miércoles, 30 de enero de 2013

La Zarzuela no decidirá sobre Revenga hasta que declare ante el juez

MADRID.-   La Casa del Rey ha hecho público un comunicado en el que anuncia que no tomará ninguna decisión respecto a Carlos García Revenga, secretario personal de las Infantas Elena y Cristina, hasta que declare ante el juez de Palma, José Castro el próximo día 23 de febrero.

   El comunicado íntegro de Casa Real es el siguiente:

   "1.- La Casa de S. M. el Rey tuvo conocimiento ayer, a través de los medios de comunicación, de la providencia dictada ese mismo día por el Ilmo. Señor Magistrado-Juez del Juzgado de Instrucción nº 3 de Palma de Mallorca por la que acuerda "recibir declaración en calidad de imputado, con instrucción de sus derechos y asistido de Letrado de su elección" a Don Carlos García Revenga, Asesor de SS.AA.RR. las Infantas Doña Elena y Doña Cristina en la Secretaría General de esta Casa.
2.- La citada providencia, si bien cita a Don Carlos García Revenga a declarar en calidad de imputado, no especifica cargo alguno, por lo que la Casa de S .M. el Rey entiende que la toma de declaración en tal calidad no lleva consigo acusación alguna que pudiera justificar medidas inmediatas por su parte, sino que obedecería más bien a procurar una mayor garantía de los derechos de defensa del declarante.
3.- Don Carlos García Revenga tendrá, por tanto, oportunidad de responder, con las debidas garantías procesales, a cuantas preguntas se le formulen en la fecha señalada en relación con los asuntos referidos en la providencia citada.
4.- En consecuencia, la Casa de S. M. el Rey no tomará decisión alguna en su ámbito de responsabilidad sin haber antes conocido y valorado la declaración de Don Carlos García Revenga ante el Ilmo. Señor Magistrado-Juez el próximo día 23 de febrero".

Los Príncipes de Asturias apuestan por las empresas españolas y la tecnología durante la inauguración de Fitur

MADRID.- Los Príncipes de Asturias han inaugurado este miércoles la trigésimo tercera edición de la Feria Internacional de Turismo, Fitur 2013, con un recorrido por el recinto madrileño de Ifema en el que han priorizado la presencia de las empresas españolas como Iberia, Paradores o NH, junto a las nuevas tecnologías, al visitar el espacio Fiturtech, destinado a los últimos avances tecnológicos aplicados al turismo.

   Don Felipe y doña Letizia han iniciado su visita a Fitur en el stand de Iberia, donde han sido recibidos por su presidente, Antonio Vázquez, y han conocido los nuevos asientos de las clases turista y 'business' que la aerolínea española implantará en su flota de largo recorrido.
   Junto a Vázquez y acompañados en todo momento por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, entre otras autoridades, los Príncipes de Asturias han recorrido el pabellón 10, en el que han saludado a la presidenta de Paradores, Ángeles Alarcó, y al consejero delegado de NH, Federico González Tejera.
   En el día de su 45 cumpleaños, el Príncipe de Asturias ha visitado también junto a su esposa Fitur Know-How & Export, una de las novedades de la muestra en la que las compañías nacionales darán a conocer toda la inteligencia y experiencia acumulada en cuanto a gestión turística.

   Ya en el pabellón número ocho, los Príncipes han dedicado algunos minutos al enoturismo, un segmento de gran potencial que se presenta como otra de las novedades de esta edición, a la vez que han hecho un guiño a los mercados emergentes al pasar por los stand de China, Japón, Tailandia e India, entre otros países.
   Acto seguido, la comitiva ha recorrido el pabellón número tres destinado a Latinoamérica, en el que han podido conocer mejor las propuestas turísticas de México, Perú, Colombia y Panamá de la mano de los ministros de Turismo y los embajadores en España de los diferentes países.
   Respecto al ámbito nacional, don Felipe y doña Letizia han hecho una parada en el pabellón número cinco , dedicado íntegramente a la oferta turística de Andalucía, así como en el pabellón número siete en el que se han detenido en los stand de la Comunidad Valencia y Navarra.
   A continuación, los Príncipes de Asturias han pasado por el pabellón nueve, visitando expresamente el stand de Castilla y León, ante la declaración de Burgos como Capital de la Gastronomía 2013, para después detenerse en el de Madrid, en el que la capital ha dedicado un espacio a su candidatura a los Juegos Olímpicos de 2013, y donde han conocido al reciente medallista español de Oro en Patinaje, Javier Fernández.
   El heredero al trono y su esposa han terminado su recorrido en Turespaña, donde han saludado a la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, y al director general del organismo, Manuel Butler.

El juez: Urdangarin y Torres no son los únicos "criminalmente responsables"

PALMA DE MALLORCA.- El juez instructor del caso Nóos, José Castro, quien este miércoles ha decretado una fianza de responsabilidad civil de 8,1 millones de euros al Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y a su exsocio Diego Torres, ha aseverado en su auto que ambos no son "los únicos criminalmente responsables" y ha reprochado en este contexto el papel que desempeñaron las Administraciones públicas y más en concreto de quienes gestionaban el dinero que acabó desviado.

