sábado, 27 de octubre de 2012

La Reina Sofía demanda a una web de adulterios por utilizarla como reclamo publicitario

MADRID.- La Reina Doña Sofía ha presentado una demanda de protección de su derecho al honor contra la agencia de contactos sexuales adúlteros Ashley Madison por la utilización de una imagen suya para una campaña publicitaria. La Reina no ha utilizado los servicios de la Abogacía del Estado, sino los del decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Hernández-Gil. 

Según publica ‘El Mundoen su portada de este sábado, la acción de Doña Sofía ha recaído en el Juzgado de Primera Instancia nº 50 de Madrid, cuya titular, María Rosario Campesino, tendrá que decidir ahora si estima la demanda de la Reina frente a la empresa Ashley Madison, una acción civil que carece de precedentes en la historia de la Monarquía constitucional.

Según informa en sus páginas la Casa Real, se trata de una decisión que lleva meditándose ocho meses y que ha sido finalmente ejecutada debido al empeño de la reina en defender su honor. 
 
El anuncio, difundido en febrero 2012, consistió en un fotomontaje en el que aparecía el eslogan ‘Ya no tienes por qué pasar la noche sola y una sonriente Doña Sofía abrazando a un joven con el torso desnudo, que fue retirado a petición del propio Rey. Pero en las últimas semanas ha vuelto a ser difundida esta imagen por razones que aún se desconocen.
El anuncio ha vuelto a salir hace unos días cuando unas jóvenes en ropa interior repartieron en el centro de Madrid una revista de la misma empresa denominada El Periódico del Infiel

Ante esta reiteración del contenido, doña Sofía ha decidido dar el paso y dejar que sea la Justicia la que decida quien si la empresa debe eliminar dicho contenido o no. La misma agencia de relaciones extramatrimoniales utilizó en julio de 2011 la imagen del Rey para otro anuncio publicitario.

El pasado febrero, la organización Autocontrol (Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial), creada para controlar la ética en la publicidad, dictaminó que este anuncio con fotomontaje, que utilizaba la imagen de la reina,  debía ser retirado.

En el fotomontaje aparece la reina de España abrazada a un joven con la leyenda "Ya no tienes por qué pasar la noche sola".

La organización Autocontrol consideró que era dañino para el honor y dignidad de la reina.

La lluvia no logra empañar la visita de los príncipes al "pueblín" de Bueño


OVIEDO.- La lluvia tenaz que ha caído durante la mañana no ha logrado empañar la visita que los príncipes de Asturias han hecho hoy al "Pueblo Ejemplar 2012", un pequeño enclave próximo a Oviedo al que Don Felipe se ha referido como el "pueblín" de Bueño en el discurso pronunciado en su plaza mayor.

