jueves, 6 de diciembre de 2012

Para que la infanta doña Cristina pueda abandonar sus derechos se tendría que aprobar una Ley Orgánica en las Cortes

PALMA.- Para que un miembro de la familia real española pueda abandonar sus derechos se tendría que aprobar una Ley Orgánica,  y por tanto, se necesitaría la implicación del Gobierno y del Parlamento, según recuerda www.mallorcadiario.com

Dicen que el amor lo puede todo, incluso si tu padre es el Rey. Según publica esta semana la revista Lecturas, en los próximos días, la Infanta Cristina podría dejar de pertenecer a la Familia Real española, una decisión que la segunda hija de los reyes tomaría voluntariamente ante el constante acoso que sufre tanto ella, como su familia.
A sus 47 años, la Infanta, ha sabido demostrar el amor que le profesa a su pareja, Iñaki Urdangarín, según ha podido saber esta revista ante las constantes peticiones de divorcio recibidas desde la Casa Real, la Infanta no sólo ha decidido hacer caso omiso a estas ‘recomendaciones’, sino que además habría desafiado a esas peticiones públicamente, de ahí que se presentara con su marido en el hospital donde permanecía ingresada su padre.
Viendo que esta ‘estrategia’ no ha surtido efecto, Lecturas afirma que fuentes muy cercanas a la Casa Real ”le piden que renuncie a su condición de Infanta”. Y que, además, lo haga antes de que se celebre el juicio por el caso Nóos que su marido tiene pendiente, pues de no ser así sería la primera vez en la historia de España que un miembro de la Casa Real se sienta en el banquillo de los acusados.
De aceptar esta renuncia por amor, doña Cristina abandonaría su papel como infanta, dejaría de pertenecer a la Familia Real excluyendo de ella a su marido  y a sus cuatro hijos, a los cuales también despojaría de los derechos que, por sangre, les pertenecen.
Con esta decisión, la segunda hija de los Reyes perdería los derechos sucesorios, además de los 375.000 euros que Zarzuela otorga cada año a las Infantas, la Reina y la Princesa Letizia. 
De momento, Casa Real ha mostrado su descontento ante las disposiciones que Urdangarín continúa haciendo de los inmuebles de la familia. Según ha podido conocer Lecturas, el cuñado del Príncipe Felipe, continúa hospedándose en el Palacio de la Zarzuela en cada una de sus visitas a Madrid, se alojó en Marivent cuando fue a declarar ante el juez Castro en Mallorca y mantiene la escolta de la Casa Real.
En este sentido, y para evitar más escándalos, Zarzuela está trabajando para retirar al duque de Palma la seguridad de la Casa y evitar su entrada en el juzgado acompañado por los escoltas.
Con ocho kilos menos, fruto de los difíciles momentos por los que está pasando, Cristina ha regresado esta semana de Tanzania, donde ha viajado por su trabajo de directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa. Aunque aún no hay fecha para el juicio de su marido -podría comenzar en 2014-, a la hija del Rey aún le queda toda una encrucijada por delante. 
Para más INRI, doña Cristina está muy preocupada por sus hijos, a los cuales para evitar la presión mediática está planteándose enviarles a estudiar a un internado a Suiza, un destino que no ha sido elegido al azar ya que la legislación para proteger la intimida que tiene vigente este país es una de las más duras de Europa.
De confirmarse estas intenciones de doña Cristina de romper incluso las relaciones con su familia por amor, no sería la primera hija de un rey que renuncia a sus privilegios por amor. Ya lo hizo Marta Luisa de Noruega en 2002 tras su boda con Ari Behn, aunque su caso fue bien distinto al de la duquesa de Palma.

El Rey reenvía a Sanidad la carta en la que un niño enfermo le pedía ayuda

MADRID.- Su Majestad el Rey Juan Carlos ha reenviado al Ministerio de Sanidad y a la Consejería de Sanidad valenciana la carta en la que el niño de seis años Edu Pinto le solicitó ayuda para que le realizaran una operación ortopédica en la espalda, ya que en el Hospital La Fe de Valencia no lo quieren operar porque le dijeron que no tenía muchas posibilidades de sobrevivir, según ha indicado el entorno de la familia.

   Edu Pinto, que padece una rara enfermedad, el 'síndrome de Guillen Barre' remitió una carta el pasado 25 de noviembre a don Juan Carlos en la que no pedía "ni botas de fútbol, ni juguetes. Solo hay una petición: una oportunidad para vivir". El niño le dijo a Su Majestad que no creía en los Reyes Magos, pero sí creía en él porque "que ha pasado por problemas físicos como yo e incluso ahora se recupera de su décima operación de cadera".
   Cinco días después, el niño recibió una repuesta de la Casa Real en una carta firmada por el secretario general de SM el Rey en la que se le aseguraba que don Juan Carlos había leído su misiva y que quería felicitarle por su "admirable fortaleza".
   En la carta real también se indicaba que la petición de Edu Pinto se había reenviado tanto al Ministerio de Sanidad como la Consejería de Sanidad para "pedirles su ayuda" en este caso.
   La dolencia de Edu le otorga una esperanza de vida de "tan tolo tres años", según han comentado estas mismas fuentes, y además lo hará con una calidad de vida "muy mermada". El niño ya tiene un pulmón perforado y la enfermedad constreñirá su esqueleto hasta continuar afectando sus órganos vitales, según han explicado desde el entorno familiar.
   Edu solicitó la ayuda de la Casa Real con el objetivo de encontrar a alguien que se atreviera a operarle, puesto que desde hace dos años sufre una enfermedad rara llamada 'síndrome de Guillen Barre' que le impide tener movilidad plena por debajo del cuello.
      La familia de Edu considera que la situación es "reversible". Entienden que la operación entraña un "riesgo alto". Por el momento, en el Hospital La Fe de Valencia le han ofrecido una operación "paliativa", pero su familia asegura que "supondría tan solo una pequeña ralentización en el proceso".
   En la carta que le envío a don Juan Carlos, Edu Pinto se despidió recordándole a Su Majestad que tenía seis años y me le "encanta correr, aunque de momento tengo que disfrutarlo desde un carro especial".
 "Soy feliz y solo quiero vivir para poder disfrutar y poder cuidar algún día a mi mamá, como ella lo hace de mí ahora".