   En una resolución de 542 páginas, el magistrado llega a afirmar que se limita a imponer la caución a Urdangarin y Torres "por exigencia de congruencia" con las peticiones de la Fiscalía Anticorrupción y el sindicato Manos Limpias, al considerar que "deviene imposible imaginar una disposición de fondos públicos en la que no intervenga de una manera activa o pasiva quien tiene encomendada su gestión".
   De hecho, el titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Palma asevera que los responsables de las Administraciones de Baleares y la Comunidad Valenciana, de las que el Instituto Nóos percibió el dinero supuestamente defraudado, son "merecedores de más intenso reproche ético y jurídico en tanto estarían quebrantando el especial deber que sobre los mismos pesa en orden a la correcta gestión de los fondos públicos que les han sido confiados".
   En cualquier caso, añade que "se habrá de silenciar en este momento cualquier pronunciamiento sobre las restantes personas, a reserva de lo que el futuro procesal de esta causa pueda depararles", centrando así sus consideraciones en la "esfera privada", en la que "existen suficientes indicios de que su protagonismo recae, de una parte, sobre don Iñaki Urdangarin y don Diego Torres y, de otra, sobre una serie de personas, unas perfectamente identificadas y otras que previsiblemente lo estarán" por haber "colaborado de manera diversa en la actividad delictiva".
   Al hilo de lo anterior, Castro asevera que son "muy intensos y variados" los indicios de que fueron ambos quienes "impusieron la redacción de los distintos convenios" rubricados con las Administraciones, "calcados en gran parte los de una Comunidad a los de la otra y fijaron unilateralmente el precio que en todos los casos fue asumido sin discusión ni contraste por los responsables de las distintas Administraciones públicas".
   Asimismo, respecto al hecho de que los servicios contratados por Baleares y la Comunidad Valenciana con Nóos se amparasen en la fórmula del convenio de colaboración, el juez apunta que para saber si se trata de un "auténtico convenio de colaboración no radica en que a sus intervinientes se les haya ocurrido la feliz idea de llamarlo como tal para liberarse de la esclavitud de los rigores contractuales administrativos, sino su naturaleza intrínseca".
   Con ello el magistrado se aviene a recalcar que, "le llamen como le llamen", quedará sujeto a la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, en contra de un extenso dictamen jurídico aportado recientemente por el Duque que avalaba que los convenios no estaban sujetos a la contratación pública, de forma que, a juicio del autor del informe, no cabía supervisar o auditar el precio abonado por los Ejecutivos autonómicos como contraprestación.
   En lo que a las mercantiles del entramado urdido por los dos exsocios se refiere, que facturaron al Instituto Nóos después de que éste cobrase de las Administraciones, Castro precisa que "por supuesto nada impide a sociedades mercantiles facturar a una asociación sin ánimo de lucro", sino que "la sospecha surge cuando quienes supuestamente libran las facturas y quienes, también supuestamente, tienen que abonarlas vienen a ser los mismos y cuando además asaltan más que serias dudas sobre la realidad de los servicios que se dicen facturados".
   El juez recalca asimismo cómo los encargos contratados por las Administraciones con Urdangarin y Torres, a través de sus sociedades, "no respondían a necesidades sentidas por aquéllas y que estuvieran llamadas a satisfacer a través de aquéllos como de cualquier otro proveedor".
   "La necesidad no existía y fue expresamente fabricada para que se ajustara al ofrecimiento que le hacían don Iñaki Urdangarin y don Diego Torres", apostilla el instructor de la causa, "de tal manera que si la oferta no se hubiera producido la necesidad no hubiera nacido". Es más, afirma que al tratarse de acuerdos puramente verbales, "más grave aún en atención a su elevado importe, quedaban extramuros de cualquier normativa que, en otro caso, pudiera regularlos".

Vestir el santo

José Castro, sostiene que, en el marco de las contrataciones llevadas a cabo entre las Administraciones públicas y el Instituto Nóos, los convenios de colaboración suscritos para ello "no fueron otra cosa que la forma arbitraria de vestir el santo", cuya "única" finalidad era, con un "total abuso de poder", beneficiar a la entidad y en este caso "al más ilustre de sus miembros: el señor Urdangarin".
   Así lo pone de manifiesto en el auto que ha dictado este miércoles para decretar una fianza de responsabilidad civil de 8,1 millones de euros para el Duque de Palma y su exsocio Diego Torres, a quienes acusa de "rodearse de esa aureola de falta de ánimo de lucro" para que "no sólo nadie sospechara, sino que encima les albergara ese paraguas de bondad y de ayuda al prójimo".
   En la resolución el magistrado considera "claro y evidente" que los contratos rubricados entre Nóos y las Comunidades balear y valenciana "son nulos de pleno derecho", todo ello mediante convenios que daban forma jurídica a las decisiones que anteriormente habían sido adoptadas de forma "total y absolutamente injusta, al margen de cualquier expediente administrativo" que, a juicio del instructor, "hubiera perjudicado la idea inicial de beneficiar a unas personas concretas".
   "Mediante la vestimenta del convenio de colaboración, las Administraciones permitían asegurar la concesión al señor Urdangarin de todo lo que éste pedía... prescindiendo de los criterios requeridos por la Ley, como son los de objetividad, legalidad y servicio a los intereses generales exigibles en la actuación administrativa", añade Castro.
   A juicio del juez, las contrataciones obedecían "al mero interés de conceder al señor Urdangarin todo aquello que éste solicitaba, consecuencia de su influencia por pertenecer a la Casa Real". De este modo, añade, se decidía "personalmente" el conceder "el beneplácito" a las peticiones que el señor Urdangarin, por ser quien es, proponía a las diferentes Administraciones, convirtiéndose así en una mera cobertura de una decisión ya adoptada de antemano por los responsables políticos".
   Es por ello que, insiste, las instituciones públicas "convirtieron, para poder cumplir los deseos" del Duque de Palma, "en una mera cobertura una decisión ya tomada de antemano, de forma puramente arbitraria". Con todo, el magistrado apunta que a lo largo de la instrucción de la causa han aparecido "más que suficientes pruebas" de que tanto Urdangarin como Torres pudieron incurrir en varios delitos de malversación, prevaricación, falsedad, fraude fiscal, blanqueo de capitales y tráfico de influencias, entre otros.
   "Todo es una auténtica trama urdida por los imputados para desviar fondos públicos en su beneficio, prevaliéndose de su condición de superioridad para, con ánimo de lucro, hacer que la Administración pública contratara con ellos de una forma total y absolutamente arbitraria", incide el instructor, quien recalca que para ello se saltaron "todas y cada una de las reglas que rigen la contratación pública y administrativa".

El juez Castro impone una fianza de 8,1 millones para Urdangarin y Torres

PALMA DE MALLORCA.- El juez que instruye el caso Nóos, José Castro, ha impuesto una fianza de responsabilidad civil de 8,1 millones de euros para el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, así como para su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, y las sociedades investigadas, atendiendo así a la petición de la Fiscalía y del Sindicato Manos Limpias, según han informado hoy fuentes jurídicas.

