la segoviana (20 euros la unidad), el medallón de cordero lechal (20 euros la unidad), la lubina a la bilbaina (19 euros) o la mousse de pato con lomo ibérico (15 euros).
Otros platos más ligeros son el melón con jamón ibérico (22 euros por unidad), la ensalada de pasta con roast beef (14 euros la unidad) o la bandeja de sándwiches (25 euros).
Para desayunar, Defensa pide zumo de naranja natural (8 euros el litro), bandejas de bollería (20 euros), flanes de huevo (4 euros la unidad) y fruta de la estación cortada en rodajas (cuatro euros la unidad).
La empresa que gane el concurso tendrá que estar disponible las 24 horas del día para tramitar los pedidos "tanto para el procedimiento habitual como para los pedidos de urgencia".
Cualquier deficiencia, como menos cantidad de comida de la pedida, mala calidad o cambios de menus no autorizados, tendrá que ser repuesta y la empresa será sancionada con el impago del servicio "deficientemente prestado" y, cuando corresponda, con una penalización del 25% del coste.
Ante la "especial naturaleza de los usuarios finales del producto", la empresa tendrá que garantizar que sus trabajadores "no generen ninguna situación que pudiera representar una amenaza" para ellos. El 45 Grupo se guarda el derecho de exigir la sustitución del empleado "rehusado" por mal comportamiento o falta de rendimiento.