Desde hace unos meses, TVE emprendió una campaña a favor de la monarquía. Comenzó con Audiencia Abierta, un programa con "vocación
claramente informativa, pero también divulgativa, para dar a conocer en
profundidad las competencias, el funcionamiento y la acción cotidiana
del Jefe del Estado en una Monarquía Parlamentaria como la española" según su propia web, donde además se aclara que "su
objetivo es informar, divulgar, entretener y acercar, con rigor y
objetividad, la Jefatura del Estado y quien la encarna, a la audiencia
de la televisión pública".
¿Es verdaderamente necesario un programa
como éste? Como mínimo es discutible. El programa se estrenó en octubre
y desde entonces ha acumulado críticas que le equiparan a un nuevo NO-DO en color,
lo cierto es que lejos de esa "vocación claramente informativa", más
bien parece un documento propio de un gabinete de Relaciones Públicas.
Un programa donde se acentúa hasta el paroxismo la actividad de un
monarca cuyo papel es testimonial, ya que sanciona y firma leyes (art
62.a), Constitucion España 1978) que el Parlamento debate y aprueba
-cuando el Gobierno no legisla mediante decreto ley-; convoca y disuelve
las Cortes Generales y convoca elecciones (art 62.b), Constitucion
España 1978) cuando el Gobierno decide, supeditando sus decisiones a los
límites constitucionales; o propone el el candidato a Presidente del
Gobierno (art 62.d), Constitucion España 1978), pero este candidato es
el líder del partido vencedor de las elecciones, hasta ahora siempre
elegido en primera o segunda ronda -mayoría absoluta, o mayoría simple-.
Este programa se verá acompañado de una
entrevista a Juan Carlos I realizada por el histórico periodista Jesús
Hermida, que se emitirá el próximo 4 de enero, víspera del cumpleaños
del rey. Pero en ella no se interrogará ni de sus viajes a Botswana, ni
de los negocios de su yerno Iñaki Urdangarín. Como ejemplo. Porque en
Internet comienzan a circular imagenes del Rey con empresarios imputados
como Díaz Ferrán o Gao Ping,
cuando estaban "limpios" de sospecha. ¿Para qué entonces sirve una
entrevista al máximo representante de un Estado (art 56.1, Constitución
España 1978)?
La pregunta como herramienta para llegar
a la verdad de interés público perderá toda utilidad en esta
entrevista, que precisamente por esta futilidad debería llamarse
simplemente conversación. ¿Para qué sirve entonces una entrevista así? "Se trata de una entrevista atemporal y no de actualidad.
Esa ha sido la premisa desde un primer momento. Ni se habla de esas dos
cuestiones ni tampoco del hipotético rescate a España o de otras de
calado político" declaraban fuentes de TVE a Elconfidencial.
¿Qué preguntas de interés público se pueden realizar respetando estos
límites? ¿Transición, golpe de Estado y Juegos Olímpicos de Barcelona?
El ideólogo del programa, Jesús Hermida, explicó a Vanitatis el objetivo de esta entrevista: "El
Rey tiene 75 años y hay una generación con esa misma edad que tiene aún
muchas cosas que decir y enseñar. Yo también tengo esos años y, por lo
tanto, pertenezco a ese mismo grupo". Es decir, se abunda en el
grupo objetivo que durante 2012 ha protagonizado la audiencia de TVE:
los jubilados, más de 64 años (según datos de Kantar Media recogidos por la consultora Barlovento).