   Así, en un auto de 500 folios, Castro les informa de que tienen cinco días hábiles para abonar la fianza desde el momento en el que se les notifique.
   Asimismo, señala que pueden responder a la caución de manera subsidiaria, de manera que se pueden repartir el pago de la misma o bien alguno de los afectados podría abonar el importe total de la fianza.
   En caso de que no pagaran los 8,1 millones de euros, se les embargaría los bienes hasta cubrir la cuantía de la fianza que se les ha impuesto.
   Por otro lado, en el mismo auto judicial, el magistrado pide a Urdangarin y Torres que le comuniquen si tienen antecedentes penales,  por si hubiera que aplicarles la agravante de reincidencia.
   Cabe recordar que el pasado 21 de noviembre, la Fiscalía Anticorrupción presentó ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma su escrito de responsabilidad civil en el que solicita una fianza de 8.189.448 euros para Urdangarin, Torres y las empresas administradas por ambos imputados y a través de las cuales presuntamente desviaron los fondos públicos y privados que obtuvieron a través del Instituto Nóos.
   El fiscal Pedro Horrach solicitó de este modo que se abriera una pieza separada de responsabilidad civil.
   En concreto, las mercantiles a las que la Fiscalía extiende su petición son Nóos Consultoría Estratégica, Aizoon S.L. -de la que la Infanta es copropietaria al 50 por ciento-, Virtual Strategies S.L., Shiriaimasu, Intuit Strategy Innovat y De Goes Center For Stakeholder Management, empresas que centran el foco de atención de la causa junto al propio Instituto Nóos, que entre 2004 y 2007 recibió del Govern balear y la Comunidad Valenciana un total de 5,8 millones mientras que de entidades privadas percibió hasta 4,4 millones de euros.
   Por su parte, el sindicato Manos Limpias, personado como acusación popular, también presentó ese mismo día su escrito, de 30 páginas, en el que pidió la misma cantidad y detalla la forma en que "se disfrazó a Nóos con la careta del ánimo de lucro", a pesar de que "se creó específicamente" para acceder a distintos convenios de colaboración con las Comunidades Autónomas de Baleares y Valencia y de esta forma defraudar el dinero público obtenido.
   Las acusaciones desglosan su petición de fianza en los 1,2 millones de euros que costó el convenio para la celebración del primer Illes Balears Forum (2005); los 1,085 millones del segundo (2006); los 1.044.000 millones de cada una de las tres ediciones llevadas a cabo del evento Valencia Summit, y los 382.000 euros que percibió Nóos de la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunidad Valenciana, entonces dirigida por el dirigente del PP Esteban González Pons, por la celebración de unos Juegos Europeos que nunca tuvieron lugar.
   Asimismo, se incluyen los 54.520 euros pagados a Nóos por el Govern balear para el seguimiento de la repercusión del equipo ciclista Illes Balears - Banesto; los 174.000 que pagó el Illesport por la creación de la oficina del proyecto de este equipo deportivo; los 116.566 del Ibatur por la elaboración de material promocional del Illes Balears, y 2,1 millones de multa que por Ley deben exigirse (un tercio de la cantidad global solicitada).
   Por su parte, el pasado 15 de enero, el abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, explicó que había presentado un escrito de alegaciones contra la fianza de 8,1 millones, en el que explicaba que el Duque de Palma únicamente tenía un papel "representativo" en el Instituto Nóos, y que los contratos firmados eran correctos.
   "Nos oponemos a cualquier fianza porque mi cliente es inocente", insistió Pascual Vives, quien afirmó que en caso de que Urdangarin tuviera que hacer frente al pago de 8,1 millones de euros, no dispondría de esta cantidad en "efectivo".
   Mientras, Torres, a través de su abogado, Manuel González Peeters, también presentó el pasado 15 de enero sus alegaciones contra la fianza en las que señalaba que, al no ser funcionario público, no puede ser tenido como sujeto activo de un delito de prevaricación, sino en todo caso partícipe, lo que le excluye del pago de una responsabilidad civil.
   En su escrito, el exsocio del Duque de Palma afirmaba que "no es verdad" que el Instituto Nóos cometiera "acto ilícito de suerte alguna" y que, bien al contrario, su actuación "se llevó a cabo (...) con más que notable éxito, con una extraordinaria repercusión en todos los sentidos, económico, social, etc".

El Ayuntamiento retira el nombre de los Duques de Palma a una avenida

PALMA DE MALLORCA.- La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Palma ha acordado este miércoles retirar el nombre de los Duques de Palma a la Rambla, debido a la "conducta poco ejemplar hacia el título y el nombre de la ciudad", por parte del yerno del Rey, Iñaki Urdangarin, según ha informado en una rueda de prensa el portavoz del Consistorio, Julio Martínez. 

   De este modo, esta vía céntrica de la capital balear recuperará su nombre original de la Rambla y dejará de denominarse la Rambla de los Duques de Palma.
   Martínez ha explicado que cree que han tomado la decisión con "la unanimidad de todas las fuerzas políticas" y debido a la "demanda generalizada" de la ciudadanía.
   El portavoz del Ayuntamiento ha señalado que el Consistorio de Palma "sigue queriendo y respetando a la Casa Real y lo que representa" y ha considerado que la decisión de retirar el nombre de los Duques de Palma a la Rambla es "buena para todos, para los ciudadanos, para la ciudad, para el Ayuntamiento y para la Casa Real".
   Preguntado sobre la posibilidad de retirar el Ducado a Urdangarin y a la Infanta Cristina, Martínez ha aseverado que esto es una decisión de la Casa Real y, en este sentido, ha señalado que tal como esta institución respeta la autoridad municipal, el Ayuntamiento hace lo propio con la Casa Real.
   Martínez ha incidido en que esta decisión no se debe a la situación procesal del Duque o porque este mismo miércoles se le haya impuesto una fianza de responsabilidad civil de 8,1 millones de euros en relación al caso Nóos porque "siempre" han defendido la presunción de inocencia" como principio básico del estado de derecho y "ese respeto se sigue manteniendo".
   El edil ha asegurado que el Equipo de Gobierno "respeta mucho la opinión de los ciudadanos" y estos "últimos días" han podido constatar
su indignación porque "se ha manifestado públicamente una conducta poco ejemplar y una falta de consideración hacia el título y nombre de Palma".
   En este sentido, ha anunciado que el alcalde de Palma, Mateo Isern, ya  ha dado "las órdenes para iniciar los tramites formales para proceder a esta modificación del nombre de la calle ya que esta decisión "no se ha tomado hoy" sino hace varios días pero no ha podido concretar cuándo se llevará a cabo.
   A estos efectos, ha explicado que por "lealtad institucional" votaron en contra de la propuesta del pasado viernes hecha por el PSM-IniciativaVerds-Entesa de la retirada del título porque no quieren que se relacione con "un tema procesal" y porque Isern tenía que informar a la Casa Real.
   Respecto a la propuesta que irá este jueves al pleno del Ayuntamiento en la que además de la retirada del nombre de la calle se pide que se inste a la retirada del título, Martínez ha incidido en que "es la Casa Real la que tiene que decidir a quién tiene que otorgar los títulos".
   Esta decisión se produce el mismo día en el que el juez que instruye el caso Nóos, José Castro, ha impuesto una fianza de responsabilidad civil de 8,1 millones de euros para el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, así como para su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, y las sociedades investigadas, atendiendo así a la petición de la Fiscalía y del Sindicato Manos Limpias.
   Cabe recordar que el pasado 25 de enero, la Comisión de Hacienda del Ayuntamiento de Palma aprobó la propuesta del PSM-IV-ExM, con los votos de esta formación y el PSIB y la abstención del PP, mediante la cual se insta al Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, o en su defecto a la Casa Real, a "asumir el compromiso claro y contundente de devolver el dinero público presuntamente defraudado si finalmente se demuestra judicialmente la falta de justificación de los gastos en el marco de los dos convenios ahora investigados" en el denominado caso Nóos.
   Por el contrario, el PP impidió con su voto contrario la aprobación de los dos primeros puntos de la propuesta, a los que los socialistas sí que han dado su apoyo.
   En concreto, uno de los puntos pedía recuperar como nombre oficial la denominación de La Rambla para la vía pública denominada actualmente como Rambla dels Ducs de Palma de Mallorca; mientras que el segundo punto instaba a la Casa real a la inmediata retirada del título honorífico de Duque de Palma de Mallorca a Iñaki Urdangarin.
   Esta iniciativa se presentó tras conocerse uno de los emails en los que el yerno del Rey se despedía del secretario de las Infantas, Carlos García Revenga, con un 'El duque em...Palma..do.'

