jueves, 29 de noviembre de 2012

La princesa Letizia ya no luce su anillo de compromiso

MADRID.- Esta joya, que tiene un gran valor sentimental para la Princesa de Asturias, ahora es objeto de polémica. Por lo visto Doña Letizia ha dejado de ponerse el anillo con el que el Príncipe Felipe le pidió matrimonio, un símbolo que significa mucho para ella.

   La historia viene de lejos. En concreto, desde el momento en que Don Felipe comenzó a preparar el que iba a ser uno de los instantes más emocionantes de su vida: la pedida de mano de Letizia Ortiz, la futura Princesa de Asturias.
   Pero el objeto imprescindible de este compromiso vino desde Barcelona, concretamente desde la conocida joyería Suárez, y el encargado de ser el cómplice de la pedida fue el cuñado del Príncipe, el Duque de Palma.
   El caso es que Don Felipe le pidió a Iñaki Urdangarín que le hiciera ese favor, encargo que pagó con la tarjeta del Instituto Noos y que después no dejó que el Príncipe lo abonara, diciéndole que "corría de su cuenta", es decir, que se lo regalaba.
   Y es que lo que en un principio había sido un detalle por parte del Duque de Palma, ahora se ve salpicado por la polémica. Los periodistas Eduardo Inda y Esteban Urraiztieta han sido quienes han revelado este hecho en su libro Urdangarin. Un conseguidor en la corte del Rey Juan Carlos, texto que salió a la venta el pasado mes de octubre.
   Estos periodistas aseguran que el Duque de Palma pagó el anillo de compromiso de la Princesa Letizia con el dinero de Noos, la sociedad sin ánimo de lucro con la que, supuestamente, Iñaki Urdangarín y su socio Diego Torres recaudaban fondos para posteriormente desviarlos a paraísos fiscales, acciones que ahora están siendo investigadas y por las que actualmente están intentando demostrar su inocencia en los tribunales.
   Esta joya de alto valor sentimental se trata de una alianza de oro blanco y diamantes talle baguette, valorada en aproximadamente 3.000 euros, fue presentada el pasado 6 de noviembre de 2003, y desde entonces la Princesa Letizia no se la había quitado de su dedo anular.
   Esta alianza, junto con su anillo de bodas, eran las únicas joyas que Doña Letizia no había dejado nunca en su joyero. Y es que desde que comenzó la crisis, para empatizar con la situación económica y solidarizarse con la situación que viven los españoles en estos momentos, la Princesa dejó de utilizar todas sus maravillosas joyas, excepto estas dos piezas.
   Pero a raíz de esta publicación, la Princesa Letizia tuvo que olvidarse de lucir su preciada alianza de compromiso, y ya el pasado mes de octubre, cuando presidía un acto oficial junto al Príncipe Felipe en Valladolid, no llevaba esta pieza, que sustituyó por el anillo 'Parentesi New' de Bvlgari, y que lució junto a su anillo de bodas.
   Así, Doña Letizia ha sustituído esta polémica joya y ha intentado que pase inadvertida poniéndose otro de sus anillos para desvincularse de la controvertida imputación del Duque de Palma y el Caso Noos.

Los médicos retienen al Rey

MADRID.- El último parte médico resalta que el Rey se encuentra en perfecto estado de salud y la recuperación de la operación de cadera a la que se sometió el pasado viernes se desarrolla de forma óptima. Sin embargo, y a diferencia de las dos intervenciones similares previas que sufrió, los facultativos que le tratan se resisten a dejarle marchar cinco días después de haber pasado por el quirófano.

