domingo, 6 de enero de 2013

¿Perderá su monarquía el rey Don Juan Carlos?

NUEVA YORK.- El rey de España, Juan Carlos de Borbón, se acerca cada día más al fin de su reinado; una monarquía que según los analistas depende tanto del respaldo popular como el apoyo parlamentario.

Tres expertos en marketing, John M. T. Balmer (Universidad de Braddford, Reino Unido), Sthephen A. Greyser (Harvard, EEUU) y Mats Urde (Lund, Suecia), han comparado a la monarquía con una marca empresarial, ya que ambos deben responder a un mismo interrogante: “¿cómo lo estamos haciendo?”.

El estudio ha llamado la atención de la Casa Real hasta el punto que lo equipara con el impacto que tuvo el libro de comunicación política “No pienses en un elefante”, de George Lakoff, en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), después de que el partido regalara un ejemplar de esto a todo el Ejecutivo.

El rey de España, Juan Carlos de Borbón, en una entrevista concedida a la Televisión Española (TVE) con motivo de su 75 años, señaló el viernes que su país ha conseguido bastantes cosas, pero recalcó que todavía falta conseguir una España más igualitaria y más justa.

No obstante, no hizo comentario alguno respecto a la crisis -mencionada esta palabra una sola vez- que azota al país europeo. El monarca eludió los temas más importantes que marcaron el 2012 como ser: las protestas callejeras, los desahucios, la cacería de elefantes y el caso de Iñaki Urdangarin, su yerno.

A mediados de abril de 2012, se publicaron las imágenes del rey Juan Carlos de España junto a un elefante asesinado que provocó la ira de los españoles, pues el permiso para tal cacería cuesta más de 30.000 euros; un gasto considerado un despilfarro por la mayoría de la población.

Este acto polémico del rey en una época de crisis y de enorme déficit y paro, hizo que Juan Carlos pidiera disculpas, lo cual se reflejó en su acongojada declaración: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".

El otro caso influyente en la caída de la popularidad de la Familia Real fue el de su yerno Iñaki Urdangarin que se valió de su parentesco con la Casa Real, sin ningún tipo de miramientos, para hacerse con contratos y saltarse burocracias, acto imposible para otro ciudadano del país ibérico.

Urdangarin, asimismo, acusado de fraude a la Seguridad Social por el juez del caso Nóos, fue el primer miembro de la Familia Real que declaró ante un juez en calidad de imputado, acusado de desviar dinero público.

En este marco, el diario español 'El Mundo' publicó el jueves los resultados de un sondeo realizado por Sigma Dos, asegurando que el rey se enfrenta a su peor pesadilla, es decir, la pérdida de su monarquía, como consecuencia de los escándalos surgidos.

El informe refleja que el 57.8 % de los jóvenes españoles de entre 18 y 29 años no cree en la corona y tampoco apoya al actual sistema administrativo del país encabezado por Don Juan Carlos, mientras que solo un 37.3 % está a favor. Asimismo, en 1998, un 72% prefería la Monarquía y solo un 11%, una República. En 2010, esa diferencia era de 57% para el sistema monárquico y 35% para el republicano.

La Monarquía sigue siendo la institución mejor valorada por los españoles

MADRID.- A pesar del 'annus horribilis' sufrido por el Rey, tras los escándalos de la imputación de Iñaki Urdangarin y su viaje de cacería a Botsuana, la institución monárquica sigue siendo la mejor valorada por los españoles. 

Un estudio realizado por Metroscopia y publicado este domingo por el diario El País revela que, pese a la tendencia a la caída de imagen del Rey, experimentada desde el año 2010, aún el 53% de los españoles prefiere la opción de la monarquía a una república al estilo francés.
Entre otras instituciones de representación pública, como las Cortes, los políticos, los partidos y el Gobierno, la Corona gana por goleada en valoración. Las funciones desempeñadas por el Príncipe de Asturias son aprobadas por el 66% de los encuestados, seguido por las desarrolladas por Juan Carlos I, con un 58% de valoración.
Estas cifras, frente a la valoración del Gobierno, que no pasa de un 20% o la de los partidos políticos, con un 9%, revelan una clara diferencia.
El caso Urdangarin y la cacería del monarca en Botsuana, donde sufrió un accidente que le supuso la rotura de la cadera, han supuesto serios puntos de inflexión que han pronunciado la tendencia a una menor popularidad del Rey.
Sin embargo, esto no ha sido suficiente para mermar una confianza hacia un futuro de la institución monárquica en España: el 74% de los españoles cree que la Corona está afianzada en el país y que la sucesión del príncipe Felipe se producirá con normalidad.

Juan Carlos I "El Afortunado" / Federico Jiménez Losantos

He visto un par de veces, con humillado regocijo, el diálogo televisado que, en vísperas de su septuagésimo quinto cumpleaños, mantuvo el Rey con Jesús Hermida. De veintidós minutos en total, Hermida hablaría un cuarto de hora, así que el Rey tuvo siete minutos largos para resumir una vida que sólo nos interesa por su reinado -38 años, uno más que Franco como Jefe del Estado- y un reinado que se apaga entre las sombras de una vida poco ejemplar. "Lo mejor y lo peor de los españoles es la pasión", dijo el Rey. 