El príncipe Felipe busca relegitimar la monarquía en España


MADRID.- De imagen siempre impecable, el príncipe Felipe de España, presentado por el rey Juan Carlos como el heredero al trono "mejor preparado de la historia", cumple este miércoles 45 años decidido a seducir a los españoles en un momento en que la monarquía pasa por su momento más bajo.

Por ahora, su padre, de 75 años, no parece tener ninguna intención de abdicar como acaba de hacer, con la misma edad, la reina Beatriz de Holanda para dejar el trono a su hijo Guillermo Alejandro.
Una fuente de la Casa Real española recuerda que Juan Carlos I volvió a insistir hace poco en su "energía" y su "ilusión" para seguir afrontando los retos a que se enfrenta el país.
Sin embargo el monarca, que fue sometido recientemente a varias operaciones de cadera, de rodilla y de un tendón de Aquiles, además de la extirpación de un tumor benigno en el pulmón en 2010, da cada vez mayor protagonismo al príncipe Felipe.
"Podemos tener confianza, seguridad y, sobre todo, sabemos que tenemos ahí a alguien preparado", insistió durante una entrevista en la televisión pública con motivo de su cumpleaños.
Juan Carlos alabó a su hijo como un hombre "de una gran honestidad intelectual, muy preparado, muy trabajador".
Por su parte, el príncipe de Asturias, educado desde pequeño para subir al trono, no escatima esfuerzos para seducir a la opinión pública, formando una familia modélica con su esposa Letizia, experiodista de televisión, y sus dos hijas Sofía y Leonor.
Su deseo es "adaptar y adecuar la institución a los tiempos que vivimos en cada momento, impulsando un proyecto que une nuestra historia con el futuro, que engarza nuestra tradición a un espíritu de vanguardia y progreso", aseguró durante un discurso en 2011.
El heredero de la corona fue el miembro de la familia real que realizó más actividades oficiales en 2012, pese a no beneficiarse aún de la legitimidad de su padre en un país donde muchos se declaran más "juarcarlistas" que monárquicos.
Juan Carlos I, que subió al trono dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, ganó una gran popularidad por su rol en la transición democrática.
Con ocasión de su 75 cumpleaños, el 5 de enero, la televisión española pasaba en bucle las imágenes del rey ordenando a las tropas que volviesen a los cuarteles durante el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
"La monarquía volvió a España en 1975 porque la nación la consideraba útil", escribía el diario El País en un número especial dedicado al príncipe Felipe. Pero "cualquier mancha en su imagen puede resucitar el republicanismo", advertía.
La imagen del rey se ha visto eclipsada por varios escándalos, entre ellos un caso de presunta corrupción que implica a su yerno, Iñaki Urdangarin, y llegó hasta el secretario personal de las hijas del monarca, Carlos García Revenga, citado a declarar ante el juez en febrero.
En abril, el monarca se tuvo que disculpar ante el país tras conocerse que había ido a cazar elefantes en Botsuana mientras los españoles sufren los estragos de la crisis.
Desde entonces, el apoyo a la monarquía cayó a un mínimo histórico de 54%, según un sondeo publicado en enero por el diario El Mundo.
Por lo tanto, sería una mala idea abdicar a favor de Felipe ahora "con el caso Urdangarin en suspenso y sin que todavía el príncipe haya roto la muralla que le separa del pueblo", considera Pilar Urbano, escritora especializada en la monarquía española.
En su opinión, "Letizia representa la oportunidad de socializar la monarquía, que sigue siendo de balcón, de protocolo, de trono".
 "Estaría bien encontrarse a los príncipes en la rebajas", concluye.

La difícil tarea de recomponer el prestigio de la monarquía / Pepa Bueno

Hoy 30 de enero, el Príncipe de Asturias cumple 45 años. Quienes le conocen dicen que es prudente, reflexivo, que conoce bien la actualidad y que le gusta más escuchar que hablar. Un hombre en plena madurez que tiene sobre sus hombros la difícil tarea de recomponer el prestigio de una institución que, paradójicamente, no sabe cuándo ni de qué manera acabará heredando. Las encuestas dicen que ahora mismo goza de más popularidad que su padre.

Y ya tiene mérito, porque él no ha podido brillar en momentos dramáticos y excepcionales como sí pudo hacerlo Don Juan Carlos. Es decir, que esos índices de aceptación los ha ganado desde la sobriedad y la seriedad que se intuyen en el segundo plano.

El rey, la Familia Real, la monarquía española, se enfrentan a su momento más delicado desde 1978. El inmenso capital acumulado por Don Juan Carlos en los difíciles años de la Transición, el respeto de los ciudadanos y el celo de la clase política por preservar la estabilidad de una joven democracia... sirvieron para obviar algunos excesos que se perdonaron con facilidad y fueron retrasando además la necesidad de regular legalmente y dotar de profesionalidad y transparencia democrática a la Casa Real y su entorno.

