domingo, 16 de diciembre de 2012

El "grave error" que han cometido Cristina e Iñaki en su nueva campaña de imagen

MADRID.- No es la primera vez que se comenta que los Duques de Palma se han sometido a un intenso lavado de imagen profesional para intentar atenuar las devastadoras consecuencias que está teniendo la imputación de Iñaki Urdangarin sobre la Familia Real de cara a la opinión pública.
Ahora Gema López echa un poco más de luz sobre el asunto que sigue siendo la comidilla en las redacciones del corazón y recuerda que es la primera vez que un miembro de la Casa Real española contrata un servicio privado para este tipo de trabajos.

Según publica en Vanitatis, hasta ahora toda la comunicación se llevaba desde el gabinete interno de La Zarzuela pero "no sería lógico ni de recibo que si la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin buscan limpiar su imagen, lo hagan utilizando recursos internos de la Casa". Vamos, que se habría optado por esta opción para evitar críticas sobre la Institución.

Gerardo Correas, vicepresidente de la Escuela Internacional de Protocolo, señala que "este grupo de expertos se encarga de trazar todo un plan de comunicación en el que hay que diseñar al milímetro cada aparición pública y el contenido del mensaje que se quiere enviar a los medios".

La cosa no es baladí, porque los Duques de Palma cuentan con un equipo mínimo de diez personas, desde estilistas a maquilladoras, pasando por asesores especializados en materia jurídica y periodistas: "En el caso de Urdangarin no solo se mira con lupa lo que hace, sino lo que dice, su proceso judicial es muy complejo y sus declaraciones deben ser entendidas. Hay que estudiar al detalle qué es lo que se quiere manifestar y de qué manera. Es un plan similar al que utilizan los políticos en campaña", afirma Correas.

La Casa Real estaría informada al detalle de cada uno de los pasos y todo se hace con su consentimiento aunque los Duques estén apartados de la agenda real. Así, la polémica visita a Don Juan Carlos en la clínica San José habría contado con el beneplácito de los asesores del Rey y de Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, que les recibió a las puertas del hospital.

Aunque Casa Real lo negó en su momento, Vanitatis asegura que en estos momentos se podría estar estudiando cómo y cuándo presentar la renuncia de la Infanta. Doña Cristina llevaría un año negociando con el Rey su rechazo al título de Duquesa, a sus derechos dinásticos y a la asignación económica que recibía.

El caso es que todas las semanas, la pareja se da cita con el equipo privado de imagen en "reuniones de inmersión". Y es que su vida sigue desde hace tiempo una "hoja de ruta" minutada por expertos.

Eso no quita para que hayan cometido un grave error a ojos de Correas: "El primer requisito es la confidencialidad y el secretismo y el hecho de que se haya conocido que han contratado una agencia provoca que todo lo que hagan a partir de ahora se convierta en artificial".