Pero no es lo mismo la pasión de Isabel La Católica o de Teresa de Jesús que la de Juana la Loca o Fernando VII. Creímos vislumbrar una forma sutil de volver a pedir perdón por lo de Botswana, sin citarlo Hermida. Pero sería calumniar al presunto entrevistador atribuirle la menor intención de preguntar –que a veces sí es ofender- al presunto entrevistado. De ser la entrevista no real sino de verdad, la única pregunta obligada era ésa: ¿Por qué pidió perdón al salir de la clínica tras el accidente de Botswana?

Pero como no se hizo, nada se preguntó; y como nada se preguntó, nada se contestó; y como nada se contestó, nada quedó resuelto; y como nada se resolvió, todo quedó como antes, sólo que un poco más ajado y maltrecho.

Sucede que, hasta sin querer, se escapa la verdad. Y eso pasó cuando el luengo entrevistador preguntó al breve entrevistado si se sentía "satisfecho" por lo conseguido, logrado, obtenido en todos estos años. Y va el Rey y dice: "satisfecho, no; yo diría afortunado". Mayor precisión y sinceridad no caben y yo estoy de acuerdo con el Rey: puede sentirse afortunado en todos los sentidos del término. 

 Ha tenido fortuna, o sea, suerte, a lo largo de su vida. Y ha hecho fortuna, o sea, dinero, cumpliendo con su obligación, que es la de representar a España, y atendiendo a su devoción, que es su persona, por delante de Nación, Estado y Dinastía. Por eso es posible que Juan Carlos I sea el primer y último rey de la monarquía re-instaurada por Franco. Que la fortuna y su fortuna acarreen el infortunio del sucesor, que sea hijo de un rey que no lo fue y padre de otro que no llegue a reinar.

Después de 38 años como Jefe del Estado, el Rey reconoce que falla nada menos que "la vertebración del Estado". Es decir, que tras casi cuatro décadas éste se descompone, o, como hubiera dicho el clásico, "se corrompe". 

Si el Rey no es capaz de garantizar la vertebración o continuidad del Estado, ha fracasado en su obligación primera. Si además no se atreve siquiera a nombrar a aquellos que están hundiendo el primer Estado nacional europeo, que es España, resulta evidente que no está dispuesto a combatirlos, ni a llamar a la Nación a defender su Estado ni a ponerse al frente del Estado, según su cargo, para defender los derechos de los españoles.

 Sólo la degradación de casi toda la Prensa permite presentar como crítica al separatismo catalán lo que podría ser perfectamente su defensa. Al citar "las intransigencias que llevan a maximalismos y políticas rupturistas que no nos convienen nada", ¿se refiere al Gobierno de Rajoy y Wert o al desafío separatista de Artur Mas? A lo que sea, con tal de no hablar de lo que pasa.

Y eso, exactamente eso, justamente eso, precisamente eso –como rediría Hermida- es lo que pasa y nos pasa en estos amenes del reinado de Juan Carlos I "El Afortunado". Si el Rey no se atreve a nombrar a lo que rompe el Estado, humilla a la Nación y desafía a las Leyes, ¿cómo va a permitir el patrón del "Fortuna" que le pregunten por Urdangarín, Corina o Botswana?

Con humillado regocijo, decía al principio, he visto y revisto la entrevista del agraciado al Afortunado. Regocijo me queda poco. Humillación, toda.

La "revolución" en la Casa Real y "el chollo" que se le acabó al Rey / Luis F. Quintero *

Gobierno y PP han apoyado al Monarca. Desde el PSOE el más vehemente en su defensa ha sido el ex presidente de las Cortes, José Bono. Lo ha hecho al tiempo que critica la entrevista. En declaraciones a Telecinco, Bono dijo que se enfadó al ver la entrevista porque "los españoles" no tuvieron la oportunidad de conocer "a un Rey que es humano, que no es divino" y que es un monarca "mucho más valioso" de lo que pudo parecer en la entrevista.

El socialista cree que el escenario elegido fue "artificioso" y no el más adecuado al tiempo... él hubiera preferido algo más parecido a "una cámara oculta" con la que se demostraría, dice, "que espontáneamente es mucho más valioso".

Sobre el escándalo de Urdangarín, salió en defensa de Don Juan Carlos y dijo que "antes de que haya juicio" ya le dijo a su yerno que "su conducta no era ejemplar". "Lo que va en contra del Rey es ocultar la verdad, y el Rey ha sabido poner al Estado y a la honorabilidad por encima de su yerno y su familia. Demuestra que pone a España por encima de sus intereses personales", insistía Bono.

No obstante, el expresidente de Castilla-La Mancha ha reconocido que cuando coronaron a Don Juan Carlos a él no le gustó porque "lo puso Franco", si bien ha valorado que "luego se fue ganando a los españoles".

Preguntado sobre el hecho de que no se trataran durante la entrevista algunos temas de actualidad como el viaje del Rey a Botsuana o la situación de Urdangarín, Bono ha señalado que le resultó "llamativo", a no ser que el objetivo fuera hacer una entrevista "nada convencional en el terreno político".