Pero ahora estamos en 2013. En medio de una crisis que ha sacudido con crudeza a millones de ciudadanos y que ha sacudido también nuestras creencias y nuestra confianza en las instituciones. En este tiempo, la familia real ha sumado miembros para los que no había estatuto, rodeados de un personal que no ha sabido de los peligros. O que no ha sido escuchado.

Y al frente de todo esto, un cabeza de familia, pero también un jefe del Estado, convencido de que ya se había ganado el derecho a su descanso y había bajado la guardia. Estalló el caso Urdangarin y se empezó a reaccionar. Tarde y con una estrategia errática. No se ha cortado radicalmente con el duque de Palma. Se le ha calificado de "poco ejemplar", se le ha retirado de la página web de la Casa Real, se le ha hecho el vacío, se le ha vuelto a incorporar a la estampa familiar... Respuestas ante cada nuevo golpe de titular que no han abordado el fondo de la cuestión. Y en medio del escándalo, la cacería de elefantes fue todo un síntoma de desconexión con la realidad y el reflejo final de lo que había sido una época. Y asistimos a la escena insólita del rey pidiendo perdón.

Juan Carlos I ha sido fundamental para este país. Por su prestigio internacional, por su capacidad para moderar, tender puentes y cohesionar una España con muchas fuerzas centrífugas. Con sólo 37 años construyó, con la colaboración de todos los españoles, monárquicos y republicanos, la monarquía parlamentaria más exitosa del siglo XX. Pero tanto el rey como su hijo necesitan recuperar para la Jefatura del Estado, que representa el uno y a la que aspira el otro, la conexión con la ciudadanía. Y necesitan también una arquitectura jurídica más sólida que defina las reglas del juego y modele la institución en el siglo XXI.

La Casa Real en aprietos / Arturo González

Todo proceso penal tiene su tiempo y sus tiempos. Por tanto no se puede pedir al juez instructor que actúe con la vehemencia e inmediatez que cualquier persona ávida de noticias exigiría. Ya es un tópico oír ‘a este tío lo que hay que hacer es meterlo en la cárcel hasta que devuelva lo robado’. Si se siguieran esos deseos abocaríamos pura y simplemente a la Inquisición de negro recuerdo, que todos sabemos quemó, ahorcó y desterró sin pedir muchas explicaciones. Es de suponer que el juez Castro está aplicando los tiempos adecuados. Se ha dado un paso muy significativo, como es la citación en calidad de imputado del asesor de las infantas, miembro del patronato y tesorero de Nóos, centro de la actuación presuntamente penal de Urdangarin, don Carlos García Revenga. Y no es temerario presuponer que en el lento pero implacable iter criminis habrá más imputados y de más alta posición social e institucional. La imputación del señor Revenga es una bomba de efecto procesalmente retardado, si no de racimo. Seamos generosos con el tiempo.

La Familia Real está atravesando momentos amargos, pero ha de sostener los envites; es su obligación ética y constitucional. Pero así como el tiempo procesal del que puede disponer el juzgado en la tramitación de la causa no es tasado, resulta inadmisible que el socio del señor Urdangarin, el también imputado señor Torres, establezca a su capricho un tiempo para ir entregando al juzgado correos altamente comprometedores, pues aparte de que ello pudiese constituir un delito de ocultación de pruebas, es un chantaje repulsivo con fines torticeros.

Tal vez sea hora de confiar algo en la justicia y pensar que no se doblegará ni asustará por quienes sean los imputados o imputadas. Juzgar es una profesión como tantas otras. Seguramente en el primer juicio celebrado en la historia de la Humanidad ya hubo discrepancias, reniegos y críticas, pero si caemos en la tentación de denostarlo todo sin razones poderosas, y sobre todo sin conocer las interioridades judiciales de los asuntos, estaremos impidiendo el progreso. Es la hora de un mínimo reconocimiento a los tan apaleados jueces, por muchos defectos que les achaquemos y tengan, pero que suspenden el cobro del euro por receta, o imputan a más miembros de la Casa Real, o solicitan informes para investigar cuentas B de los partidos políticos. Si dudamos, estaremos dando paso a nuestra propia indignidad personal. Yo confío en el juez Castro, no tengo ninguna razón alguna para dudar de él, y aceptaré lo que decida. Aunque decida lo contrario de lo que yo deseo. ¿O no van a tener los jueces la presunción de inocencia?

Urdangarin puso su parentesco con la Casa Real al servicio de su "desmedido ánimo de lucro", dice el juez

MADRID.- Iñaki Urdangarin actuó concertadamente con Diego Torres para aprovecharse de su parentesco con la Casa Real en su "desmedido ánimo de lucro", con el objeto de "rentabilizar" ante entidades públicas y privadas "el área de influencia, real o de obligada imaginación", derivado de la posición del exbalonmanista a raiz de su matrimonio con la infanta Cristina.

Así lo señala el juez Castro en el auto, de 542 folios, dictado este miércoles, en el que impone una fianza solidaria de responsabilidad civil de 8.189.144,44 euros a Urdangarin y Torres.
El juez recoge un amplio relato de hechos que recuerda como el Instituto Nóos de Investigación Aplicada nombró en septiembre de 2003 una nueva Junta Directiva en la que Urdangarin era presidente; Torres, vicepresidente; Miguel Tejeiro --cuñado del anterior--, secretario; Carlos García Revenga --asesor de las infantas--, tesorero; y la infanta Cristina, vocal.
Frente a la declarada definición legal de Nóos como entidad "sin ánimo de lucro", el magistrado subraya que "su propio actuar" desveló que "en la realidad estaba presidida por un desmedido ánimo de lucro".

Enmiendan a la Casa Real el valenciano de su página web

VALENCIA.- La entidad Círculo Cívico Valenciano (CCV) se ha felicitado por la inclusión del valenciano como idioma oficial de la página web de la Casa Real, además de haber traducido el discurso oficial de Navidad de Su Majestad el Rey.