Según explicó el doctor Ángel Villamor, traumatólogo que dirigió la operación y encargado del proceso de rehabilitación, don Juan Carlos se «encuentra en óptimas condiciones para darle el alta hospitalaria después de haber cumplido la recuperación postoperatoria» y no se está produciendo ningún retraso en los plazos.
A pesar de ello, los médicos han «convencido» al Monarca, «con un poco de psicología e insistencia», para que permanezca en el hospital Quirón San José durante algunos días más «con el propósito de que el equipo de fisioterapia que le atiende pueda seguir su evolución de un modo más próximo». «Se trata de ser más eficaz y más rápido en la puesta a punto», explicó Villamor, ahondando en la expresión acuñada por el propio don Juan Carlos cuando anunció la nueva intervención de tener que «pasar por el taller».
El traumatólogo no pudo concretar el tiempo que aún permanecerá ingresado el Rey antes de continuar con su rehabilitación en Zarzuela. «Tendremos que ir negociando», bromeó el galeno, quien añadió desconocer cuántos días podrá «disponer de su paciencia» y «permitirá que se le dé la lata con fisioterapia para arriba y para abajo». Preguntado sobre qué tal paciente es don Juan Carlos, fue tajante: «Es único».
En este momento de su recuperación, el Rey camina «con autonomía» por su habitación aunque debe apoyarse en dos muletas que solo puede abandonar para realizar determinados gestos, pese a poder apoyar en su totalidad el pie izquierdo.
El doctor Villamor negó que la petición de postergar el alta médica esté motivada en el temor a una recaída similar a la que se produjo tras la intervención en la cadera derecha del pasado abril. Entonces, el Monarca acortó los plazos para reincorporarse a sus tareas cuanto antes, lo que le motivó una luxación durante una audiencia oficial que le obligó a pasar de nuevo por el quirófano. Pese a desligar la decisión adoptada de esa luxación, en esta ocasión los médicos han sido explícitos con don Juan Carlos: nada de trabajo antes de un mes. Es por ello que no retomé su agenda oficial hasta la grabación del tradicional discurso de Nochebuena.
La Reina y la infanta Elena visitaron ayer miércoles por segunda vez en el hospital a Don Juan Carlos. A la salida del centro médico, doña Sofía resaltó que el Rey se encuentra en perfecto estado. «Está bien, tiene que estar tranquilo y recuperarse», comentó. La Reina respaldó la decisión de los médicos de retrasar el alta médica ya que, según opinó, «es mejor que se quede quieto y hacerlo bien». Más distendidas fueron las declaraciones de la hija mayor de los reyes. «Ha salido corriendo a por mí», dijo esbozando una sonrisa.

Carmen Iglesias: «La Monarquía ha propiciado 37 años muy brillantes y muy estables para el país»

OVIEDO.- «Creo que la Monarquía parlamentaria actual ha cumplido y está cumpliendo una función de estabilidad y de símbolo unitario importantísimo. Estos treinta y siete años ha propiciado un período muy brillante y muy estable para el país». Así se manifestó en Oviedo la historiadora y académica Carmen Iglesias minutos antes de pronunciar una conferencia organizada por el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, en la que habló de «La Monarquía hispana vista desde Europa».

Iglesias subrayó que «históricamente no nos han salido muy bien los momentos de vacío de esa tradición», por eso prefiere no dar importancia a los malos tiempos que atraviesa la Familia Real y califica algunos hechos de «cosas más superficiales que profundas».

Sobre el posible relevo generacional que piden algunas voces, la historiadora prefiere no opinar y se limita a decir que «el Príncipe es extraordinario y el Rey, también». Añade que una característica a destacar «es la unión de don Felipe con su padre. Hay una perfecta sintonía entre ellos». Recordó que Luis XIV estuvo casi setenta años porque heredó el trono de niño.

La que fuera profesora del Príncipe Felipe durante casi dos décadas asegura que desde Europa nos ven «hasta ahora muy bien», aunque no oculta que «hay episodios llamativos, unos más delicados que otros», que pueden sorprender, pero que, a su juicio, «están más bien en las márgenes de las personas que son claves para la institución».

La académica también se refirió al independentismo, tan de actualidad en los últimos meses. «Lo veo con cierta preocupación, pero son grupos minoritarios, el problema de la radicalización es que hubiera un vacío de poder, falta de legitimación», dijo. «No estamos en ese momento, estamos en una triple crisis, pero no se da la situación que hubo en otros procesos históricos», según la reseña del periódico 'La Nueva España'.