Porque si el agua ha podido quitar brillantez al recorrido que ambos han hecho por la localidad, el cariño de sus gentes les ha llegado sin dificultad, aunque haya sido bajo la obligada protección de los paraguas, que sólo se han cerrado en algún momento puntual.
Aunque el deseo de los vecinos y la Fundación Príncipe de Asturias, que cada año concede esta distinción, era que las nubes "perdonaran" la visita, lo cierto es que don Felipe y doña Letizia, protegida por una gabardina, han tenido que usar el paraguas desde el mismo instante en que se han bajado del coche oficial.
El "pueblín" de Bueño, de 150 habitantes, es la localidad de Asturias con más hórreos y paneras, cuenta con un Centro de Interpretación del Hórreo y disfruta de una intensa vida cultural, Festival de Jazz Internacional incluido.
La lluvia ha tenido un efecto colateral, ya que los vecinos apenas han podido aplaudir a los príncipes cuando han descubierto una placa conmemorativa, porque tenían las manos ocupadas con los paraguas y, cómo no, con cámaras y móviles.
Han tenido que guardarse las ovaciones para el momento en que el heredero de la Corona y su esposa han llegado a la Plaza Mayor, en la que para guarecerse de la lluvia se había instalado una carpa que restaba algo de colorido a la belleza tradicional del recinto.
Lo ha dicho el mismo don Felipe ante sus habitantes, al referirse a la "naturaleza tan rica, variada y hermosa de nuestra muy querida Asturias, aún con esta lluvia..." alusión que ha sido agradecida con un aplauso de los vecinos, entusiasmados con la presencia de los príncipes.
El presidente del Principado, Javier Fernández, protegido como todos con su paraguas, el presidente de la fundación, Matías Rodríguez Inciarte, y el alcalde del municipio de La Ribera, José Ramón García Saiz, al que pertenece Bueño, les han acompañado en el recorrido por las calles del pueblo.
Así han podido caminar por unas calles que aparecían primorosamente cuidadas, entre hórreos y casas restauradas con esmero, muchas engalanadas con banderas nacionales y de Asturias.
"¡Felipe!, ¡Letizia!", gritaban los paisanos tras unas vallas que no impidieron a los príncipes acercarse a ellos para estrecharles las manos, besar a sus hijos o dejarse retratar.
Los periodistas, camarógrafos y fotógrafos, entre tanto, corrían en grupo buscando posición para lograr la mejor imagen, mientras sonaban gaitas y se escuchaban llamadas a los príncipes.
Durante el paseo a pie, don Felipe y doña Letizia han visto trabajar a varias vecinas que hacían encaje bajo un hórreo; a la princesa Letizia le han acercado una bebé que no ha dudado en coger en brazos mientras el príncipe le hacía carantoñas.
Más adelante, en una panera, otros vecinos representaban una escena costumbrista, vestidos con trajes tradicionales.
También han saludado a un artesano local de la madera y han bebido sidra bajo un hórreo, mientras otros limpiaban mazorcas de maíz en la tradicional "esfoyaza".
Los saludos y los besos a niños se han repetido, aunque en algún caso Don Felipe ha tenido que pedirlo expresamente.
"¿Me das un beso?", le ha preguntado a un pequeño que seguía una de las escenas junto a la puerta de su casa; "Vale", le ha contestado el niño.
En el acto institucional en la plaza, el príncipe ha agradecido el cariño y el "carácter abierto y generoso" de los habitantes de Bueño después de hacer entrega del diploma que acredita a la población como "Pueblo Ejemplar 2012".
Luego los príncipes se han dirigido a la capilla de la localidad, desde cuya puerta han escuchado la interpretación de una pieza de jazz a cargo del Quinteto Jazz Gueñü/Bueño.
Ante la puerta de la capilla, don Felipe y doña Letizia han escuchado atentamente al grupo, cogidos de la mano, mientras la lluvia no paraba de caer, casi al mismo ritmo de la obra musical.
La visita al centro cultural de Bueño, al Centro de Interpretación del Hórreo y un "almuerzo de campo" han completado una jornada en la que, como ha dicho el alcalde a sus vecinos, "parece que está lloviendo, pero es que estamos llorando de alegría".

El Rey: España se ve desde fuera "mejor", pero desde dentro "dan ganas de llorar"


NUEVA DELHI.- El Rey Don Juan Carlos ha asegurado que España se ve desde fuera "mejor", pero que desde dentro del país "dan ganas de llorar". Eso sí, ha animado a seguir hacia delante "con un cuchillo en la boca y una sonrisa" para salir de la crisis. 

   En una conversación con varios medios antes de volver de su viaje oficial a la India, Don Juan Carlos ha admitido que "cuando la espita se cierra, cuesta", si bien ha confiado en que en un futuro va a haber "resultados".
   "Desde fuera, España se ve mejor. Desde dentro, dan ganas de llorar. Pero hay que seguir para delante: con un cuchillo en la boca y una sonrisa", ha reflexionado el Rey justo un día después de que se conociera que el paro supera ya el 25% de la población activa por primera vez en España.
   No obstante, Don Juan Carlos ha reivindicado que España "sigue estando en el tapete mundial" y ha aprovechado para criticar a las agencias de calificación. "Hay gente que quiere darnos en la cabeza, como las agencias de calificación", ha lamentado.
   El Rey también se ha mostrado "muy satisfecho" con el viaje a la India, que sigue a otros realizados este mismo año para impulsar la marca de España en el exterior. "El Estado y el Gobierno tienen que ayudar juntos a promocionar la marca España y apoyar a nuestras empresas líderes", ha afirmado.
   "Ha sido muy bueno en lo económico, lo político y lo empresarial. Los empresarios españoles me han dicho que están muy contentos y políticamente no podemos hacer más", ha agregado.