Sin embargo, CCV ha informado a la Casa Real de que la normativa gramatical empleada no corresponde a la dictada por la Real Academia de Cultura Valenciana –dependiente de la Diputación Provincial -y coincide, en cambio, con la de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL).
En el escrito remitido, Círculo Cívico Valenciano transmite su malestar porque la Casa Real haya optado por aplicar las normas emanadas de la AVL, una institución que, a su juicio,“realiza una nueva normativa basada en que el uso de la denominación de lengua valenciana no implica que sea un idioma distinto al compartido por las Comunidades Autónomas de Cataluña y de las Islas Baleares, el principado de Andorra y otros territorios de la antigua Corona de Aragón, como la franja oriental aragonesa, la ciudad sarda de Alguer y el departamento francés de los Pirineos Orientales”.
Círculo Cívico Valenciano recuerda en la misiva los avatares de la Academia y su labor para fijar unas normas ortográficas, culminadas en 1978, que permitieron regular gramaticalmente la lengua valenciana: “Estas normas tuvieron un reconocimiento oficial, al ser publicado con ellas, en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, la primera edición del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, en 1982 y ser usadas por la propia Conselleria de Cultura para la enseñanza del valenciano hasta1983”.
Sin embargo, la entidad lamenta que esas normas fueran “vilipendiadas en 1998 con la creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (. . .) con lo cual no solamente no se ha resuelto el conflicto lingüístico creado en los primeros años de la transición democrática, sino que se ha visto agravado”.                  

http://www.dialogolibre.com/noticias/2013-01-30/Enmiendan-a-la-Casa-Real-el-valenciano-de-su-pagina-web-1076#.UQk7n_KKySo                                                    

45 cumpleaños del Príncipe Felipe: Un momento crucial para la monarquía

MADRID.- El Príncipe Felipe de Borbón y Grecia nació el 30 de enero de 1968 en la clínica de Nuestra Señora de Loreto, de Madrid. Su nombre completo es Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia. Felipe, por Felipe V, el primer Borbón que ocupó el trono de España; Juan, por su abuelo paterno, don Juan de Borbón, conde de Barcelona; Pablo por su abuelo materno, el rey Pablo de Grecia; Alfonso por su bisabuelo, el rey Alfonso XIII, en ese momento, el último rey que había reinado en España, y de Todos los Santos, por tradición de la Casa Real Española.

El 30 de enero de 1986, a los 18 años, Felipe jura lealtad a la Constitución de 1978 y al Rey en el Congreso de los Diputados, aceptando su rol como sucesor al trono.
Cursó la Educación General Básica en el colegio Santa Elena de Madrid y el Bachillerato en el Instituto Santa María de los Rosales de Madrid, tratando en lo posible de ser educado de la misma manera que el resto de sus compañeros.
El 5 de septiembre de 1984, tras finalizar sus estudios, se incorporó al Lockfield College School de Toronto, en Canadá.
Domina perfectamente el inglés y el francés desde los nueve años.
El 5 de septiembre de 1984, tras finalizar sus estudios, se incorporó al Lockfield College School de Toronto, en Canadá, donde realizó el equivalente al Curso de Orientación Universitaria (COU).
Tras finalizar el período de formación militar, inició el período de formación civil: Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid y un Máster de dos años en Relaciones Internacionales en la Edmund Walsh School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown, en Washington D.C.
El príncipe practica deportes como el squash y el esquí. En lo que respecta al deporte de vela, en 1989 y 1990 su embarcación quedó primera en el campeonato de España en la clase Soling, ganando también la Copa España. En 1990 quedó quinto en el campeonato del mundo de vela.
Sus clasificaciones en el Campeonato Mundial le permitieron ser seleccionado el 27 de enero de 1992 para participar en los Juegos Olímpicos. El 15 de marzo de 1992, su embarcación logró la victoria en la Copa de España de Vela de clases olímpicas, asegurando su clasificación para las olimpiadas.
En los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 fue el abanderado de la selección olímpica española, y participó en los mismos; al finalizar en sexta posición en la clase soling de vela recibió un diploma olímpico.
El 1 de noviembre de 2003 anunció su compromiso matrimonial con la periodista asturiana Letizia Ortiz Rocasolano. La boda se celebró el 22 de mayo de 2004 en la Catedral de la Almudena de Madrid.
El 31 de octubre de 2005 a las 1:45 horas, la princesa Letizia dio a luz a una niña, la infanta Leonor, primogénita del heredero del Trono y segunda en la línea sucesoria de la Corona española. El 29 de abril de 2007 nació su segunda hija, la infanta Sofía, que se convirtió en la tercera en la línea sucesoria a la Corona.

El espejo de la monarquía holandesa / Gorka Zumeta

Los holandeses no presumían nada en torno al contenido de la comparecencia pública que se había anunciado por parte de su reina Beatriz. A pesar de que el mensaje había sido grabado algunas horas antes, su contenido no había trascendido ni, curiosamente, se había filtrado. Sin embargo, la abdicación de la “Princesa Sonrisas” (su apodo antes de llegar al trono en 1980) no causó tanto revuelo entre los holandeses. ¿Por qué? No solo por la madurez democrática de los Países Bajos o la posición de una monarquía sólida y ejemplar, sino también por la tradición y la historia de la Casa Real holandesa. La reina Beatriz llegó al trono porque su madre, la reina Juliana, abdicó en su favor, y antes lo hizo su abuela, Guillermina, en 1948. 

El camino de la abdicación es, pues, casi la norma de sucesión del último siglo de la Casa Real holandesa. La reina Juliana decidió abandonar el trono a los 71 años. Su hija lo ha hecho cuando le quedaban tres días para cumplir los 75. El príncipe heredero, Guillermo Alejandro, llegará al trono holandés con 45 años.

Resulta tan inevitable como recurrente comparar a la monarquía holandesa, tras esta noticia, con la española. Aparte de las coincidencias menores que encontramos: el rey Juan Carlos ha cumplido justo los 75 años, como la reina Beatriz y el príncipe heredero, Guillermo de Holanda, asumirá el trono con 45 años, los mismos que cumple este año Felipe de Borbón, nuestro heredero, el resto de circunstancias no son tan coincidentes. En cuestiones cronológicas existen, como vemos, similitudes entre ambas Casas Reales. También en carácter: la reina Beatriz se ha ganado a su pueblo, ahí está su índice de popularidad del 80 por ciento para certificar esta afirmación. Pero también atravesó en su periplo un momento crítico, cuando eligió como príncipe a Claus von Amsberg, un diplomático alemán, cuya militancia en las  Juventudes Hitlerianas y en la Wehrmacht irritó a los holandeses, hasta provocar algunas protestas airadas durante la boda real que tuvo lugar en 1966. El príncipe Claus, fallecido en 2002, supo ganarse luego, a base de esfuerzo, trabajo y simpatía, al pueblo holandés y adoptar un discreto segundo plano tras la sombra de la reina Beatriz.