En cambio, desde la izquierda y los partidos separatistas catalanes y vascos sólo le han llovido críticas por su breve sanción a las políticas rupturistas. El portavoz de ERC en el Congreso Alfred Bosch, reprochó al Rey que condene el proceso soberanista de Cataluña. Por parte del PNV, su portavoz Iñaki Anasagasti le replicó que en España "hay separatistas y separadores" y le recriminó que en la entrevista sólo hablara de los primeros. Desde IU consideraron la entrevista una "oportunidad perdida".
 
Precisamente, los periódicos nacionales llenan hoy buena parte de las páginas de sus ediciones dominicales con reacciones e información acerca del monarca, de su entrevista, y de la estrategia de la Casa Real en los nuevos tiempos, dada la galopante pérdida de popularidad que parece tener el Rey según las últimas encuestas. Sondeos que hoy aparecen en clave positiva en La Razón.

El diario que dirige Francisco Marhuenda destaca este domingo una encuesta de NC Report por el 75 aniversario del Rey en la que habla de "respaldo mayoritario a la labor del Rey". El sondeo interroga a los españoles sobre la valoración de la actuación del Rey en el 23F, su papel durante la Transición o su labor como embajador de España en el mundo.

Así, El 78% cree que su labor durante el 23-F fue buena, igual que el 60% cree que su papel en la transición fue bueno. Como embajador de España en el mundo un 58% de los encuestados cree que hace un buen papel. En cambio, el porcentaje de NC Report para el conjunto del reinado de Don Juan Carlos un 53,7% cree que es bueno, frente a un 41% que cree que es malo o regular. Mientras, en ABC, destacan que Don Juan Carlos es el monarca español más longevo.
 
Quizá una de las reflexiones más llamativas de las que aparecen hoy en la prensa sea la que hace el diario El País. Citando fuentes como exempleados de la Zarzuela y algunas otras cercanas a los equipos de trabajo de la Casa Real, el diario de Prisa explica la estrategia de la institución para recuperar popularidad tras los escándalos como los de Urdangarín y la cacería de Botsuana.

Una estrategia a la que en la Casa Real se ha dado mucha importancia y que en la propia Casa llaman "la revolución", dice este diario. "Una revolución" que pasaría por centrarse en el "nucleo duro" (El Rey y el Príncipe) y que contemplaba ya la incorporación de Spottorno en la jefatura de la Casa y de Javier Ayuso como director de comunicación. Se quejan de que los acontecimientos han hecho perder la iniciativa a la institución, que ahora sólo se dedica a reaccionar. Reacciones como cuando el Rey don Juan Carlos dijo que se había equivocado y que "lo siento mucho" después del safari en Botsuana. Según el periódico de Prisa, uno de los exempleados de la Casa confiesa que "se me caían las lágrimas cuando le vi pedir perdón. Me dio mucha rabia ¡Es el Rey!", exclamaba. Sin duda, "hay un antes y un después de Botsuana", decía otra de las fuentes.

Según El País, la Casa Real considera que el caso Urdangarín es el que "más daño nos ha hecho, estamos intentando recuperar todo lo perdido" aunque, de momento, no están dispuestos a publicar "el patrimonio del Rey", según los textuales se quejan de que "das la mano y te cogen el brazo". Así, comparando la Corona con una empresa, la estrategia pasa por no perder "cota de mercado", es decir, apoyo en la ciudadanía, aunque no a costa de todo. En el origen de este "cambio de estrategia" estaría un estudio de tres expertos en Marketing que lleva el elocuente título de "Las monarquías como marcas" y que incide en la necesidad de la institución de preguntarse constantemente ¿cómo lo estamos haciendo?

De momento, este domingo ha regresado a su actividad oficial tras 47 días de ausencia y emprende en Marruecos sus viajes al exterior en otro año que será crucial para su reinado.

El País además publica una encuesta en la que dice que "La Corona mantiene su apego popular" y destaca que el 58% aprueba "la forma en que el Rey desempeña su función", frente al 66% de apoyos que recibe el príncipe. Por otro lado, llama la atención la fuerte caída que sufre desde 2007 el apoyo al sistema monárquico frente al de la República. En los últimos 6 años, la monarquía pierde 16 puntos (pasa de un apoyo del 69% a uno del 53) mientras que la república es preferida por un 37% cuando hace 6 años tan sólo recibía el apoyo del 22%. Gana 15 puntos.

En El Mundo destacan que la nueva manera de trabajar del Rey se basa en la siguiente máxima: "Ni una broma". En esta línea, el historiador Preston ha elaborado su propia teoría sobre el síndrome del descanso del guerrero que pudo sufrir Don Juan Carlos a partir de los 9: "El Rey se sacrificó tanto por España y por su familia que llegó a pensar que tenía derecho a disfrutar y a relajarse. Botsuana le ha recordado que, efectivamente, ser rey nunca puede ser un chollo". 

(*) Periodista

Según otra encuesta, la monarquía española mantiene apoyo popular

MADRID.- La monarquía española mantiene el apoyo popular a pesar de verse reducido en los últimos años por el escándalo del yerno Iñaki Urdangarin o el viaje de cacería del rey Juan Carlos a Botsuana, afirmó hoy la empresa Metroscopia.
El titular de la firma especializada en encuestas y estudios de opinión, José Juan Toharia indicó en el diario El País que actualmente un 53 por ciento prefiere la monarquía parlamentaria, como la actual, frente al 37 por ciento que se inclina por un sistema republicano.