Yo soy de Cartagena. ¿Y qué? / Arturo Pérez Reverte *

¿Y a mí qué me cuentan?. Quisiera que alguien me explique de una puñetera vez qué pretenden decir con esa murga de "es que yo soy de aquí, y no soy de allí" que le salta a uno a la cara cuando abre un periódico, o enchufa la tele, o el arradio. Porque, a ver. ¿Dónde diablos es aquí y dónde es allí? Y cuando se invoca un hecho diferencial como si fuese palabra mágica, ¿estamos hablando de diferencias con quién? Porque si de lo que se trata es de ser diferentes, el de arriba firmante es tanto como el que más. Y a la hora de plantear argumentos nacionalistas, paletismo local o factores raciales e históricos no estoy dispuesto a dejarme achantar por nadie. Puestos a ello, puedo ser tan poco español o tan cantamañanas como cualquiera.

Porque vamos a ver. Si de lo que se trata es de marcar paquete, diré que yo, por ejemplo, soy de Cartagena: una ciudad que tiene tres mil años de historia y que podría abastecer de solera a media Europa. Fue capital de la España cartaginesa, y capital de cada una de las cinco provincias romanas de Hispania. Mis antepasados eran griegos, fenicios y cartagineses; y cuando de jovencito me zambullía en el mar, sacaba ánforas que llevaban veinte siglos allá abajo, enfrente de mi casa. En cuanto a raza también soy distinto, porque mi RH positivo es mediterráneo, antiguo y sabio. Y puestos a eso, me siento más a gusto en un cafetín moruno de Tánger o bebiéndome un vaso de vino con aceitunas bajo una parra griega, que en la Gran Vía de Madrid, El Sardinero, Las Ramblas o la plaza mayor de Trujillo.

En cuanto a peripecias históricas, pues bueno. Mientras los comerciantes, los campesinos y la gente de la iglesia y de la paz se iban al interior - a Murcia- para esquivar las incursiones de los piratas berberiscos, mis architatarabuelos se quedaron en la costa a pelear. Y cuando la primera república, el Cantón de Cartagena se autodeterminó por las bravas, acuñó su propia moneda, poseyó su escuadra, y al aparecer las tropas centralistas no se desbandó como una manda de conejos, sino que resistió seis meses a cañonazo limpio. Y en lo que se refiere a lengua propia, cierto es que no hay una nacional cartagenera; pero los críos, antes de tener uso de razón, saben leer en las piedras inscripciones en latín. Y mucho podríamos discutir sobre si decir: "deme sinco sentímetros de sinta de senefa asul" o blasfemar con la barroca riqueza léxica del habla cartagenera no es un hecho diferencial lingüístico de cojones...

En cuanto a agravios, para qué les voy a contar. Hoy, Cartagena es una ciudad industrialmente desmantelada, deshecha por el paro, con menos alternativas que un bocadillo de mortadela en Ruanda. A los cartageneros no es que los hayan puteado histórica y sistemáticamente el gobierno central, las monarquías austriaca y borbónica, la dictadura franquista o los cien años de acrisolada honradez. A los cartageneros nos han hecho la puñeta la administración fenicia, la griega, la de Roma, la bizantina, los suevos, los vándalos, los alanos, los visigodos, el califato de Bagdad, el de Córdoba, el Cid Campeador, los reyes de Castilla, los de Aragón, Napoleón Bonaparte, el general Martínez Campos, la primera y la segunda repúblicas, y todo el que pasó por allí. 
 
Mis antepasados pagaron impuestos, palmaron en la Invencible, Trafalgar, Santiago de Cuba, Filipinas, Annual. Y a cambio, como el resto de los españoles, recibieron hostias hasta en el cielo de la boca. Cierto es que fueron cómplices y actores en empresas imperiales de la España centralista castellana. Pero cuando vas y abres los libros de historia, compruebas que en cualquier batalla de Flandes, en cualquier episodio colonial de América, en cualquier aventura española en Nápoles, Sicilia, norte de África o Constantinopla, los apellidos de los capitanes, soldados, marinos, comerciantes y frailes eran también, y no pocos, vascos, catalanes, gallegos, navarros, mallorquines y etcétera. 
 
