sábado, 9 de febrero de 2013

"El fracaso de la monarquía" / Ezequiel Pérez Montes *

El que fue rey de Egipto Faruk, que se pasaba largas estancias en Montecarlo, vaciando en la ruleta los bolsillos de sus súbditos, dijo, en un arranque de sinceridad: “En el año 3000 sólo quedarán en el mundo cinco reyes, los cuatro de la baraja y el de Inglaterra”. No sé si el aserto será exacto, pero para cerciorarme he leído el libro “El fracaso de la monarquía”, del abogado y periodista Javier Castro-Villacañas.

El autor analiza las claves del reinado de Juan Carlos I, el éxito del “juancarlismo” y el problema de la sucesión en el príncipe. Dice el periodista que el “juancarlismo” es un régimen que nació franquista y se extinguirá con la muerte del rey y añade que Felipe VI no podrá heredar el pacto de poder que mantuvo a su padre en el trono.

Matiza el autor que España vive una de sus peores crisis económicas. La corrupción se ha “bunkerizado” en la casta política. El desafío independentista tiene gobierno y fecha en Cataluña. Las promesas de la Transición no se han visto satisfechas. Habla de reformas que tendrían que traer la regeneración de las instituciones: permitir una auténtica representación democrática, hacer imposible la corrupción como sistema y evitar la desintegración nacional. Tras un 2012 que La Zarzuela definió como “la tormenta perfecta”, el rey afronta un 2013 de bigotes.

El problema de la sucesión es político y de primera magnitud. La sucesión en una monarquía nunca ha tenido en cuenta la capacidad del heredero. Si tan verdad es lo que dice el rey respecto a las aptitudes de su hijo, lo lógico sería que le transmitiera ya la corona. Pero no, ya se lo dijo el rey a Hermida. Ante este estancamiento, ni siquiera se cumplen las razones que según los defensores de la monarquía hacen necesaria su existencia: Tradición, estabilidad, ejemplaridad, servicio y utilidad. Aunque pueda parecer una paradoja: el fracaso de la monarquía es el éxito del “juancarlismo”, que se extinguirá con la desaparición de su fundador.

El autor habla de una tercera alternativa: un cambio de régimen que posibilite una nueva situación auténticamente democrática, presidencialista y republicana.

(*) Presidente de la Asociación de la Prensa de La Coruña y jefe de Prensa de la Autoridad Portuaria

Casa Real ultima su estrategia de cara a la declaración ante el juez de Diego Torres

MADRID.- A Zarzuela se le acaba el tiempo. Los correos electrónicos de Diego Torres que su abogado, Manuel González Peeters, va aportando al juez Castro con cuentagotas, y la próxima declaración en los juzgados del exsocio de Iñaki Urdangarin en Nóos, prevista para el 16 de febrero, han provocado la reacción de la institución. Estas dos cuestiones tienen en vilo a la Familia Real y, sobre todo, a la infanta Cristina, que vive una situación muy compleja, ante su posible imputación tras esa declaración.  

En el caso de que las próximas entregas de correos -se espera que se produzca una en los próximos días- o el discurso de Torres en el juzgado número 3 de Palma pudieran implicar de una manera directa a la hija menor de los Reyes, fuentes de toda solvencia confirman a Vanitatis que la estrategia de Casa Real pasaría por la retirada de sus privilegios como Infanta. Esta posibilidad es la única opción que se baraja. Doña Cristina renunciaría al título de duquesa de Palma y a sus derechos a la sucesión dinástica. Además, se la retiraría la asignación económica que percibe por los actos que preside en representación de la Casa. Aunque llevaría tiempo negociando esa renuncia con el Rey y el Príncipe, es ahora cuando su familia aprieta ante el desarrollo desfavorable de los acontecimientos.

La otra opción que se ha valorado, la de instar a doña Cristina al divorcio, ya no se contempla ante la negativa de ésta y por considerarse un tema “estrictamente personal”, dicen las mismas fuentes. El divorcio fue un tema que se omitió en las conversaciones que la Infanta mantuvo con diferentes miembros de la institución en su viaje relámpago el martes pasado a Madrid tras la imputación de su secretario personal, Carlos García Revenga. “Sólo se contempla la renuncia de la Infanta, que se podría anunciar en breve si las cosas van a peor”, aseguran las fuentes consultadas.

Sin embargo, Zarzuela se muestra optimista en cierto sentido. En las reuniones mantenidas en Palacio estos días casi todos se han mostrado convencidos de que la Infanta y el conde de Fontao, abogado y asesor jurídico del Rey, salpicado también por el escándalo, no serán imputados a pesar de las estrategias de Torres, puesto que el fiscal y el juez lo han denegado ya en tres ocasiones en el caso de doña Cristina. Todos los que formaban parte de Nóos saben qué mensajes y correos se han enviado y los que quedan por publicarse. La Casa de Su Majestad, también. 