Las cifras, sin embargo, contrastan con las de 1996, cuando un 66 por ciento respaldaban a la monarquía y un 13 por ciento a la República, una diferencia de 53 puntos frente a los 16 actuales.

Consideró que en ese cambio fue clave el 2010 y 2011 cuando se conoció el escándalo financiero de su yerno, Iñaki Urdangarin, actualmente en proceso judicial por varios delitos sobre el manejo irregular de fondos públicos de comunidades autónomas.

El viaje del rey a una cacería de elefantes en Botsuana en abril pasado también le pasó factura, ya que un mes antes un 74 por ciento de encuestados aprobaba la forma en que desempeñaba sus funciones, y después del incidente ese nivel cayó al 52 por ciento, y en diciembre subió al 58 por ciento.

En esa pregunta, el mejor valorado es el príncipe Felipe con un 37 por ciento de respaldo, frente al 21 por ciento del rey, pero ante la desaprobación de un 54 por ciento al gobierno, 65 por ciento del Parlamento, un 79 por ciento para políticos y formaciones políticas.

Sobre el futuro de la monarquía, la encuesta de Metroscopia asegura que un 74 por ciento considera que la sucesión en la Corona se hará con normalidad, y un 79 por ciento cree que el príncipe Felipe está preparado para encabezarla.

¿Cuánto nos cuesta el rescate de la monarquía? / Cándido Marquesán Millán *

Todo el proceso político que condujo a la elaboración de nuestra constitución de 1978, ha sido presentado por el mundo académico como ejemplo de consenso. Es decir, que las diferentes fuerzas políticas plenamente conocedoras de nuestro pasado fratricida, llegaron a un pacto con el objetivo de no cometer los mismos errores, y, en consecuencia, redactaron una Constitución lo suficientemente amplia, para que pudieran gobernar con ella diferentes fuerzas políticas. Nada más lejos de la realidad. Nuestra constitución es producto de la presión social y sindical de la calle. Pero también del miedo a determinados poderes del régimen franquista, que permanecían intactos. 

De entrada, las Cortes constituyentes surgieron con una ley electoral, diseñada para que predominase el voto conservador, además que determinados partidos políticos no pudieron presentarse. Tampoco hay que olvidar que el Rey designó personalmente 41 senadores, todos ellos claramente conservadores. El poder militar ejerció un fuerte control. La iglesia, aunque resarcida con la firma de unos Acuerdos, también estuvo tutelando el proceso. En consecuencia, de consenso nada, como señala Gerardo Pisarello, ya que tres poderes fácticos como la Monarquía, la Iglesia Católica y el Ejército quedaron fuera de cualquier discusión o cuestionamiento. 

Uno de ellos fue la intangibilidad de la monarquía –especialmente blindada frente a eventuales reformas por el artículo 168. Otro, el reconocimiento de intereses básicos de la Iglesia Católica en materia educativa (artículo 27) y la renuncia al reconocimiento del carácter laico –y no simplemente aconfesional– del Estado (artículo 16.3). Y un tercero, la explícita atribución al Ejército de la tutela de la “integridad territorial” y del propio “orden constitucional” (artículo 8), con un doble objetivo. Por una parte, sancionar el olvido de los crímenes franquistas. Por otro, convertir a la jerarquía militar en guardiana de la “indisoluble unidad de la Nación española” y en factor disuasorio frente a las reivindicaciones de autonomía de las “nacionalidades y regiones. Estos artículos constitucionales sí que deberían ser modificados y no el 135.

Mas a pesar del blindaje constitucional de la institución monárquica y todo el descomunal apoyo mediático, lo incuestionable es que su desprestigio va en aumento, propiciado por los comportamientos nada ejemplares de algunos de sus propios miembros, como el Rey con la cacería de Boswana o el caso de Urdangarin. Recuerdo las palabras sabias de un profesor del instituto “Se hace más mal a las instituciones desde dentro que desde fuera”. Por ello, para tratar de apuntalar y restaurar la institución monárquica, en situación ruinosa, se ha organizado una campaña orquestada desde diferentes ámbitos: el político, el económico, el académico, el de los medios de comunicación.

En nuestra TVE, la que pagamos todos con nuestros impuestos, llevan ya tiempo dándonos la tabarra con la figura del Rey, con la excusa de sus 75 años. No hay telediario en el que no aparezca su figura. Nos anuncian un próximo Informe Semanal, en el que nos obsequiaran con una entrevista a su persona realizada por nada más y nada menos que el gran Jesús Hermida, además del testimonio de 25 personajes de relieve. Es agobiante. Da la impresión que la democracia se la debemos exclusivamente a su persona, y que toda su vida es un ejemplo de sacrificio por España. 