En esta galera hemos remado todos, y a todos nos han dado infinitas veces por detrás y por delante. Aquí no hay víctimas de primera y de segunda clase, y sólo a los muy canallas o a los muy imbéciles se les ocurre trazar líneas divisorias con tan irresponsable arrogancia. ¿Diferentes? Claro que sí. No sólo van a serlo tres o cuatro chantajistas bocazas. Aquí todos tenemos motivos para piarlas, y cuando llueve se moja todo cristo. Así que, para diferencia, la mía y la de la madre que me parió. A ver qué se ha creído esa panda de gilipollas.
 
(*) Académico y periodista

«¿Habrá un puesto en la Zarzuela para mí?»

OVIEDO.- «No fui a buscar la anécdota y con ánimo de hacer la gracia». Lo asegura al diario 'La Nueva España' Carlos Fernández Loredo, el joven asturiano de 24 años, premio fin de carrera en Historia, que preguntó al Príncipe Felipe si habría un puesto de trabajo en la Zarzuela. Fue durante la audiencia de los Príncipes de Asturias a los jóvenes con mejores expedientes de la Universidad de Oviedo. 

«Se lo pregunté en serio, tras explicarle que había hecho Historia y que la perspectiva laboral no era buena», comenta el joven de la localidad de Llames, que finalizó el curso pasado el máster de Formación de Profesorado, para poder optar a impartir clases. Tras la pregunta, sus compañeros se rieron, pero Carlos planteó la cuestión «totalmente en serio». El joven cuenta que el Príncipe les habló durante la audiencia «de lo complicada que estaba la situación actual, que la formación es importante y que había que buscar las oportunidades». 

Dicho y hecho. Carlos tuvo el arrojo suficiente para pedir la palabra y después «un empleo en la Zarzuela o su entorno». Al final del acto, Carlos y don Felipe tuvieron oportunidad de volver a hablar y fue entonces cuando el heredero de la Corona «me pidió una tarjeta con mis datos. Como no tenía tarjeta, un ayudante del Príncipe dejó anotados mi nombre, teléfono y correo electrónico».

 «Si me llaman, la verdad es que estaré encantado», expresó Carlos, quien lleva meses intentando conseguir un puesto de trabajo «después del esfuerzo y dedicación ante los estudios».

Carlos Fernández Loredo valora positivamente la experiencia del jueves en la audiencia con los Príncipes de Asturias. «Fue una experiencia bonita por conocer al que será Jefe del Estado» y ayer se preparaba en Llames para asistir por la tarde a la recepción en hotel de la Reconquista de Oviedo, tras la entrega de los premios «Príncipe de Asturias», en el teatro Campoamor. De su encuentro con los Príncipes se queda con la idea de que «hay que intentar afrontar la situación de crisis actual e intentar buscar oportunidades, más que esperar que nos lleguen».

El joven asturiano siempre destacó por ser un buen estudiante. Estudió Primaria en el colegio público de Martimporra (Bimenes), donde su madre impartía clases. Después curso estudios de Secundaria en el colegio de Nava y el Bachillerato lo estudió en el instituto de Pola de Siero. Después eligió la carrera de Historia para estudiar en la Universidad de Oviedo y valoró que «si quería llegar a ser profesor debía estudiar al máximo para tener el mejor expediente». Lo consiguió, pero la recompensa de lograr un puesto de trabajo no llega y Carlos valora que «esto llega a ser descorazonador». 

Aprovechó las tardes que le dejaba el máster de Formación del Profesorado para sacar el título de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas «con la idea de optar a plazas en colegios con programas bilingües» y enseguida envió su brillante currículum a colegios privados y concertados «tras el anuncio de que no habrá plazas en la pública por una temporada». También se planteó salir de Asturias, pero de momento toca esperar. Lo que queda demostrado es que es un joven con iniciativa, con buena formación y sólo a la espera de abandonar la larga lista del paro.