Como la reina holandesa, nuestro monarca ha sabido ganarse al pueblo español, mucho más difícil de contentar que el holandés, al correr por sus venas sangre latina, que nos hace ser más viscerales y tal vez más inconformistas que nuestros vecinos de los Países Bajos. De hecho, la falta de tradición monárquica de la Casa Real española, interrumpida por la II República y por la dictadura franquista, hizo necesario acuñar el término ‘Juancarlista’ para referirse a los españoles que, no siendo monárquicos de corazón, aceptaban de buen grado a Juan Carlos de Borbón y Borbón por su tenacidad en pro de las libertades y defensa de la democracia, que él mismo se ocupó de devolver a los españoles en una transición modélica.

Durante mucho tiempo la Casa Real española fue intocable. El rey, aunque no la necesitaba, al derrochar un comportamiento público íntegro, gozaba casi de impunidad mediática y se movía despreocupado por la crítica –inexistente- confirmando, encuesta tras encuesta, que su popularidad gozaba de buena salud. Pero ese statu quo pasó a la historia, y se abrió la veda. Lo que permanecía oculto otrora, en la nueva etapa afloró, como las supuestas correrías nocturnas del monarca, que se escapaba en moto de La Zarzuela o las presumidas amigas del rey, que devuelven a la Corona de los Borbones a los capítulos más rancios de su historia menos decorosa. Estos asuntos –con los que los españoles se muestran más indulgentes-, sin embargo, resultan casi infantiles, comparados con los que se han producido en los últimos meses.

La Casa Real española vive uno de sus momentos de popularidad más bajos. El rey Juan Carlos ha sido no solo víctima de los hechos perniciosos para su imagen que se han producido, sino también provocador de parte de ellos. La llegada de los yernos del rey no pudo resultar más dañina. Jaime de Marichalar se separó de la infanta Elena en 2007 y, dos años más tarde, ambos, “de mutuo y común acuerdo” anunciaban a través de un breve comunicado su divorcio. La Familia Real perdió a uno de sus miembros, catorce años después de incorporarse, y Marichalar fue apartado de la actividad pública. Al rey no le gustó anunciar esta ruptura, pero no le quedó otro remedio. Las desavenencias de la pareja eran vox populi y era cuestión de tiempo que la herida gangrenara, si no se cortaba de raíz la infección.

El episodio del accidente del nieto mayor del rey, Froilán, el año pasado, que se disparó a sí mismo en el pie con una escopeta tampoco ayudó mucho a la Casa Real. Las especulaciones alimentaron decenas de tertulias y, de nuevo, la perjudicada fue la imagen de la Corona. Por si fuera poco, la rotura de la cadera del propio Juan Carlos en Botsuana, durante una cacería de elefantes, lo que obligó a trasladarle de urgencia a Madrid, vía aérea, fue la gota que colmó el vaso de la opinión pública. Tantos puntos perdió el monarca en este desgraciado accidente y su entorno, que se vio obligado, aconsejado y apoyado por el príncipe Felipe, a pedir perdón públicamente a los españoles con aquellas diez palabras “Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”, pronunciadas con rostro compungido y completamente solo, en el marco de un frío hospital. La disculpa amortiguó la caída. De nada sirvió luego extender por los mentideros mediáticos que no se trataba de una cacería particular del rey, sino del cierre de un trato con el ministro de defensa saudí para adjudicar a nuestro país un contrato millonario del AVE.

Pero sin duda, el asunto más perjudicial por el que está sufriendo la Casa Real es el derivado del proceso judicial que se sigue contra Iñaki Urdangarín, el otro yerno. Muy lejos de la primitiva imagen que transmitía a los españoles -la de un joven enamorado, serio, deportista, amante de la superación personal a través del esfuerzo- la policía y los tribunales están demostrando que, bajo la piel de un cordero, se escondía una persona fría, calculadora y materialista. Como titula Teinteresa.es el 23-F vuelve a resultar una fecha fatídica para la Corona, al haber sido de nuevo convocado ante los tribunales Iñaki Urdangarín, que todavía sigue siendo el marido de la infanta Cristina, aunque ya no forme parte del núcleo duro de la Familia Real española. El rey decidió apartarlo, en uno de los momentos más difíciles de su reinado.

La Casa Real holandesa no ha atravesado por este via crucis. El único capítulo adverso reciente tuvo lugar cuando el príncipe heredero eligió en 2002 como pareja a la argentina Máxima Zorreguieta. Los holandeses no olvidaban lo que ocurrió con el origen del príncipe Claus y sus simpatías nazis, y con Máxima Zorreguieta se reeditó la investigación sobre su pasado, descubriendo que su padre fue funcionario de uno de los gobiernos militares de las dictaduras argentinas, presidido por el general Jorge Videla.  Máxima, sin embargo, como Claus, una mujer dotada de una cordialidad natural contagiosa, ha sabido ganarse al pueblo holandés. Este capítulo tiene más que ver con la polémica, en parte ficticia, abierta por los más monárquicos cuando, aquí en España, el príncipe Felipe hizo público su compromiso matrimonial con la periodista Leticia Ortiz. Pero nada que ver, desde luego, con el resto de los escándalos que han minado la fortaleza de la imagen de la Corona española.

El rey no está en su mejor momento, ni físico –sus dolencias se multiplican, aunque van parcheándose-, ni psicológico –tiene que reinar en una España enferma por la crisis, con seis millones de personas en paro, sobrellevando la losa del proceso judicial contra Urdangarín que emborrona su imagen-. Por eso, ante esta tesitura, el rumor de su posible, e inminente, abdicación en el príncipe Felipe fue cobrando fuerza. En este punto del relato es donde más efecto ejerce lo ocurrido en Holanda con la reina Beatriz. En su retina, seguro que el rey Juan Carlos tiene muy presente también aquel emotivo y trascendental acto de generosidad del su padre, Juan III, cuando abdicó en su favor en La Zarzuela, el 14 de mayo de 1977. 

Pero el rey Juan Carlos no quiere dejar a su hijo ninguna herencia contaminada. Prefiere aguantar, plantarle cara a la adversidad –como siempre ha hecho-, afrontar el desenlace de lo que pueda derivarse del proceso judicial del “Caso Urdangarín”, asumirlo, y analizar la nueva situación. Felipe de Borbón debe llegar al trono con una España en vías de recuperación económica y en el marco de una regeneración de la Casa Real que él deberá liderar, logrando la difícil, pero no imposible, tarea de trocar a los Juancarlistas en Felipistas.  