Por cierto, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid quiero recordar las palabras en su primer discurso oficial como Rey dedicadas al Funeralísimo, así lo llamaba Rafael Alberti, de las que todavía --que yo sepa-- no se ha arrepentido: “Una figura excepcional entra en la Historia, con respeto y gratitud quiero recordar su figura. Es de pueblos grandes y nobles saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda su vida a su servicio”. Su actuación en el 23-F ofrece muchos puntos oscuros, tal como lo refleja Javier Cercas en su novela Anatomía de un instante

Como ha dicho Juan Carlos Monedero, no deja de ser una venganza histórica que tuviera que venir un novelista a contar el golpe de Estado del 23-F para evidenciar el vacío dejado por una academia a la que, como no le encajaba bien la zarzuelada de Tejero con la visión idílica del proceso, prefirió ahí también pasar página.

En esta campaña promonárquica también participan el mundo editorial, el académico y las grandes cadenas comerciales. Veámoslo. Estos días visité en Zaragoza unos Grandes Almacenes, cuyo nombre no cito para no hacerle publicidad, aunque sí es el más importante, y observé en la sección de libros un stand de Novedades de Historia. Estaban expuestos y muy bien visibles 18 títulos, de los cuales siete relacionados con la familia real. Del resto, salvo uno de Manuel Castells Redes de indignación y esperanza. Los movimientos sociales en la era de Internet, ninguno estaba relacionado con las problemas que preocupan hoy en día a la gente de la calle. 

También, no faltaría más, estaban los prolíficos e incansables Federico Jiménez Losantos y César Vidal con El precio de la libertad. Mucho que les importa a estos la libertad. Igualmente Joaquín Leguina- vaya trayectoria que lleva este caballero que fue 11 años presidente socialista de la Comunidad de Madrid- Camino de vuelta. José Bono, el que hizo desfilar por la Castellana de Madrid a un veterano de la División Leclerc y otro de la División Azul en un plano de igualdad, con Les voy a contar. Te lo puedes guardar todo. La segunda edición de las Memorias de José María Aznar el Magnánimo. Ya las he leído dos veces. Pronto empezaré la tercera. Tampoco podía faltar la crítica al socialismo andaluz, con El cortijo andaluz del periodista Agustín Rivera, delegado de El Confidencial en Andalucía. De Pedro Carvajal Urquijo, Los Urquijo en la Guerra Civil. De la periodista Lucía Méndez 'Morder la bala', un análisis sobre el primer año de Gobierno de Rajoy. Este caballero nos ha mordido hasta los... Tres libros de memorias de Santiago Carrillo

Mas los interesantes de verdad los he dejado para el final, como los buenos vinos. No sé por dónde empezar. Tengo profundas dudas, mas por algún sitio habrá que hacerlo. Ahí va el primero. De Ignacio Gómez-Zarzuela El Rey y el mar, cuyo prólogo lo ha escrito el príncipe Felipe, en el que se repasa no sólo la vinculación de don Juan Carlos con los deportes náuticos sino la historia que une a la familia real con el mar desde los tiempos de Alfonso XIII. Tiene que se muy interesante conocer las navegaciones marítimas de la familia real. 

De Fermín J. Urbiola es Palabra de Rey, un relato del compromiso personal de don Juan Carlos con España. Es la historia de su pasión por la democracia, por la libertad, por la pluralidad, por el progreso. De Cesar de Lama Juan Carlos I: Las ideas y los hechos de un reinado", en el que el autor nos dice que nunca habría un presidente de la República mejor que el Rey, aborda también el polémico viaje a Botsuana y subraya que la petición pública de disculpas pone de manifiesto "su gran talla humana" e implica "un elevado acto de humildad y a la vez de nobleza de espíritu" en un país "en el que nadie pide perdón", aún más cuando el autor cree que incluso no había motivos para que se disculpara. 

Del gran historiador Paul Preston Juan Carlos I, el Rey de un pueblo, en el que ha reivindicado el trabajo diario del rey Juan Carlos y su importancia como figura "neutral" en la política española con motivo de la edición revisada de su biografía del monarca. De Miguel Roig La mujer de Edipo. Las tres transiciones de la reina Sofía, en el que el autor nos dice que alabada por Franco, la Reina ha sabido «nadar y guardar la ropa» y posicionarse con discreción, hasta convencer a los españoles de la importancia de su papel institucional en la consolidación de la Corona.

Termino esta breve descripción hagiográfica sobre los personajes de la familia real con las dos últimas obras, las auténticas joyas de la corona. De María Teresa Campos con la Princesa Letizia, en el que la presentadora se mete en la piel de la esposa del heredero al trono para imaginar cómo piensa y cómo se siente doña Letizia en momentos tan complicados para la Monarquía española como los actuales. Por cierto a una señora muy emperifollada y enjoyada cuando acaba de elegir esta obra, le hice la observación que era un gran libro, producto de un largo trabajo de investigación en archivos, hemerotecas y con numerosas consultas bibliográficas. Me lanzo una mirada, que no supe calificarla. Y que haya reservado para el final esta obra, mis lectores lo podrán entender enseguida. Se trata de Infantas de José María Zavala, en la introducción se nos dice que son todas Borbones... pero tan distintas y deslumbrantes como las gemas orientales de un inmenso collar.