De la monarquía al socialismo / Enoc Sánchez

Más de dos mil años tienen las vetustas monarquías europeas y todavía, cuando el común mortal piensa en un rey, una princesa, un marqués o un duque, imagina un hombre elegante, refinado y muy morigerado. Nunca piensa que aquellos hombres son herederos de una caterva de criminales que robaron inmensas cantidades de terrenos e impusieron reinos, marquesados o ducados sobre la base del terror, amparados por las armas (poder terrenal) y por la Iglesia (el poder celestial). 

Ese fue el modelo trasladado por los españoles a esta Tierra de Gracia, para desgracia de los pueblos originarios, diezmados y avasallados de forma inmisericorde. Fue la forma llenar el arca real de Su Majestad con la alcahuetería de los frailes, quienes recibían parte del botín. Más de trescientos años de ignominias permaneció este brutal régimen en América, hasta que en Venezuela se fundó una república sin tener republicanos. Bien lo dijo Simón Rodríguez “Para tener república hay que formar republicanos”.

Los aristócratas criollos de la época crearon una república y para eso impusieron varias constituciones, similares al modelo norteamericano. Todas tenían en común el poder en manos de la oligarquía. Se lee en tales documentos que los electores y lo elegidos debían tener ganancias de más de cinco mil pesos y ser dueños de propiedades. Es decir, los indios, los esclavos, las mujeres, los analfabetas y los peones estaban excluidos en dichas elecciones. Era una república concebida a la medida de los oligarcas. 

Con la llegada de la nueva forma de gobierno no desaparecieron las añejas instituciones monárquicas: las gobernaciones, los alcaldes, los cabildos, entre otras, ahora ejercidas, no por los peninsulares, sino por los Amos del Valle o grandes cacaos, es decir los dueños de haciendas. Estos ricachones detentaron el poder, avasallando a los mismos excluidos que la monarquía explotó durante siglos. Para este período, sólo se cambió de explotadores, ahora no era el español, sino el oligarca de pacotilla, los explotados siguieron siendo los mismos.

La guerra de independencia fue un caos, un horror que asoló la Venezuela en cierne. Finalmente, una vez conquistada la independencia, aquellos criollos no perdieron el poder. Así comenzó la recuperación de un país arruinado y endeudado. Sin embargo, allí todavía estaban las tierras productivas, las cuales pasaron a manos de los oligarcas para ser trabajadas por unos peones quienes serían explotados de manera inhumana, ante la mirada indiferente de obispos y frailes. Siempre subyugados por el rigor de la armas, en manos los dueños del dinero y haciendas en complicidad con los obispos.


Durante años se produjeron guerras civiles, levantamientos y montoneras para consolidar aquello que recién se llamó república, apuntalada únicamente con el poder de las armas en manos de los hacendados y oligarcas. Como siempre, los pobres eran explotados de forma inclemente, sin participación en el gobierno en esa moderna cosa llamada república. Los jornaleros se llenaban de hijos para incorporarlos al trabajo, así crecía la pobreza y los resentimientos contra los ricos.


De dictaduras pasamos a democracias representativas y de estas regresábamos a la tiranía, pero los pobres nunca apreciaron la diferencia entre una y la otra. Los pobres seguían siendo más pobres y los ricos, más adinerados. Era la vil explotación del hombre pobre por parte del hombre rico.


Nos hablaron de Democracia, “el poder en manos del pueblo”, pero el pueblo nunca tuvo poder, lo único de lo que podía ostentar era su miseria. Así se fueron llenando los cerros de Caracas de hombres, mujeres y niños buscando en la capital la solución de sus problemas. Lo único que lograron fue trasladar sus esperanzas, que pasaron de generación a generación, hasta poblar los cerros con más desesperanzas. Era una democracia sin demócratas, como aquella monarquía sin hidalgos, así como aquella república sin republicanos.


Imposible negar que las cosas funcionaron muy bien para algunos, sin importar si el régimen fuera una monarquía, una tiranía o una democracia representativa. Se trata de aquellos personajes muy maleables capaces de acoplarse muy bien a cualquier forma de gobierno. Me refiero a los capitalistas y a la jerarquía eclesiástica quienes siempre convivieron muy bien al lado del rey, cooperando con el emperador, el tirano de turno o muy cerca del “gran demócrata”. Todavía resuenan aquellos apellidos que encumbraron y engalanaron los ampulosos salones de banquetes donde compartieron con ejecutivos de las empresas transnacionales. Eran tiempos de repartición de nuestras riquezas y nuestros territorios.


