Año nuevo, imagen nueva. Esto es lo que han debido pensar los responsables de la imagen y la comunicación de la Casa Real. Es verdad que este año recién acabado no ha sido el mejor de los 38 años de reinado de Don Juan Carlos. Las polémicas y meteduras de pata de sus miembros, incluso del propio Rey, no le han hecho la vida fácil a la institución monárquica española en unos tiempos en los que la crisis económica apremian a la población y la necesidad de prescindir de la Monarquía es una idea que cada vez toma más fuerza entre muchos.

Los responsables de la imagen de la Casa Real han dado varios pasos en este recién empezado 2013. El primero, conceder una entrevista a TVE. La Casa Real aceptó la entrevista que Jesús Hermida había solicitado al ente público meses antes. Eso sí, sin tocar temas espionosos como Botswana e Iñaki Urdangarin, únicamente haciendo un repaso por sus 38 años de reinado.

Otro cambio que se ha podido sentir en la Familia Real es la renovada actitud de la Princesa Letizia. La escurridiza Princesa dejó de ser tan celosa de su intimidad, por lo menos por un rato. Desde que Letizia Ortiz se casó con el Príncipe, cada 6 de enero visita la casa de su padre, Jesús Ortiz, y a la entrada de la vivienda se muestra seria y con cara disgustada por lo incómodo de tener a los fotógrafos apostados a la puerta de la vivienda. Pero este año algo ha cambiado, la Princesa ha esbozado una media sonrisa ante los paparazzis desde su coche, todo un logro.

Pero no todo fueron buenos deseos, tras la visita a la hogar paterno, los Príncipes decidieron pasar una tarde de película y acudieron a los cines Princesa a ver 'La noche más oscura' en versión original. En este escenario se produjo un altercado entre los fotógrafos y los guardaespaldas de la Casa Real que les impidieron hacer fotos a la pareja real.

Pero los Príncipes no son los únicos Borbones que han tenido sus más y sus menos con los fotógrafos. La Infanta Elena se encontraba esquiando con sus hijos en Baqueira Beret. Todo resultaba normal, los periodistas acechaban a la Infanta y ella se divertía pista arriba y pista abajo con sus hijos. El problema surgió cuando un paparazzi decidió darse publicidad montando un numerito. El fotógrafo asegura que fue agredido por los escoltas de la Infanta que le pegaron y tiraron la cámara, pero él, muy oportunamente grabó la supuesta agresión. En la grabación únicamente se oye al paparazzi gritar y bocear "me está pegando la escolta de la Infanta. Me pegó un puñetazo. No, no, no, no me empujes. Me vas a matar", ante la mirada atónita de los esquiadores.

Esta es la versión del fotógrafo, pero según varios testigos que se encontraban en las pistas, este hombre montó un numerito pero en ningún momento le pegaron, ni le agredieron como él afirma.

Está claro que todas estas situaciones no favorecen en nada la imagen que la Casa Real da a los ciudadanos, pero también es cierto que es muy triste observar como algunos personajes montan un espectáculo y crean una polémica exagerando las situaciones y provocando a los guardaespaldas, que también sea dicho, deberían replantearse sus modales y su forma de tratar a la prensa.