¿Sabía por qué a la segunda infanta de la dinastía, María Josefa Carmela de Borbón y Sajonia, se la motejó como "la de los huesos frágiles"? ¿Y la verdadera razón de que a la infanta Carlota Joaquina se la apodase "la intrigante" o a Luisa Carlota "la celestina"? ¿Conoce por qué la infanta Elvira desfila por estas páginas como "la fogosa" y a la infanta Cristina se la denomina sin tapujos" la equilibrista"? Romances secretos, infidelidades, complots, muertes trágicas, matrimonios regios por razones de Estado... y sonados divorcios. Nuestra galería de infantas se compone de veinte inusitados retratos que abarcan los cuatro últimos siglos de la Historia de España, desembocando en pleno siglo XXI, donde la infanta Leonor se erige como inmediata sucesora de su padre el príncipe Felipe, quién sabe si Felipe VI, rey de España, algún día. En Infantas emergen con todo su esplendor las hijas de reyes y príncipes. Un recorrido apasionante por el pasado, presente y futuro de las mujeres de la dinastía borbónica, veinte infantas que pudieron reinar en España.

(*) Profesor de Secundaria

Cospedal resalta la figura "trascendental" del Rey en la democracia en España

TOLEDO.- La presidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha resaltado la figura "trascendental y fundamental" del Rey Don Juan Carlos en la instauración y consolidación de la democracia en España. 

   "Es mucho lo que tenemos que agradecerle los españoles, la consolidación de nuestro Estado de Derecho y de nuestro sistema democrático", ha apuntado Cospedal, quien ha destacado, también, el hecho de que Don Juan Carlos "sea el mejor embajador de España".
   Según María Dolores Cospedal, "la institución de la Monarquía, la Casa Real y Su Majestad Don Juan Carlos aportan al país los valores de unidad, capacidad de esfuerzo y el afán de superación de todo el pueblo español".
   Por otro lado, la presidenta castellano-manchega ha puesto de manifiesto que la autonomía que lidera siempre ha reconocido el valor del Rey y de la Casa Real como un factor "extraordinariamente importante en el fortalecimiento de la democracia y en el presente y el futuro como país".
   En este sentido, Cospedal ha recalcado "el cariño que el Rey ha demostrado siempre hacia Castilla-La Mancha", algo que, tal y como ha destacado, "siempre se ha visto compensado por el afecto que los castellano-manchegos de devuelven".
   Finalmente, la presidenta del Ejecutivo castellano-manchego ha concluido felicitando a Su Majestad Don Juan Carlos por su setenta y cinco cumpleaños, en definitiva, "por todos sus servicios a España".

El rey de España cumple 75 años con una monarquía en crisis / Darío Silva D'Andrea (*)


El rey de España, Juan Carlos de Borbón, cumple hoy 75 años en una época en que casi 5,8 millones de españoles están desempleados, bajo seria crisis financiera y con una Monarquía cuya aceptación popular bajo a índices históricos. Atento a la situación, el monarca prefirió evitar todo tipo de conmemoración, pero concedió una esperada entrevista en televisión en la que aseguró sentirse con "energía e ilusión" para seguir reinando. El rey -coronado hace 37 años- pidió unidad a los españoles para salir de la crisis y mostró su preocupación por el flagelo del desempleo, en una entrevista donde el "Caso Urdangarín", las cacerías en Bostswana y la amante alemana brillaron por su ausencia

Cuidadosamente orquestada por los funcionarios de la Casa Real y llevada a cabo por el histórico periodista de TVE Jesús Hermida, un acérrimo monárquico, la entrevista forma parte de la lista de estrategias pensadas para recuperar la popularidad entre los españoles tras un año horrible para las relaciones entre la Monarquía y los españoles. 
 
Juan Carlos I aseguró que una de las cosas que más le duelen es "la falta de trabajo, que lleva a que millones de familias no puedan vivir con dignidad, y eso hace que los jóvenes tengan que salir fuera de España a buscar trabajo, a buscar lo que puedan, a trabajar fuera, nos duele mucho, a mí me duele muchísimo".
 
El monarca repasó sus 37 años de reinado desde que fue coronado tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, considerando que en todo este tiempo "hemos ganado la libertad y el bienestar los españoles, pero queda camino por recorrer en la igualdad de los españoles". Sin embargo, advirtió contra "políticas que no nos convienen mucho, que son políticas rupturistas", en clara referencia a las recientes tensiones por la aspiración de la región de Cataluña de llevar a cabo un referéndum independentista.
 
El rey afirmó que tiene la satisfacción de "haber conseguido todos juntos esta España moderna, democrática y solidaria", pero subrayó que "todavía nos falta conseguir una España más igualitaria y más justa", y reconoció que una de las mayores insatisfacciones de su reinado es "haber tenido que aguantar tantos años la violencia" de la banda terrorista ETA.
 
El rey aseguró que va a seguir reinando, aunque reconoció que su hijo y heredero, el príncipe Felipe, "está muy preparado". 
 
"Podemos tener confianza, seguridad y, sobre todo, sabemos que tenemos ahí a alguien preparado". El rey, que se ganó el respeto de los españoles con su papel clave en la transición a la democracia y su intervención para evitar el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, finalizó su participación diciendo que le gustaría ser recordado "como el Rey que ha unido a todos los españoles y que con ellos ha conseguido recuperar la democracia y la monarquía".
 