De aquellas vetustas monarquías quedan rezagos. Todavía las hijas de los burgueses se casan de blanco con “una corona” de azahar, unos pajes llevando una hermosa capa, desfilando en el medio de caballeros y damas de honor; es notorio la elección de una mis que nos representará para reinar en el universo o en mundo o si no, una reina de carnaval y, hasta eligen un rey momo. Se entroniza a una virgen con una corona de oro engastada con onerosas gemas y la visten con una mayestática capa; a su Dios los católicos lo llaman el Rey de los Cielos o Rey de Reyes, como si el firmamento se rigiera por una monarquía tiránica.


Imagino, si no nos hemos podido deslastrarnos de aquellas fruslería de la monarquía, mucho menos podemos desprendernos de los vicios del capitalismo consumista. Las grandes corporaciones nos dividieron en productores y consumidores y aceptamos estoicamente nuestra condición de compradores de cosas. Adquirimos cosas para sentirnos bien y recibir los halagos de nuestros semejantes. Es la misma herencia de la monarquía, de la tiranía y de la democracia representativa, sin importarnos si aprendimos a ser súbitos de la corona, si éramos republicanos o demócratas. Lo importante era exhibir cosas para parecer y no para ser.


Ahora mi comandante Hugo intenta, con el voto mayoritario que nos dio la victoria, consolidar el socialismo. Parafraseando a Simón Rodríguez, “para vivir en socialismo debemos formar socialistas”. No es nada fácil para una sociedad que posee rezagos monárquicos, de consumistas compulsivos creyentes que su personalidad vale de lo que hace alarde, de hombres y mujeres que apoyamos el gobierno, pero que muchos no saben cómo se comporta un verdadero socialista.


La tv privada, como siempre, intenta asustar al pueblo al asociar comuna con comunista y comuneros con bandoleros. Como siempre, se valen de la ignorancia ajena. Desconocen la rebelión de los comuneros colombianos en el 1781 que luego pasó a nuestra zona de los Andes, pretendiendo erradicar el monopolio de los comerciantes españoles. Desconocen la rebelión de las Comunas de París del 1871 para instaurar un modelo auto gestionarlo y mucho menos, leyeron el libro “El judío Errante” donde Eugenio Sue, el autor, nos describe muy bien la finalidad de una Comuna.

 Nuestra oligarquía parásita tratará de impedir que una Comuna de obreros controle la producción y comercialización de una empresa. Impedirán la creación de empresas socialistas dirigidas por un consejo de obreros. La vieja cúpula sindical se opondrá a las nuevas estructuras basadas en la solidaridad y no en los criterios crematísticos de la Cuarta República. Las grandes transnacionales se enfrentarán a la eliminación del modelo mono productivo para poder vendernos los excedentes de sus productos. Le temen la vigilancia del ambiente por parte de consejos comunales. Las grandes corporaciones económicas les tiemblan las carnes ante la posibilidad de la instalación en América del Sur de una nueva forma de democracia, una Democracia Participativa, Protagónica y Socialista.

Pero para que todo lo anterior deje ser una utopía y convertirse en una realidad, debemos construirla, para eso debemos ser y comportarnos como un verdadero socialista, tal como lo recomienda mi comandante Hugo. Eficiencia, responsabilidad, solidaridad, honradez y trabajo, son las bases del socialismo.

Un rey Juan Carlos, muy cansado, intentó promocionar al máximo a España en la India


NUEVA DELHI.- Antes de que anoche comenzase  la cena ofrecida por el Presidente de la República de la India, su Majestad el Rey Juan Carlos destacó en su discurso que este viaje le ha permitido comprobar  “cómo nuestros dos países han tomado la firme decisión de caminar juntos para desarrollar nuestras capacidades y enriquecer nuestras visiones y esfuerzos con el objetivo de crear un mundo mejor para todos”. 