Por lo tanto, la posibilidad de pillarles por sorpresa en este sentido es nula. De lo que se duda es de hasta dónde puede llegar Diego Torres para defenderse o presionar en su declaración. Una de esas reuniones tuvo lugar este lunes y estuvo presente la infanta Cristina, que se trasladó desde Barcelona, para continuar con la estrategia familiar de cara al plazo que su marido, Iñaki Urdangarin, tiene para pagar la fianza de 8,1 millones de euros y que finaliza mañana.

Por esta razón, el gabinete de comunicación de Zarzuela se encuentra en estado de alerta permanente. Trabajan en varios escenarios, pero hasta que los acontecimientos tomen un giro o éste se intuya en Zarzuela no se contempla enviar ningún comunicado anunciando la renuncia de la infanta Cristina, y menos su divorcio o cese temporal. 

El drama personal de la Infanta

La imputación de Carlos García Revenga ha significado un duro golpe para la infanta Cristina, que parece haber tocado fondo con esa decisión del juez José Castro. El propio abogado de su marido, Mario Pascual Vives, así lo ratificaba a la prensa en una de sus comparecencias callejeras: "Esta muy afectada y preocupada", afirmaba el letrado. Esta inusual declaración la hacía el mismo día en que Zarzuela enviaba a los medios un comunicado donde confirmaba en el puesto al secretario y asesor de las hijas del Rey y en el que se aseguraba que no tomará una decisión al respecto hasta que Revenga declare ante el juez.  

Personas cercanas a los duques de Palma confirman a Vanitatis que la situación emocional de la Infanta es cada vez más delicada y, por eso, el mismo día en que se conoció la imputación de García Revenga viajó a Madrid para buscar el apoyo de su madre, que se ha convertido en el auténtico salvavidas afectivo. Uno de los pocos apoyos que le quedan. La duquesa de Palma cogió un vuelo el pasado martes a mediodía y llegó sola a Zarzuela. Pasó la tarde y noche con la Reina y regresó a su casa de Pedralbes al día siguiente.

Durante las horas que permaneció en palacio también tuvo oportunidad de reunirse con otros miembros del organigrama de la Casa Real para conocer sus impresiones sobre los últimos acontecimientos en torno al caso Nóos. Ese día fue tenso en Zarzuela. Como publicó en exclusiva El Confidencial, el secretario personal de las Infantas se negó en rotundo a dimitir, como sugería el príncipe Felipe, pues eso habría supuesto su autoinculpación. Por su parte, ese día y en los posteriores se plantearon las bases de actuación con la Infanta, que muy pronto podría dejar de serlo.

Urdangarín, cada vez más cerca del embargo de sus bienes

MADRID.- Iñaki Urdangarín, imputado en el presunto caso de corrupción del Palma Arena, está cada vez más cerca del embargo de sus bienes, al no haber presentado a tiempo el miércoles, junto con su exsocio Diego Torres, una fianza civil de 8,2 millones de euros. 

Urdangarin podría ver cómo el juez que instruye el caso podría embargarle, entre otros bienes, el famoso palacete que poseen en Barcelona este excampeón de balonmano y empresario y la infanta Cristina, segunda hija de los Reyes de España.
El juez había dado cinco días el pasado 30 de enero al duque de Palma, de 45 años, y su exsocio Diego Torres para que depositaran una fianza de 8,189 millones de euros, en una decisión contra la que ambos, que siempre han negado cualquier actividad delictiva, recurrieron.
Este monto corresponde a la suma de dinero público que el juez encargado del caso Palma Arena, una vasto asunto de supuesta corrupción en Baleares, considera que fue desviado, principalmente vía el Instituto Nóos, una empresa de mecenazgo dirigida entre 2004 y 2006 por el duque de Palma.
El jueves, el tribunal de Palma de Mallorca, que instruye el caso, afirmó que "tras constatar que la fianza de responsabilidad civil impuesta a Iñaki Urdangarin y Diego Torres de 8,18 millones de euros no ha sido abonada en el plazo legalmente establecido, proveerá en los próximos días un requerimiento personal a ambos para que presenten ante el Juzgado una relación de bienes con los que poder responder a dicha fianza, a efectos de que sean embargados".
La cantidad corresponde a sumas percibidas especialmente por Nóos, una sociedad sin ánimo de lucro, a través de contratos con organismos públicos de Baleares o de la Comunidad Valenciana.
Cuando a finales de 2011 estalló el escándalo, la prensa estimó que se podrían habar desviado hasta "17 millones de euros".
Sin embargo, "No es que mañana le van a embargar el palacete, porque es un proceso lento", explicó el miércoles una fuente judicial, sobre las consecuencias del impago de la fianza. Es un proceso que "podría tardar meses", añadió.
En su recurso contra la fianza, el abogado de Iñaki Urdangarin, Pascual Vives, consideró que su cliente "no ha cometido ningún delito". El letrado aseguró, asimismo, ante la prensa que estudia un posible recurso ante el Tribunal Constitucional para lograr la anulación del procedimiento por vulneración de los derechos de la defensa.
Por segunda vez en un año, Iñaki Urdangarin tendrá que comparecer el 23 de febrero ante el juez en Palma de Mallorca en el marco de esta investigación.
Ese mismo día, el juez también ha convocado al secretario personal de las hijas del rey, Elena y Cristina, Carlos García Revenga, un hombre de gran confianza de las infantas, según los medios españoles. Revenga será interrogado sobre el puesto que ocupaba en el Instituto Nóos y sobre las "labores de asesoramiento o consulta que pudiera haber llevado respecto a Iñaki Urdangarin y su entorno societario y personal", según una fuente judicial.
Delgado y elegante, dos veces medalla olímpica de balonmano en 1996 y 2000, Urdangarin gozó durante mucho tiempo de la imagen de "yerno ideal" tras su boda con Cristina, en 1997. Ahora, es el centro de un escándalo sin precedentes para la familia real española.
Desde finales de 2011, Urdangarin ha sido apartado de las apariciones públicas oficiales de la familia real y, simbólicamente, su estatua de cera fue separada del resto de la familia para ser colocado en la sala de deportistas del Museo de Cera de Madrid.
Más recientemente, la Casa Real, que había calificado su comportamiento de "poco ejemplar", retiró en enero su página personal de la web oficial de la Casa Real.