El escandaloso proceso judicial contra su yerno, Iñaki Urdangarín, por malversación de fondos públicos, y la polémica surgida a raíz de sus viajes de cacería secretos África erosionaron considerablemente a la Monarquía en el último año, y según una encuesta publicada esta semana por el diario "El Mundo" apenas la mitad (50,1%) de los españoles califica de "muy bueno" o "bueno" (43,5%) el reinado de Juan Carlos. 
 
Según el periódico, el "apoyo a la monarquía cae a un mínimo histórico del 54%", y especialmente elevado entre los jóvenes (un 57,8% de ellos no creen que la Monarquía sea la mejor forma de Estado) porque esta generación "no vivió la transición, ni la conoce y tampoco siente un gran interés por ella".
 
Más allá de la ausencia de festividades públicas, gran parte de la sociedad destaca que el monarca llegara a esta edad. El muy monárquico diario Abc de este sábado, le dedica toda su tapa y elogia al "rey forjado en la adversidad". Más crítico, el diario "El País" aprovechó para analizar ferozmente la entrevista que "salvaría" a la Monarquía: "Si no esperábamos una entrevista agresiva, al menos habríamos agradecido una conversación relajada. Pero tampoco. Todo fue medido, encorsetado. Planos muy calculados, sobrios, no daban opción a que la cámara capture un gesto, un detalle que delate algo (...) Escuchamos al Rey y entendimos su mensaje sin aprender nada nuevo sobre él".
 
(*) Especial para Perfil.com / Escritor sobre historia de la Realeza, Monarquías y Dinastías de Europa y del Mundo.
 

El rey de España señala que la crisis económica actúa como "una amenaza a la seguridad" nacional

MADRID.- El monarca español ha defendido hoy, en el discurso de la Pascua Militar, que hay que mantener las capacidades militares que garanticen la defensa de los intereses de España y ha pedido a los militares que contribuyan a sacar al país de la crisis. Don Juan Carlos, acompañado por la reina y los príncipes de Asturias, ha reanudado con este acto sus actividades oficiales fuera de la Zarzuela.

El rey ha subrayado que la crisis económica actúa como "una amenaza a la seguridad" nacional, por lo que ha animado a las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil a "priorizar el esfuerzo para mantener las capacidades militares que garanticen una disuasión verosímil en defensa de los intereses de España".
En sus palabras con motivo de la Pascua Militar, don Juan Carlos ha expresado su gratitud a los miembros de los tres Ejércitos y el Instituto Armado y les ha pedido que "perseveren en su actitud", con la que "dan buena prueba de profesionalidad y eficacia, de humanidad y rigor, de valor y disciplina".
Tras alertar sobre la importancia de mantener las capacidades militares frente a la crisis, el jefe del Estado ha recalcado: "De ahí la necesidad de que, como leales servidores del Estado, debamos contribuir, con más ahínco si cabe, a la tarea de sacar adelante a esta gran nación con esfuerzo, generosidad y espíritu de sacrificio".
Como es tradicional, el Palacio Real ha acogido esta conmemoración oficial, en la que el Gobierno ha estado representado por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa, Pedro Morenés, y de Interior, Jorge Fernández Díaz.
La Pascua Militar inaugura la agenda política nacional en este nuevo año y también marca el inicio de la actividad oficial pública de don Juan Carlos tras la operación a que se sometió el pasado 23 de noviembre para resolver con una prótesis el deterioro ocasionado por la artrosis en la cadera derecha.

El rey: "Me encuentro divinamente"

Don Juan Carlos ha asegurado que se encuentra "divinamente", pese a que ha tenido que apoyarse en dos muletas durante la celebración de la Pascua Militar, en el Palacio Real.
Así lo ha explicado el monarca a los periodistas una vez finalizado los discursos en el Salón del Trono del Palacio Real, antes de dirigirse al Salón de Columnas, donde, con un vino de honor junto a las autoridades militares y civiles asistentes, se ha puesto fin a la celebración de la Pascua Militar.
Don Juan Carlos abandonaba el Salón junto a la Reina y los Príncipes ayudado de dos muletas cuando ha bromeado con los periodistas que disparaban sus cámaras de fotos: "No soy el único", ha dicho. Después, les ha felicitado el año y cuando se le ha preguntado cómo se encontraba ha respondido: "Me encuentro divinamente".
Dicho esto, ha hecho un gesto hacia sus muletas, levantándolas ligeramente, y ha comentado que los médicos le han recomendado que vaya "con cuidado" porque va "deprisa" y ha asegurado que tiene "ganas de mejorar".

La prensa española felicita al Rey en su 75 cumpleaños

MADRID.- La mayoría de los principales diarios españoles felicitaban el sábado en sus páginas de opinión al rey Juan Carlos I en su 75 cumpleaños, la mitad de ellos en el trono de España, en un momento de grave crisis económica y de pérdida de popularidad de la Familia Real. 