Desde su última visita oficial a la República de la India en 1982, “España es hoy un miembro esencial de la Unión Europea y una de las mayores economías europeas, la cuarta de la eurozona, con empresas líderes a nivel mundial. En estos años la India se ha abierto al mundo de un modo extraordinario convirtiéndose en una potencia de primer orden cuya voz responsable es requerida y escuchada”.
“A partir de estas bases- añadió- podemos establecer la más firme colaboración sustentada también en la labor de nuestras empresas”.
Don Juan Carlos se refirió además a la presencia allí de los ministros españoles que le han acompañado en esta ocasión: ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, de Defensa, de Fomento y de Industria, Energía y Turismo, “testimonio –dijo- de la prioridad que concede mi Gobierno a las relaciones con la India y del interés en forjar una agenda de trabajo en beneficio mutuo en áreas vitales para la prosperidad de nuestras sociedades”. 
“Esperamos que las empresas españolas -señaló- puedan participar activamente en el desarrollo económico y tecnológico de la India y que las firmas indias inviertan en España, como he tenido ocasión de subrayar en los encuentros que he mantenido en Bombay y Nueva Delhi”.El rey Juan Carlos destacó la importancia de las reformas aplicadas por el Gobierno español para "adecuar el mercado laboral a las necesidades actuales" y subrayó que España está reduciendo su déficit por cuenta corriente y su deuda pública "con el esfuerzo y el sacrificio" de los ciudadanos.
"En estos momentos de incertidumbre, con el riesgo de una desaceleración de la economía mundial, tenemos la obligación de abordar los desafíos con la mayor determinación", recalcó el rey de España en el brindis de la cena que ofreció anoche en su honor el presidente indio, Pranab Mukherjee, al término de la segunda jornada de su visita oficial a la India.
Tras referirse a las medidas adoptadas por el Gobierno español para reducir el déficit público y a la reciente reforma laboral, el rey señaló: "Con el esfuerzo y el sacrificio de nuestros ciudadanos, se está reduciendo el déficit de la balanza por cuenta corriente y la deuda pública y se está produciendo una mejora de la productividad y la competitividad".
También defendió la conveniencia de una "integración más intensa" en la UE que permita avanzar hacia "una unión bancaria, fiscal, económica y política" de la que Europa saldrá más fortalecida, antes de advertir: "En un mundo globalizado debemos ser capaces de ofrecer liderazgo, una visión de futuro y esperanza para nuestros jóvenes".
En su intervención, el rey confió en que las empresas españolas puedan "participar activamente" en el desarrollo económico y tecnológico de la India y afirmó que los cinco acuerdos de cooperación económica bilateral firmados esta mañana en Nueva Delhi trazan "una hoja de ruta" y abren nuevos espacios y oportunidades de crecimiento.
En este contexto, expresó su esperanza de que India aproveche las "importantes capacidades" de la industria española de Defensa para que ambos países desarrollen proyectos conjuntos en esta materia.
También el presidente Mukherjee afirmó que los compromisos suscritos marcarán la agenda de la futura colaboración económica hispano-india, tras elogiar el alto nivel de las tecnologías españolas y la gran experiencia de sus empresas en áreas como infraestructuras, energías renovables, agricultura, tratamiento de aguas y gestión de residuos.
Después de mostrar su aprecio por la contribución de Casa Asia y Casa de la India al acercamiento mutuo, elogió al Instituto Cervantes por su labor de promoción de la cultura española y, además de felicitar a España por su condición de campeona europea y mundial de fútbol, comentó que la popular "Tomatina" del pueblo valenciano de Buñol ha despertado la imaginación de muchos jóvenes indios.
El presidente indio aludía así a una de las más célebres escenas de "Sólo se vive una vez", la película de Bollywood más taquillera del verano pasado, que en gran parte fue rodada en España.
El rey asistió a la cena preparada en el Palacio Presidencial después de mantener allí una reunión con Mukherjee y saludar junto a él, uno a uno, al centenar de invitados de ambos países, una ceremonia tras la que el monarca, visiblemente cansado, caminó con dificultad y decidió permanecer unos momentos sentado en un sofá para recuperarse antes de acudir al salón donde le aguardaban.