El príncipe Felipe está siendo una pieza clave en la renovación de la Casa Real. La incorporación de una moderna web, y hasta de un canal en Youtube, son pequeñas muestras de los nuevos pasos de adecuación a los nuevos tiempos que está dando la Corona, para ponerse al día, y sobre todo, para cumplir con uno de los compromisos fundamentales en cualquier proceso de comunicación pública: la transparencia. No olvidemos que Leticia Ortiz antes de ser princesa fue periodista, y desde luego, en este oficio, si se aprende, el olfato no se pierde nunca. El manejo de Felipe de Borbón del lenguaje verbal, paraverbal, e incluso del no verbal, en sus intervenciones públicas ha mejorado sustancialmente en sí mismo, superando en dominio del escenario al rey. Tiene la profesora en casa. Y él es un buen alumno. 

Felipe de Borbón no es un jarrón de porcelana. Está ya actuando, y decidiendo junto a su padre. Tal vez carezca de la campechanía del rey, de su inteligencia natural para acercarse a la gente; pero tiene la mejor formación intelectual que ha tenido nunca en rey de España en toda su historia, y ha aprendido mucho, y bien, de la manera en que los españoles concebimos la monarquía, una institución que actúa como árbitro de la vida política del país, tutelándola desde la autoridad moral de un monarca que es el primer funcionario de España. La monarquía está en crisis, como el país. Pero el objetivo de la Familia Real es salir fortalecida de la adversidad… como el país. Ojalá.

El actor español Willy Toledo pide que desaparezca la monarquía borbónica en España

RABAT.- El actor español Willy Toledo, conocido por sus polémicas posiciones políticas de ultraizquierda, se ha atrevido a cuestionar la monarquía borbónica y su principal representante en España, el rey Juan Carlos I. Esto ya no es noticia en España, donde desde hace varios años criticar al rey y defender la república se ha convertido casi un deporte nacional. 

La mayoría de los españoles no son monárquicos, pero tampoco republicanos, y sienten cariño y respeto hacia Juan Carlos I. Pero en las nuevas generaciones se está gestando un cambio en el terreno de  la percepción de la monarquía y del soberano y una franja minoritaria pero muy activa es abiertamente hostil a la forma monárquica del Estado. Existen fuerzas políticas republicanas, como Izquierda Unida (IU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). 
Una serie de casos polémicos relacionados con la Casa Real y su entorno, como las presuntas prácticas delictivas del yerno del monarca, Iñaki Urdangarín, han erosionado la figura del rey y el campo de los republicanos ha aumentado. 
Willy Toledo se encuentra con este sector opuesto a la monarquía. El actor piensa que la monarquía es una institución “absolutamente anacrónica y antidemocrática”, y en España está dirigida por un rey que fue impuesto por “un fascista criminal  (Franco) a quien le lamía los pies en los años sesenta”.  
Toledo, que hace estas declaraciones en su libro ‘Razones para la rebeldía’, rechaza el argumento de que Juan Carlos I “salvó la democracia el 23F” cuando un grupo de militares y guardias civiles intentó detener el proceso democrático. Según Toledo, la monarquía española es “fascista”. 
Las declaraciones del actor no han provocado ningún tipo de respuesta por parte de los partidos políticos.
Willy Toledo siente alergia por los dictadores de derecha, pero no oculta su simpatía por los sátrapas de izquierda como Fidel Castro en Cuba. En más de una ocasión ha insultado sin tapujos a los opositores cubanos, a los que considera lacayos del imperialismo yanqui. También es un admirador de dirigentes autoritarios y populistas como Hugo Chávez en Venezuela. 
Actor de segunda fila y sin demasiadas tablas y niño bien de clase media a quien nunca le faltó un trozo de pan, el artista bufón español ya no escandaliza a casi nadie con sus declaraciones demagógicas y fuera de tono en España.

23F, imputado el núcleo de la Zarzuela / Matías Vallés *

Cada semana cae en España un tesorero de instituciones altruistas que sabía demasiado. Urdangarin no es estrictamente un miembro de la Familia Real, Carlos García Revenga es estrictamente un alto cargo de la Casa del Rey, además de cajero del instituto tóxico Nóos. La imputación golpea al núcleo de La Zarzuela, el último cortafuegos. La tentación de escribir que el escándalo no podía llegar más lejos se reprime, ante la extendida opinión de que el escándalo no ha tocado fondo. O cumbre. 

En la depuración que requiere el nuevo eslabón de la instrucción judicial, la Casa del Rey deberá explorar medidas más radicales que una limpieza de la placa electrónica de la página web, o un nuevo exilio del museo de cera. El estallido es incontrolable. Contra la imputación, amputación pero, ¿de cuántos miembros puede prescindir la Casa del Rey, además de garantizarse el silencio de los exiliados para la eternidad? 

La parsimonia letal de La Zarzuela disimula que le ha sobrado tiempo para reaccionar. Abandonado a su suerte, García Revenga se ha mostrado tan creíble como los restantes tesoreros altruistas. Asegura que carecía de acceso ni poder de decisión sobre las cuentas de Nóos, contra la definición de su cargo. Se refugia en el carácter honorífico, como los consejeros de las cajas de ahorro. Ni siquiera defiende la pureza de las operaciones en que se vio envuelto su instituto, se limita a zafarse de unos honores de los que antaño debió envanecerse. 

Sostiene García Revenga que su proximidad a las Infantas ocasionó "una relación más estrecha que la estrictamente profesional", porque no hay que desperdiciar la oportunidad de presumir ni frente al precipicio. Con esta declaración remacha su relieve en la Casa del Rey, para matizar que no actuaba en estas intervenciones privadas como miembro de la misma. Curioso ejemplo de personalidad múltiple, en la unívoca cima del Estado. 

A raíz del escándalo de Strauss-Kahn, el diario Le Monde editorializó que "como mínimo, se ha comportado de manera imprudente". El adjetivo imprudente es demasiado francés para aplicárselo a García Revenga, destinatario del "Duque em...Palma...do" de Urdangarin. Otra jocosa prueba de la "relación estrecha" con Cristina de Borbón. La preservación penal de la infanta se antoja cada vez más peliaguda, en buena parte por la arrogancia de La Zarzuela al afrontar el escándalo. 

La razón de Estado había contenido la marea a las puertas de la hija favorita del monarca. Un 23F de 1981 legitimó al rey, otro 23F de 2013 datará el punto más controvertido de su reinado. Los historiadores debatirán con denuedo el auténtico papel jugado por La Zarzuela en ambas fechas.

(*)  Profesor de Química-Física en la Universitat de Palma