El monárquico Abc destacaba la Corona como "un principio político imprescindible para España", mientras que el barcelonés La Vanguardia elogiaba la labor del Rey durante la Transición y su papel en la España moderna, destacando su "positividad".
El País, el diario de mayor circulación en España, no dedicó un editorial al aniversario, pero sí el principal titular de su portada y varios artículos en el interior para recoger la entrevista al monarca emitida la víspera en la televisión pública.
El conservador El Mundo, por su parte, destacaba la "dimensión humana" de la entrevista pero señalaba la falta de preguntas incómodas sobre dos episodios que han afectado a la imagen de la corona en 2012: la implicación del yerno del Rey Iñaki Urdangarin en un caso de corrupción y el polémico viaje privado de caza a Botsuana (en el que el monarca sufrió una caída y se rompió la cadera), por el que se vio obligado a pedir disculpas públicamente por primera vez.

Bono asegura que el Rey "vale mucho más" de lo que se vio en la entrevista con TVE

MADRID.- El expresidente del Congreso José Bono ha lamentado que los españoles no pudieran conocer "a un Rey que es humano" durante la entrevista emitida por TVE con motivo de su 75 aniversario de Don Juan Carlos y ha defendido que vale "mucho más".

   "El Rey es mucho mas valioso, y a mí me enfadó que los españoles no pudiesen conocer de verdad a un Rey que es humano, que no es divino", ha asegurado en una entrevista en Telecinco.
   En este sentido, Bono ha reconocido que quizás el escenario elegido, que ha calificado de "artificioso", no fuera el más adecuado, al tiempo que ha asegurado que si grabaran a Don Juan Carlos "con una cámara oculta" se demostraría que "espontáneamente es muchísimo más valioso".
   Así, ha defendido que el Rey, cuando ha cometido errores, los ha reconocido y ha pedido perdón, así como que ha puesto a España "por encima de sus intereses personales" al haberle dicho a su yerno, Iñaki Urdangarín, "antes de que haya juicio que su conducta no era ejemplar".  
   "Lo que va en contra del Rey es ocultar la verdad, y el Rey ha sabido poner al Estado y a la honorabilidad por encima de su yerno y su familia. Demuestra que pone a España por encima de sus intereses personales", ha insistido.
   No obstante, el expresidente de Castilla-La Mancha ha reconocido que cuando hicieron Rey a Don Juan Carlos a él no le gustó porque "lo puso Franco", si bien ha valorado que "luego se fue ganando a los españoles".
   Preguntado sobre el hecho de que no se trataran durante la entrevista algunos temas de actualidad como el viaje del Rey a Botswana o la situación de Urdangarín, Bono ha señalado que le resultó "llamativo", a no ser que el objetivo fuera hacer una entrevista "nada convencional en el terreno político".

Lo que el Rey no dijo / Pilar Eyre *

Acudo a la fiesta de 'cumple' del Rey, su entrevista con Hermida. Leo a algunos de mis compañeros intentado exprimir una gota de esencia de ese secarral de tópicos y vaguedades que fueron las declaraciones de Don Juan Carlos, alguna cosilla para elevarla a la categoría de titular ¡No hay manera!

Ya no digo que no hablara de Botsuana, ni de Corinna, ni de dinero, ni del elefante, ni de sus operaciones ¡ni de Urdangarin! Pero es que no nombró ni a sus hijas, ni a Letizia, que al fin y al cabo será la reina de España por la gracia de su hijo, ni al Franquismo de donde viene (dijo "había otro sistema"), ni a su nieta, que es la monarquía que vendrá, no nombró a ningún político, a ningún escritor, ningún libro, ni habló de nuestras relaciones con los "países hermanos", ni, lo que para mí es lo más grave, se refirió en ningún momento a la Reina. ¡Doña Sofía, que tanto hizo para que se convirtiera en Rey y que tanto está haciendo para mantener esa apariencia de familia unida y estructurada!

Así pues, que no se me queje el Rey si sacamos partido a las omisiones y elaboremos nuestras hipótesis. Las mías son, a vuelapluma, que el Rey está enfadado con la Reina por intentar meterle a Urdangarin hasta en la sopa, que está enfadado con Letizia porque le han contado que tiene más prisa de lo que corresponde, de su nieta Leonor no habla porque le queda muy lejos, y tampoco de sus hijas porque si habla de ellas tiene que hablar de Urdangarin y tampoco es plan.

Por lo demás, que se sepa que si esta periodista oye una vez más la palabra "generación" se tira por la ventana, que me emocionaron las piernecillas de Hermida, que no entiendo muy bien por qué la voz de Hermida se oía animada, alegre y segura de sí misma mientras el Rey hablaba con tono apagado, aburrido y plano, como si le fallara el resuello, y por qué el periodista se extendía hasta el infinito en alegres florituras estilísticas y arpegios musicales mientras el Rey estaba en modo "cambio y corto". Por lo demás, Señor, felicidades, y le dispensamos de la necesidad de conceder más entrevistas. Se lo digo de corazón. No hace falta.

(*) Pilar Eyre estudió Filosofía y Letras y Ciencias de la Información. Ha ejercido el periodismo como columnista, entrevistadora y reportera en varios periódicos y revistas (Hoja del Lunes, Mundo Diario, La Vanguardia, Interviú, El Periódico de Catalunya y El Mundo, entre otros) y ha colaborado también en diversas emisoras de radio y televisión.