Urdangarin no tuvo piedad con una inquilina a la que había desahuciado previamente

MADRID.- Es muy probable que a Iñaki Urdangarin y a su ex socio Diego Torres se les juzguen por numerosos delitos que, con solo nombrarlos, podrían dejar sin aliento a cualquiera: malversación de caudales públicos, fraude a la Administración, delito fiscal, prevaricación… No obstante, a veces, son los pequeños detalles los que más indignan a la opinión pública. Y con el yerno del Rey hay un caso que lo ejemplifica perfectamente.

Ahora que a Urdangarin le van a embargar temporalmente varios de sus bienes después de agotarse el plazo para presentar la fianza solicitada por el juez de 8,2 millones de euros, conviene echar la vista atrás y centrar la mirada en uno de ellos, un piso en Palma de Mallorca propiedad de Aizóon, la sociedad que tenía el propio Urdangarin junto a su mujer, la infanta Cristina. Allí vivió durante un tiempo una mujer en régimen de alquiler. Fue desahuciada. Y Urdangarín no tuvo ninguna piedad con ella.
El caso cobra relieve ahora, pero apareció ya hace unas semanas en los correos electrónicos del ex jugador de balonmano que publicó El País. En uno de ellos (noviembre de 2009), en conversación con su asesor, Marco Tejeiro, se demuestra cómo Urdangarin no puso reparos en recuperar hasta el último céntimo que su inquilina le debía.
Hola Iñaki:
Nos pregunta la abogada si una vez desahuciada la inquilina le ponemos demanda para cobrar las rentas que debe. Está localizada y se le puede embargar parte del sueldo. En principio me dice que lo intentemos, pero eso nos generará pagar unos honorarios a la abogada y al procurador.
Yo lo intentaría, son unos 9.000 €

¿Qué hacemos?

Un saludo.

Marco.
La respuesta de Iñaki no pudo ser más concisa:
Ok,
Iñaki Urdangarín
La conversación por correo no debería en principio alarmar a nadie, en el sentido de que se debate la posibilidad de demandar legalmente a una inquilina para recuperar el dinero que no ha pagado. El problema radica en el contexto: Urdangarín y su entorno peleaban hasta el último céntimo mientras, supuestamente, se beneficiaban ilegalmente con cantidades muchísimo mayores procedentes del dinero de todos ciudadanos.
Nada más se sabe de la desahuciada tres años después de este correo. No se conoce su identidad, su origen ni su situación actual. Lo que pocos dudan es que, si está en España y se ha enterado de toda la trama Nóos, es probable que ahora mismo se sienta más que indignada.

La retranca gallega de Foz salpica a la Casa Real

LA CORUÑA.- Es la cara B del Carnaval de Foz, pero sin duda la más original. Con el recital de coplas cargadas de dosis de ironía y retranca arrancó anoche el fin de semana del Entroido focense. Miembros de grupos y de comparsas que hoy saldrán a desfilar por las calles de Foz también tomaron el escenario de la Sala Bahía para repasar los últimos acontecimientos sociales y políticos, según publica 'La Voz de Galicia'.

Ni Urdangarin ni la Casa Real se libraron del sarcasmo focense. Con música de la canción La mochila azul, Canela Fina cantó «Qué te pasa Cristina que te pasa/ te dicen tus amigos y preguntan en tu casa/ tanto dinero no te daba tufillo y podía traerte muchos disgustillos».
 Poco después cambiaron la música por la de Francisco Alegre para la copla: «En la Zarzuela pasan cosas que no debían pasar/ Juan Carlos Alegre y olé, Juan Carlos alegre y olá/ La gente piensa como la reina te puede aguantar/ con tus escapadas nocturnas no te pueden controlar».